Collection

viracam 3,297 views 68 slides Jul 02, 2012
Slide 1
Slide 1 of 68
Slide 1
1
Slide 2
2
Slide 3
3
Slide 4
4
Slide 5
5
Slide 6
6
Slide 7
7
Slide 8
8
Slide 9
9
Slide 10
10
Slide 11
11
Slide 12
12
Slide 13
13
Slide 14
14
Slide 15
15
Slide 16
16
Slide 17
17
Slide 18
18
Slide 19
19
Slide 20
20
Slide 21
21
Slide 22
22
Slide 23
23
Slide 24
24
Slide 25
25
Slide 26
26
Slide 27
27
Slide 28
28
Slide 29
29
Slide 30
30
Slide 31
31
Slide 32
32
Slide 33
33
Slide 34
34
Slide 35
35
Slide 36
36
Slide 37
37
Slide 38
38
Slide 39
39
Slide 40
40
Slide 41
41
Slide 42
42
Slide 43
43
Slide 44
44
Slide 45
45
Slide 46
46
Slide 47
47
Slide 48
48
Slide 49
49
Slide 50
50
Slide 51
51
Slide 52
52
Slide 53
53
Slide 54
54
Slide 55
55
Slide 56
56
Slide 57
57
Slide 58
58
Slide 59
59
Slide 60
60
Slide 61
61
Slide 62
62
Slide 63
63
Slide 64
64
Slide 65
65
Slide 66
66
Slide 67
67
Slide 68
68

About This Presentation

No description available for this slideshow.


Slide Content

PDF generado usando el kit de herramientas de fuente abierta mwlib. Ver http://code.pediapress.com/ para mayor información.
PDF generated at: Mon, 02 Jul 2012 17:53:56 UTC
Vida y obras de Cervantes
Saavedra

Contenidos
Artículos
Miguel de Cervantes 1
Ruta de Don Quijote 19
Don Quijote de la Mancha 22
Personajes del Quijote 59
Referencias
Fuentes y contribuyentes del artículo 63
Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 64
Licencias de artículos
Licencia 66

Miguel de Cervantes 1
Miguel de Cervantes
Miguel de Cervantes
Retrato atribuido a Juan de Jáuregui (c. 1600). Actualmente ninguna de las representaciones gráficas de Cervantes se considera auténtica.
Nacimiento 29 de septiembre de 1547
Defunción
22 de abril[1] de 1616
Ocupación Soldado, novelista, poeta y dramaturgo
Nacionalidad Español
Período Siglo de Oro
Lengua de producción literaria Castellano
Lengua materna Castellano
Obras notables La Galatea
Don Quijote de la Mancha
Novelas ejemplares
Cónyuge Catalina de Salazar y Palacios
Firma
Miguel de Cervantes Saavedra (¿Alcalá de Henares?, 29 de septiembre de 1547 – Madrid, 22 de abril[1] de 1616)
fue un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español.
Es considerado una de las máximas figuras de la literatura española y universalmente conocido por haber escrito Don
Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras
de la literatura universal. Se le ha dado el sobrenombre de «Príncipe de los Ingenios».[2]
Vida
Infancia y juventud
El lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes no está establecido con absoluta certeza, considerándose como más
probable que naciera en Alcalá de Henares, dado que allí fue bautizado, según su acta de bautismo, y que de allí
manifestó ser natural en la llamada Información de Argel (1580).[3] El día exacto de su nacimiento es desconocido,
aunque es probable que naciera el 29 de septiembre, fecha en que se celebra la fiesta del arcángel San Miguel, dada
la tradición de recibir el nombre del santoral. Miguel de Cervantes fue bautizado en Alcalá de Henares (España) el 9
de octubre de 1547, en la parroquia de Santa María la Mayor.[4] El acta del bautizo reza:
Domingo, nueve días del mes de octubre, año del Señor de mill e quinientos e quarenta e siete años, fue
baptizado Miguel, hijo de Rodrigo Cervantes e su mujer doña Leonor. Baptizóle el reverendo señor

Miguel de Cervantes 2
Bartolomé Serrano, cura de Nuestra Señora. Testigos, Baltasar Vázquez, Sacristán, e yo, que le bapticé e
firme de mi nombre. Bachiller Serrano.[5]
Sus abuelos paternos fueron el licenciado en leyes Juan de Cervantes y doña Leonor de Torreblanca, hija de Juan
Luis de Torreblanca, un médico cordobés; su padre se llamaba Rodrigo de Cervantes (1509-1585) y nació en Alcalá
de Henares porque su padre tenía entonces trabajo allí; fue cirujano, oficio más parecido al actual practicante que a
nuestra idea de médico, y padecía desde niño una extrema sordera, por lo que sus hijos solían acompañarlo a menudo
para actuar como intérpretes; Krzysztof Sliwa aporta un documento por el que sabemos que Miguel de Cervantes
hizo al menos una vez de intérprete de su padre; don Rodrigo no pudo seguir estudios continuados a causa de su
sordera y el carácter inquieto, movedizo e itinerante de su familia, que llegó a moverse entre Córdoba, Sevilla,
Toledo, Cuenca, Alcalá de Henares, Guadalajara y Valladolid, que sepamos; sin embargo aprendió cirugía de su
abuelo materno cordobés y el padrastro, también médico, que lo sucedió, sin contar con un título oficial. Según
Américo Castro, Daniel Eisenberg y otros cervantistas, Cervantes posee ascendencia conversa por ambas líneas
familiares. Por el contrario, Jean Canavaggio afirma que no está probado, y lo compara con los documentos que
apoyan esta ascendencia sin lugar a dudas para Mateo Alemán; en todo caso, la familia Cervantes estaba muy bien
considerada en Córdoba y detentaba allí y en sus cercanías cargos importantes. Rodrigo casó con Leonor de
Cortinas, de la cual apenas se sabe nada, excepto que era natural de Arganda del Rey.[6] Sus hermanos fueron Andrés
(1543), Andrea (1544), Luisa (1546), que llegó a ser priora de un convento carmelita; Rodrigo (1550), también
soldado, que le acompañó en el cautiverio argelino; Magdalena (1554) y Juan, sólo conocido porque su padre lo
menciona en el testamento.
Hacia 1551, Rodrigo de Cervantes se trasladó con su familia a Valladolid. Por deudas, estuvo preso varios meses y
sus bienes fueron embargados. En 1556 se dirigió a Córdoba para recoger la herencia de Juan de Cervantes, abuelo
del escritor, y huir de los acreedores.
No existen datos precisos sobre los primeros estudios de Miguel de Cervantes, que, sin duda, no llegaron a ser
universitarios. Parece ser que pudo haber estudiado en Valladolid, Córdoba o Sevilla. También es posible que
estudiara en la Compañía de Jesús, ya que en la novela El coloquio de los perros elabora una descripción de un
colegio de jesuitas que parece una alusión a su vida estudiantil.
En 1566 se establece en Madrid. Asiste al Estudio de la Villa, regentado por el catedrático de gramática Juan López
de Hoyos, quien en 1569 publicó un libro sobre la enfermedad y muerte de la reina doña Isabel de Valois, la tercera
esposa de Felipe II. López de Hoyos incluye en ese libro dos poesías de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo.
Esas son sus primeras manifestaciones literarias. En estos años Cervantes se aficionó al teatro viendo las
representaciones de Lope de Rueda y, según declara en la segunda parte del Quijote, al parecer por boca del
personaje principal, «se le iban los ojos tras la farándula».

Miguel de Cervantes 3
Viaje a Italia y la batalla de Lepanto
La batalla de Lepanto.
Se ha conservado una providencia de
Felipe II que data de 1569, donde
manda prender a Miguel de Cervantes,
acusado de herir en un duelo a un tal
Antonio Sigura, maestro de obras. Si
se tratara realmente de Cervantes, ése
podría ser el motivo que le hizo pasar a
Italia. Llegó a Roma en diciembre del
mismo año. Allí leyó los poemas
caballerescos de Ludovico Ariosto y
los Diálogos de amor del judío
sefardita León Hebreo (Yehuda
Abrabanel), de inspiración
neoplatónica, que influirán sobre su idea del amor. Cervantes se imbuye del estilo y del arte italianos, y guardará
siempre un gratísimo recuerdo de aquellos estados, que aparece, por ejemplo, en El licenciado Vidriera, una de sus
Novelas ejemplares, y se deja sentir en diversas alusiones de sus otras obras.
Entra al servicio de Giulio Acquaviva, que será cardenal en 1570, y a quien, probablemente, conoció en Madrid. Le
siguió por Palermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara. Pronto lo dejará para ocupar la plaza de soldado en
la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Moncada. Embarcó en la galera Marquesa. El 7 de
octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes,
ni esperan ver los venideros", formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria, «hijo del rayo
de la guerra Carlos V, de felice memoria», y hermanastro del rey, y donde participaba uno de los más famosos
marinos de la época, el marqués de Santa Cruz, que residía en La Mancha, en Viso del Marqués. En una información
legal elaborada ocho años más tarde se dice:
Cuando se reconosció el armada del Turco, en la dicha batalla naval, el dicho Miguel de Cervantes
estaba malo y con calentura, y el dicho capitán... y otros muchos amigos suyos le dijeron que, pues
estaba enfermo y con calentura, que estuviese quedo abajo en la cámara de la galera; y el dicho Miguel
de Cervantes respondió que qué dirían de él, y que no hacía lo que debía, y que más quería morir
peleando por Dios y por su rey, que no meterse so cubierta, y que con su salud... Y peleó como valente
soldado con los dichos turcos en la dicha batalla en el lugar del esquife, como su capitán lo mandó y le
dio orden, con otros soldados. Y acabada la batalla, como el señor don Juan supo y entendió cuán bien
lo había hecho y peleado el dicho Miguel de Cervantes, le acrescentó y le dio cuatro ducados más de su
paga... De la dicha batalla naval salió herido de dos arcabuzazos en el pecho y en una mano, de que
quedó estropeado de la dicha mano.
De ahí procede el apodo de el manco de Lepanto. La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al
perder el movimiento de la misma cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. Aquellas heridas no debieron ser
demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó su vida
militar, en 1572. Tomó parte en las expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573). En
todas ellas bajo el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el tercio de Lope de Figueroa, que aparece en El
alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.
Después, recorrería las principales ciudades de Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía. Permaneció finalmente dos
años en Nápoles, hasta 1575.
Cervantes siempre se mostró muy orgulloso de haber luchado en la batalla de Lepanto, que para él fue, como
escribió en el prólogo de la segunda parte del Quijote, la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los

Miguel de Cervantes 4
presentes, ni esperan ver los venideros.
Cautiverio en Argel
Durante su regreso desde Nápoles a España, a bordo de la galera Sol, una flotilla turca comandada por Arnaut Mamí
hizo presos a Miguel y a su hermano Rodrigo, el 26 de septiembre de 1575. Fueron capturados a la altura de
Cadaqués de Rosas o Palamós, en la actualidad llamada Costa Brava, y llevados a Argel. Cervantes es adjudicado
como esclavo al renegado griego Dali Mamí. El hecho de habérsele encontrado en su poder las cartas de
recomendación que llevaba de don Juan de Austria y del Duque de Sessa, hizo pensar a sus captores que Cervantes
era una persona muy importante, y por quien podrían conseguir un buen rescate. Pidieron quinientos escudos de oro
por su libertad.
Estatua de Miguel de Cervantes en la Biblioteca
Nacional de España.
En los cinco años de aprisionamiento, Cervantes, un hombre con un
fuerte espíritu y motivación, trató de escapar en cuatro ocasiones. Para
evitar represalias en sus compañeros de cautiverio, se hizo responsable
de todo ante sus enemigos. Prefirió la tortura a la delación. Gracias a la
información oficial y al libro de fray Diego de Haedo Topografía e
historia general de Argel (1612), tenemos posesión de noticias
importantes sobre el cautiverio. Tales notas se complementan con sus
comedias Los tratos de Argel; Los baños de Argel y el relato de la
historia del Cautivo, que se incluye en la primera parte del Quijote, entre
los capítulos 39 y 41. Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que la
obra publicada por Haedo no era suya, algo que él mismo ya reconoce.
Según Emilio Sola, su autor fue Antonio de Sosa, benedictino
compañero de cautiverio de Cervantes y dialoguista de la misma obra.
Daniel Eisenberg ha propuesto que la obra no es de Sosa, quien no era
escritor, sino del gran escritor cautivo en Argel, con cuyos escritos la
obra de Haedo muestra muy extensas semejanzas. A ser cierto, la obra
de Haedo deja de ser confirmación independiente de la conducta
cervantina en Argel, sino uno más de los escritos del mismo Cervantes
que ensalzan su heroísmo.[7]
El primer intento de fuga fracasó, porque el moro que tenía que conducir
a Cervantes y a sus compañeros a Orán, los abandonó en la primera
jornada. Los presos tuvieron que regresar a Argel, donde fueron
encadenados y vigilados más que antes. Mientras tanto, la madre de
Cervantes había conseguido reunir cierta cantidad de ducados, con la
esperanza de poder rescatar a sus dos hijos. En 1577 se concertaron los
tratos, pero la cantidad no era suficiente para rescatar a los dos. Miguel prefirió que fuera puesto en libertad su
hermano Rodrigo, quien regresó a España. Rodrigo llevaba un plan elaborado por su hermano para liberarlo a él y a
sus catorce o quince compañeros más. Cervantes se reunió con los otros presos en una cueva oculta, en espera de una
galera española que vendría a recogerlos. La galera, efectivamente, llegó e intentó acercarse por dos veces a la playa;
pero, finalmente, fue apresada. Los cristianos escondidos en la cueva también fueron descubiertos, debido a la
delación de un cómplice traidor, apodado El Dorador. Cervantes se declaró como único responsable de organizar la
evasión e inducir a sus compañeros. El bey (gobernador turco) de Argel, Azán Bajá, lo encerró en su «baño» o
presidio, cargado de cadenas, donde permaneció durante cinco meses.
El tercer intento, lo trazó Cervantes con la finalidad de llegar por tierra hasta Orán. Envió allí un moro fiel con cartas
para Martín de Córdoba, general de aquella plaza, explicándole el plan y pidiéndole guías. Sin embargo, el
mensajero fue preso y las cartas descubiertas. En ellas se demostraba que era el propio Miguel de Cervantes quien lo

Miguel de Cervantes 5
había tramado todo. Fue condenado a recibir dos mil palos, sentencia que no se realizó porque muchos fueron los
que intercedieron por él.
El último intento de escapar se produjo gracias a una importante suma de dinero que le entregó un mercader
valenciano que estaba en Argel. Cervantes adquirió una fragata capaz de transportar a sesenta cautivos cristianos.
Cuando todo estaba a punto de solucionarse, uno de los que debían ser liberados, el ex dominico doctor Juan Blanco
de Paz, reveló todo el plan a Azán Bajá. Como recompensa el traidor recibió un escudo y una jarra de manteca. Azán
Bajá trasladó a Cervantes a una prisión más segura, en su mismo palacio. Después, decidió llevarlo a Constantinopla,
donde la fuga resultaría una empresa casi imposible de realizar. De nuevo, Cervantes asumió toda responsabilidad.
En mayo de 1580, llegaron a Argel los padres Trinitarios (esa orden se ocupaba en tratar de liberar cautivos, incluso
se cambiaban por ellos) fray Antonio de la Bella y fray Juan Gil. Fray Antonio partió con una expedición de
rescatados. Fray Juan Gil, que únicamente disponía de trescientos escudos, trató de rescatar a Cervantes, por el cual
se exigían quinientos. El fraile se ocupó de recolectar entre los mercaderes cristianos la cantidad que faltaba. La
reunió cuando Cervantes estaba ya en una de las galeras en que Azán Bajá zarparía rumbo a Constantinopla, atado
con «dos cadenas y un grillo». Gracias a los 500 escudos tan arduamente reunidos, Cervantes es liberado el 19 de
septiembre de 1580. El 24 de octubre regresó, al fin, a España con otros cautivos también rescatados. Llegó a Denia,
desde donde se trasladó a Valencia. En noviembre o diciembre regresa con su familia a Madrid.
Regreso a España
Estatua de Cervantes en la Plaza de la Universidad de Valladolid.
En mayo de 1581 Cervantes se trasladó a Portugal,
donde se hallaba entonces la corte de Felipe II, con el
propósito de encontrar algo con lo que rehacer su vida
y pagar las deudas que había obtenido su familia para
rescatarle de Argel. Le encomendaron una comisión
secreta en Orán, puesto que él tenía muchos
conocimientos de la cultura y costumbres del norte de
África. Por ese trabajo recibió 50 escudos. Regresó a
Lisboa y a finales de año volvió a Madrid. En febrero
de 1582, solicita un puesto de trabajo vacante en las
Indias; sin conseguirlo. En estos años, el escritor tiene
relaciones amorosas con Ana Villafranca (o Franca) de
Rojas, la mujer de Alonso Rodríguez, un tabernero. De
la relación nació una hija que se llamó Isabel de
Saavedra, que él reconoció.
El 12 de diciembre de 1584, contrae matrimonio con
Catalina de Salazar y Palacios en el pueblo toledano de
Esquivias. Catalina era una joven que no llegaba a los
veinte años y que aportó una pequeña dote. Se supone
que el matrimonio no sólo fue estéril, sino un fracaso.
A los dos años de casados, Cervantes comienza sus
extensos viajes por Andalucía.
Es muy probable que entre los años 1581 y 1583 Cervantes escribiera La Galatea, su primera obra literaria en
volumen y trascendencia. Se publicó en Alcalá de Henares en 1585. Hasta entonces sólo había publicado algunas
composiciones en libros ajenos, en romanceros y cancioneros, que reunían producciones de diversos poetas.
La Galatea apareció dividida en seis libros, aunque sólo escribió la «primera parte». Cervantes prometió continuar la
obra; sin embargo, jamás llegó a imprimirse. En el prólogo la obra es calificada como «égloga» y se insiste en la

Miguel de Cervantes 6
afición que Cervantes ha tenido siempre a la poesía. Se trata de una novela pastoril, género que había establecido en
España la Diana de Jorge de Montemayor. Aún se pueden observar las lecturas que realizó cuando fue soldado en
Italia. El matrimonio con su esposa no resultó. Se separó de la misma a los dos años, sin haber llegado a tener hijos.
Cervantes nunca habla de su esposa en sus muchos textos autobiográficos, a pesar de ser él quien estrenó en la
literatura española el tema del divorcio, entonces imposible en un país católico, con el entremés El juez de los
divorcios. Se supone que el matrimonio fue infeliz, aunque en ese entremés sostiene que «más vale el peor concierto
/ que no el divorcio mejor».
Últimos años
En 1587, viaja a Andalucía como comisario de provisiones de la Armada Invencible. Durante los años como
comisario, recorre una y otra vez el camino que va desde Madrid a Andalucía, pasando por Toledo y La Mancha
(actual Ciudad Real). Ese es el itinerario de Rinconete y Cortadillo.
Cuarta edición del Quijote (1605).
Interior del caserón de los Medrano en
Argamasilla de Alba, donde algunas tesis
sostienen que estuvo preso Cervantes.
Se establece en Sevilla, primero como proveedor de las galeras
reales, y posteriormente, a partir de 1594,como recaudador de
impuestos atrasados (tercias y alcabalas), empleos ambos que le
acarrearán numerosos problemas y disputas puesto que era el
encargado de ir casa por casa recaudando impuestos, que en su
mayoría iban destinados para cubrir las guerras en las que estaba
inmiscuida España. Es encarcelado en 1597 en la Cárcel Real de
Sevilla, tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación.
Supuestamente Cervantes se había apropiado de dinero público y
sería descubierto tras ser encontradas varias irregularidades en las
cuentas que llevaba. En la cárcel «engendra» Don Quijote de la
Mancha, según el prólogo a esta obra. No se sabe si con ese
término quiso decir que comenzó a escribirlo mientras estaba
preso o, simplemente, que se le ocurrió la idea allí. El otro
encarcelamiento documentado de Cervantes fue muy breve, en
Castro del Río (Córdoba) en 1592. No consta que haya estado
nunca en la cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba. Desde
1604 se instala en Valladolid (por aquel entonces —desde 1601—
Corte Real de Felipe III), y en 1605 publica la primera parte de la
que será su principal obra: El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha. Ello marcó el comienzo del realismo como estética
literaria y creó el género literario de la novela moderna, la novela
polifónica, de amplísimo influjo posterior, mediante el cultivo de
lo que llamó «una escritura desatada» en la que el artista podía
mostrarse «épico, lírico, trágico, cómico» en el crisol genuino de la
parodia de todos los géneros. La segunda parte no aparece hasta
1615: El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Ambas
obras le ganan un puesto en la historia de la literatura universal y
convierten a su autor, junto con Dante Alighieri, William
Shakespeare, Michel de Montaigne y Goethe en un autor canónico
de la literatura occidental. Un año antes, aparece publicada una
apócrifa continuación de Alonso Fernández de Avellaneda. Una
novela escrita, al parecer, por un discípulo y amigo de Lope de
Vega de origen aragonés o por un grupo de amigos de Lope.

