Catequesis te llame con nombre propio.docx

LuisaFernandaQuinter28 3 views 7 slides Oct 28, 2025
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About This Presentation

El presente documento está dirigido para una clase de religión o ética y valores, para favorecer el amor propio desde la palabra de Dios y así fortalecer en el ser humano su identidad y ayudar a tantas personas que sufren depresión. Actualmente muchas personas se sienten solas así vivan acompa...


Slide Content

Oración de invocación al espíritu santo
Canción si conocieras cómo te amo
Introducción:
Cada nombre tiene su origen y su significado y suele estar relacionado con la
impronta y el carácter de cada uno.
Sin embargo, la mayoría de nosotros tenemos un nombre que fue elegido, por
nuestra madre, padre o un familiar. Y no lo han puesto. Porque así se llamaba su
madre, su padre o su abuela. Era una tradición. Y podríamos pensar ¿Cuántos de
nosotros cargamos cosas que no elegimos? Y hasta cuándo voy a decir cargarlas
Muchas veces no sólo se heredan nombres, sino también historias. Traumas.
Fracasos. Palabras sin resolver. Y a veces vivimos etiquetadas por decisiones que
otros tomaron. Nos acostumbramos a vivir con un nombre o etiqueta que no
viene de DIOS.
Presentación del tema:
DIOS TE ESTA LLAMANDO POR TU NUEVO NOMBRE
EFESIOS 1:4-14 ISAIAS 43:1
Podemos recordar que, en un momento especifico de la vida, Jesús nos
llamó, pero este llamado sigue hoy en el momento presente. Este llamado se
hace vivo porque Cristo nos sigue llamando hoy por nuestro propio nombre.
Él sabe que, al pronunciar nuestro nombre, está llamando a sus hijos, con
sus virtudes, cualidades, personalidad e incluso con defectos. Sabiendo
todo esto, Cristo sigue pronunciando nuestro nombre, día a día, porque su
misericordia es eterna; y del mismo modo conoce cuántas almas se pueden
acercar a Él por medio de nuestra entrega. Hoy el Maestro nos llama de
nuevo a cada uno de nosotros por nuestro nombre.
Él te ve completa, aun cuando te sientes fragmentada. Te llama amada, aun
cuando tú solo ves rechazo. Y está escribiendo sobre ti un nuevo nombre…
incluso si tú aún no lo sabes pronunciar.
Dios está contigo en ese proceso. Él no te apura, no te exige… te abraza. Y te
susurra al oído ese nombre que ha guardado para ti desde antes que nacieras.
En el Antiguo Testamento, Dios cambió el nombre a nuestro padre en la fe:
Abraham, que se llamaba Abraham y a su mujer Sara, que se llamaba Saray. Les
dijo que saliesen de su tierra y se fueran a la tierra que él les iba a mostrar y
obedientes cumplieron la Palabra de Dios. A Jacob le cambió el nombre por el de

Israel, que da origen al pueblo del mismo nombre y del que salen las doce tribus; a
Simón le llamo Pedro, pues sobre él se iba a edificar la Iglesia; a Saulo le puso el
nombre de Pablo para que llevase la fe a todos los pueblos gentiles.
Y hoy nos quiere cambiar el nombre a cada uno de nosotros para edificar nuestra
vida.
Citas bíblicas
Jeremías 1: 5
Gálatas 1: 15
Isaías 49: 1
Romanos 8: 30
Reflexión final
La profunda verdad de que Dios nos llama por nuestro nombre nos adopta
como sus hijos y nos elige con un propósito especial, nos lleva a una reflexión
sobre el inmenso amor divino. En medio de un mundo que nos define por
nuestro rendimiento, éxito o fracaso, la palabra de Dios nos ofrece una
identidad que trasciende cualquier circunstancia.
 Un
amor personal que nos da identidad:
 Cuando Isaías 43:1 dice: "te puse
nombre, mío eres tú", nos recuerda que somos conocidos íntimamente por
Dios. Este llamado personal es un sello de pertenencia y valor, una verdad
que nos libera de la inseguridad de tener que ganarnos el afecto divino. Al
saber que le pertenecemos, podemos caminar con la seguridad de que
somos valiosos, no por lo que hacemos, sino porque somos suyos.
Una adopción que nos da familia: Al recibir a Jesús, no solo obtenemos perdón,
sino que somos acogidos en la familia de Dios, adquiriendo el privilegio de ser
llamados sus hijos. Esta adopción cambia nuestra perspectiva de la vida, ya que
pasamos de ser extraños a herederos. Esta relación filial con Dios nos ofrece un
amor incondicional, una seguridad constante y una guía paternal que nos sostiene
en todo momento.
 Una elección que nos da propósito: La palabra nos revela que somos un "linaje
escogido, real sacerdocio", apartados para un propósito sublime: anunciar las
virtudes de quien nos sacó de la oscuridad a su luz admirable. No somos el
resultado de la casualidad, sino el producto de un plan eterno. Nuestra existencia
tiene un significado que va más allá de las metas terrenales, y nuestro propósito
es vivir y proclamar el amor y la misericordia de Dios.

Entrega
de las cartas y búsqueda del nombre
Oración final
Señor Jesús, aquí estamos delante de ti. Hoy pasas por nuestra vida y reavivas en nosotros
tu llamado, con nombre propio. Danos la gracia de poder seguirte con generosidad. Danos
la gracia de vivir en paz y encontrar sentido a nuestra existencia, permítenos evangelizar
con nuestro testimonio, guía nuestros pasos y nuestro caminar.
En esta noche te entregamos cada una de las necesidades, ataduras, enfermedades y
demás situaciones que guardamos en los más profundo de nuestro corazón y de nuestra
alma para que hagas tu trabajo señor, aceptamos tu santa y bendita voluntad, que
siempre es agradable y perfecta, oramos por todos las familias aquí representadas, por
sus proyectos espirituales y materiales, por sus sanas relaciones y por cada sentir,
abrázanos siempre señor y permítenos un sano regreso a casa.
REFLEXIONA Y RESPONDE
¿Qué conversación estás teniendo hoy contigo misma? Pon tus pensamientos a la luz de la Palabra
de Dios y evalúalos en base a quien Dios dice que eres. Tu valor no viene de quién eres, sino de a
Quién le perteneces. ¿Qué es lo más verdadero de ti?

