Los vapores de ácido nítrico siempre contiene, en diferentes proporciones, otros compuestos
nitrosos en forma de gas, dependiendo de la concentración del ácido y del tipo de operación que se
trate.
La inhalación puede producir intoxicación aguda o sobreaguda. La intoxicación sobreaguda es rara
y produce la muerte rápidamente, la intoxicación aguda es más fuerte y puede constar de tres fases:
La primera consiste en una irritación de las vías respiratorias superiores (sensación de quemazón en
la garganta, tos, sensación de sofocación) y de los ojos, produciéndose lagrimeo. La segunda fase es
desconcertante, ya que hay ausencia de sintomatología durante varias horas. En la tercera fase,
reaparecen las alteraciones respiratorias, pudiendo desarrollarse rápidamente un edema pulmonar,
frecuentemente mortal.
La ingestión accidental de ácido nítrico, puede producir importantes lesiones en la boca, faringe,
esófago y estómago, cuyas consecuencias pueden ser graves.
Una vez que se ha comprobado la presencia de los ácidos minerales, se procede a efectuar las
reacciones específicas para uno y lograr su identificación.
REACCIONES PARA RECONOCER AL ACIDO SULFURICO
1. Con el Cloruro de Bario produce un precipitado blanco purulento de sulfato de bario.
2. Con el Permanganato de Potasio y luego cloruro de bario, forma un precipitado de sulfato
de bario, color violeta por permanganato.
3. Con el Rodizonato de Bario (Rodizonato de sodio y cloruro de bario), el ácido sulfúrico
produce la decoloración roja dl rodizonato.
4. Si la muestra contiene acido sulfúrico, debe producir la carbonización del azúcar al ponerla
en contacto con la muestra
5. Al poner en contacto con la muestra una tira de papel filtro, este debe ennegrecerse y
tornarse quebradizo, por lo cual se rompe fácilmente.
6. Con la veratrina (alcaloide), da una gama de colores: verde, azul, violeta y finalmente rojo-
pardo.
Intoxicaciones agudas
La exposición a los aerosoles o vapores de ácido nítrico, producen inmediatamente una irritación de
las mucosas oculares y respiratorias-hiperhemia (aumento de la circulación sanguínea) conjuntival,
lagrimeo, tos, dolor torácico, disnea.
Al interrumpirse la explosión, la sintomatología desaparece; hay que tener que se produzca un
edema pulmonar después de una fase de remisión. En los días siguientes, una segunda infección
bacteriana de las lesiones oculares y respiratorias suele ser frecuentes.
La hipersecreción bronquial y la descamación de la mucosa quemada, pueden ser responsables de
obstrucciones y atelactasias. Finalmente, pueden quedar secuelas respiratorias como bronquiolitis
obstructiva, broncohectasias, fibrosis pulmonar, esfisema.