mundo de la gastronomía, Master-Chef y todo eso es mucho marketing. Si quieres llegar
a algo, has de trabajar duro todos los días. Empecé a estudiar cocina en el 93, luego seguí
con pastelería y desde entonces no he parado de trabajar y de aprender, nunca he
dejado de crear e imaginar”. Con sus manos y su creatividad desbordante consigue ganar
el Campeonato de Asturias de Jóvenes Cocineros, posteriormente el premio al Mejor
Plato Creativo de Pescado de Europa, trabaja con los mejores chefs del país y después
de decantarse por la repostería le proclaman Mejor Pastelero de España. “Tuve la suerte
de conocer a Paco Torreblanca, que es como mi padre a nivel personal y profesional.
Gracias a él conseguí ese galardón”. Un día Torreblanca le llama para preguntarle si
quería trabajar con él en algo muy especial. Era el encargado de elaborar el pastel de
boda de los entonces Príncipes de España. “Quería compartir conmigo todo el proceso
de elaboración antes del día D, y no me lo pensé dos veces. Hubo que reflexionar mucho,
estudiar sobre el papel, organizar, y eso llevó varios meses. Luego quedaba ejecutar,
sentir y volcar toda la experiencia. El resultado fue perfecto y fuimos felicitados
personalmente por los Príncipes. Fue un lujo salir allí y ver en aquel salón a toda la élite
mundial. Fue un gran honor, algo que tengo grabado en mi retina”.
Es un hombre curioso por naturaleza, observador e inquieto. De los que piensan más
rápido de lo que son capaces de hablar. “La acción de crear no se limita a un espacio,
puedes crear paseando, comiendo, hablando. Estoy hablando ahora y estudio el
entorno, lo relaciono con lo que pienso, con lo que conozco y de ahí surge algo que no
existía. Luego cuando tienes el concepto, has de fusionarlo con los sabores, sabores que
a veces tienes en la cabeza ya mezclados y son así cuando lo ejecutas. Colaboro con
distintos artistas en disciplinas tan variadas como joyería, escultura o diseño. Todos
mentalmente trabajamos en el mismo mundo, pero con distintos materiales. Me dicen
que lo que hago tiene una ventaja y es que se come, el recuerdo queda en la mente”.
Pulsera de Bitter Kas, chocolate, limón y cacahuete
OBRA
En su repostería hay fusión con el entorno. Avilés con su siderurgia, el mar y la
naturaleza están presentes en sus creaciones. “Los colores del chocolate, ese tono
óxido, son elementos que utilizo para hacer el turrón siderúrgico, los slab -barras de
acero- de turrón. Pero también me inspiran los oricios, el maíz. Encuentro puntos de