Análisis del Carácter: Wilhelm Reich y Alexander Lowen
El carácter fálico – narcisista: Wilhelm Reich
La formulación de un "carácter fálico-narcisista" fue resultado de la necesidad de
definir formas caracterológicas intermedias entre la neurosis compulsiva y la histeria.
Aun en su aspecto exterior, el carácter fálico-narcisista difiere del compulsivo y del
histérico. El primero es predominantemente inhibido, controlado y depresivo, el
histérico es nervioso, ágil, aprensivo y lábil, el carácter fálico -narcisista típico, es
seguro de sí mismo, a menudo arrogante, elástico, vigoroso y con frecuencia
dominador. Cuanto más neurótico el mecanismo interior, tanto más saltan a la vista
estos modos de conducta.
En cuando al tipo corporal, la expresión facial muestra por lo común rasgos duros,
marcados, masculinos, mas con no poca frecuencia también femeninos, como de niña,
pese al porte atlético. La conducta cotidiana nunca es huidiza como en los caracteres
pasivo-femeninos, sino por lo común altanera, quizá fría y reservada, quizá agresiva o
"erizada de púas" como lo expresara uno de estos pacientes. En el comportamiento en
relación con el objeto, incluido el objeto amoroso, siempre domina el elemento
narcisista sobre el elemento libidinal objetal, y existe siempre una mezcla de rasgos
sádicos más o menos disfrazados.
Estas personas se anticipan por lo general a cualquier ataque esperado, con un ataque
de parte de ellos. Muy a menudo la agresión se expresa no tanto en lo que dicen o
hacen, sino en la manera en que lo dicen o hacen. Aparecen como agresivos o
provocativos ante personas que no disponen de su propia agresión. Los tipos francos
tienden a lograr posiciones rectoras en la vida y se rebelan contra la subordinación
ejerciendo su dominio sobre otros situados en peldaños más bajos de la escala
jerárquica. Si sienten su vanidad herida, reaccionan con fría reserva, con profunda
depresión o con vivaz agresión. A diferencia de otros caracteres, su narcisismo no se
expresa de manera infantil sino en la exagerada ostentación de confianza en sí
mismos, de dignidad y superioridad, pese a que la base de su carácter no es menos
infantil que la de los demás.
La comparación de su estructura con la de un carácter compulsivo, por ejemplo,
muestra a las claras la diferencia entre el narcisismo pregenital y fálico. Pese a su
preocupación narcisista consigo mismos, a menudo muestran marcadas ligazones con
cosas y personas del exterior. En este aspecto, se asemejan más al carácter genital;
difieren de él, sin embargo, en que sus actos están determinados en forma más
intensa y extensa por motivos irracionales. Uno de los rasgos más importante es el
valor regresivo, el carácter compulsivo se caracteriza por la vacilación prudente y el
pasivo-femenino, por evitar las situaciones peligrosas.
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