Junto a las óperas de Edouard Lalo y Emmanuel Chabrier, Debussy escuchó a partir
de 1887 obras sinfónicas de Saint-Saëns, d'Indy y Franck y asistió a la tumultuosa
representación de “Lohengrin” de Wagner, el 3 de Mayo. Al año siguiente acudió por
primera vez al Festival de Bayreuth.
Sus composiciones de la época revelan sus influencias literarias:
“Las Arietas olvidadas” (1887–1888) basado en poema de Paul Verlaine,
“La Démoiselle élue” (1888) basado en poema de Dante Gabriel Rossetti,
“Cinq Poèmes de Baudelaire” (1889).
Ese mismo año reaccionó con cierto hartazgo en su nueva visita a Bayreuth y en la
Exposición Universal, descubrió los sonidos del gamelán, la orquesta tradicional
javanesa y asistió a los dos conciertos de música rusa que dirigió Rimsky-Kórsakov.
Debussy, a lo largo de su vida, además de los ya citados, puso música a muchos
poetas, siendo los más notables:
Théophile Gautier, Théodore de Banville, Paul Bourget y Leconte de Lisle. También
usó poemas aislados de otros poetas, como Paul Gravollet, Tristan L'Hermite, Pierre
Louÿs, Anatole de Ségur, Alphonse de Lamartine, Grégoire Le Roy, Louis Bouilhet,
Vincent Hyspa, Charles d'Orléans, Léon Valade, Émile Moreau, Jules Barbier,
Georges Boyer, Alfred de Musset, Émile Cecile, Armand Renaud, Maurice Bouchor,
Charles Cros y Andre Girod.