Miguel de Cervantes 7
Casa que ocupó el escritor en Valladolid entre los años
1604 y 1606 y que coincidiría con la publicación de la
primera edición del Quijote, en 1605. Actualmente es
un museo.
Entre las dos partes del Quijote, aparecen en 1613 las Novelas
ejemplares, un conjunto de doce narraciones breves, compuestas
algunas de ellas muchos años antes. Su fuente es propia y original.
En ellas explora distintas fórmulas narrativas como la sátira
lucianesca (El coloquio de los perros), la novela picaresca
(Rinconete y Cortadillo), la miscelánea (El licenciado vidriera), la
novela bizantina (La española inglesa, El amante liberal) o,
incluso, la novela policíaca (La fuerza de la sangre). De algunas
de ellas, como por ejemplo El celoso extremeño, se conserva una
segunda redacción testimoniada por el manuscrito llamado de
Porras de la Cámara, descubierto en el siglo XIX. Sólo esta
colección de novelas habría podido en sí misma haberle creado un
puesto muy destacado en la historia de la literatura castellana.
La crítica literaria fue una constante en su obra. Aparece en la
Galatea, en el Quijote y a ella le consagró el Viaje del Parnaso (1614), extenso poema en tercetos encadenados. En
1615, publica Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados, pero su drama más popular hoy, La
Numancia, además de El trato de Argel, quedó inédito hasta el siglo XVIII.
Un año después de su muerte, aparece la novela Los trabajos de Persiles y Sigismunda, cuya dedicatoria a Pedro
Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de Lemos, su mecenas durante años, y a quien están también dedicadas
la segunda parte del Quijote y las Novelas ejemplares, y que firmó apenas dos días antes de morir, resulta una de las
páginas más conmovedoras de la literatura española:
Placa esculpida dedicada a Miguel de Cervantes en la fachada norte
del Convento de las Trinitarias de Madrid, en donde fue enterrado.
Señor; aquellas coplas antiguas que fueron
en su tiempo celebradas, que comienzan:
«Puesto ya el pie en el estribo», quisiera yo
no vinieran tan a pelo en esta mi epístola,
porque casi con las mismas palabras las
puedo comenzar diciendo:
Puesto ya el pie en el estribo,
con las ansias de la muerte, gran señor, ésta te escribo. Ayer me dieron la extremaunción, y hoy
escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias
crecen, las esperanzas menguan, y, con
todo esto, llevo la vida sobre el deseo que
tengo de vivir y quisiera yo ponerle coto
hasta besar los pies de V. E., que podría ser
fuese tanto el contento de ver a V. E.
bueno en España, que me volviese a dar la
vida. Pero, si está decretado que la haya de
perder, cúmplase la voluntad de los cielos
y, por lo menos, sepa V. E. este mi deseo y
sepa que tuvo en mí un tan aficionado
criado de servirle, que quiso pasar aún más

Miguel de Cervantes 8
allá de la muerte mostrando su intención. Con todo esto, como en profecía, me alegro de la llegada de V.
E.; regocíjome de verle señalar con el dedo y realégrome de que salieron verdaderas mis esperanzas
dilatadas en la fama de las bondades de V. E. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos
de las Semanas del Jardín y del famoso Bernardo. Si a dicha, por buena ventura mía (que ya no sería
sino milagro), me diere el cielo vida, las verá, y, con ellas, el fin de la Galatea, de quien sé está
aficionado V. E., y con estas obras continuado mi deseo; guarde Dios a V. E. como puede, Miguel de
Cervantes.
El Persiles es una novela bizantina que, según el autor, pretendía competir con el modelo clásico griego de
Heliodoro; tuvo éxito, pues conoció algunas ediciones más en su época; pero fue olvidada y oscurecida por el triunfo
indiscutible de su Don Quijote. Cervantes utiliza un grupo de personajes como hilo conductor de la obra, en vez de
dos. Anticipa, además, el llamado realismo mágico dando entrada a algunos elementos fantásticos. En cierto modo,
cristianiza el modelo original utilizando el tópico del homo viator, alcanzándose el clímax al final de la obra con la
anagnórisis de los dos enamorados principales, llamados hasta entonces Periandro y Auristela, en la ciudad santa de
Roma:
Nuestras almas, como tú bien sabes y como aquí me han enseñado, siempre están en continuo
movimiento y no pueden parar sino en Dios, como en su centro. En esta vida los deseos son infinitos y
unos se encadenan de otros y se eslabonan y van formando una cadena que tal vez llega al cielo y tal se
sume en el infierno.
En realidad, el Persiles es una novela de estructura e intenciones muy complejas que aguarda todavía una
interpretación satisfactoria.
La influencia de Cervantes en la literatura universal ha sido tal, que la misma lengua española suele ser llamada la
lengua de Cervantes.
Alcances artísticos
Ilustración de Honoré Daumier.
Cervantes es sumamente original. Parodiando un género que empezaba a
periclitar, como el de los libros de caballerías, creó otro género sumamente
vivaz, la novela polifónica, donde se superponen las cosmovisiones y los
puntos de vista hasta confundirse en complejidad con la misma realidad,
recurriendo incluso a juegos metaficcionales. En la época la épica podía
escribirse también en prosa, y con el precedente en el teatro del poco
respeto a los modelos clásicos de Lope de Vega, le cupo a él en suma
fraguar la fórmula del realismo en la narrativa tal y como había sido
preanunciada en España por toda una tradición literaria desde el Cantar del
Mío Cid, ofreciéndosela a Europa, donde Cervantes tuvo más discípulos
que en España. La novela realista entera del siglo XIX está marcada por
este magisterio. Por otra parte, otra gran obra maestra de Cervantes, las
Novelas ejemplares, demuestra la amplitud de miras de su espíritu y su
deseo de experimentar con las estructuras narrativas. En esta colección de
novelas el autor experimenta con la novela bizantina (La española inglesa),
la novela policíaca o criminal (La fuerza de la sangre, El celoso
extremeño), el diálogo lucianesco (El coloquio de los perros), la miscelánea de sentencias y donaires (El licenciado
Vidriera), la novela picaresca (Rinconete y Cortadillo), la narración constituida sobre una anagnórisis (La gitanilla),
etc.

Miguel de Cervantes 9
Obra de Cervantes
Novelas
Miguel de Cervantes cultivó, pero a su original modo, los géneros narrativos habituales en la segunda mitad del siglo
XVI: la novela bizantina, la novela pastoril, la novela picaresca, la novela morisca, la sátira lucianesca, la
miscelánea. Renovó un género, la novella, que se entendía entonces a la italiana como relato breve, exento de
retórica y de mayor trascendencia.
Orden cronológico:
•La Galatea (1585)
•El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
•Novelas ejemplares (1613)
•El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)
•Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617)
La Galatea
La Galatea fue la primera novela de Cervantes, en 1585. Forma parte del subgénero pastoril (una «égloga en prosa»
como define el autor), triunfante en el Renacimiento. Su primera publicación apareció cuando tenía 38 años con el
título de Primera parte de La Galatea. Como en otras novelas del género (similar al de La Diana de Jorge de
Montemayor), los personajes son pastores idealizados que relatan sus cuitas y expresan sus sentimientos en una
naturaleza idílica (locus amoenus).
La Galatea se divide en seis libros en los cuales se desarrollan una historia principal y cuatro secundarias que
comienzan en el amanecer y finalizan al anochecer, como en las églogas tradicionales, pero de la misma manera que
en los poemas bucólicos de Virgilio cada pastor es en realidad una máscara que representa a un personaje verdadero.
Don Quijote de la Mancha
Ilustración de Gustave Doré.
Es la novela cumbre de la literatura en lengua española. Su primera
parte apareció en 1605 y obtuvo una gran acogida pública. Pronto se
tradujo a las principales lenguas europeas y es una de las obras con
más traducciones del mundo.
En un principio, la pretensión de Cervantes fue combatir el auge que
habían alcanzado los libros de caballerías, satirizándolos con la historia
de un hidalgo manchego que perdió la cordura por leerlos, creyéndose
caballero andante. Para Cervantes, el estilo de las novelas de
caballerías era pésimo, y las historias que contaba eran disparatadas. A
pesar de ello, a medida que iba avanzando el propósito inicial fue
superado, y llegó a construir una obra que reflejaba la sociedad de su
tiempo y el comportamiento humano.
Es probable que Cervantes se inspirara en el Entremés de los
romances, en el que un labrador pierde el juicio por su afición a los
héroes del Romancero viejo.
Novelas ejemplares
Entre 1590 y 1612 Cervantes escribió una serie de novelas cortas (pues el término novela se usaba en la época en el
mismo sentido que su étimo, el italiano novella, esto es, lo que hoy llamamos novela corta o relato largo) que

Miguel de Cervantes 10
después acabaría reuniendo en 1613 en la colección de las Novelas ejemplares, dada la gran acogida que obtuvo con
la primera parte del Quijote. En un principio recibieron el nombre de Novelas ejemplares de honestísimo
entretenimiento.
Dado que existen dos versiones de Rinconete y Cortadillo y de El celoso extremeño, se piensa que Cervantes
introdujo en estas novelas algunas variaciones con propósitos morales, sociales y estéticos (de ahí el nombre de
«ejemplares»). La versión más primitiva se encuentra en el llamado manuscrito de Porras de la Cámara, una
colección miscelánea de diversas obras literarias entre las cuales se encuentra una novela habitualmente atribuida
también a Cervantes, La tía fingida. Por otra parte, algunas novelas cortas se hallan también insertas en el Quijote,
como «El curioso impertinente» o una «Historia del cautivo» que cuenta con elementos autobiográficos. Además, se
alude a otra novela ya compuesta, Rinconete y Cortadillo.
La gitanilla (F. Coullaut-Valera, 1960). Detalle del monumento a Cervantes de
la Plaza de España de Madrid.
••La gitanilla
••El amante liberal••Rinconete y Cortadillo••La española inglesa••El licenciado Vidriera••La fuerza de la sangre••El celoso extremeño••La ilustre fregona••Las dos doncellas••La señora Cornelia••El casamiento engañoso••El coloquio de los perros
La gitanilla es la más larga de las novelas
ejemplares, y puede tener elementos
autobiográficos en una historia amorosa que
tuvo un pariente lejano de Cervantes. Como muchas otras de estas tramas, se centra en el artificio de la agnición o
reconocimiento de una persona al final de la obra. Se trata de una muchacha de origen noble raptada por unos gitanos
y educada por ellos, y un noble que se enamora y decide llevar vida gitanil tras ella, hasta que al fin se descubre todo
y la historia termina felizmente, posibilitándose el matrimonio de la pareja.
El amante liberal es una novela morisca donde también aparece el tema del rapto, con la historia de un joven
siciliano llamado Ricardo que es raptado al igual que a la bellísima Leonisa que es vendida a dos moros por un judío
para regalársela al gran turco, entramada con líos amorosos, y aventuras.
Rinconete y Cortadillo (F. Coullaut-Valera, 1960). Detalle del
monumento a Cervantes de la Plaza de España de Madrid.
En Rinconete y Cortadillo dos muchachos «se
desgarran» (se fugan de la casa familiar) y
emprenden una vida picaresca con ayuda de la baraja
y del hurto, hasta que van a parar a Sevilla, donde
mientras trabajan de esportilleros son captados por
una asociación mafiosa de malhechores, una especie
de sindicato del crimen sevillano gobernado como
una cofradía por el hermano mayor, Monipodio. Se
suceden diversas escenas de género propias de un
entremés o una jácara donde se presentan alguaciles
corruptos, ladrones, matones, chulos y prostitutas;
acabado este desfile de tipos, los pillos muchachos
deciden regenerarse.

Miguel de Cervantes 11
En La española inglesa el rapto vuelve a aparecer en la persona de una muchacha arrebatada en la invasión inglesa
de Cádiz y que se educa en Londres como dama de compañía de la reina Isabel I de Inglaterra, que aparece descrita
sin animadversión. Pierde el cabello por un bebedizo pero todo se arregla al final.
En El licenciado Vidriera el estudiante pobre Tomás Rodaja marcha a Salamanca a estudiar acompañando a un
noble y allí se licencia con honores; viaja por diversas ciudades de Italia, pero pierde la razón a causa de un filtro de
amor que le han suministrado en secreto y cree tener el cuerpo de vidrio y ser sumamente frágil. Sin embargo, su
agudeza es sorprendente y todos le consultan. La novela es en realidad una colección de las agudezas en prosa del
protagonista, al estilo de una de las misceláneas tan frecuentes en el Siglo de Oro. Finalmente recobra el juicio, pero
ya nadie le contrata ni va a verle.
En La fuerza de la sangre se construye un relato casi policíaco, en el que una doncella violada con los ojos tapados
logra reconstruir intelectualmente el crimen hasta dar con el culpable y forzar de él que se case con ella restituyendo
su honor.
El celoso extremeño narra los celos patológicos de un viejo indiano que vuelve a España enriquecido y encierra a su
jovencísima esposa en una casa herméticamente, sin permitirle que salga ni que nada masculino pase la puerta, en la
cual ha instalado como vigilante a un esclavo negro con orden de no dejar pasar a nadie. El seductor Loaysa lo logra
engatusando al negro, al que le encanta la música, con una vihuela, y se acuesta con la moza. Sin embargo, no hacen
nada, aunque en el manuscrito de Porras de la Cámara sí se consuman los cuernos. El viejo, humillado, se muere de
pena.
En La ilustre fregona dos jóvenes de buena familia, Carriazo y Avendaño, deciden lanzarse a la vida picaresca. En
un mesón de Toledo Avendaño se enamora de Constanza, una fregona o sirvienta, lo que hará que los dos jóvenes
decidan detener allí su viaje. Finalmente se descubrirá que Constanza es de noble nacimiento, hija natural del padre
de Carriazo, por lo que nada impedirá su boda con Avendaño.
El casamiento engañoso narra el timo que hace una señorita aparentemente honesta a un militar casándose con él;
éste ignora que ha sido una meretriz y esta lo abandona dejándole una enfermedad venérea que debe purgar con
sudores en el hospital de Atocha, donde transcurre la próxima novela.
En El coloquio de los perros el militar, que está purgando su enfermedad en medio de fuertes fiebres, asiste de
noche a la conversación entre dos perros, Cipión y Berganza; uno cuenta al otro la historia de su vida y sus muchos
(y muy sinvergüenzas) amos y dejan para el día siguiente la relación del otro. Se trata de una fantasía al estilo de las
de Luciano de Samosata y el desfile entremesil de tipos, entre ellos unos pastores y una bruja, recuerda al de una
novela picaresca o un entremés.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda
Es la última obra de Cervantes. Pertenece al subgénero de la novela bizantina. En ella escribió la dedicatoria a Pedro
Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de Lemos, el 19 de abril de 1616, cuatro días antes de fallecer, donde se
despide de la vida citando estos versos:
Puesto ya el pie en el estribo,
con ansias de la muerte,
gran señor, esta te escribo.
El autor ve claramente que le queda poca vida y se despide de sus amigos; no se hace ilusiones, sin embargo
desea vivir y terminar obras que tiene en el magín, cuyo título escribe: Las semanas del jardín, El famoso
Bernardo y una segunda parte de La Galatea. En el género de la novela bizantina, cuenta Cervantes, se atreve
a competir con el modelo del género, Heliodoro.
La novela, inspirada en la crónica de Saxo Gramático y Olao Magno y en las fantasías del Jardín de flores
curiosas de Antonio de Torquemada, cuenta la peregrinación llevada a cabo por Persiles y Sigismunda, dos
príncipes nórdicos enamorados que se hacen pasar por hermanos cambiándose los nombres por Periandro y

Miguel de Cervantes 12
Auristela. Separados por todo tipo de peripecias, emprenden un viaje desde el norte de Europa hasta Roma,
pasando por España, con finalidad expiatoria antes de contraer matrimonio. La obra es importante porque
supone en el autor un cierto distanciamiento de las fórmulas realistas que hasta el momento ha cultivado, pues
aparecen hechos tan peregrinos como que una mujer salte de un campanario librándose de estrellarse gracias al
paracaídas que forman sus faldas o que haya personajes que adivinen el futuro. Los personajes principales
aparecen algo desvaídos y en realidad la obra está protagonizada por un grupo, en el que se integran dos
españoles abandonados en una isla desierta, Antonio y su hijo, criado en la isla como una especie de bárbaro
arquero en contacto con la naturaleza. Los últimos pasajes del libro están poco limados, ya que el autor
falleció antes de corregirlos. La obra tuvo cierto éxito y se reimprimió varias veces, pero fue olvidada en el
siglo siguiente.
Poesía
Cervantes se afanó en ser poeta, aunque llegó a dudar de su capacidad, como él mismo dijo antes de su muerte en
Viaje del Parnaso:
Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo
Se han perdido o no se han identificado casi todos los versos que no estaban incluidos en sus novelas o en sus obras
teatrales; aunque se le suele llamar inventor de los versos de cabo roto, en realidad no fue él. Cervantes declara haber
compuesto gran número de romances, entre los cuales estimaba especialmente uno sobre los celos. En efecto, hacia
1580 participó con otros grandes poetas contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo en la imitación
de los romances antiguos que dio origen al Romancero nuevo, llamado así frente al tradicional Romancero viejo del
siglo XV, el cual era anónimo.
Inicia su obra poética con las cuatro composiciones dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois. Otros poemas
fueron: A Pedro Padilla, A la muerte de Fernando de Herrera, A la Austriada de Juan Rufo. Como poeta sin
embargo destaca en el tono cómico y satírico, y sus obras maestras son los sonetos Un valentón de espátula y
greguesco y Al túmulo del rey Felipe II, del cual se hizo famoso los últimos versos:
Caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
La Epístola a Mateo Vázquez es una falsificación escrita por el erudito decimonónico Adolfo de Castro, como
asimismo lo es el folleto en prosa El buscapié, una vindicación del Quijote escrita también por este erudito. Asentó
algunas innovaciones en la métrica, como la invención de la estrofa denominada ovillejo y el uso del soneto con
estrambote.
Viaje del Parnaso
El único poema narrativo extenso de Cervantes es El viaje del Parnaso (1614). Está formado por tercetos
encadenados, donde el autor critica a algunos poetas españoles, satirizando a algunos y elogiando a otros. Escrito,
como dice el propio Miguel, a imagen y semejanza del Viaggio di Parnaso (1578) de Cesare Caporali di Perugia.
Narra de forma autobiográfica en ocho capítulos un viaje al monte Parnaso, a bordo de una galera dirigida por
Mercurio, en la que algunos poetas elogiados tratan de defenderlo frente a los poetastros o malos poetas. Reunidos
en el monte con Apolo, salen airosos de la batalla y el protagonista regresa de nuevo a su hogar. La obra se completa
con la Adjunta al Parnaso, donde Pancracio de Roncesvalles entrega a Cervantes dos epístolas de Apolo.

Miguel de Cervantes 13
Teatro
Folio inicial de la Comedia del çerco de Numancia,
manuscrito 15.000 de la Biblioteca Nacional de
España.
Dadas sus penurias económicas, el teatro fue la gran vocación de
Cervantes. Escribe que cuando era mozo «se le iban los ojos» tras
el carro de los comediantes y que asistió a las austeras
representaciones de Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito, que lo
tuvo, pues sus obras se representaron «sin ofrenda de pepinos»,
como dice en el prólogo a sus Ocho comedias y ocho entremeses
nunca representados, fue efímero ante el exitazo de la nueva
fórmula dramática de Lope de Vega, más audaz y moderna que la
suya, que hizo a los empresarios desestimar las comedias
cervantinas y preferir las de su rival. El teatro de Cervantes poseía
un fin moral, incluía personajes alegóricos y procuraba someterse
a las tres unidades aristotélicas de acción, tiempo y lugar, mientras
que el de Lope rompía con esas unidades y era moralmente más
desvergonzado y desenvuelto, así como mejor y más variadamente
versificado. Cervantes nunca pudo sobrellevar este fracaso y se
mostró disgustado con el nuevo teatro lopesco en la primera parte
del Quijote, cuyo carácter teatral aparece bien asentado a causa de
la abundancia de diálogos y de situaciones de tipo entremesil que
entreverán la trama. Y es, en efecto, el entremés el género
dramático donde luce en todo su esplendor el genio dramático de
Cervantes, de forma que puede decirse que junto a Luis Quiñones
de Benavente y Francisco de Quevedo es Cervantes uno de los
mejores autores del género, al que aportó una mayor profundidad en los personajes, un humor inimitable y un mayor
calado y trascendencia en la temática. Que existía interconexión entre el mundo teatral y el narrativo de Cervantes lo
demuestra que, por ejemplo, el tema del entremés de El viejo celoso aparezca en la novela ejemplar de El celoso
extremeño. Otras veces aparecen personajes sanchopancescos, como en el entremés de la Elección de los alcaldes de
Daganzo, donde el protagonista es tan buen catador o «mojón» de vinos como Sancho. El barroco tema de la
apariencia y la realidad se muestra en El retablo de las maravillas, donde se adapta el cuento medieval de Don Juan
Manuel (que Cervantes conocía y había leído en una edición contemporánea) del rey desnudo y se le da un contenido
social. El juez de los divorcios tocaba también biográficamente a Cervantes, y en él se llega a la conclusión de que
«más vale el peor concierto / que no el divorcio mejor». También poseen interés los entremeses de El rufián viudo,
La cueva de Salamanca, El vizcaíno fingido y La guarda cuidadosa. Para sus entremeses adopta Cervantes tanto la
prosa como el verso y se le atribuyen algunos otros, como el de Los habladores.
En sus piezas mayores el teatro de Cervantes ha sido injustamente poco apreciado y representado, a excepción de la
que representa el ejemplo más acabado de imitación de las tragedias clásicas: El cerco de Numancia, también
titulada La destrucción de Numancia, donde se escenifica el tema patriótico del sacrificio colectivo ante el asedio del
general Escipión y donde el hambre toma la forma de sufrimiento existencial, añadiéndose figuras alegóricas que
profetizan un futuro glorioso para España. Se trata de una obra donde la Providencia parece tener el mismo cometido
que tenía para el Eneas escapado de la Troya incendiada en Virgilio. Parecida inspiración patriótica poseen otras
comedias, como La conquista de Jerusalén, descubierta recientemente. Otras comedias suyas tratan el tema, que tan
directamente padeció el autor y al que incluso se hace alusión en un pasaje de su última obra, el Persiles, del
cautiverio en Argel, como Los baños de Argel, Los tratos de Argel, La gran sultana y El gallardo español, donde se
ha querido también encontrar la denuncia de la situación de los antiguos soldados como el propio Cervantes. De
tema más novelesco son La casa de los celos y selvas de Ardenia, El laberinto de amor, La entretenida. Carácter
picaresco tienen Pedro de Urdemalas y El rufián dichoso.

