Juzgar El proyecto de catequesis debe estar convenientemente situado en los planes pastorales de la Diócesis. La catequesis de situa en efecto entre la acción misionera que la precede y la acción pastoral que la continúa. El proyecto de pastoral de una diócesis es lo primero, ya que él determina la visión de Iglesia que se persigue (una Iglesia en salida misionera). El proyecto de catequesis debe ser conforme a esta visión de Iglesia y contribuir con a su realización. La DINEC será respetuosa con los procesos personales y pastorales y con los ritmos comunitarios.
Una Iglesia en Salida Como catequistas debemos ser Iglesia en salida Tratando de salir de nuestras comodidades, llegando al encuentro de todos de manera especial de aquellos que habiendo recibido el Bautismo se han alejado, ya sea por indiferencia , como por ignorancia o por malos testimonios de quienes participan en la vida eclesial. Estamos urgidos a ser un Iglesia misionera Que lleve la esperanza y el consuelo a partir del anuncio del Evangelio, que salga a los barrios a dar testimonio de la fe.
Debemos formar una Iglesia de puertas abiertas: Donde todos y cada uno tengamos un lugar y donde el Bautismo se viva en el compromiso evangelizador de la vida diaria. Ojalá que como agentes de catequesis sepamos unirnos al proyecto de la Diócesis, reflexionando y participando en el proceso evangelizador misionero que promueve nuestra comunidad parroquial.
La catequesis es un acto de naturaleza eclesial, nacido del mandato misionero del Señor (Cf. Mt 28,19-20) y cuyo objetivo, como su nombre lo indica, es hacer que el anuncio de su Pascua resuene continuamente en el corazón de cada persona, para que su vida se transforme. En cuanto realidad dinámica y compleja al servicio de la Palabra de Dios, la catequesis acompaña, educa y forma en la fe y para la fe, introduce en la celebración del Misterio, ilumina e interpreta la vida y la historia humana . Integrando armoniosamente estas características, la catequesis expresa la riqueza de su esencia y ofrece su aporte específico a la misión pastoral de la Iglesia (DGC 56). La catequesis, etapa privilegiada del proceso de evangelización.
Hoy desde el contexto de increencia, la catequesis tiene que ayudar a suscitar la fe, a iniciarla. Por otra parte, dada la situación cultural de un marcado secularismo, es decir , la importancia de centrarse principalmente en lo material, en lo científico; abandonando lo religioso, provocando una ruptura entre la razón y la fe.
Esta compleja situación reclama la urgencia del anuncio Kerigmático . Esta exigencia, a la que la Iglesia debe responder en este tiempo presente, pone en evidencia la necesidad de una catequesis que pueda definirse coherentemente de manera kerygmática , es decir, una catequesis que sea una «profundización del kerygma que se va haciendo carne cada vez más y mejor» La catequesis, que no siempre se puede distinguir del primer anuncio, está llamada a ser, en primer lugar , un anuncio de la fe y no debe delegar a otras acciones eclesiales la tarea de ayudar a descubrir la belleza del Evangelio (DGC 57).
Urge una conversión misionera de la Catequesis Esta exigencia, a la que la Iglesia debe responder en este tiempo presente, pone en evidencia la necesidad de una catequesis que pueda definirse coherentemente de manera kerygmática , es decir, una catequesis que sea una «profundización del kerygma que se va haciendo carne cada vez más y mejor» La catequesis, que no siempre se puede distinguir del primer anuncio, está llamada a ser, en primer lugar , un anuncio de la fe y no debe delegar a otras acciones eclesiales la tarea de ayudar a descubrir la belleza del Evangelio (DGC 57 ). Que impulse la importancia de la iniciación de la vida cristiana, recuperando la importancia del catecumenado. La disposición a la fe y a la conversión inicial tiene como objetivo despertar el interés por el Evangelio a través del primer anuncio .
