13 CATEQUESIS
En la Iglesia, llamados a servir
OBJETIVO: que entiendan que la vocación es el estilo de vida que se elige para realizar la misión
de todos los cristianos, que es un regalo de Dios y que generalmente tiene formas típicas: matrimonio,
orden sagrado y consagración religiosa.
1. SALUDO: Canto-Oración: de alabanza a Dios.
2. DIÁLOGO: sobre la celebración de la renovación del Bautismo
3. LECTURA BÍBLICA:
“Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra
esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo. Como hijos
obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que, así como
aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque
escrito está: sed santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1,13-16,18-19,22
4. REFLEXIÓN:
-La vocación es un llamado que nos invita a algo. Acercándolo más a lo nuestro es el llamado de Dios
que debemos tratar de conocer y realizar.
-¿A qué nos llama Dios? Nos llama a confirmarnos; a ser mejores; a ayudar al prójimo; a vivir; a ser
de determinado modo; a ser adultos y trabajar; a fundar una familia, o no; etc. Si nos ponemos a
pensar, vemos que este llamado que Dios nos hace tiene muchos niveles. Dios nos llama puede ser
entendido desde varios puntos de vista.
-Por empezar, no elegimos nacer; pero tampoco elegimos sobre la familia, el país, la época histórica,
o cosas sencillas como el color de los ojos o del pelo. no elegimos nada. Cuando nos dimos cuenta,
ya vivíamos sin haber tomado ninguna decisión.
-Evidentemente existimos porque “alguien” nos dio la vida. Alguien tuvo nuestra vida muy bien
pensada. Ese alguien es Dios. Dios nos soñó, y somos el resultado de ese sueño amoroso de Dios,
somos la obra de su amor infinito.
-Desde nuestra concepción, dios nos llama, a ti y a mí a ser personas. Primero a vivir, a respirar, a
hablar, a sentir cosas, y también a entenderlas, a pensar, etc. a nosotros, dios nos llama a amar.
-Pero también Dios nos llama a ser santos y a trabajar por su reino. Nos llama a vivir dando testimonio
de Cristo con nuestra vida de apostolado ya que el amor es la vocación fundamental e innata de todo
ser humano. Pues la vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado.
-Ahora bien, el amor del PADRE es inmenso, y cada uno de nosotros le responde de diferentes
maneras a su amor. Porque no hay una sola manera de responder al llamado de Dios, sino que:
-A algunos los llama a expresar su amor como laicos, continuando la obra creadora de Dios: Deben
amar sirviendo al Reino de los Cielos que se concreta en primer lugar este mundo temporal. Y
colaboran con la obra creadora de Dios, poblando y sometiendo la tierra (Gn 1, 28), convirtiéndola
en el lugar del amor. De allí brotan las dos dedicaciones mayores del laico: el matrimonio y el trabajo.
Por medio del matrimonio, deberá formar una familia, colaborar con Dios para concretar nuevos