Miguel de Cervantes 14
Cervantes reunió sus obras no representadas en Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados; además, se
conservan otras obras en manuscrito: Los tratos de Argel, El gallardo español, La gran sultana y Los baños de
Argel.
Obras perdidas y atribuidas
Cervantes mencionó en algunas oportunidades otras obras que estaba escribiendo o pensaba escribir, así como varias
comedias suyas que habían sido representadas con éxito y cuyos textos se han perdido.
Entre las obras que se ignora si llegó a escribir o a completar cabe mencionar la segunda parte de La Galatea, El
famoso Bernardo (quizá un libro de caballerías referido a Bernardo del Carpio) y Las semanas del jardín. También es
posible que haya pensado en escribir una continuación del libro de caballerías Belianís de Grecia.[cita requerida]
Las obras de teatro perdidas, que Cervantes enumera son La gran Turquesca, La batalla naval, La Jerusalén, La
Amaranta o la del Mayo, El bosque amoroso, La única, La bizarra Arsinda y La Confusa, que figuraba en el
repertorio del autor Juan Acacio aún en 1627. También fue obra suya una comedia llamada El trato de
Constantinopla y muerte de Selim.
Hay diversas obras que se han atribuido a Cervantes, con variado fundamento. Entre las más conocidas cabe
mencionar:
•La tía fingida, narración del estilo de las Novelas Ejemplares.
•Diálogo entre Cilenia y Selanio sobre la vida en el campo, que se supone que es un fragmento de la obra perdida
de Cervantes Las semanas del jardín.
•Auto de la soberana Virgen de Guadalupe, auto sacramental relativo al hallazgo de la imagen de Nuestra Señora
de Guadalupe.
•La Topografía e historia general de Argel, obra editada y publicada en Valladolid, en 1612, por fray Diego de
Haedo, abad de Frómista, que se sabe que no es obra de éste. La obra fue realmente escrita por el clérigo
portugués y amigo de Cervantes, el doctor Antonio de Sosa, mientras éste estuvo cautivo en Argel entre 1577 y
1581. El erudito Sosa fue muy amigo del joven Cervantes durante el cautiverio de ambos en Berbería en los 1570.
Sosa fue asimismo el primer biógrafo de Cervantes; su relato sobre el "episodio de la cueva", en el que describe el
segundo intento de escape de Cervantes de su prisión argelina, aparece en su Diálogo de los mártires de Argel.
En 1992, el hispanista italiano, Stefano Arata, publicó el texto de un manuscrito de la obra teatral La conquista de
Jerusalén por Godofre de Bullón. Un artículo precede el drama en el cual Arata pretende haber encontrado La
Jerusalén perdida cervantina.[8] Siguió el estudio otro artículo en 1997. Desde entonces, se ha publicado
virtualmente como obra atribuida, y en 2009 apareció una edición crítica imprimida por Cátedra Letras Hispanas. En
2010, Dr Aaron M. Kahn publicó una teoría de atribución, demostrando que de todos los candidatos por la autoría
del drama, Cervantes es el más probable.[9] Sin prueba definitiva, esta obra sigue siendo "atribuida" a Cervantes.
Cervantes en el cine
•Cervantes, dirigida por Vincent Sherman (1969), con Francisco Rabal, Gina Lollobrigida, José Ferrer y Horst
Buchholz en el papel de Cervantes.
•Cervantes (serie de televisión) serie española de televisión, emitida por TVE en 1981.
••Don Quijote de La Mancha (película de 1987)
•Miguel y William, dirigida por Inés París (2007). Juan Luis Galiardo es el encargado de encarnar a Miguel.

Miguel de Cervantes 15
Curiosidades
Estatua de cera de Cervantes
•Se suele decir que Miguel de Cervantes y William Shakespeare
fallecieron el mismo día. Sin embargo, se trata de un dato erróneo,
ya que, aunque murieron en la misma fecha, en Gran Bretaña se
usaba el calendario juliano, mientras que en España ya se había
adoptado el calendario gregoriano.
•El primer ministro israelí David Ben-Gurión aprendió español para
poder leer Don Quijote de la Mancha en su idioma original, al igual
que el poeta, dramaturgo y novelista ruso Alexandr
Pushkin.[cita requerida]
••No existen retratos reales de Cervantes. Sólo existen pinturas basadas en las descripciones físicas que el propio
autor escribió.
Reconocimiento
Hay numerosos galardones, esculturas, edificios e instituciones dedicadas a guardar la memoria de Miguel de
Cervantes.
Casa de Cervantes
Hay al menos cinco Casas de Cervantes: en Alcalá de Henares, en Valladolid, en Madrid, en Vélez-Málaga y en
Cartagena (España).
Galardones
•Premio Miguel de Cervantes es el premio más importante de Literatura en Lengua Castellana.
•Trofeo Cervantes torneo amistoso de fútbol que se celebra en Alcalá de Henares.
Monumentos
Estatua del escritor en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares.
•En Alcalá de Henares: Escultura en la plaza que
lleva su nombre.
•En Madrid: Monumento a Miguel de Cervantes en la
Plaza de España, Escultura en la Plaza de las Cortes,
Escultura en la Biblioteca Nacional de España, Placa
conmemorativa de su enterramiento.
•En Valladolid: Estatua de Cervantes.
Instituciones culturales
•Instituto Cervantes para la promoción y enseñanza
de la lengua española.
•Teatro Cervantes hay al menos 14 en cinco países
diferentes: en España (Almería; Málaga; Alcalá de
Henares; Santa Eulalia, en Alicante; Béjar, en Salamanca; Jaén; Murcia; Petrel, en Alicante; Segovia; y
Valladolid); en Marruecos (Tánger); en México (Guanajuato); en Chile (Putaendo); y en Argentina (Buenos
Aires).
•Liceo de Cervantes colegio privado católico masculino colombiano.
•Instituto de Bachillerato Cervantes en Madrid.

Miguel de Cervantes 16
•Universidad Europea Miguel de Cervantes en Valladolid.
•Universidad Miguel de Cervantes en Santiago de Chile.
•Acción Cultural Miguel de Cervantes en Barcelona.
•Organismo Autónomo de Cultura Miguel de Cervantes de Villarrobledo.
•Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes para la difusión de la cultura iberoamericana.
•Biblioteca universitaria Miguel de Cervantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
Rey Juan Carlos de Madrid.
•Cine Cervantes de Sevilla.
Instituciones sanitarias
•Centro de Salud Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares.
Publicaciones
•Revista Cervantes revista iberoamericana publicada entre 1916-1920.
Embarcaciones
•ARA Cervantes (D-1) destructor de la Armada Argentina entre 1925 y 1961.
•Crucero ligero Miguel de Cervantes perteneciente a la Marina española, operativo entre 1928 y 1964.
•Bergantín-goleta Cervantes Saavedra botado en 1934.
Parajes
•Alameda de Cervantes en Soria.
•Avenida de Cervantes en Málaga, y en Meco.
•Barrio de Cervantes en Granada.
•Glorieta de Cervantes (Sevilla).
•Plaza Cervantes en Alcalá de Henares, y en Lérida.
•Piazzale Miguel Cervantes en Roma.
Celebraciones
•Semana Cervantina es una fiesta que se celebra en varias ciudades de España en honor a Cervantes.
•Festival Cervantino Celebración anual en el estado mexicano de Guanajuato.
Monedas
•Monedas de euro de España.
Referencias
[1]Jean Canavaggio, «Cervantes en su vivir» (http:/ / bib. cervantesvirtual. com/ bib_autor/ Cervantes/ biografia_12. shtml). Biografía del Portal
de Miguel de Cervantes Saavedra (http:/ / bib. cervantesvirtual. com/ bib_autor/ Cervantes/ index. shtml) de la Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes. Consultado el 23 de abril de 2011.
[2]Agencia Bolivariana de Noticias - 29/09/06 (http:/ / www. abn. info. ve/ reportaje_detalle. php?articulo=318)
[3]Dicha información puede consultarse aquí (http:/ / archivodelafrontera. com/ CLASICOS-013. htm). Entre las diversas conjeturas sobre su
lugar de nacimiento, algunos sitúan este en Alcázar de San Juan, ya que se conserva una partida bautismal con ese nombre en esta localidad.
[4]El templo se construyó en 1553 y fue destruido cuatro siglos después, en la Guerra Civil Española.
[5]Fernández Álvarez, Manuel: Cervantes visto por un historiador, Espasa-Calpe, 2005.
[6]Archivo del Ayto. de Arganda (ed.): « Arganda cervantina o Cervantes argandeño (http:/ / archivo. ayto-arganda. es/ archivo/ biblio/ PDF/
04106024. pdf)» (en castellano). Consultado el 1 de noviembre de 2009.
[7]Topografía (http:/ / www. h-net. org/ ~cervantes/ csa/ artics96/ topograf. htm).

Miguel de Cervantes 17
[8][Arata, Stefano,'La conquista de Jerusalén, Cervantes y la generación teatral de 1580', Criticón 54 (1992),
9-112|cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/054/054_008.pdf]
[9]Kahn, Aaron M. 'Towards a Theory of Attribution: Is La conquista de Jerusalén by Miguel de Cervantes?', Journal of European Studies 41.2
(2010), 99-127
Bibliografía
•Alonso A.: "Las prevaricaciones idiomáticas de Sancho", en Nueva Revista de Filología Hispánica, II, 1948.
•Alvar, Carlos; Menéndez y Pelayo, Marcelino; Sevilla Arroyo, Florencio: Cervantes, cultura literaria, Centro de
Estudios Cervantinos, Alcalá de Henares, España, 2001. ISBN 84-88333-15-3.
•Álvarez Vigaray, Rafael: El derecho civil en las obras de Cervantes, Comares, Granada, España, 2001. ISBN
84-86509-16-5.
•Anderson, Ellen y Pontón Gijón, Gonzalo: La composición del Quijote, Rico, 1998.
•Arrabal, Fernando: Un esclavo llamado Cervantes, Espasa-Calpe, 1996.
•Astrana Marín, Luis: Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, Instituto Editorial Reus, 1958.
•Bajtin, Mijail: La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de François Rabelais,
Alianza, 1987.
•Braschi, Giannina: Cinco personajes fugaces en el camino de Don Quijote, Cuadernos Hispanoaméricanos, No.
328, 1977.
•Canavaggio, Jean: Cervantes, Espasa-Calpe, 2004.
•Castro, Américo: El pensamiento de Cervantes, Crítica, 1987.
•Castro, Américo: Hacia Cervantes, Taurus, 1967.
•Cervantes, Miguel de: Don Quijote de la Mancha, edición del IV Centenario (RAE), Alfaguara, 2004.
•Close, Anthony J.: Cervantes: pensamiento, personalidad, cultura, Rico, 1998.
•Cotarelo y Mori, Emilio: Efemérides cervantinas ó sea resumen cronológico de la vida de Miguel de Cervantes
Saavedra, Tipografía de Revista de Archivos, 1905.
•Cotarelo y Mori, Emilio: Los puntos obscuros en la vida de Cervantes, Tipografía de Revista de Archivos,
Bibliotecas y Museos", 1916.
•Duran, Manuel y Rogg, Fay R.: Fighting Windmills: Encounters with Don Quixote, Yale University Press, 2006.
ISBN 0-300-11022-7.
•Eisenberg, Daniel: La interpretación cervantina del Quijote, Compañía Literaria, 1995.
•Fernández Álvarez, Manuel: Cervantes visto por un historiador, Espasa-Calpe, 2005.
•Fernández de Navarrete, Martín: Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, Atlas, 1943.
•Frenk, Margrit: Entre la voz y el silencio (la lectura en tiempos de Cervantes), Centro de Estudios Cervantinos,
1997.
•Garcés, María Antonia: Cervantes en Argel: Historia de un cautivo, Gredos, Madrid, 2005.
•García Alonso, Agustín: Antología "Cervantes" de poesía, Castrocalbón, España, 2001. ISBN 84-404-7944-1.
•González de Amezua y Mayo, Agustín: Cervantes creador de la novela corta española, 2ª edición, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España, 2001. ISBN 84-00-05227-7.
•Iffland, James: De fiestas y aguafiestas: risa, locura e ideología en Cervantes y Avellaneda, Universidad de
Navarra-Iberoamericana-Verbuert, 1999.
•Lázaro Carreter, Fernando: Las voces del Quijote, Rico, 1998.
•Maestro, Jesús G.: La escena imaginaria. Poética del teatro de Miguel de Cervnates, Vervuert, 2000.
•Maestro, Jesús G.: Crítica de los géneros literarios en el Quijote, Editorial Academia del Hispanismo, 2009.
•Martín Morán, José Manuel: Cervantes: el juglar zurdo de la era Gutenberg, Cervantes, 1997.
•Mayans y Siscar, Gregorio: Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, Espasa-Calpe, 1972.
•Menéndez Pelayo, Marcelino: Cultura literaria de Miguel de Cervantes y la elaboración del Quijote, Revista de
Archivos, Bibliotecas y Museos, 1905.
•Pellicer, Juan Antonio: Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, D. Gabriel de Sancha, 1800.

Miguel de Cervantes 18
•Rey Hazas, Antonio y Sevilla Arroyo, Florencio: Cervantes: vida y literatura, Ayuntamiento de Madrid, 1996.
•Riley, Edward C.: Teoría de la novela de Cervantes, Taurus, 1966.
•Riquer, Martín de: Para leer a Cervantes, Acantilado, 2003.
•Rodríguez Marín, Francisco: Estudios cervantinos, Atlas, 1952.
•Rodríguez-Luis, Julio: Novedad y ejemplo de las Novelas de Cervantes (ensayo), José Porrúa Turanzas, S.A.
Librería-Editorial, Madrid, España, 2005. ISBN 84-7317-088-1.
•Rosales, Luis: Cervantes y la libertad, Gráficas Valera, 1960.
•Rosenblat, Ángel: La lengua del Quijote, Gredos, 1971.
•Sánchez, Alberto: Cervantes: bibliografía fundamental (1900-1959), C.S.I.C., 1961.
•Zimic, Stanislav: El teatro de Cervantes, Castalia, 1992.
•Zimic, Stanislav: Las "Novelas Ejemplares" de Cervantes, Siglo XXI, 1996.
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Miguel de CervantesCommons.
• Wikisource contiene obras originales de Miguel de Cervantes.Wikisource
• Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Miguel de Cervantes. Wikiquote
•Obras completas de Miguel de Cervantes, en cervantesvirtual (http:/ / www. cervantesvirtual. com/ bib_autor/
Cervantes/ o_completas. shtml)
•Página oficial del IV Centenario del Quijote (http:/ / www. donquijotedelamancha2005. com)
•El secreto oculto de Cervantes y Don Quixote (http:/ / www. lucafilms. es/ Documentales. htm)
•Proyecto Cervantes 2001 (http:/ / www. csdl. tamu. edu/ cervantes/ spanish/ ) de Texas.
•Cervantes Society of America (http:/ / www2. h-net. msu. edu/ ~cervantes/ csapage. htm) (en inglés).
•Estudios sobre Cervantes en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http:/ / www. cervantesvirtual. com/
bib_autor/ Cervantes/ estudios. shtml)
•Web dedicada a Miguel de Cervantes (http:/ / miguelde. cervantes. com/ index. html)
•CLM Quijote (http:/ / www. castillalamancha. es/ clmquijote/ home/ constructor. asp?PAG=/ clmquijote/
Contenidos/ Vida_Cervantes/ vidayobra. htm)
•Cervantes en la Universidad de Alcalá de Henares (http:/ / cervantes. uah. es/ )
•Obras de Miguel de Cervantes en versión e-book (http:/ / www. classicistranieri. com/ dblog/ articolo.
asp?articolo=2342) (enlace roto)
•Obras de Miguel de Cervantes (http:/ / www. intratext. com/ Catalogo/ Autori/ AUT70. HTM): texto,
concordancias y lista de frecuencia.
•Biblioteca Miguel de Cervantes (http:/ / academiaeditorial. com/ cms/ index. php?page=biblioteca-cervantes-ok)
•Anuario de Estudios Cervantinos (http:/ / academiaeditorial. com/ cms/ index.
php?page=anuario-de-estudios-cervantinos)
•Premio Internacional de Investigación Científica y Crítica “Miguel de Cervantes” (http:/ / academiaeditorial. com/
cms/ index. php?page=premio-cervantes)
•Retrato de Miguel de Cervantes con un epítome sobre su vida incluido en el libro Retratos de Españoles ilustres,
publicado en el año de 1791.
•Miguel de Cervantes (http:/ / www. scribd. com/ search?cat=redesign& q=Miguel+ de+ Cervantes& x=36&
y=16) Libros electrónicos
•Ficha de Miguel de Cervantes en inglés (http:/ / www. imdb. com/ name/ nm0148859) y en español (http:/ / www.
imdb. es/ name/ nm0148859) en Internet Movie Database.

Ruta de Don Quijote 19
Ruta de Don Quijote
Mapa de la ruta de Don Quijote.
En la novela El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha, Miguel de
Cervantes relata las aventuras de Don
Quijote por tierras de La Mancha,
Aragón y Barcelona en las tres salidas
que realizó.
Desde su publicación, ha habido cierta
controversia en cuanto a la
determinación de los pueblos por los
que el Caballero debió pasar en cada
una de esas salidas. Varios autores han
propuesto rutas, identificando los
lugares que Cervantes describe. No
obstante, esas descripciones no
siempre parecen suficientes para sacar
conclusiones definitivas.
Según Romagosa,[1] propone y
justifica además, como ruta más
plausible, la aceptada por la Real Academia Española en 1780.
Según Azorín,[2] trazó su particular ruta por encargo del director de El Imparcial en 1905. En su libro, narra sus
crónicas de viaje y los lugares en los que Cervantes se inspiró para narrar su obra.
Más recientemente, tenemos las versiones del estadounidense Eisenberg y de La Asociación de Amigos del
Campo de Montiel,[3] respectivamente de 1987 y 1997.
Asimismo existe el recorrido ecoturístico oficial con la denominación de Ruta de Don Quijote, de 2.500 km. de
longitud y constituido por una red de caminos históricos y vías pecuarias perfectamente señalizada pese a su
extensión y que une los lugares de mayor interés cercanos a puntos mencionados en la novela, si bien su recorrido no
sigue criterios estrictamente ligados a la obra literaria. Esta Ruta fue distinguida en 2007 con el galardón de
Itinerario Cultural Europeo otorgado por el Consejo de Europa.
Las aventuras de Don Quijote han sido difundidas universalmente a través de las traducciones que se han hecho de la
novela. En la Mancha, Don Quijote, constituye todo un símbolo. Su leyenda ha generado un turismo cultural deseoso
de ver la realidad social y geográfica que magistralmente describió Cervantes.