Querido
(a) hijo (a):
Tú, que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de dones
y talentos. Cuéntalos y entusiásmate con ellos. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y
piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones y te
llenas de entusiasmo. Y, sobre todo, si te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con
sólo desearlo.
Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te
lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. ¿Cómo puedes temer, si
eres mi milagro? Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del universo.
Eres único. Nadie es igual a ti. Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y
seguir siempre adelante hasta el fin. Simplemente porque eres libre.
En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto
para que aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas con cosas superficiales. Te di el
poder de pensar, de amar, de determinar, de reír, de imaginar, de crear, de planear, de hablar,
de rezar… Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu voluntad. ¿Qué has hecho de
estas tremendas fuerzas que te di? No importa. De hoy en más, olvida tu pasado, usando
sabiamente ese poder de elección.
Elige amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de llorar, elige actuar en lugar de aplazar, elige
crecer en lugar de consumirte, elige bendecir en lugar de blasfemar, elige vivir en lugar de
morir.
Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida. Crece cada día un poco más en el
optimismo de la esperanza. Deja atrás los miedos y los sentimientos de derrota. Yo estoy a tu
lado siempre. Llámame, búscame, acuérdate de mí. Vivo en ti desde siempre y siempre te
estoy esperando para amarte. Si has de venir hacia mi algún día…que sea hoy, en este
momento. Cada instante que vivas sin mí, es un instante infinito que pierdes de paz.
Trata de volverte niño, simple, inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y
capacidad para conmoverte ante la maravilla de sentirte humano, porque puedes conocer mi
amor, puedes sentir una lágrima, puedes comprender el dolor…
No te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que
este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que tú aprendas a reír. Y si eres
mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente, contagiando esperanza y
optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.
Con todo cariño, DIOS

Querida Hija.
Quería escribirte esta carta solo para decirte cuánto te amo y cuánto te cuido. Te veo muchas
veces durante el día hablando con tus amistades y familia. Yo, lleno de esperanza, espero que
quieras hablar conmigo. Te doy la puesta del sol al atardecer y una brisa para tu descanso al
final del día. Yo espero muchas veces y tú no vienes. Te extraño y a pesar de todo, siempre te
amo, porque soy tu amigo. Muchas noches cuando te vas a dormir, anhelo llegar a ti. ¿No has
notado que derramo la luz de la luna a través de tu ventana? Lo hago con la esperanza de que
te acuerdes de Mí y que podamos pasar unos momentos juntos. Tengo tantos regalos que
quisiera compartir contigo.
Por las mañanas andas tan a la carrera, que casi no tienes tiempo ni para decirme buenos días,
mucho menos “Te Amo “. Algunas veces te ves tan triste, tan solitaria. Me duele el corazón
verte así. Yo también tuve personas que me defraudaron y que me hirieron muchas veces,
pero, así como yo las perdoné, tú también tienes que perdonarlas. Recuerda que no estás sola.
Yo siempre te amaré, te perdonaré y estaré contigo.
¡Si tan solo pudieras oírme ¡Qué bueno sería que me escucharas, pues me estarías oyendo
decirte lo mucho que te amo! Todos necesitamos escuchar esas palabras. Te lo trato de decir
en el cielo azul y en la hierba verde y callada. Te lo digo en un susurro, a través de las hojas de
los árboles. Te lo doy en mi aliento de amor que le da color a las flores y a la suave lluvia. Te lo
grito desde las corrientes de las montañas, en las canciones de amor que le doy a los pájaros
para que te lleven mi voz. Te cobijo con los tibios rayos del sol y endulzo tu aire con los olores
naturales. Mi amor por ti es más profundo que el mar, más grande que cualquier necesidad o
deseo que alguna vez pudieras tener. Si tú supieras cuánto quisiera poder caminar contigo,
quisiera hablarte, instruirte, alimentarte y abrirte los ojos, así como lo hice con los dos
discípulos.
Tú sabes que así es nuestro Padre, siempre queriendo lo mejor para nosotros. ¡Llámame-
pídeme-habla conmigo! ¡Por favor no me olvides! Tengo tanto que compartir contigo, pero más
que todo, amo estar en tu presencia. Espero que esto llegue a ser mutuo. ¿Tú sabes cuánto te
amo? Tanto que te escogí. El haberte escogido me hizo tomar la libre decisión de estirar mis
brazos y morir por ti. Sabes querida, el sólo decirte que te amo, no es suficiente. Amar es una
decisión, no un sentimiento. Para tomar una decisión tienes que escoger. Mi escogencia me
llevó a dar mi vida en la tierra por tu salvación. Quizás tú escojas controlar tus resentimientos,
tu adicción o la falta de disposición a perdonar. Este es el momento de tomar la decisión de
hacer cualquier cambio que sea necesario en tu vida, y empezar un nuevo conmigo. Dime cómo
te sientes. Derrama tu corazón sobre mí. Yo lo sanaré. Yo te he prometido que lo único que
siempre vas a necesitar es mi corazón amoroso y compasivo. Siempre has tenido la libertad de
escogerme a Mí. Hoy, te pregunto, ¿estás dispuesta a hacerlo?

Con amor …. Jesús