El Espíritu Santo se sirve de esa disposición para tocar misteriosamente el corazón de las personas: buscadoras de Dios, no creyentes, indiferentes, miembros de otras religiones, personas con un conocimiento distorsionado o superficial de la fe, cristianos de fe débil o que se han alejado de la Iglesia. El interés despertado, sin ser todavía una decisión estable, crea las disposiciones para la aceptación de la fe. «Ese primer movimiento del espíritu humano en dirección a la fe, que ya es fruto de la gracia, recibe varios nombres: atracción a la fe, preparación evangélica, inclinación a creer, búsqueda religiosa. La Iglesia denomina simpatizantes a los que muestran esta inquietud» (DGC 33 ).
La perspectiva misionera en clave de la conversión de la Catequesis y de la pastoral. En particular, la espiritualidad de la nueva evangelización se realiza hoy por una conversión pastoral, mediante la cual la Iglesia es invitada a realizarse en salida, siguiendo un dinamismo que atraviesa toda la Revelación y situándose en un estado permanente de misión (DGC 42). Este impulso misionero también lleva a una verdadera reforma de las estructuras y dinámicas eclesiásticas, para que todas se vuelvan más misioneras, es decir, capaces de vivir con audacia y creatividad tanto en el panorama cultural y religioso como en el ámbito de toda persona . Cada bautizado, como «discípulo misionero» es sujeto activo de esta misión eclesial (DGC 40).
El papa Francisco en la exhortación Evangelium Gaudium nos dice: Es necesario pasar de una pastoral de simple conservación a una pastoral decididamente misionera (EG 15). La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. En primer lugar, mencionemos el ámbito de la pastoral ordinaria, «animada por el fuego del Espíritu, para encender los corazones de los fieles que regularmente frecuentan la comunidad y que se reúnen en el día del Señor para nutrirse de su Palabra y del Pan de vida eterna».
En segundo lugar, recordemos el ámbito de «las personas bautizadas que no viven las exigencias del Bautismo», no tienen una pertenencia cordial a la Iglesia y ya no experimentan el consuelo de la fe. La Iglesia, como madre siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio .
Finalmente, remarquemos que la evangelización está esencialmente conectada con la proclamación del Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción».
Estamos en el final de una cultura de cristiandad. Donde la fe se recibía por herencia por un bautismo sociológico, es decir una fe heredada y no una fe opción , es decir una decisión libre y pensada de ser un cristiano tenemos que salir de un cristianismo de costumbre . Para caminar hacia un cristianismo que sepa suscitar la adhesión a la fe marcada por la libertad y la gratuidad. De una fe convencional (rutinaria) hacia una fe de convicción . Pasar de la conservación a la propuesta. Estamos ante el umbral de un nuevo cristianismo, esto pide recuperar nuestra vocación misionera.
La situación actual de increencia, de indiferencia nos cuestiona la manera de cómo estamos educando en la fe y como estamos alimentando la vivencia cristiana . Dada esta situación de esta increencia, de alejamiento Esto nos está exigiendo : optar por una comunidad catequizadora en salida misionera y dispuesta a la conversión pastoral que nos mueva a pasar de un modelo de cristiandad estancado a un modelo eminentemente misionero, que nos impulse a ir más allá del sacramentalismo de lo devocional a una evangelización que nos lleve a ser presente el Reino de Dios entre los hombres. Superando estructuras pastorales caducas que ya no favorecen la transmisión de la fe, hoy la Iglesia tiene que aprender ir al encuentro del otro.
Necesitamos optar por una catequesis al servicio de la vida cristiana. Esto exige no solo una renovación de la catequesis sino una reestructuración pastoral de la Iglesia . La catequesis hoy debemos entenderla en clave iniciática y catecumenal que sea capaz de formar discípulos misioneros. Optar por una catequesis de iniciación a la vida cristiana preferencialmente con adultos. Hoy la catequesis debe hacerse una opción preferencialmente por la catequesis al servicio de la iniciación con adultos en orden a la formación de alegres discípulos misioneros de Jesús.