Ruta de Don Quijote 20
Las aventuras de Don Quijote
Cartel oficial indicador de la Ruta de Don
Quijote.
A continuación se indican las conclusiones a las que llegaron D.
Tomás López y D. Joseph de Hermosilla en lo que fue la primera
propuesta de la ruta de Don Quijote, publicada en la edición de El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de 1780 por la Real
Academia Española.
Primera salida (La Mancha)
•Don Quijote es nombrado caballero andante.
••El muchacho Andrés.••Don Quijote duda qué camino tomar.
Segunda salida (el Campo de Montiel)
•Los molinos de viento.
••Los frailes.••El entierro de Grisóstomo.••Los yangüeses.
••El bálsamo de Fierabrás.
••Batalla de las ovejas.
•Don Quijote recibe el apodo de el Caballero de la Triste Figura.
•Los batanes.
••Batalla con el barbero.
•Liberación de los galeotes.
•Ocultamiento en Sierra Morena.
••Don Quijote hace penitencia.
••Cardenio y Dorotea.
••Encomienda a Sancho.
••Princesa Micomicona.
••En la venta (encuentro con Luscinda y Don Fernando, el cautivo y zoraida, el oidor, doña clara y don
luis,pendencia con los cuadrilleros).
••Quijote enjaulado.
••El canónigo y pendencia con el cabrero.
••Vuelta a casa enjaulado.Donde ama y su sobrina cuidarán de el.

Ruta de Don Quijote 21
Quijote y Sancho en el escaparate de una tienda en Toledo.
Tercera salida
La Mancha
•Encuentra a Dulcinea.
••El carro de las cortes de la muerte.••El caballero del bosque.••Los leones.••Las bodas de Camacho.•La cueva de Montesinos.••El rebuzno.••Los títeres. Maese Pedro.
Barcelona y regreso
••La batalla del caballero de la blanca luna.
••Los cerdos.••Palacio desde el que regresó a su pueblo.
Principales localidades
Territorio que ocupaba la región natural de La
Mancha respecto de la comunidad autónoma de
Castilla-La Mancha, según la descripción de
Pascual Madoz (1848).
Sea cual sea la ruta que Cervantes imaginó para su personaje, lo cierto
es que la gran mayoría de las aventuras parecen transcurrir en lo que
hoy día es el territorio de Castilla-La Mancha. Por ello, cualquier
recorrido que nos permitiera descubrir el alma manchega y sus
tradiciones, bien podría considerarse «nuestra» ruta de Don Quijote.
Estas son algunas de las localidades más importantes que atraviesa el
trayecto, si bien algunas de ellas no pertenecen estrictamente a La
Mancha como Sigüenza (Guadalajara) o Toledo. En la mayoría de ellas
existe, además, la posibilidad de obtener información sobre cualquier
aspecto de la ruta.
•Alcaraz, Alcázar de San Juan, Almagro,Argamasilla de
Alba,Belmonte, Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, Consuegra,
Campo de Criptana, Daimiel, El Toboso, Los Yébenes, Manzanares,
Mota del Cuervo, Orgaz, Ossa de Montiel, Puerto Lápice, Ruidera,
San Clemente, Sigüenza, Tembleque, Tomelloso, Toledo, Torralba
de Calatrava, Valdepeñas, Villanueva de los Infantes, Villarrobledo y Villarrubia de los Ojos.[cita requerida]
•Zaragoza (alrededores).
•Barcelona.

Ruta de Don Quijote 22
Referencias
[1]La ruta de Don Quijote (http:/ / quixote. tv/ RUTA. htm), según Romagosa.
[2]La ruta de Don Quijote (http:/ / www. cervantesvirtual. com/ servlet/ SirveObras/ ivqu/ 01604296092364979660035/ ), según Azorín.
[3]La ruta de Don Quijote (http:/ / www. donquijoteporelcampodemontiel. net/ ruta. asp), según La Asociación de Amigos del Campo de
Montiel. Página Web realizada por Acciones Integradas de Desarrollo. FEDER. Noviembre de 1997.
Bibliografía complementaria
•María del Carmen Cañizares Ruiz La "Ruta de Don Quijote" en Castilla- La Mancha (España): nuevo itinerario
cultural europeo (http:/ / dialnet. unirioja. es/ servlet/ articulo?codigo=2899589) Nimbus: Revista de climatología,
meteorología y paisaje, ISSN 1139-7136, Nº 21-22, 2008, pags. 55-75
Enlaces externos
•Ruta de Don Quijote (http:/ / www. quijote. es/ IVCentenario_RutaDonQuijote. php) Mapa e información. Página
oficial.
Don Quijote de la Mancha
Don Quijote de la Mancha
Autor Miguel de Cervantes Saavedra
Género Novela de aventuras, parodia de las novelas de caballerías, novela realista
Idioma Castellano
Título original El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)
Editorial Imprenta de Juan de la Cuesta
País  España
Fecha de publicación 1605, 1615
Don Quijote de la Mancha[1] (  pronunciación Ayuda:MultimediaArchivo:Don Quijote-pronunciation-es 1.ogg)
es una novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra. Publicada su primera parte con el título de El
ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605, es una de las obras más destacadas de la
literatura española y la literatura universal, y una de las más traducidas. En 1615 aparecería la segunda parte del
Quijote de Cervantes con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
Don Quijote fue la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés, por el
tratamiento burlesco que da a la misma. Representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela
moderna y también la primera novela polifónica, y como tal, ejerció un influjo abrumador en toda la narrativa

Don Quijote de la Mancha 23
europea posterior. En el año 2002 y a petición del Norwegian Book Club se realizó una lista con las mejores obras
literarias de la historia. Ésta sería realizada con las votaciones de 100 grandes escritores de 54 nacionalidades
distintas, apareciendo las obras en estricto orden alfabético, para que no prevaleciese ninguna obra sobre otra, pero
por unanimidad se hizo una excepción con "Don Quixote" que encabezó la lista siendo citada como "el mejor trabajo
literario jamás escrito" [2].
Estructura, génesis, contenido, estilo y fuentes
Placa en el número 87 de la calle Atocha de Madrid colocada con
motivo del tercer centenario del Quijote. El texto dice: «Aquí estuvo
la imprenta donde se hizo en 1604 la edición príncipe de la primera
parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha compuesta
por Miguel de Cervantes Saavedra, publicada en mayo de 1605.
Conmemoración MDCCCCV».
La novela consta de dos partes: la primera, El ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha, fue publicada en
1605; la segunda, Segunda parte del ingenioso
caballero don Quijote de la Mancha, en 1615.[3]
La primera parte se imprimió en Madrid, en casa de
Juan de la Cuesta, a finales de 1604. Salió a la venta en
enero de 1605 con numerosas erratas, por culpa de la
celeridad que imponía el contrato de edición. Esta
edición se reimprimió en el mismo año y en el mismo
taller, de forma que hay en realidad dos ediciones de
1605 ligeramente distintas. Se sospecha, sin embargo,
que existió una novela más corta, que sería una de sus
futuras Novelas ejemplares. Fue divulgada o impresa
con el título El ingenioso hidalgo de la Mancha. Esa
publicación se ha perdido, pero autores como Francisco
López de Úbeda o Lope de Vega, entre otros
testimonios, aluden a la fama de esta pieza. Tal vez
circulaba manuscrita e, incluso, podría ser una primera
parte de 1604. También el toledano Ibrahim Taybilí, de
nombre cristiano Juan Pérez y el escritor morisco más
conocido entre los establecidos en Túnez tras la
expulsión general de 1609-1612, narró una visita en
1604 a una librería en Alcalá en donde adquirió las
Epístolas familiares y el Relox de Príncipes de Fray
Antonio de Guevara y la Historia imperial y cesárea de Pedro Mexía. En ese mismo pasaje se burla de los libros de
caballerías de moda y cita como obra conocida el Quijote. Eso le permitió a Jaime Oliver Asín añadir un dato a favor
de la posible existencia de una discutida edición anterior a la de 1605.
La inspiración de Cervantes para componer esta obra vino, al parecer, del llamado Entremés de los romances, que
era de fecha anterior (aunque esto es discutido). Su argumento ridiculiza a un labrador que enloquece creyéndose
héroe de romances. El labrador abandonó a su mujer, y se echó a los caminos, como hizo don Quijote. Este entremés
posee una doble lectura: también es una crítica a Lope de Vega; quien, después de haber compuesto numerosos
romances autobiográficos en los que contaba sus amores, abandonó a su mujer y marchó a la Armada Invencible. Es
conocido el interés de Cervantes por el Romancero y su resentimiento por haber sido echado de los teatros por el
mayor éxito de Lope de Vega, así como su carácter de gran entremesista. Un argumento a favor de esta hipótesis
sería el hecho de que, a pesar de que el narrador nos dice que don Quijote ha enloquecido a causa de la lectura de
libros de caballerías, durante su primera salida recita romances constantemente, sobre todo en los momentos de
mayor desvarío. Por todo ello, podría ser una hipótesis verosímil. A este influjo se agregó el de Tirante el Blanco de
Joanot Martorell, el del Morgante de Luigi Pulci y el del Orlando Furioso de Ludovico Ariosto. Otros críticos

Don Quijote de la Mancha 24
sostienen que es posible localizar la inspiración de Cervantes en El asno de oro de Apuleyo.[4]
La primera parte, en que se alargaba la previa «novela ejemplar», se repartió en cuatro volúmenes. Conoció un éxito
formidable y fue traducida a todas las lenguas cultas de Europa. Sin embargo, no supuso un gran beneficio
económico para el autor a causa de las ediciones piratas. Cervantes sólo reservó privilegio de impresión para el reino
de Castilla, con lo que los reinos aledaños imprimieron Quijotes más baratos que luego venderían en Castilla. Por
otra parte, las críticas de carácter neoaristotélico hacia la nueva fórmula teatral ensayada por Lope de Vega y el
hecho de inspirarse en un entremés en que se le atacaba, supuso atraer la inquina de los lopistas y del propio Lope;
quien, hasta entonces, había sido amigo de Cervantes. Eso motivó que, en 1614, saliera una segunda parte de la obra
bajo el nombre de Alonso Fernández de Avellaneda. En el prólogo se ofende gravemente a Cervantes tachándole de
envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quién era este Alonso Fernández de
Avellaneda. Un importante cervantista, Martín de Riquer, sospecha que fue otro personaje real, Jerónimo de
Pasamonte, un militar compañero de Cervantes y autor de un libro autobiográfico, agraviado por la publicación de la
primera parte, donde aparece como el galeote Ginés de Pasamonte. La novela no es mala y es posible, incluso, que se
inspirara en la continuación que estaba elaborando Cervantes. Aún así, no es comparable a la que se imprimió poco
después. Cervantes jugaría con el hecho de que el protagonista en su obra se entera de que existía un suplantador.
Primera parte
Íncipit escrito en un chip de silicio con un
microscopio de fuerza atómica.
Empieza con un prólogo en el que se burla de la erudición pedantesca y
con unos poemas cómicos, a manera de preliminares, compuestos en
alabanza de la obra por el propio autor, quien lo justifica diciendo que
no encontró a nadie que quisiera alabar una obra tan extravagante
como esta, como sabemos por una carta de Lope de Vega. En efecto, se
trata, como dice el cura, de una «escritura desatada» libre de
normativas que mezcla lo «lírico, épico, trágico, cómico» y donde se
entremeten en el desarrollo historias de varios géneros, como por
ejemplo: Grisóstomo y la pastora Marcela, la novela de El curioso
impertinente, la historia del cautivo, el discurso sobre las armas y las
letras, el de la Edad de Oro, la primera salida de don Quijote solo y la
segunda con su inseparable escudero Sancho Panza (la segunda parte
narra la tercera y postrera salida).
La novela comienza describiéndonos a un tal Alonso Quijano, hidalgo pobre, que enloquece leyendo libros de
caballerías y se cree un caballero medieval. Decide armarse como tal en una venta, que él ve como castillo. Le
suceden toda suerte de cómicas aventuras en las que el personaje principal, impulsado en el fondo por la bondad y el
idealismo, busca «desfacer agravios» y ayudar a los desfavorecidos y desventurados. Profesa un amor platónico a
una tal Dulcinea del Toboso; que es, en realidad, una moza labradora «de muy buen parecer»: Aldonza Lorenzo. El
cura y el barbero del lugar someten la biblioteca de don Quijote a un expurgo, y queman parte de los libros que le
han hecho tanto mal.
Don Quijote lucha contra unos gigantes, que no son otra cosa que molinos de viento. Vela en un bosque donde cree
que hay otros gigantes que hacen ruido; aunque, realmente, son sólo los golpes de unos batanes. Tiene otros curiosos
incidentes como el acaecido con un vizcaíno pendenciero, con unos rebaños de ovejas, con un hombre que azota a un
mozo y con unos monjes benedictinos que acompañan un ataúd a su sepultura en otra ciudad. Otros cómicos
episodios son el del bálsamo de Fierabrás, el de la liberación de los traviesos galeotes; el del Yelmo de Mambrino,
que cree ver en la bacía de un barbero, y el de la zapatiesta causada por Maritornes y don Quijote en la venta, que
culmina con el manteo de Sancho Panza. Finalmente, imitando a Amadís de Gaula, decide hacer penitencia en Sierra
Morena. Terminará siendo apresado por sus convecinos y devuelto a su aldea en una jaula.

Don Quijote de la Mancha 25
En todas las aventuras, amo y escudero mantienen amenas conversaciones. Poco a poco, revelan sus personalidades
y fraguan una amistad basada en el respeto mutuo.
Cervantes dedicó esta parte a Alfonso López de Zúñiga y Pérez de Guzmán, VI duque de Béjar.
Segunda parte
Placa en el número 7 de la calle San Eugenio de Madrid colocada en
1905. El texto dice: «En el solar que ocupa esta casa estuvo en el
siglo xvii la imprenta de Juan de la Cuesta donde se hizo en 1615 la
edición príncipe de la segunda parte del Ingenioso Caballero D.
Quijote de la Mancha escrita por Miguel de Cervantes Saavedra.
Conmemoración en 1905».
En el prólogo, Cervantes se defiende irónicamente de
las acusaciones del lopista Avellaneda y se lamenta de
la dificultad del arte de novelar. En la novela se juega
con diversos planos de la realidad al incluir, dentro de
ella, la edición de la primera parte del Quijote y,
posteriormente, la de la apócrifa Segunda parte, que los
personajes han leído. Cervantes se defiende de las
inverosimilitudes que se han encontrado en la primera
parte, como la misteriosa reaparición del rucio de
Sancho después de ser robado por Ginés de Pasamonte
y el destino de los dineros encontrados en una maleta
de Sierra Morena, etc.
Así pues, en esta segunda entrega Don Quijote y
Sancho son conscientes del éxito editorial de la primera
parte de sus aventuras y ya son célebres. De hecho,
algunos de los personajes que aparecerán en lo sucesivo
han leído el libro y los reconocen. Es más, en un alarde
de clarividencia, tanto Cervantes como el propio Don
Quijote manifiestan que la novela pasará a convertirse
en un clásico de la literatura y que la figura del hidalgo
se verá a lo largo de los siglos como símbolo de La
Mancha.
Cervantes, como narrador homodiegético, esto es, que interviene a la par como narrador y personaje, explica que
había perdido los originales de la novela que como recurso literario atribuye a un autor árabe (Cide Hamete
Benengeli), pero que consiguió recuperarla, de modo que puede seguir traduciéndola.
La obra empieza con el renovado propósito de don Quijote de volver a las andadas y sus preparativos para ello.
Promete una ínsula a su escudero a cambio de su compañía, ínsula que, en efecto, le otorgan unos duques interesados
en burlarse del escudero con el nombre de Barataria. Sancho demuestra tanto su inteligencia en el gobierno de la
ínsula como su carácter pacífico y sencillo. Así, renunciará a un puesto en el que se ve acosado por todo tipo de
peligros y por un médico, Pedro Recio de Tirteafuera, que no le deja probar bocado.
Siguen los siguientes episodios:
•Unos actores van a representar en un carro el auto de Las Cortes de la Muerte.
•El descenso a la Cueva de Montesinos, donde el caballero se queda dormido y sueña todo tipo de disparates que
no llega a creerse Sancho Panza (es una parodia de un episodio de la primera parte del Espejo de Príncipes y
Caballeros y de los descensos a los infiernos de la épica, y para Rodríguez Marín se constituye en el episodio
central de toda la segunda parte).
••El episodio del rebuzno, el del barco encantado, el de la cabeza parlante, el de los postergados azotes de Sancho,
el de Roque Guinart y sus bandoleros catalanes, el de la colgadura de don Quijote, el del Clavileño, entre otros.
•La final derrota del gran manchego en la playa de Barcelona ante el Caballero de la Blanca Luna, que es en
realidad el bachiller Sansón Carrasco disfrazado. Éste le hace prometer que regresará a su pueblo y no volverá a

Don Quijote de la Mancha 26
salir de él como caballero andante. Así lo hace don Quijote, quien piensa, por un momento, en sustituir su
obsesión por la de convertirse en un pastor como los de los libros pastoriles.
Don Quijote retorna, al fin, a la cordura. Enferma y muere de pena entre la compasión y las lágrimas de todos.
Mientras se narra la historia, se entremezclan otras muchas que sirven para distraer la atención de las intrigas
principales. Tienen lugar las divertidas y amenas conversaciones entre caballero y escudero, en las que se percibe
cómo don Quijote va perdiendo sus ideales progresivamente, influido por Sancho Panza. Va transformándose
también su autodenominación, pasando de Caballero de la Triste Figura al Caballero de Los Leones. Por el contrario,
Sancho Panza va asimilando los ideales de su señor, que se transforman en una idea fija: llegar a ser gobernador de
una ínsula.
El 31 de octubre de 1615, Cervantes dedica esta parte a Don Pedro Fernández De Castro y Andrade, VII Conde de
Lemos.
Interpretaciones del Quijote
Don Quijote según Honoré Daumier (c. 1868).
El Quijote ha sufrido, como cualquier obra clásica, todo tipo de
interpretaciones y críticas. Miguel de Cervantes proporcionó en
1615, por boca de Sancho, el primer informe sobre la impresión de
los lectores, entre los que «hay diferentes opiniones: unos dicen:
'loco, pero gracioso'; otros, 'valiente, pero desgraciado'; otros,
'cortés, pero impertinente'» (capítulo II de la segunda parte).
Pareceres que ya contienen las dos tendencias interpretativas
posteriores: la cómica y la seria. Sin embargo, la novela fue
recibida en su tiempo como un libro de entretenimiento, como
regocijante libro de burlas o como una divertidísima y fulminante
parodia de los libros de caballerías. Intención que, al fin y al cabo,
quiso mostrar el autor en su prólogo, si bien no se le ocultaba que
había tocado en realidad un tema mucho más profundo que se salía
de cualquier proporción.
Toda Europa leyó Don Quijote como una sátira. Los ingleses,
desde 1612 en la traducción de Thomas Shelton. Los franceses,
desde 1614 gracias a la versión de César Oudin, aunque en 1608
ya se había traducido el relato El curioso impertinente. Los
italianos desde 1622, los alemanes desde 1648 y los holandeses
desde 1657, en la primera edición ilustrada. La comicidad de las situaciones prevalecía sobre la sensatez de muchos
parlamentos.
La interpretación dominante en el siglo xviii fue la didáctica: el libro era una sátira de diversos defectos de la
sociedad y, sobre todo, pretendía corregir el gusto estragado por los libros de caballerías. Junto a estas opiniones,
estaban las que veían en la obra un libro cómico de entretenimiento sin mayor trascendencia. La Ilustración se
empeñó en realizar las primeras ediciones críticas de la obra, la más sobresaliente de las cuales no fue precisamente
obra de españoles, sino de ingleses: la magnífica de John Bowle, que avergonzó a todos los españoles que presumían
de cervantistas, los cuales ningunearon como pudieron esta cima de la ecdótica cervantina, por más que se
aprovecharon de ella a manos llenas. El idealismo neoclásico hizo a muchos señalar numerosos defectos en la obra,
en especial, atentados contra el buen gusto, como hizo Valentín de Foronda; pero también contra la ortodoxia del
buen estilo. El neoclásico Diego Clemencín destacó de manera muy especial en esta faceta en el siglo xix.
Pronto empezaron a llegar las lecturas profundas, graves y esotéricas. Una de las más interesantes y aún poco
estudiada es la que afirma, por ejemplo, que el Quijote es una parodia de la Autobiografía escrita por San Ignacio de

