Formación de mediadores familiares para la prevención del castigo físico y trato humillante.
¿Que es el Castigo Físico?
Es todo castigo en el que se utilice la fuerza física y que tenga por objeto causar cierto grado de dolor o malestar, aunque sea leve. Pero también puede consistir en, por ejemplo, dar puntapiés, zarandear o empujar a los niños, arañarlos, pellizcarlos, morderlos, tirarles del pelo o de las orejas, obligarlos a ponerse en posturas incómodas, producirles quemaduras, obligarlos a ingerir alimentos hirviendo u otros productos (por ejemplo, lavarles la boca con jabón u obligarlos a tragar alimentos picantes).
¿Qué es trato Humillante?
El trato humillante es cualquier trato ofensivo, denigrante, que devalúa a niñas, niños y adolescentes como personas, que los estigmatice, ridiculice y menosprecie, y que tenga como objetivo amenazarles, provocarles dolor, molestia o humillación.
Las diferencias entre ambos conceptos se basan en : La intensidad: la existencia o no de lesiones derivadas de la violencia ejercida. La intención: la intención de la persona que maltrata no es educar.
Algunas semejanzas entre el castigo físico y el maltrato son las siguientes: Ambos son expresiones de violencia y por tanto ambos son una violación a sus derechos humanos. La persona que maltrata o castiga juega un rol de protección y/o educación. Tanto el maltrato como el castigo encierran una relación de poder como intentos de controlar y dominar en la relación. Ambos producen secuelas negativas en el desarrollo de la persona que lo recibe. Ambas prácticas se sostienen con las mismas bases ideológicas: niñas y niños como objetos, obediencia forzada y resolución violenta de conflictos.
¿Por qué castigamos físicamente y humillamos a los niños?
La niña y el niño debe ser controlado y dominado con el castigo físico y trato humillante para lograr su obediencia, corrección y responsabilidad. “Lo prefiero en pedazos en el cielo que entero en el infierno”
Creencia 1: Sin castigo, los niños crecen malcriados y rebeldes.
Creencia 2: Sin castigo, los niños no son respetuosos hacia los adultos.
Creencia 3: Sin castigo, los niños no son bien educados.
Creencia 4: “No hemos tomado el mal camino porque fuimos castigados”.
Creencia 5: Castigar a los niños los hace más duros y, así , los prepara mejor para la realidad , sobre todo a los niños varones para que, en todo caso , no sean sensibles .
Creencia 6: Los niños y niñas solo obedecen o hacen caso cuando uno los castiga .
Creencia 7: No es posible educar sin castigo físico