PARA SALIR CONTAMOS CON UN PLAN ESTRATEGICO 2024-2026 Y UN PROYECTO PARA NUESTRO JUBILEO 75 ANIVERSARIO (1950-2025) Nuestra Iglesia Diocesana: Nos ha exhortado, este año 2024, a optar por una nueva Evangelización permanente de salida. Como DINEC se nos invita a: Se nos invita a que promovamos una evangelización más Kerigmática que propicie nuestro encuentro con Cristo. Que sepamos renovar la Metodología de la Evangelización . Que consolidemos una auténtica y renovada Pastoral de la Iniciación a la Vida Cristiana. Para analizar esto que nos pide nuestra Iglesia Diocesana, como DINEC : Contamos con el Plan Estratégico 2024 - 2026 y un proyecto para celebrar el Jubileo del 75 Aniversario de la DINEC.
El Plan Estratégico 2024 - 2026 nos va a ayudar a impulsar ordenadamente la actividad pastoral, sobre todo nos debe ayudar a facilitar el trabajo pastoral, ya que nos conjunta la realización de algunos objetivos y nos orienta a trabajar por las prioridades y así seamos más eficaces. Mientras que nuestro jubileo por el 75 aniversario nos ayudará a ser agradecidos siendo conscientes de lo que Dios ha hecho por nosotros y así entendamos mejor el presente para proyectarnos mejor al futuro.
II. El proyecto pastoral para nuestro Jubileo 75 Aniversario (nov. 2024 – nov 2025)
Catequesis del camino, catequesis de los caminos Abandonando la comodidad de una Iglesia instalada en sus propias seguridades. Tenemos que seguir el paradigma de la catequesis que el Señor Jesús les dio en el camino a los discípulos de Emaús. Hoy asumimos la lógica de una catequesis del camino, una catequesis en los caminos. Esta evocación de Emaús Nos quiere indicar que ahora más que nunca el lugar de la catequesis es el camino donde los hombres viven, aman, se intercambian gestos de ternura y lágrimas .
Es necesario que la Iglesia proponga lugares para la catequesis Pero lo que conviene sobre todo es ir y venir por los caminos donde los hombres y las mujeres se encuentran buscando en un mundo de contrastes un sentido para su vida, es decir una dirección y un significado.
El movimiento de la misión Es un ir y venir de Emaús a Jerusalén. Emaús situado en el camino del que busca, Jerusalén a donde se vuelve a contar a los hermanos lo que ha pasado en el camino y celebrarlo. La Iglesia respira y se construye en este ir y venir . La catequesis debe configurarse como un proceso dinámico y siempre en camino. La fe no es algo que se recibe o que se configura en un determinado momento y se tiene que garantizar de por vida, sino un camino que se recorre a lo largo de la vida .
Una concepción dinámica y existencial de catequesis abierta a todas las edades y flexibles a los diversos ritmos de maduración, de situaciones existenciales posibles , más allá de los programas y contenidos de las estrategias pedagógicas . La catequesis del camino Se esboza también en los itinerarios catequísticos propuestos en los métodos de acompañamiento . Es un poner en marcha libremente a personas de todas las edades y de las más variadas opciones, que desean construir y vivir juntos en una comunidad fraterna presidida por Jesucristo.
No se dirigen solo a quienes accedan a la fe sino a todos los que transitan en el camino , lo cual implica tanto a quienes se inician y a quienes acompañan. En la catequesis del camino, todos participamos por igual, todos somos viandantes. Es tiempo, pues de volver a los caminos: Como Jesús con los discípulos de Emaús , o como Felipe con el etíope que van juntos en el camino . El Maestro siempre nos trasciende, Él va adelante ( Lc 19,28) y, por eso nos ponemos en camino, nos enseña a no quedarnos quietos.
Dinámica Compartir y escuchar. A través de estas preguntas: ¿Cómo te sientes en tu servicio de la catequesis? ¿Qué retos, encuentras para realizar esta misión? invitarías a otros a este ministerio, ¿por qué?