Don Quijote de la Mancha 27
Loyola, que circulaba manuscrita y que los jesuitas intentaron ocultar. Ese parecido no se le escapó, entre otros, a
Miguel de Unamuno, quien no trató, sin embargo, de documentarlo. En 1675, el jesuita francés René Rapin
consideró que Don Quijote encerraba una invectiva contra el poderoso duque de Lerma. El acometimiento contra los
molinos y las ovejas por parte del protagonista sería, según esta lectura, una crítica a la medida del Duque de rebajar,
añadiendo cobre, el valor de la moneda de plata y de oro, que desde entonces se conoció como moneda de molino y
de vellón. Por extensión, sería una sátira de la nación española. Esta lectura que hace de Cervantes desde un
antipatriota hasta un crítico del idealismo, del empeño militar o del mero entusiasmo, resurgirá a finales del siglo
xviii en los juicios de Voltaire, D'Alembert, Horace Walpole y el intrépido Lord Byron. Para éste último, Don
Quijote había asestado con una sonrisa un golpe mortal a la caballería en España. A esas alturas, por suerte, Henry
Fielding, el padre de Tom Jones, ya había convertido a Don Quijote en un símbolo de la nobleza y en modelo
admirable de ironía narrativa y censura de costumbres sociales. La mejor interpretación dieciochesca de Don Quijote
la ofrece la narrativa inglesa de aquel siglo, que es, al mismo tiempo, el de la entronización de la obra como ejemplo
de neoclasicismo estético, equilibrado y natural. Algo tuvo que ver el valenciano Gregorio Mayáns y Siscar que en
1738 escribió, a manera de prólogo a la traducción inglesa de ese año, la primera gran biografía de Cervantes. Las
ráfagas iniciales de lo que sería el huracán romántico anunciaron con toda claridad que se acercaba una
transformación del gusto que iba a divorciar la realidad vulgar de los ideales y deseos. José Cadalso había escrito en
sus Cartas marruecas en 1789 que en Don Quijote «el sentido literal es uno y el verdadero otro muy diferente».
Heinrich Heine.
El Romanticismo alemán trató de descifrar el significado
verdadero de la obra. Friedrich von Schlegel asignó a Don Quijote
el rango de precursora culminación del arte romántico en su
Diálogo sobre la poesía de 1800 (honor compartido con el Hamlet
de Shakespeare). Un par de años después, Friedrich W. J.
Schelling, en su Filosofía del arte, estableció los términos de la
más influyente interpretación moderna, basada en la confrontación
entre idealismo y realismo, por la que Don Quijote quedaba
convertido en un luchador trágico contra la realidad grosera y
hostil en defensa de un ideal que sabía irrealizable. A partir de ese
momento, los románticos alemanes (Schelling, Jean Paul, Ludwig
Tieck...) vieron en la obra la imagen del heroísmo patético. El
poeta Heinrich Heine contó en 1837, en el lúcido prólogo a la
traducción alemana de ese año, que había leído Don Quijote con
afligida seriedad en un rincón del jardín Palatino de Dusseldorf,
apartado en la avenida de los Suspiros, conmovido y melancólico.
Don Quijote pasó de hacer reír a conmover, de la épica burlesca a
la novela más triste. Los filósofos Hegel y Arthur Schopenhauer proyectaron en los personajes cervantinos sus
preocupaciones metafísicas.
El Romanticismo inició la interpretación figurada o simbólica de la novela, y pasó a un segundo plano la lectura
satírica. Que muelan a palos al caballero, ya no le hizo gracia al poeta inglés Samuel Taylor Coleridge. Don Quijote
se le antojaba ser «una sustancial alegoría viviente de la razón y el sentido moral», abocado al fracaso por falta de
sentido común. Algo parecido opinó en 1815 el ensayista William Hazlitt: «El pathos y la dignidad de los
sentimientos se hallan a menudo disfrazados por la jocosidad del tema, y provocan la risa, cuando en realidad
deben provocar las lágrimas». Este Don Quijote triste se prolonga hasta los albores del siglo xx. El poeta Rubén
Darío lo invocó en su Letanía de Nuestro Señor don Quijote con este verso: «Ora por nosotros, señor de los tristes»
y lo hace suicidarse en su cuento DQ, compuesto el mismo año, personificando en él la derrota de 1898. No fue
difícil que la interpretación romántica acabara por identificar al personaje con su creador. Las desgracias y
sinsabores quijotescos se leían como metáforas de la vapuleada vida de Cervantes y en la máscara de Don Quijote se

Don Quijote de la Mancha 28
pretendía ver los rasgos de su autor, ambos viejos y desencantados. El poeta y dramaturgo francés Alfred de Vigny
imaginó a un Cervantes moribundo que declaraba in extremis haber querido pintarse en su Caballero de la Triste
Figura.
Homenaje al IV Centenario de El Quijote, frente a la casa natal de Miguel
de Cervantes en Alcalá de Henares.
Parte de monumento IV centenario de Don Quijote de la
Mancha en Alcalá de Henares.
Durante el siglo xix, el personaje cervantino se
convierte en un símbolo de la bondad, del
sacrificio solidario y del entusiasmo. Representa la
figura del emprendedor que abre caminos nuevos.
El novelista ruso Iván Turgénev así lo hará en su
espléndido ensayo Hamlet y Don Quijote (1860),
en el que confronta a los dos personajes como
arquetipos humanos antagónicos: el extravertido y
arrojado frente al ensimismado y reflexivo. Este
Don Quijote encarna toda una moral que, más que
altruista, es plenamente cristiana.
Antes de que W. H. Auden eleve al hidalgo a los
altares de la santidad, Dostoyevski ya lo había
comparado con Jesucristo, para afirmar que «de
todas las figuras de hombres buenos en la
literatura cristiana, sin duda, la más perfecta es
Don Quijote». También el príncipe Mishkin de El
idiota está fraguado en el molde cervantino con un
metal que procede del Cristo bíblico. Menos
evangélicos, Gógol, Pushkin y Tolstói vieron en él
un héroe de la bondad extrema y un espejo de la
maldad del mundo.

Don Quijote de la Mancha 29
Ilustración de Don Quijote de 1848.
El siglo romántico no sólo estableció la interpretación grave de
Don Quijote, sino que lo empujó al ámbito de la ideología política.
La idea de Herder de que en el arte se manifiesta el espíritu de un
pueblo (el Volksgeist) se propagó por toda Europa y se encuentra
en autores como Thomas Carlyle e Hippolyte Taine, para quienes
Don Quijote reflejaba los rasgos de la nación en que se engendró.
Pero ¿cuáles eran esos rasgos? Para los románticos conservadores,
la renuncia al progreso y la defensa de un tiempo y unos valores
sublimes aunque caducos, los de la caballería medieval y los de la
España imperial de Felipe II. Para los liberales, la lucha contra la
intransigencia de esa España sombría y sin futuro. Estas lecturas
políticas siguieron vigentes durante decenios, hasta que el régimen
surgido de la Guerra Civil en España privilegió la primera,
imbuyendo la historia de nacionalismo tradicionalista.
El siglo xx recuperó la interpretación jocosa como la más ajustada
a la de los primeros lectores, pero no dejó de ahondarse en la
interpretación simbólica. Crecieron las lecturas esotéricas y disparatadas y muchos creadores formularon su propio
acercamiento, desde Kafka y Jorge Luis Borges hasta Milan Kundera. Thomas Mann, por ejemplo, inventó en su
Viaje con Don Quijote (1934) a un caballero sin ideales, hosco y un punto siniestro alimentado por su propia
celebridad, y Vladimir Nabokov, con lentes anacrónicos, pretendió poner los puntos sobre las íes en un célebre y
polémico curso.
Quizá, el principal problema consista en que Don Quijote no es uno, sino dos libros difíciles de reducir a una unidad
de sentido. El loco de 1605, con su celada de cartón y sus patochadas, causa más risa que suspiros, pero el sensato
anciano de 1615, perplejo ante los engaños que todos urden en su contra, exige al lector trascender el significado de
sus palabras y aventuras mucho más allá de la comicidad primaria de palos y chocarrerías. Abundan las
interpretaciones panegiristas y filosóficas en el siglo xix. Las interpretaciones esotéricas se iniciaron en dicho siglo
con las obras de Nicolás Díaz de Benjumea La estafeta de Urganda (1861), El correo del Alquife (1866) o El
mensaje de Merlín (1875). Benjumea encabeza una larga serie de lecturas impresionistas de Don Quijote
enteramente desenfocadas; identifica al protagonista con el propio Cervantes haciéndole todo un librepensador
republicano. Siguieron a éste Benigno Pallol, más conocido como Polinous, Teodomiro Ibáñez, Feliciano Ortego,
Adolfo Saldías y Baldomero Villegas. En 1967, la cabalista Dominique Aubier afirma que «Don Quijote es un libro
que puede leerse a la vez en castellano y en hebreo». Según ella, Don Quijote (Q´jot en arameo significa verdad) se
escribió en el marco de una preocupación ecuménica. En recuerdo de una España tierra de encuentro de las tres
religiones reveladas, Cervantes propondría al futuro un vasto proyecto cultural colocando en su centro el poder del
verbo.
A partir de 1925 las tendencias dominantes de la crítica literaria se agrupan en diversas ramas:
•1) Perspectivismo (Leo Spitzer, Edward Riley, Mia Gerhard)
•2) Crítica existencialista (Américo Castro, Stephen Gilman, Durán, Luis Rosales)
•3) Narratología o socio-antropología (Redondo, Joly, Moner, Cesare Segre)
•4) Estilística y aproximaciones afines (Helmut Hatzfeld, Leo Spitzer, Casalduero, Rosenblat)
•5) Investigación de las fuentes del pensamiento cervantino, sobre todo en su aspecto «disidente» (Marcel
Bataillon, Vilanova, Márquez Villanueva, Forcione, Maravall)
•6) Los contradictores de Américo Castro desde puntos de vista diversos, al impulso modernizante que manifiesta
El pensamiento de Cervantes de Castro (Erich Auerbach, Alexander A. Parker, Otis H. Green, Martín de Riquer,
Russell, Close)

Don Quijote de la Mancha 30
•7) Tradiciones críticas antiguas renovadas: la investigación de la actitud de Cervantes ante la tradición
caballeresca (Murillo, Williamson, Daniel Eisenberg); el estudio de los «errores» del Quijote (Stagg, Flores) o de
su lengua (Amado Alonso, Rosenblat); la biografía de Cervantes (McKendrick, Jean Canavaggio)
•8) Interpretación judía-cabalística, desde 1967: Don Quijote como obra mayor inspirada por el Zohar y encriptada
en clave hebrea (Dominique Aubier, Reichelberg, Baruch, Mac Gaha).
El realismo en Don Quijote
Molinos de viento en Campo de Criptana (La Mancha,
España).
La primera parte supone un avance considerable en el arte de
narrar. Constituye una ficción de segundo grado, es decir, el
personaje influye en los hechos. Lo habitual en los libros de
caballerías hasta entonces era que la acción importaba más que los
personajes. Éstos eran traídos y llevados a antojo, dependiendo de
la trama (ficciones de primer grado). Los hechos, sin embargo, se
presentan poco entrelazados entre sí. Están encajados en una
estructura poco homogénea, abigarrada y variada, típicamente
manierista, en la que pueden reconocerse entremeses apenas
adaptados, novelas ejemplares insertadas, discursos, poemas, etc.
La segunda parte es más barroca que manierista. Representa un
avance narrativo mucho mayor de Cervantes en cuanto a la
estructura novelística: los hechos se presentan amalgamados más estrechamente y se trata ya de una ficción de tercer
grado. Por primera vez en una novela europea, el personaje transforma los hechos y al mismo tiempo es
transformado por ellos. Los personajes evolucionan con la acción y no son los mismos al empezar que al acabar.
Como primera novela verdaderamente realista, al regresar Don Quijote a su pueblo, asume la idea de que no sólo no
es un héroe, sino que no hay héroes. Esta idea desesperanzada e intolerable, similar a lo que sería el nihilismo para
otro cervantista, Dostoyevski, matará al personaje que era, al principio y al final, Alonso Quijano, conocido por el
sobrenombre de El Bueno.
Temática
La riqueza temática de la obra es tal que, en sí misma, resulta inagotable. Supone una reescritura, recreación o
cosmovisión especular del mundo en su época. No obstante, pueden dibujarse algunas directrices principales que
pueden servir de guía a su lector.
El tema de la obra gira en torno a si es posible encontrar un ideal en lo real. Este tema principal está estrechamente
ligado con un concepto ético, el de la libertad en la vida humana, como ha estudiado Luis Rosales; Cervantes estuvo
preso gran parte de su vida y luchó por la libertad de Europa frente al Imperio Otomano. ¿A qué debe atenerse el
hombre sobre la realidad? ¿Qué idea puede hacerse de ella mediante el ejercicio de la libertad? ¿Podemos cambiar el
mundo o el mundo nos cambia a nosotros? ¿Qué es lo más cuerdo o lo menos loco? ¿Es moral intentar cambiar el
mundo? ¿Son posibles los héroes? De esta temática principal, estrechamente ligada al tema erasmiano de la locura y
al tan barroco de la apariencia y la realidad, derivan otros secundarios:
1.El ideal literario: el tema de la crítica literaria es constante a lo largo de toda la obra de Cervantes. Se encuentran
en la obra críticas a los libros de caballerías, las novelas pastoriles y la nueva fórmula teatral creada por Félix
Lope de Vega.
2.2.El ideal de amor: La pareja principal (Don Quijote y Dulcinea) no llega a darse, es por eso que aparecen
diferentes historias de amor (mayormente entre parejas jóvenes), algunas desgraciadas por concepciones de vida
rigurosamente ligadas a la libertad (Marcela y Grisóstomo) o por una inseguridad patológica (novela inserta del
curioso impertinente) y aquellas que se concretan felizmente (Basilio y Quiteria en las «Bodas de Camacho»).

Don Quijote de la Mancha 31
También aparece el tema de los celos, muy importante en Cervantes.
3.El ideal político: aparece el tema de la utopía en fragmentos como el gobierno de Sancho en la ínsula Barataria,
las ensoñaciones quiméricas de don Quijote en la cueva de Montesinos y otros.
4.4.El ideal de justicia: como en las aventuras de Andresillo, los galeotes, etc.
Originalidad
En cuanto a obra literaria, puede decirse que es, sin duda alguna, la obra maestra de la literatura de humor de todos
los tiempos. Además es la primera novela moderna y la primera novela polifónica, y ejercerá un influjo abrumador
en toda la narrativa europea posterior.
En primer lugar, aportó la fórmula del realismo, tal como había sido ensayada y perfeccionada en la literatura
castellana desde la Edad Media. Caracterizada por la parodia y burla de lo fantástico, la crítica social, la insistencia
en los valores psicológicos y el materialismo descriptivo.
En segundo lugar, creó la novela polifónica, esto es, la novela que interpreta la realidad, no según un solo punto de
vista, sino desde varios puntos de vista superpuestos al mismo tiempo. Torna la realidad en algo sumamente
complejo, pues no sólo intenta reproducirla, sino que en su ambición pretende incluso sustituirla. La novela
moderna, según la concibe el Quijote, es una mezcla de todo. Tal como afirma el propio autor por boca del cura, es
una «escritura desatada»: géneros épicos, líricos, trágicos, cómicos, prosa, verso, diálogo, discursos, chistes, fábulas,
filosofía, leyendas... y la parodia de todos estos géneros.
La voraz novela moderna que representa el Quijote intenta sustituir la realidad, incluso, físicamente: alarga más de lo
acostumbrado la narración y transforma, de esa manera, la obra en un cosmos.
Técnicas narrativas
En la época de Cervantes, la épica se podía escribir también en prosa. Las técnicas narrativas que ensaya Cervantes
en esta novela son varias:
•La recapitulación o resumen periódico cada cierto tiempo de los acontecimientos, a fin de que el lector no se
pierda en una narración tan larga.
•El contraste entre lo idealizado y lo real, que se da a todos los niveles. Por ejemplo, en el estilo, que a veces
aparece pertrechado con todos los elementos de la retórica y otras veces aparece rigurosamente ceñido a la
imitación del lenguaje popular.

Don Quijote de la Mancha 32
Hay un contraste entre los personajes. En el diálogo los personajes se
escuchan y comprenden, Quijote se sanchifica y Sancho Panza se
quijotiza.
•También está el contraste entre los personajes, a
los que Cervantes gusta de colocar en parejas, a
fin de que cada uno le ayude a construir otro
diferente mediante el diálogo. Un diálogo en el
que los personajes se escuchan y se
comprenden, ayudándoles a cambiar su
personalidad y perspectiva: don Quijote se
sanchifica y Sancho se quijotiza. Si el señor se
obsesiona con ser caballero andante, Sancho se
obsesiona con ser gobernador de una ínsula.
Tan desengañados llegan a estar el uno como el
otro. A la inversa, don Quijote va siendo cada
vez más consciente de lo teatral y fingido de su
actitud. Por ejemplo, a raíz de su ensoñación en
la cueva de Montesinos, Sancho se burlará de él
el resto del camino. Esta mezcla y
superposición de perspectivas se denomina perspectivismo.
•El humor es constante en la obra. Es un humor muy especial: respetuoso con la dignidad humana de los
personajes.
•Una primera forma de contrapunto narrativo: una estructura compositiva en forma de tapiz, en la que las historias
se van sucediendo unas a otras, entrelazándose y retomándose continuamente.
••La suspensión, esto es, la creación de enigmas que «tiran» de la narración y del interés del lector hasta su
resolución lógica, cuando ya se le ha formulado otro enigma para continuar más allá.
•La parodia lingüística y literaria de géneros, lenguajes y roles sociales como fórmula para mezclar los puntos de
vista hasta ofrecer la misma visión confusa que suministra la interpretación de lo real.
•La oralidad del lenguaje cervantino, vestigio de la profunda obsesión teatral de Cervantes, y cuya viveza
aproxima extraordinariamente al lector a los personajes y al realismo facilitando su identificación y complicidad
con los mismos.
•El perspectivismo, que ya se ha señalado, hace que cada hecho sea descrito por cada personaje en función de una
cosmovisión distinta, y con arreglo a ello la realidad se torna súbitamente compleja y rica en sugestiones.
••Simula imprecisiones en los nombres de los personajes y en los detalles poco importantes, a fin de que el lector
pueda crearse su propia imagen en algunos aspectos de la obra y sentirse a sus anchas en la misma, suspendiendo
su sentido crítico.
•Utiliza juegos metaficcionales a fin de difuminar y hacer desaparecer la figura del autor del texto por medio de
continuos intermediarios narrativos (Cide Hamete Benengeli), los supuestos Anales de la Mancha, etc.) que
hacen, así, menos literaria y más realista la obra desproveyéndola de su carácter perfecto y acabado.

Don Quijote de la Mancha 33
Trascendencia: el cervantismo
Estatua en Madrid de Sancho Panza por
Lorenzo Coullaut Valera, 1930.
Aunque el influjo de la obra de Cervantes es obvio en los procedimientos y
técnicas que ensayó toda la novela posterior, en algunas obras europeas del
siglo xviii y xix es perceptible todavía más esa semejanza. Se ha llegado,
incluso, a decir que toda novela posterior reescribe El Quijote o lo contiene
implícitamente. Así, por ejemplo, uno de los lectores de Don Quijote, el
novelista policíaco Jim Thompson, afirmó que hay unas cuantas estructuras
novelísticas, pero sólo un tema: «las cosas no son lo que parecen». Ese es
un tema exclusivamente cervantino.
En España, por el contrario, Cervantes no alcanzó a tener seguidores dignos
de su nombre, fuera de María de Zayas en el siglo xvii y José Francisco de
Isla en el xviii. El género narrativo se había sumido en una gran decadencia
a causa de su contaminación con elementos moralizadores ajenos y la
competencia que le hizo, como entretenimiento, el teatro barroco.
Solamente renacerá Cervantes como modelo novelístico en España con la
llegada del realismo. Benito Pérez Galdós, gran conocedor de Don Quijote,
del que se sabía capítulos enteros, será un ejemplo de ello con su abundante
producción literaria. Paralelamente, la novela suscitó gran número de
traducciones y estudios, suscitando una rama entera de los estudios de
Filología Hispánica, el cervantismo nacional e internacional.
Continuaciones de Don Quijote
Además del Segundo Tomo de Alonso Fernández de Avellaneda, existen varias continuaciones del Quijote. Las
primeras fueron tres obras francesas: las dos partes de la Historia del admirable don Quijote de la Mancha, escritas
por Francois Filleau de Saint-Martin y Robert Challe, y la anónima Continuación nueva y verdadera de la historia y
las aventuras del incomparable don Quijote de la Mancha.
Del siglo xviii datan dos de las continuaciones españolas de la obra, que pretenden relatar lo sucedido después de la
muerte de Don Quijote, como las Adiciones a la historia del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de
Jacinto María Delgado, y la Historia del más famoso escudero Sancho Panza, en dos partes (1793 y 1798), de Pedro
Gatell y Carnicer.
En 1886 se publicó en La Habana la obra del gallego Luis Otero y Pimentel Semblanzas caballerescas o las nuevas
aventuras de Don Quijote de la Mancha, cuya acción transcurre en Cuba a fines del siglo xix. En el xx aparecieron
varias continuaciones más, entre ellas una muy divertida, La nueva salida del valeroso caballero D. Quijote de la
Mancha: tercera parte de la obra de Cervantes, de Alonso Ledesma Hernández (Barcelona, 1905) y El pastor
Quijótiz de José Camón Aznar (Madrid, 1969). Al morir don Quijote (2004), la más reciente novela que continúa la
historia, es obra del español Andrés Trapiello. Hay también continuaciones hispanoamericanas, entre ellas Capítulos
que se le olvidaron a Cervantes, de Juan Montalvo y Don Quijote en América o sea la cuarta salida del ingenioso
Hidalgo de La Mancha, de don Tulio Febres Cordero, libro editado en 1905 (edición conmemorativa 2005, ULA).

Don Quijote de la Mancha 34
Don Quijote alrededor del mundo
Don Quijote en Hispanoamérica
Francisco Rodríguez Marín descubrió que la mayor parte de la primera edición de Don Quijote había ido a parar a
las Indias. En unas fiestas con motivo de haber sido nombrado virrey del Perú el marqués de Montesclaros, se aludió
a la obra maestra de Cervantes. En los envíos de libros a Buenos Aires durante los siglos xvii y xviii figuran quijotes
y otras obras de Cervantes. En la novela La Quijotita y su prima del mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi
(1776-1827) es evidente el influjo cervantino. El ensayista ecuatoriano Juan Montalvo (1832-1889) compuso una
continuación de la obra con el ingenioso título de Capítulos que se olvidaron a Cervantes, y el cubano Luis Otero y
Pimentel escribió otra con el título Semblanzas caballerescas o las nuevas aventuras de Don Quijote de la Mancha,
cuya acción se desenvuelve en una Cuba identificada por el protagonista con el nombre de Ínsula Encantada. Otro
ensayista canónico, José Enrique Rodó, leyó en clave quijotesca el descubrimiento, conquista y colonización de
América, y Simón Bolívar, que un día dio la orden burlesca de fusilar a Don Quijote para que ningún peruano le
imitase nunca, cercana ya la hora de su muerte hubo de pronunciar, con más de un desengaño a sus espaldas, estas
asombrosas palabras: «Los tres grandísimos majaderos hemos sido Jesucristo, Don Quijote y yo». No es extraño,
pues, que Rafael Obligado, en su poema El alma de Don Quijote, identifique a Bolívar y San Martín con El
Caballero de la Triste Figura. También, desde los Andes venezolanos, el escritor merideño Tulio Febres Cordero
escribió Don Quijote en América: o sea la cuarta salida del ingenioso hidalgo de La Mancha publicada en la misma
ciudad, en la Tip. El Lápiz, en 1905 (reeditada recientemente con motivo de los 100 años de su publicación).
Uno de los más importantes cervantistas hispanoamericanos fue el chileno José Echeverría y Rubén Darío ofreció
una versión decadente del mito en su cuento DQ, ambientado en los últimos días del imperio colonial español, así
como en las Letanías a Nuestro Señor Don Quijote, incluidas en sus Cantos de vida y esperanza (1905). El
costarricense Carlos Gagini escribió un breve relato denominado Don Quijote se va, y el cubano Enrique José
Varona la conferencia titulada Cervantes. El poeta argentino Evaristo Carriego escribió el extenso poema Por el
alma de Don Quijote, que participa en la extendida santificación del personaje quijotesco. Por otra parte, los
igualmente argentinos Alberto Gerchunoff (1884-1950) y Manuel Mújica Láinez (1910-1984) son habituales
cultivadores de lo que se ha venido a llamar glosa cervantina. Se ha observado el influjo cervantino en el Martín
Fierro de José Hernández y en otra obra maestra de la literatura gauchesca, Don Segundo Sombra de Ricardo
Güiraldes. Es perceptible el influjo cervantino en la gran novela histórica de Enrique Larreta La gloria de Don
Ramiro, y Jorge Luis Borges posee una relación tan compleja con la ficción como la de Cervantes, pues no en vano
leyó la obra desde niño y la glosó en ensayos y poemas, así como se inspiró en ella para elaborar el cuento Pierre
Menard, autor del Quijote incluido en su antología Ficciones.
En efecto, Cervantes está presente en las grandes obras del boom hispanoamericano, empezando por las obras Alejo
Carpentier Los Pasos Perdidos y la imitación barroca en Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, que es la
segunda obra escrita en castellano más traducida de todos los tiempos.
Don Quijote en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
La inglesa fue la primera traducción que se hizo en Europa de la primera parte de Don Quijote, merced a Thomas
Shelton (en 1612), quien más tarde haría también la segunda; su traducción, sin embargo, tiene errores, pero posee
una gran vivacidad; más exacta sería, sin embargo, la de Charles Jarvis en 1742, pero a costa de la gran inspiración
de su predecesor. También al Cervantismo inglés se le deben dos de las primeras contribuciones críticas al
establecimiento del texto de Don Quijote en su lengua original durante el siglo xviii: la edición de 1738, lujosísima y
bellamente ilustrada por demás, cuyo texto corrió a cargo de Pedro Pineda, y la de John Bowle en 1781. La huella de
la obra de Cervantes fue casi tan profunda en Inglaterra como en España. Ya incluso en el teatro del siglo xvii:
Francis Beaumont y John Fletcher representaron en 1611 un drama heroico-burlesco titulado El caballero de la
mano de almirez llameante inspirado en la primera parte, y se tradujo en fecha tan temprana como 1612 por Thomas

Don Quijote de la Mancha 35
Shelton; poco después, Shakespeare y el mismo Fletcher escribieron en 1613 otra obra sobre la «Historia de
Cardenio» recogida en Don Quijote, Cardenio, que se ha perdido. El Hudibras de Samuel Butler está inspirado
también en Don Quijote como reacción contra el puritanismo. En 1687 se hace una nueva traducción, la del sobrino
de John Milton, John Philipps, que alcanzó una enorme difusión, aunque le siguieron las traducciones dieciochescas
de Anthony Motteux (1700), Jarvis (1724) y Smollet (1755). Hay huellas de Don Quijote en el Robinson Crusoe de
Daniel Defoe y en los Viajes de Gulliver (1726) de Jonathan Swift y, más aún, en las obras de Henry Fielding: éste
escribió Don Quixote in England (1734) y uno de los personajes de su novela Joseph Andrews, escrita, según el
autor, «a la manera de Cervantes», es Abraham Adams, «párroco quijotesco del siglo xviii», en quien empieza una
especie de santificación del héroe cervantino. El novelista Tobías Smollet notó la impronta de la novela que había
traducido en sus novelas Sir Launcelot Greaves y Humphry Clinker. Lawrence Sterne fue un genial discípulo de
Cervantes en su Tristram Shandy. Charlotte Lennox publica en 1752 su Mujer Quijote y Jane Austen experimenta su
influjo en su muy célebre La abadía de Northanger, ya de 1818. El creador de la novela histórica romántica, el
escocés Walter Scott, se veía a sí mismo como una especie de Don Quijote. Byron cree ver en su Don Juan la causa
de la decadencia de España en Don Quijote, pues a su ver este libro había hecho desaparecer en este país las virtudes
caballerescas. Wordsworth, en el libro V de su Preludio (1850), sintetiza en su ermitaño un nuevo Don Quijote y
otro poeta lakista, Samuel Taylor Coleridge, asumiendo ideas de los románticos alemanes, viene a considerar a Don
Quijote la personificación de dos tendencias contrapuestas, el alma y el sentido común, la poesía y la prosa. Por
último, los maestros del ensayo romántico inglés, Charles Lamb y William Hazlitt dedicaron páginas críticas aún
frescas a esta obra clásica de la literatura universal. Ya en el realismo del periodo victoriano, Charles Dickens, por
ejemplo, imitó la novela en Los documentos póstumos del club Pickwick (1836-1837), en donde Mr. Pickwick
representa a don Quijote y su inseparable Sam Weller a Sancho Panza; su cervantismo llegó hasta hacer del
personaje de Fagin en su Oliver Twist una especie de Monipodio; su competidor William Makepeace Thackeray,
imitó la novela en su The newcomers, así como George Gissing, que en su obra Los documentos privados de Henry
Ryecroft hace a su protagonista pedir leer en su lecho de muerte el Don Quijote. A finales de siglo surgen tres nuevas
traducciones, la de Duffield (1881), la de Ormsby (1885) y la de Watt (1888). Fitmaurice-Kelly colaborará después
con Ormsby en la primera edición crítica del texto español (Londres, 1898-1899) y son ya lo que podemos llamar
miembros de lo que se ha venido a llamar cervantismo internacional.
El «quijotismo» inglés se prolonga durante el siglo xx. Gilbert Keith Chesterton recuerda a Cervantes al final de su
poema Lepanto y en su novela póstuma El retorno de Don Quijote convierte en Alonso Quijano al bibliotecario
Michael Herne. Graham Greene asume la tradición cervantina de Fielding en su Monseñor Quijote a través del
protagonista, párroco de El Toboso, que cree descender del héroe cervantino. W. H. Auden considera, por otra parte,
a la pareja Quijote-Sancho la más grande de las parejas entre espíritu y naturaleza, cuya relación consiste en lo que
llama projimidad cristiana.

Don Quijote de la Mancha 36
Don Quijote en los Estados Unidos de América
Mark Twain.
Entre los primeros lectores estadounidenses de la novela se
encuentra el padre fundador Thomas Jefferson, humanista y
erudito además de político y tercer Presidente de la Nación. Don
Quijote era una de sus lecturas preferidas y poseía un ejemplar en
español de la edición de la Real Academia Española de 1781, que
se conserva actualmente en la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
Se ha apreciado el influjo de la inmortal novela cervantina en el
Moby Dick de Herman Melville. Es más, Mark Twain era un
admirador de Don Quijote y acoge aspectos de la novela en su
Huckleberry Finn; William Faulkner declaró releer la obra de
Cervantes cada año y afirman su huella también autores como Saul
Bellow, cuya primera y más aplaudida obra, Las aventuras de
Augie March (1935) le debe bastante; Thornton Wilder, en Mi
destino, (1934); y John Kennedy Toole, en La conjura de los
necios. Como crítico, Vladimir Nabokov no llegó, sin embargo, a
entender la obra y, por otra parte, es patente, aunque apenas
estudiado, el influjo de Cervantes en autores más recientes como
Jim Thompson, William Saroyan o Paul Auster. Una reciente traducción en un inglés menos arcaico, la de
Grossmann, ha vuelto a popularizar la obra en los EE. UU., que, es verdad, nunca había decaído a causa de
adaptaciones como el musical El hombre de La Mancha. El importante crítico Harold Bloom ha dedicado páginas y
libros de literatura comparada a la obra.
Don Quijote en los Países Bajos y Alemania
En los Países Bajos, la tierra de los molinos, se leyó mucho Don Quijote como una obra satírica sobre la España que
se había enfrentado con la potencia protestante, rival en los mares. Pieter Arentz Langedijk, importante autor de la
primera mitad del siglo xviii, escribió una comedia que todavía continúa representándose en la actualidad, Don
Quijote en las bodas de Camacho (1699). La hispanista Barber van de Pol ha traducido la obra nuevamente al
neerlandés en 1997 con gran éxito.

Don Quijote de la Mancha 37
Thomas Mann.
En Alemania el influjo de Don Quijote fue tardío y menor que el
de autores como Baltasar Gracián o la novela picaresca durante los
siglos xvii y xviii, en los que el influjo del racionalismo francés
predominó. La primera traducción parcial (que contiene 22
capítulos) aparece en Fráncfort, en 1648, bajo el título de Don
Kichote de la Mantzscha, Das ist: Juncker Harnisch auß
Fleckenland/ Aus Hispanischer Spraach in hochteutsche ubersetzt;
el traductor era Pahsch Basteln von der Sohle. Bertuch publica una
traducción en 1775, pero ya en 1764 había publicado a imitación
de Cervantes Christoph Martin Wieland su Don Sylvio de Rosalva,
que viene a constituir el modelo de la novela alemana moderna
(Der Sieg der Natur über die Schwärmerei oder die Abenteuer des
Don Sylvio von Rosalva, Ulm 1764). Herder, Schiller y Goethe se
harán eco de la gran novela cervantina y de las obras de Pedro
Calderón de la Barca. El Romanticismo, en efecto, supone la
aclimatación del cervantismo, el calderonismo y el gracianismo en
Alemania: ven la luz las traducciones hoy clásicas de Ludwig
Tieck y de Soltau. Se ocupan de toda la obra de Cervantes, y no
solo del Don Quijote, los hermanos August Wilhelm y Friedrich von Schlegel, el ya citado poeta Tieck y el filósofo
Schelling. Esta nómina de cervantistas se completa con Verónica Veit, Gotthold Ephraim Lessing, Juan Pablo
Richter y Bouterwek en lo que constituye la primera generación de cervantistas románticos alemanes. Después
seguirán los filósofos Solger, Hegel y Schopenhauer, así como los poetas Joseph von Eichendorff y E.T.A.
Hoffmann. La visión general de los cervantistas románticos alemanes, pergeñada ya por August Wilhelm von
Schlegel, consiste en percibir en el caballero una personificación de las fuerzas que luchan en el hombre, del eterno
conflicto entre el idealismo y prosaísmo, entre imaginación y realidad, entre verso y prosa. En ese sentido apunta
también el prólogo de Heinrich Heine a la edición francesa de Don Quijote; no debemos olvidar, por otra parte, su
siniestro augurio de que los pueblos que queman libros terminarán por quemar hombres, contenido en su pieza
dramática Almansor. Para este autor, constituyen el triunvirato poético de la modernidad Cervantes, Shakespeare y
Goethe. Por otra parte, Franz Grillparzer suscribe el juicio de Lord Byron sobre la decadencia española y Richard
Wagner admira en el libro la resurrección del espíritu heroico medieval. Richard Strauss renueva el tema con el
poema sinfónico Don Quijote. Variaciones fantásticas sobre un tema caballeresco (1897). Ya en el siglo xx, Franz
Kafka compone su apólogo La verdad sobre Sancho Panza y, en mayo de 1934, el novelista Thomas Mann elige
como compañero de viaje a Estados Unidos la traducción de Tieck del Don Quijote, experiencia que quedará
recogida en su ensayo A bordo con Don Quijote, en la que el autor esboza una defensa de los valores de la cultura
europea amenazada por un fascismo en auge. Por último, el teólogo suizo Hans Urs von Balthasar, en unas
memorables páginas de su obra Gloria, (1985–1989), ve en la comicidad de Don Quijote la comicidad y el ridículo
cristiano: «Acometer a cada paso, modestamente, lo imposible». En ese sentido se decanta también el ilustre
hispanista y cervantista Friedrich Schürr, en su conferencia de 1951 Don Quijote como expresión del alma
occidental («Der Don Quijote als Ausdruck der abendländischen Seele»).

Don Quijote de la Mancha 38
Don Quijote en Rusia
Fiódor Dostoyevski. Retrato por Vasili Peróv, 1872.
Unamuno afirmó que los países que mejor habían comprendido
Don Quijote fueron Inglaterra y Rusia. Es cierto que en el país
eslavo gozó de un gran prestigio, difusión e influencia literaria,
pero también lo es que en sus autores más eminentes, como Fiódor
Dostoyevski o Lev Tolstói, el verdadero don Quijote es el del
último capítulo, Alonso Quijano, el Bueno.
Como cuenta Vsévolod Bagno en El Quijote vivido por los rusos
(Madrid: CSIC — Diputación de Ciudad Real, 1995), ya Pedro I
había leído la obra, como se deduce por una anécdota incluida en
Relatos de Nartov sobre Pedro el Grande:
El zar, partiendo hacia Dunkerque, al ver un montón
de molinos se rió y dijo a Pavel Yaguzinski: «Si
estuviera aquí Don Quijote, tendría mucho trabajo.
A mediados de siglo la apertura del país a Occidente permitió un
conocimiento mayor y menos selectivo de la obra de Cervantes. El
científico y escritor Miguel o Mijaíl Lomonósov poseía un
ejemplar del Quijote de la traducción alemana de 1734. Vasili
Trediakovski en su Diálogo entre un extranjero y un ruso sobre la ortografía vieja y nueva recomienda que los
diálogos sean tan naturales como los que sostenían el caballero andante Don Quijote y su escudero Sancho Panza, «a
pesar de sus extraordinarias aventuras», y no encuentra en la literatura rusa nada semejante. Sumarókov distinguió
en su artículo «Sobre la lectura de novelas» (1759) el Don Quijote de toda la avalancha de novelas de aventuras que
cayó sobre Rusia, valorándola como una excelente sátira. Aleksandr Radíshchev, en una de las obras maestras de la
literatura rusa del dieciocho, Viaje de San Petersburgo a Moscú (1790), compara uno de los acontecimientos del
camino con la batalla entre el héroe y el rebaño de ovejas. En otras obras suyas aparece más patente esta huella.
Vasili Liovshín hizo caminar a un caballero con un sanchopancesco amigo en Las horas vespertinas, o los cuentos
antiguos de los eslavos drevlianos (1787). A fines del xviii hay un quijote que pasa de una tontería (así se dice) a
otra también en una novela anónima, Anísimich. Un nuevo Don Quijote; el fin habitual de estas obras era «poner en
claro las mezquinas pasiones de la hidalguía rural».
El fabulista Iván Krylov compara en una carta de su Correo de los espíritus al protagonista de la tragedia Rozlav de
Kniazhnin con el Caballero de la Triste Figura; en otros pasajes queda claro que lo tenía por una antihéroe, aunque
con grandes ideales. I. I. Dmítriev compuso la primera obra inspirada en el personaje, su apólogo Don Quijote,
donde el quijotismo es interpretado como una extravagancia. Nada menos que la zarina Catalina II encargó una
selección de los refranes de Sancho y compuso un Cuento sobre el tristemente famoso paladín Kosometovich para
ridiculizar el quijotismo de su enemigo Gustavo III de Suecia; es más, se representó una ópera cómica inspirada en
este cuento, Tristemente famoso paladín Kosometovich (1789), con música del compositor español Vicente Martín y
Soler, que vivió en San Petersburgo durante los años de su mayor fama. En ella la huella de la iconografía cervantina
es patente.
En el xviii y xix los intelectuales rusos leían Don Quijote preferiblemente en francés, o incluso en español, y
anteponían las traducciones extranjeras a las versiones en ruso, hechas sobre esas mismas traducciones y no de forma
directa desde el original; el libro era tan común que se podía encontrar al menos uno en cada pueblo, según el citado
Dmítriev. En ello no tenía poco que ver el desdén general por la lengua rusa, hasta que Pushkin le dio un verdadero
rango literario.
En la segunda mitad del siglo xviii aparecieron en ruso dos versiones incompletas y traducidas del francés; la
primera es de 1769, desde la traducción francesa de Fillot de San Martin, y fue realizada por Ignati Antonovich

Don Quijote de la Mancha 39
Teils, profesor de alemán en una escuela militar para cadetes de la nobleza; aunque se le considera mujeriego en la
aventura de la venta con Maritornes, del un ojo tuerta y del otro no muy sana, y habla de sus «fecundas tonterías»,
alcanza a veces a ser adecuada. La siguiente fue a partir de la adaptación francesa de 1746 y fue realizada por Nicolai
Osipov en 1791; es una versión además enriquecida con escenas que Cervantes no escribió jamás y se trata en
general de una adaptación muy chabacana. En cada biblioteca rusa era uno de esos libros imprescindibles, ya en
francés, ya en la traducción desde el francés hecha por el prerromántico Zhukovski. Por entonces se entendía al
protagonista como un personaje caricaturesco, pero pronto asomó la interpretación germánica romántica.
M. N. Muriátov se identifica a sí mismo con Don Quijote como consecuencia de sus desilusiones y sus
razonamientos sobre la separación de la realidad y los ideales, y lo muestra en sus cartas a su hermana F. N. Lunina;
la interpretación dieciochesca no es, pues, la única. También existe un interpretación sentimental en La respuesta a
Turgéniev (1812) de Konstantín Bátiushkov, uno de los más importantes poetas rusos y precursor de Aleksandr
Pushkin, donde Don Quijote «pasa el tiempo soñando / vive con las quimeras, / charla con los fantasmas / y con la
luna meditabunda». En esta interpretación sentimental Nikolái Karamzín es quien sufre una impresión más profunda,
que aparece ya en una carta de 1793 dirigida a Ivan Dmitriev, en el poema A un pobre poeta (1796) y, sobre todo, en
El caballero de nuestro tiempo (1803); el protagonista se compara a Don Quijote porque su inclinación a la lectura e
impresionabilidad natural le ejercitaron el «quijotismo de la imaginación» y los peligros y la amistad heroica se
convierten en sus ensueños predilectos:
Vosotros, indolentes flemáticos, que no vivís, sino que dormís y lloráis de ganas de bostezar, sin duda
nunca soñasteis así en vuestra infancia. Y vosotros tampoco, egoístas juiciosos, que no os encariñáis con
los hombres, sino que os agarráis a ellos por prudencia mientras esta relación sea útil para vosotros, y,
sin duda, apartáis la mano si los hombres se convierten en un obstáculo.
Ivan Turgéniev afirmó en 1860 que en ruso no existía buena traducción del Quijote, y es de lamentar que no
cumpliera su reiterada promesa de traducirlo completamente, que se impuso ya en 1853 y que todavía en 1877 seguía
empeñado en cumplir; el dramaturgo Aleksandr Ostrovski había traducido ya los Entremeses y quería traducir
algunos capítulos de la obra; el caso es que Turgenev ignoró deliberadamente la traducción de Vasili Zhukovski, el
maestro de Pushkin, que empezó en 1803 y que publicó en seis volúmenes entre 1804 y 1806. Se debía a que no
respondía a la noción de traducción que sostenía Turgenev; pero la obra de Zhukovski fue capital para el desarrollo
de la prosa rusa en el xix, puesto que fue realizada por un gran escritor, de nivel comparable al de Ludwig von Tieck,
Jean-Pierre Claris de Florian o Tobías Smollet. Ofrece una interpretación psicológico-filosófica de la obra, en la que
el protagonista es sin duda el Caballero de la Triste Figura. Como no sabía español, utilizó la versión francesa de
Florian, que es bastante buena, pues el sobrino de Voltaire conocía bien la lengua y había estado en España y tratado
con los ilustrados españoles, pero conoció también, aunque no la utilizó, la versión alemana de Tieck (1799), que
ofrecía ya la interpretación romántica del personaje. Sin embargo se valió del documentado prólogo de Florian para
encauzar su traducción, pues era hombre más prestigioso que el entonces advenedizo Tieck. Para empezar, omite
capítulos enteros y abrevia los pasajes largos, los episodios naturalistas que no respondían al gusto de la época y las
historias intercaladas que desviaban la atención; de su cosecha aporta un acento folclórico del que carecía la versión
francesa y reemplaza la paremiología sachopancesca, que vierte literalmente Florian, por proverbios rusos
equivalentes, y para comprender el mérito de su traducción en estos detalles basta con compararla con la de Osipov.
En general, la traducción de Zhukovski evita los episodios en que se minimiza al héroe y acentúa los elementos
poéticos. La re-traducción de Zhukovski tuvo una segunda edición en 1815, sin cambios significativos fuera de la
puntuación, que es mejor que en la primera, la ortografía y la limpieza de erratas. Esta versión entusiasmó a Pushkin
y fue imitada descaradamente por la de S. Chaplette, también sobre la de Florian (San Petersburgo, 1831); por
entonces ya se dejaba sentir cierta preferencia por la traducción alemana de Tieck, más precisa, y se empezaba a
sentir como inevitable una versión directa desde el español, que llegó en la época del Realismo, cuando se editaron
las traducciones de K. P. Masalski (1838) y la de V. A. Karelin (1866); pero la vulgarización del mito en el
Romanticismo vino principalmente a través de la versión de Zhukovski.

Don Quijote de la Mancha 40
Una de las múltiples ilustraciones que realizó el artista Gustave Doré
para El Quijote.
Cervantes está presente en Aleksandr Pushkin, Gógol,
Turgénev, Dostoyevski, Leskov, Bulgákov y Nabókov,
por citar solamente a algunos de los grandes.
Aleksandr Pushkin tenía en su biblioteca un Quijote en
español editado en París, 1835, y aprendió la lengua en
1831 y 1832 para leerlo en el original; se conservan
además traducciones inversas de La Gitanilla desde su
versión francesa al castellano para comparar el
resultado con el original cervantino; animó además a
Gógol a emprender una obra narrativa de gran aliento a
la manera de Cervantes, y éste compuso Almas
muertas. Turgenev en su conferencia Hamlet y Don
Quijote compara al reflexivo e irresoluto Hamlet con el
irreflexivo y arrojado Don Quijote, y encuentra la
nobleza en ambos caracteres. Pero el influjo en Fiódor
Dostoyevski fue más hondo; comenta la obra muchas
veces en su epistolario y en su Diario de un escritor
(1876), donde se refiere a ella como una pieza esencial
en la literatura universal y como perteneciente «al
conjunto de los libros que gratifican a la humanidad
una vez cada cien años»; finalmente escribe:
En todo el mundo no hay obra de ficción
más profunda y fuerte que ésa. Hasta ahora representa la suprema y máxima expresión del pensamiento
humano, la más amarga ironía que pueda formular el hombre y, si se acabase el mundo y alguien
preguntase a los hombres: «Veamos, ¿qué habéis sacado en limpio de vuestra vida y qué conclusión
definitiva habéis deducido de ella?», podrían los hombres mostrar en silencio el Quijote y decir luego:
«Ésta es mi conclusión sobre la vida y... ¿podríais condenarme por ella?»
Desde el punto de vista del escritor ruso, la novela es una conclusión sobre la vida. Su primera mención de la obra
aparece en una carta de 1847, pero es en 1860 cuando llega a obsesionar verdaderamente al escritor; la imitó en El
idiota, cuyo protagonista, el príncipe Mishkin, es tan idealista como el héroe manchego, pero, despojado de ridículo
heroísmo, es en realidad el personaje final de la obra, Alonso Quijano, el bueno, y un imitador de Jesucristo; su
monólogo «A la salud del sol» está claramente inspirado en el discurso sobre la Edad de Oro. Dostoyevski escribió
en su Diario de un escritor que «ya no se escriben libros como aquél. Veréis en Don Quijote, en cada página,
revelados los más arcanos secretos del alma humana». Por otra parte, en 1877, el capítulo del Diario de un escritor
«La mentira se salva con la mentira» imita deliberadamente el estilo cervantino, hasta el punto de que un episodio
imaginado por Dostoyevski pasó como genuino de Cervantes durante mucho tiempo.
La novela de Nikolái Leskov, Tres hombres de Dios, es una curiosa precursora del Monseñor Quijote de Graham
Greene; su protagonista, el prior Saweli Tuberosov, es un idealista que alcanzada ya la cincuentena se plantea decir
la verdad, y lucha con las crudas y puras circunstancias contrarias de su entorno en compañía de un Sancho, el
diácono Ajila, y de un Sansón Carrasco, Tuganov; en su inflexibilidad se hace incomprensible y a menudo ridículo
ante los demás, y al fin es desprovisto de la palabra, le prohíben pronunciar más sermones e, imposibilitado para
cumplir su destino al igual que el héroe cervantino, muere de pena. Pero el influjo de Cervantes se extiende incluso
al tipo de hérore que presenta Leskóv en casi todas sus novelas, y particularmente en Una familia en decadencia,
protagonizada por un reconocible, delgado y pobre terrateniente llamado Dormidont Rogozin, al que acompaña su
inseparable escudero Zinka, en compañía del cual recorre los contornos «barruntando agravios». También acusan
claramente la influencia del Don Quijote sus novelas El pensador solitario y Los ingenieros desinteresados.

Don Quijote de la Mancha 41
Aunque para Lev o Lev Tolstói la novela cervantina no tuvo tanta importancia como para Turgénev, Dostoyevski o
Leskóv, lo cierto es que es perceptible y visible su huella; en ¿Qué es el arte? declara como su novela predilecta el
Don Quijote por su «contenido interior», por su «buen arte vital del mundo»; en los borradores de esta obra queda
clara su intención: es una obra que expresa los más nobles sentimientos para todas las épocas, comprensibles a todos;
en algunas de sus obras asume la herencia cervantina; principalmente en su novela Resurrección, donde se plantea
quién está loco, el mundo o el héroe, y donde Katerina Máslova es una Aldonza que, al ser pretendida por el príncipe
que la deshonró empezando su carrera de prostituta, no quiere ser la Dulcinea del héroe, en lo que hay ecos del poeta
simbolista Sogolub, del que hablaremos en breve; también hay ecos de los encantamientos y del episodio de los
galeotes.
Los poetas del Simbolismo ruso, sobre todo Fiódor Sologub, experimentan la seducción por el mito de Dulcinea.
Éste escribió al respecto un ensayo, El ensueño de Don Quijote, en el que afirma que al rechazar a Aldonza y
aceptarla como Dulcinea, Don Quijote está realizando la pretensión final de toda poesía lírica, una hazaña más lírica
que caballeresca, convertir la realidad en arte, en algo que se pueda soportar. La actitud quijotesca es un sinónimo de
«noción lírica de la realidad». Esta idea de hazaña lírica se reitera en otras obras suyas, como Los demonios y los
poetas y el prólogo a la pieza La victoria de la muerte, o en la obra Los rehenes de la vida. Tras aparecer la figura
del loco alucinado en su novela El trasgo, el tema de Dulcinea reaparece en sus versos entre 1922 y 1924, dedicados
a su mujer, Anastasiya Nikolaevna Chebotarévskaya, que se suicidó en 1921. Desde Sogolub el mito de Dulcinea
pasa a otros poetas simbolistas, como Igor Severianin o Aleksandr Blok; este último lo profundiza y transforma de
una manera muy original en Versos a una hermosa dama.
Mijaíl Bulgákov (años 1920).
Tras la Revolución, Mijaíl Bulgákov, uno de los escritores no tanto
perseguidos como soportados por Stalin, como el mismo Boris
Pasternak, y por ello con bastante suerte, ya que no era un escritor
soviético, pudo subsistir al permitírsele ser ayudante de director de
escena teatral y poder alimentarse mediante el alumbramiento de
continuas traducciones, como Anna Ajmátova y Borís Pasternak;
insufló la filosofía quijotesca de la lucha a pesar de la conciencia plena
de la derrota, emparentable con el quijotismo de Unamuno, en su obra
maestra, la novela El maestro y Margarita; en los años de apogeo de la
represión estalinista, en 1937, escribe en una carta que sigue
componiendo teatro a pesar de que no será nunca escenificado ni
publicado por mero quijotismo y hace voto de no volverlo a hacer,
pero... vuelve a hacerlo, estudiando con tanta pasión la obra del «rey de
los escritores españoles» que algunas de sus cartas a su tercera mujer,
Elena, están escritas parcialmente en español y que, según él mismo
reconoce, «asaltaba el Quijote». Su modesto quijote no desentona del
entorno, es una persona normal que batalla como todas; solamente al
final se contempla ser héroe al morir, cuando el propio autor ya también estaba moribundo:
¡Ah, Sancho!, el daño causado por su acero es insignificante. Tampoco me desfiguró el alma con sus
golpes. Pero me da miedo pensar que me curó el alma y, al curarla, le retiró sin cambiarme por otro. ¡Me
quitó la dádiva más preciosa de cuantas está dotado el hombre, me quitó la libertad! Sancho, el mundo
está lleno de mal, pero lo peor de todo es el cautiverio! ¡Él me encadenó, Sancho! Mira: el sol está
cortado por la mitad, la tierra sube y sube y lo devora. ¡La tierra se aproxima al cautivo!. ¡Me absorberá,
Sancho!
Anatol Lunacharski (1875 - 1933), hombre de letras y político ruso, primer comisario de educación y cultura tras la
Revolución de Octubre (1917), protector de Meyerhold y Stanislavski, escribió algunos dramas históricos, y entre
ellos un Don Quijote liberado (1923); en fin, entre todos estos cervantistas, parece la excepción Vladímir Nabókov,

Don Quijote de la Mancha 42
que en su Curso sobre El Quijote demuestra una gran incomprensión de la obra, cuya grandeza reduce solamente a la
del personaje principal.
Don Quijote en el este de Europa
Adam Mickiewicz por Walenty Wańkowicz.
La primera traducción al búlgaro se hizo desde una traducción rusa
y en fecha tan tardía como 1882, a los cuatro años escasos de
reaparecer Bulgaria en el mapa de Europa. Su principal estudioso
fue Efrem Karamfilov. Pero es en la poesía búlgara del siglo xx
donde aparece más la figura del caballero como símbolo del
luchador infatigable, paladín de la bondad, el valor, la fe y la
justicia: Konstantin Velíchkov, Jristo Fótev, Asén Ratzsvétnikov,
Damián Damiánov, Nicolai Ráinov, Parván Stéfanov, Blaga
Dimitrova y Pétar Vélchev.
La primera traducción completa al checo fue obra de J. B. Pichl
(1866, primera parte) y de K. Stefan (1868, segunda parte), aunque
ya en 1620 el cardenal Dietrichstein la había leído en español,
pues se había educado en la Península ibérica. Se leyó mucho en
Bohemia y fue muy popular en el siglo xviii, pero más en
versiones italianas y francesas que en otras lenguas. Ya en el siglo
xx, Milan Kundera afirma, como Octavio Paz, que el humor no es
algo innato en el hombre, sino una conquista de los tiempos
modernos gracias a Cervantes y su invento, la novela moderna.
La primera traducción de Don Quijote al polaco es de los años 1781-1786 y se debe al conde Franciszek Podoski, a
partir de una versión francesa. Para los ilustrados polacos era una obra fundamentalmente cómica y de lectura no
sólo agradable, sino también útil por su crítica a las perniciosas para la sensatez novelas de caballerías. Esa es la
interpretación del obispo Ignacy Krasicki y del duque Czartoryski, quien sin embargo percibe ya la complejidad de
la obra en sus Reflexiones sobre la literatura polaca, 1801. En los años cuarenta del siglo xix, el polígrafo Edward
Dembowski ahonda en la trágica interpretación alemana de Don Quijote como símbolo de la lucha del ideal contra la
dura realidad del mundo circundante. La figura del caballero se encuentra en la obra de los grandes poetas
románticos polacos, Adam Mickiewicz, Juliusz Słowacki y Cyprian Kamil Norwid, así como en la obra maestra del
novelista del Realismo Bolesław Prus, La muñeca. Ya en el siglo xx, hay que destacar el Don Quijote de Bolesław
Leśmian, que representa la tragedia de la pérdida de la fe, Juicio sobre Don Quijote de Antoni Słonimski, donde se
adapta el episodio del gobierno de Sancho en la ínsula Barataria para satirizar los totalitarismos, Don Quijote y las
niñeras, de Maria Kuncewiczowa, crónica de un viaje a España en busca de Don Quijote, y En la belleza ajena, de
Adam Zagajewski, con don Quijote en la biblioteca.
Entre 1881 y 1890 se publicaron 61 capítulos en rumano del Quijote, a cargo de Stefan Vîrgolici. La primera
traducción completa al rumano la realizaron en 1965 Ion Frunzetti y Edgar Papu. En 2005 el Instituto Cervantes de
Bucarest promovió una nueva traducción que corrió a cargo del hispanista rumano Sorin Marculescu

Don Quijote de la Mancha 43
Don Quijote en Francia
Gustave Flaubert visto por Giraud.
En Francia no se hicieron análisis de Don Quijote tan profundos
como los alemanes ni éste ejerció un influjo tan extenso como en
Inglaterra o Rusia, aunque su impronta fue también generosa en
grandes obras y autores del siglo xix y muchas naciones
conocieron la obra a través de traducciones francesas o
retraducciones a partir del texto en esta lengua. La primera
traducción es apenas posterior en un año a la inglesa de Shelton,
en 1614, por César Oudin. En 1618 se traduce la segunda parte por
François de Rosset y a partir de 1639 ambas partes marcharán
juntas. Es la primera traducción al francés, a la que seguirán varias
decenas más, entre las que destacan las de Filleau de Saint-Martin
(1677-1678) y la del caballero Jean-Pierre Claris de Florian
(1777), un hispanista formado en su infancia en España y sobrino
de Voltaire, que será muy divulgada por Europa.
La traducción de Filleau de Saint-Martin se publicó con el título de
Historia del admirable don Quijote de la Mancha y con el añadido
de una continuación escrita por el propio traductor, para lo cual
alteró el final de la obra original y mantuvo a don Quijote con vida
y con capacidad de lanzarse a nuevas aventuras. A su vez, esta
continuación fue prolongada por otro escritor francés de cierto renombre, Robert Challe. No termina ahí la serie de
continuaciones: un autor desconocido alargó la obra de Cervantes con otra parte suplementaria titulada Continuación
nueva y verdadera de la historia y las aventuras del incomparable don Quijote de la Mancha.
Simonde de Sismondi pone la primera piedra de la interpretación romántica del héroe. Louis Viardot traduce la obra
muy fielmente entre 1836 y 1837. Chateaubriand se ve a sí mismo como un Cervantes y un Quijote, y en su
Itinerario de París hasta Jerusalén (1811) ensalza al Caballero de la Triste Figura, que ocupa también su lugar en El
genio del Cristianismo como el más noble, el más valiente, el más amable y el menos loco de los mortales. Hay
bastante de Cervantes en ese militar frustrado romántico que fue Alfred de Vigny. Los viajeros Prosper Merimée y
Théophile Gautier llenan sus diarios de viaje de alusiones cervantinas. Para el crítico Sainte-Beuve, Don Quijote es
un libro que empieza por constituirse en una sátira de los libros de caballerías y termina por hacerse espejo de la vida
humana. Victor Hugo, que pasó algunos de sus años infantiles en España como hijo del general Hugo, considera a
Cervantes el poeta del contraste entre lo sublime y lo cómico, lo ideal y lo grotesco, y apercibe el influjo de La
gitanilla en su novela Nuestra Señora de París. Henri Beyle, más conocido como Stendhal, que tenía diez años
cuando leyó Don Quijote por primera vez, escribió que «el descubrimiento de ese libro fue quizá la más grande
época de mi vida».
Honoré de Balzac representó casi más a Don Quijote en su vida que en sus escritos y Gustave Flaubert asumió este
espíritu en sus dos novelas Bouvard y Pecuchet, póstuma e inacabada, cuyos dos personajes principales enloquecen
leyendo libros que no pueden asimilar, y su Madame Bovary, cuya protagonista es en realidad una quijotesca dama
que pierde la sensatez leyendo noveluchas sentimentales, como José Ortega y Gasset ya apreció («es un Quijote con
faldas y un mínimo de tragedia sobre su alma»). Gustave Doré ilustró con grabados una edición de Don Quijote en
1863. Personajes quijotescos son, por otra parte, el Tartarín de Tarascón de Alphonse Daudet y el Cyrano de
Bergerac de Edmond Rostand. En 1932, Maurice Ravel y Jacques Ibert compusieron canciones según los poemas de
Paul Morand titulados Don Quijote á Dulcinea. En Les oiseaux de la lune o Los pájaros de la luna (1956), de Marcel
Aymé, el inspector de un colegio adquiere el poder de transformar a los pelmazos en aves de tanto leer novelas, lo
que parece ser una parodia cómica de la locura de Don Quijote de la Mancha y de los magos que transforman sus
desilusiones.

Don Quijote de la Mancha 44
La escritora lesbiana Monique Wittig, por otra parte, en su novela Le voyage sans fin (1985) reelabora el Quijote de
Cervantes sustituyendo a caballero y escudero por dos mujeres. En 1968 Jacques Brel compuso y grabó un disco de
música, L'Homme de la Mancha. Y para cerrar una lista que podría prolongarse demasiado, mencionaremos sólo a
Léon Bloy, Tailhade, Henri Bergson, Maurice Barrès, Alfred Morel-Fatio, Paul Hazard, André Maurois y André
Malraux.
Don Quijote en el mundo árabe
La presencia de referencias al personaje de Cervantes —llamado Dūn Kījūtī o Dūn Kīshūt— en el imaginario árabe
contemporáneo, y sobre todo en su literatura, es muy habitual. Esto suele señalarse como paradójico dado que las
primeras traducciones del Quijote al árabe se publicaron en fecha tan tardía como los años cincuenta y sesenta del
siglo xx.
La primera obra extensa en lengua árabe sobre Cervantes la publicaron en 1947, con ocasión del cuarto centenario de
su nacimiento, los hispanistas libaneses Nayib Abu Malham y Musa Abbud en Tetuán, la capital del entonces
Marruecos español: Cervantes, príncipe de las letras españolas es un ensayo de más de cuatrocientas páginas que
suscitó tanto interés en círculos literarios e intelectuales que la sección árabe de la Unesco encargó a los dos
hispanistas la traducción del Quijote. Dicha traducción se inició, pero por razones desconocidas no llegó a
publicarse. Entre 1951 y 1966 se hizo otra traducción en Marruecos que también permaneció inédita (se conserva el
manuscrito), realizada por el ulema Tuhami Wazzani, que publicó algunos capítulos en el periódico que dirigía, Rif.
La obra de Abu Malham y Abbud sirvió para acrecentar el interés de los intelectuales árabes por la obra cervantina, a
la que accedieron a través de sus ediciones en otras lenguas, hasta que en 1956 se publicó en El Cairo la traducción
de la Primera parte del Quijote. Hubo que esperar, sin embargo, hasta 1965 para ver publicada la obra completa, en
una nueva traducción, esta vez del hispanista Abd al-Rahman Badawi, quien contextualizaba la novela en un intenso
estudio preliminar. Cinco años antes se había publicado en la capital egipcia una versión infantil del Quijote, que
siguió reimprimiéndose durante décadas, lo que da una idea de la difusión que alcanzaron rápidamente las aventuras
del hidalgo. La traducción de Badawi ha sido la traducción clásica, la más leída, al menos hasta la aparición en 2002
de dos nuevas traducciones, una nuevamente egipcia, a cargo del hispanista Sulayman al-Attar, y otra del sirio Rifaat
Atfe.
Antes de las traducciones, sin embargo, la novela había sido objeto de diversos estudios críticos, aparte del ya citado
de Abu Malham y Abbud, lo que contribuyó a despertar el interés literario por la figura de don Quijote. Ésta está
plenamente integrada en el imaginario árabe: muchos ven en el quijotismo un símbolo del devenir contemporáneo de
los pueblos árabes, cargado de idealismo y retórica pero impotente ante la fuerza aplastante de la realidad.
Referencias a Don Quijote aparecen con frecuencia en la obra de escritores como Nizar Qabbani, Naguib Surur,
Yusuf al-Jal, Mahmud Darwish, Assia Djebbar, Badr Shakir al-Sayyab, Gamal al-Guitani y otros muchos.
Por otro lado, el Quijote, así como el resto de la obra cervantina, es también objeto de especial interés y estudio
debido a sus múltiples referencias al islam y a lo morisco, que son más visibles para lectores arabo-musulmanes. Un
estudio sobre la presencia del pensamiento coránico en el Quijote aparece en el estudio de la escritora francesa
Dominique Aubier Don Quichotte, la Réaffirmation messianique du Coran.[5]

Don Quijote de la Mancha 45
Don Quijote en las Naciones Unidas
El Volumen XV de la revista literaria de las Naciones Unidas, Ex Tempore (ISSN 1020-6604), de diciembre de
2004, está dedicado al Quijote. Véase sobre todo el prólogo de Alfred de Zayas y el poema Elogio de la Locura de
Zaki Ergas, ambos miembros del PEN Club Suizo.
Don Quijote en otros idiomas
Estatuas de bronce de Don Quijote y Sancho
Panza. Realizadas por el escultor Lorenzo
Coullaut Valera (1876–1932) entre 1925 y 1930.
Detalle del Monumento a Miguel de Cervantes
(1925–30, 1956–57) de la Plaza de España de
Madrid.
Don Quijote en alemán
La primera traducción al alemán (Don Kichote de la Mantzscha) fue
realizada en 1621 por Pahsch Basteln von der Sohle; sin embargo, más
conocida actualmente es la traducción de Ludwig Tieck de 1799-1801.
La traducción de Ludwig Braunfels se ha considerado la más fiel al
original y la más erudita. En 2008 apareció la obra en una nueva
traducción de Susanne Lange, la cual fue muy elogiada por la crítica
literaria.
Don Quijote en asturiano
Aunque no existe una versión completa del Quijote en lengua asturiana,
la escritora asturiana Esther García López publicó en 2005 una
selección de textos del Quijote, titulada Aventures del Quixote. Fue
editada por Madú e ilustrada por el dibujante Neto. Además, Pedro
Lanza Alfonso publicó en 2004 y con VTR, El Caballeru de la Murnia
Figura, una obra de teatro basada en los textos del clásico castellano.
Don Quijote en catalán
El mallorquín Jaume Pujol llevó a cabo su traducción inédita entre 1835
y 1850. Eduart Tàmaro tradujo la primera parte de Don Quijote a la
lengua de Verdaguer (Barcelona: Estampa de Cristófol Miró, 1882). La
primera traducción impresa prácticamente íntegra del xix fue realizada
en 1891 por el académico Antoni Bulbena i Tussell con el título
L'enginyós cavallier Don Quixot de La Mancha; fue reimpresa en 1930
y en 2005. El sacerdote mallorquín Ildefonso Rullán lo tradujo por
primera vez al dialecto mallorquín (L'enginyós hidalgo Don Quixote de
la Mancha, Felanitx, Imprempta d'en Bartoméu Rèus, 1905-1906).
Octavi Viader, en 1936, realizó también una traducción y Joaquim Civera i Sormaní hizo otra en Barcelona: Editorial
Tarraco, S. A, 1969. Sin embargo, la única traducción total, que incluye incluso algunos poemas dejados en
castellano por los anteriores traductores, es la del abogado mallorquín y gran cervantista José María Casasayas, que
dedicó cuarenta y cuatro años a la misma, reescribiéndola veinte veces; imprimió sólo ocho ejemplares de la misma
que regaló a cada uno de sus nietos, ya que ninguna editorial quiso imprimirla para el gran público. Combina los
diferentes dialectos catalanes y posee una amplia anotación.
Don Quijote en chino
Las primeras versiones del Quijote al chino fueron retraducciones y adaptaciones no siempre fieles. Versiones
teatrales se estrenaron por vez primera en la década de 1920, luego en la de 1930, y dos veces más durante el

Don Quijote de la Mancha 46
maoísmo (en 1950 y tras la reforma económica iniciada en 1978). Dai Wangshu trató de traducir el Quijote completo
desde la lengua original, que conocía bien, pero su manuscrito se perdió en la guerra. En el año 1979, poco después
de acabar la Revolución Cultural, la editorial de la Literatura del Pueblo publicó una traducción directa del original
realizada por Yang Jiang, que ha sido la más leída hasta la actualidad, y ya se dispone de las traducciones íntegras y
directas de Dong Yansheng (1995, por la editorial de Literatura y Arte de Zhejiang, revisada en 2006; fruto de tres
años de trabajo, fue galardonada en el año 2001 con el premio Lu Xün «Arco Iris» a la Traducción Literaria), de Tu
Mengchao (1995, por la editorial Yilin), de Liu Jingsheng (1995, por la editorial de Lijiang), de Tang Minquan
(2000, por la editorial del Pueblo de Shanxi), de Sun Jiameng (2001, por la editorial Literatura y Arte de Octubre de
Beijing; recibió el premio al Mejor Libro de Literatura Extranjera) y de Zhang Guangsen (2001, por la editorial de
Yiwen de Shanghái). El Cervantismo ha sido una corriente del hispanismo muy fructífera en este país, con eruditos
como Zhou Zuoren, Chen Yuan, Lu Xün y Qu Qiubai, que polemizaron entre sí, y otros como Tan Tao y Qian
Liqun. Por otra parte, Cervantes influyó en escritores como Zhang Tianyi y Fei Ming. En 1996 la editorial de
Literatura del Pueblo publicó las Obras completas de Cervantes en ocho volúmenes. La traductora china Yang Jiang
tradujo por primera vez el Quijote entero al chino desde la lengua original en 1978. En 2009 mse representó con gran
éxito una adaptación en el Teatro Nacional de Pekín y otra versión en septiembre dirigida por Meng Jinghui en el
Centro Nacional de Artes Escénicas de Tiananmen que combina partes musicales con una puesta en escena
experimental y clásica al mismo tiempo, interpretada por los actores Guo Tao y Liu Xiaoye. El libreto fue escrito por
Meng junto con el también dramaturgo chino Kang He, quien ya había escrito un guion cinematográfico de la
historia hace 10 años.
Don Quijote en croata
Se destaca la traducción de Iso Velikanović al idioma croata.[6]
Don Quijote en esperanto
Existe una traducción completa publicada en 1977, y varios intentos parciales anteriores, algunos de cierto interés
por sí mismos.
La primera versión parcial se debe a Vicente Inglada Ors, un científico políglota, destacado geólogo y miembro de la
Academia de Ciencias, que lo intentó ya en 1904. Otros esperantistas que publicaron versiones de algunos capítulos
fueron el escritor catalán Frederic Pujulà i Vallès (1909), el conocido militar republicano Julio Mangada (1927) y el
activista Luis Hernández Lahuerta (1955).
La traducción completa debió esperar, sin embargo, a 1977, cuando la Fundación Esperanto editó la versión debida
al más importante traductor de obras españolas al idioma internacional, Fernando de Diego. La obra, con las clásicas
ilustraciones de Doré, ha tenido una amplia difusión mundial, y un importante prestigio entre los conocedores de la
cultura esperantista.

Don Quijote de la Mancha 47
Don Quijote en guaraní
El poeta paraguayo Félix de Guarania asumió el desafío de llevar al Caballero de la Triste Figura a la lengua guaraní,
y así nació la obra Kuimba’e katupyry ño Quijote yvyunga, colección de fragmentos.
Don Quijote en hebreo
La primera vez fue hace varias décadas de la mano de Natan Bistrinsky y Nahman Bialik, y en 1994 llegó a los
estantes de las librerías la considerada mejor de las dos traducciones, por Beatriz y Luis Landau.
Don Quijote en japonés
Entre 1907 y 1917, el japonólogo español Gonzalo Jiménez de la Espada dirigió un grupo de hispanistas en Tokio; el
mismo estaba integrado por eruditos como Hirosada Nagata, quien en 1948 traduciría el Quijote a la lengua
japonesa.[7]
Don Quijote en quechua
En noviembre de 2005, se publicó la traducción del clásico hispano al quechua sureño con el nombre Yachay sapa
wiraqucha dun Qvixote Manchamantan. La traducción fue posible gracias al trabajo de Demetrio Túpac Yupanqui y
la edición fue presentada en la feria del libro de Guadalajara, engalanada con bellas ilustraciones de Sarwa, trabajos
típicos y costumbristas en tablillas. Por fin, después de 400 años de su publicación, la obra cumbre del idioma
castellano ha sido llevada al idioma andino.
Don Quijote en ruso
Si bien la influencia de Don Quijote en la literatura y cultura rusas fue notable, demoró bastante tiempo en aparecer
una buena traducción. De hecho, circulaban las versiones inglesa, alemana y francesa en los círculos más cultos. La
primera edición rusa del Quijote apareció en 1769: Istoria o slavnom La-Manjskom rytsare Don Kishote y cubría tan
sólo los primeros veintisiete capítulos; el traductor fue Ignati Teils (1744-1815), un profesor de alemán relacionado
con los círculos ilustrados del conocido progresista y masón Nikolái Novikov; se basó en la traducción francesa de
Filleau de Saint-Martin. Veintidós años después aparece en San Petersburgo una nueva traducción, que fue reeditada
en 1812 en Moscú con el título de Don Kishot La-Manjsky; su autor fue el intérprete jurato Nikolai Osipov
(1751-1799). En 1804 se publicó otra traducción obra del poeta Vasili Zhukovski (1783-1852), quien tradujo desde
la versión francesa de Jean Pierre de Florian; con su destreza poética logró embellecer lo que hubiera sido una
versión mediocre y seca, logrando gran éxito entre el público. Pero hubo que esperar a 1838, en que el escritor
Konstantin Masalsky (1802-1861) edita la primera traducción rusa del Quijote hecha directamente del texto original
de Cervantes; este trabajo fue completado en 1866 por V. Karelin. En 1907, bajo el título de
Ostroumno-izobretatelny idalgo Don-Kijot Lamanchesky, salió la nueva traducción directa del español, hecha por la
escritora María Watson (1853-1932).
En la época soviética tuvieron lugar importantísimas traducciones, la primera en 1929-1932, versión completa a
manos de los filólogos Grigori Lozinsky (1889-1942) y Konstantin Mochulsky (1892-1948). Pero la mejor y la más
conocida traducción del Quijote al ruso fue hecha en 1951 por Nikolái Lubímov (1912-1992), por la cual fue
galardonado con el Premio Estatal de la URSS en 1978; se la considera la traducción más clásica e inmejorable a la
lengua rusa.[8]

Don Quijote de la Mancha 48
Don Quijote en euskera
José Palacio Sáenz de Vitery, escritor alavés del siglo xix natural de Villarreal de Álava, abogado y doctor en
Filosofía y Letras, fue gran cervantista y redactor de Crónica de los Cervantistas. Logró poseer la mejor colección
de Quijotes de su tiempo y emprendió la traducción al vasco, pero murió dejando incompleta su tarea. La Guerra
Civil hizo desaparecer los manuscritos de la versión incompleta en Madrid en el palacio familiar del Paseo del Cisne.
Con el título de Don Kijote Mantxa'ko se publicó en Zarauz (Guipúzcoa) por la Editorial Itxaropena los dos
volúmenes de la primera versión íntegra al euskera de la obra de Cervantes (1976, primera parte, 1985, segunda),
siendo el autor de la traducción Pedro Berrondo y el promotor de la edición José Estornés Lasa.
Don Quijote en T9 (texto predictivo)
Una de las grandezas del texto del Quijote es que representa, en esencia, «posibilitar lo imposible» y como parte de
esta idea El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha ha sido la primera obra traducida a texto predictivo que
consiste en transformar las palabras por números y utilizar los mensajes del teléfono móvil y una aplicación instalada
en los mismos, el T9, para transformar esos números, del 2 al 9, a las palabras y frases escritas en su momento por
Miguel de Cervantes.[9]
"Don Quichotte" -ópera de Jules Massenet

Don Quijote de la Mancha 49
Ediciones de Don Quijote
Don Quijote sentado, por Salvador Dalí.
Hasta el Siglo de las Luces las ediciones de la obra maestra
del Siglo de Oro español degradaron en general el texto,
salvo la cuidadísima edición de Bruselas por Roger Velpius
de la primera parte en 1607. Se consideran habitualmente
ediciones clásicas de Don Quijote, en el siglo xviii, Vida y
hechos del ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha,
Londres: J. y R. Tonson, 1738, 4 vols., edición que publicó
Lord Carteret ilustrada con 68 primorosas calcografías
dedicada a la condesa de Montijo, esposa del embajador
español durante el reinado de Jorge II de Gran Bretaña; el
texto se encomendó a un cervantista entusiasta, el judío
sefardí residente en Londres Pedro Pineda. Fue un trabajo
crítico y erudito digno del Siglo de las Luces y Gregorio
Mayáns y Siscar incluyó en ella una Vida de Cervantes que
se considera la primera biografía rigurosa del autor. Picada
en su orgullo, la Real Academia Española hizo otra en cuatro
volúmenes (1780) que se reeditó varias veces con numerosas
modificaciones y rectificaciones y donde los editores
incluyeron una introducción crítica con una biografía del
autor, un ensayo sobre la novela, Análisis del Quijote, que
establece la interpretación clásica de la obra como la feliz
conjunción de dos perspectivas, dos tradiciones literarias y dos cosmovisiones, un estudio cronológico-histórico de
las aventuras de don Quijote, una serie de grabados y un mapa de España para seguir el itinerario de don Quijote.
Vicente de los Ríos, responsable principal de esta edición de la Real Academia, corrigió los errores textuales de las
previas ediciones. De nuevo otro cervantista inglés, el reverendo anglicano John Bowle, examinó escrupulosamente
el texto y depuró los errores, incluyendo listas de variantes, en su edición de 1781, que es también un monumento de
erudición y supera a todas las anteriores; Bowle fue el primero en notar que había dos ediciones en 1605. Todos los
editores posteriores se aprovecharon de su erudición y generoso esfuerzo. Siguió después la en cinco volúmenes de
don Juan Antonio Pellicer (1797-1798), con abundantes notas y atenta a las variantes textuales. Por otra parte,
Agustín García Arrieta publicó en Francia unas Obras escogidas de Cervantes en diez volúmenes (París, Librería
Hispano Francesa de Bossange padre, 1826, reimpresa por Firmin Didot, 1827). Esta magna obra comprendía el
Quijote (I-VI), las Novelas ejemplares (VII-IX) y el Teatro (X). La edición del Quijote es quizá la mejor hasta
entonces.
En el siglo xix salió la prolija y muy eruditamente anotada (triplica el número de notas de Pellicer) de Diego
Clemencín (6 vols., 1833-1839); posee sin embargo no pocos defectos en el terreno filológico que intentaron corregir
las notas de Juan Calderón y Luis de Usoz, en el Cervantes vindicado en 115 pasajes (1854) escrito principalmente
por el primero; también son importantes las ediciones de Juan Eugenio Hartzenbusch, una en Argamasilla de Alba,
1863, IV vols., y otra en Obras completas de Miguel de Cervantes; Madrid, Imprenta de Manuel Rivadeneyra, 1863;
a esta última cabe agregar un grupo de notas que Hartzenbusch preparó para una segunda edición que no llegó a
realizarse y que se imprimieron con el título Las 1633 notas puestas por... D. J. E. Hartzenbusch a la primera
edición de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha», Barcelona: Narciso Ramírez, 1874.
Ya a finales del xix Clemente Cortejón preparó ambiciosamente una edición que quiso fuera la primera realmente
crítica de la obra cotejando nada menos que 26 ediciones distintas, pero el autor murió en 1911 sin ver terminada su
obra, cuyo último tomo fue realizado por Juan Givanel y Juan Suñé Benages y salió al fin en Barcelona (1905-1913)

Don Quijote de la Mancha 50
en seis volúmenes, sin el prometido diccionario cervantino y con muy sensibles defectos, derivados de los prejuicios
del autor contra cervantistas anteriores como Clemencín y la escasa aclaración de sus criterios ecdóticos y
filológicos; fue, pues, muy discutida por los cervantistas, que echaron de ver el fárrago extemporáneo de muchas de
sus notas, las lecturas injustificadas que forzó, los errores al atribuirse méritos que pertenecían a otros y la general
falta de explicaciones y justificaciones a sus cambios, conjeturas y lecturas modernizadas, entre otras razones que
hacen muy incómodo el uso de su edición. Después de él fueron muy famosas (en parte por la actitud excluyente de
su autor respecto a otros cervantistas) las ediciones preparadas por Francisco Rodríguez Marín, quien al menos usaba
una metodología, la del positivismo, cada cual más y mejor anotada que la anterior: la de Clásicos La Lectura en
ocho tomos (1911-1913); la supuesta «edición crítica» en seis tomos (1916-1917) y la «nueva edición crítica» en
siete tomos (1927-1928). La última fue reeditada póstumamente, con correcciones y nuevas notas, en diez tomos
(1947-1949) con el título Nueva edición crítica con el comento refundido y mejorado y más de mil notas nuevas); sin
embargo, posee los lastres metodológicos del positivismo en cuanto a su abusivo acarreo de información documental
y, como el autor carecía de formación filológica, no son verdaderas ediciones críticas, pues no depuró el texto
comparando todas las ediciones autorizadas ni señaló siquiera sus cambios en el texto; la de Rudolph Schevill y
Adolfo Bonilla y San Martín (1914-1941), posee, sin embargo, un adecuado rigor filológico y ecdótico y se extiende
a toda la obra conocida de Miguel de Cervantes; la de Martín de Riquer (la última corresponde a 1996) es la obra
maestra de un humanista experto en la vida caballeresca medieval y la del Instituto Cervantes, realizada por un
equipo dirigido por Francisco Rico (1998 y 2004), es la última y por lo tanto la más autorizada a causa del gran
número de fuentes consultadas para depurar el texto y comentarlo. Son también importantes, por distintos aspectos,
entre un número muy crecido de ediciones estimables, las de Emilio Pascual (1975), Juan Bautista Avalle-Arce
(1979), John Jay Allen (1984), Vicente Gaos (1987), la de Luis Andrés Murillo (1988), y las distintas, algunas de
ellas digitales, de Florencio Sevilla Arroyo (2001).
En 1987 se publica una edición ilustrada por Antonio Saura (Don Quijote de la Mancha, Círculo de Lectores,
Barcelona, 1987, 2 vols.) con 195 dibujos del artista aragonés a pluma y tinta china (125 de ellos) y otros 70
utilizando técnicas mixtas.[10]
En 2005 se celebró IV Centenario de El Quijote, motivo por el que la Real Academia Española y la Asociación de
Academias de la Lengua Española promovieron una edición popular basada en la de Francisco Rico y el Instituto
Cervantes publicada por Editorial Alfaguara de 500.000 ejemplares.

Don Quijote de la Mancha 51
Lucien Fugère representando a Sancho Panza en
la ópera Don Quichotte de Jules Massenet (1910).
Don Quijote en la música
La genial novela cervantina ha servido de inspiración a numerosos
músicos desde su publicación. Incluso ya antes de la publicación del
segundo tomo del Quijote, el 3 de febrero de 1614 se representó en el
palacio del Louvre el ballet Don Quichotte dansé par Mme. Sautenir.
Entre las obras más relevantes basadas en el Caballero de la Triste
Figura pueden mencionarse las óperas: The Comical History of Don
Quixote, de Henry Purcell (1695); Don Chisciotte in Sierra Morena, de
Francesco Bartolomeo Conti (1719); Don Chisciotte in Venezia,
intermezzo, de Giovanni Antonio Giay (1752); Niccolò Piccini, de
Niccolò Piccini (1770); Don Chisciotte alle nozze di Gamace, de
Antonio Salieri (1771); Don Chisciotte, de Manuel García (1826);
Tristemente famoso paladín Kosometovich, de Vicente Martín y Soler
(1789); Die Hochzeit des Camacho, de Felix Mendelssohn (1827); Don
Quixote, de Wilhelm Kienzl (1897); Don Quichotte, de Jules Massenet
(1910); El retablo de maese Pedro, de Manuel de Falla (1923); Don
Quichotte, de Cristóbal Halffter (2000) y Don Quijotes Abenteuer, de
Jean Kurt Forest (en 2011 aún sin estrenar). También puede recordarse
la zarzuela La venta de Don Quijote, de Ruperto Chapí (1902).[11]
Además de las óperas citadas, el Quijote inspira un buen número de
conciertos, ballets, suites sinfónicas, música de cámara, etcétera. Entre las obras orquestales más significativas
podrían señalarse los poemas sinfónicos, como por ejemplo Don Quijote, de Richard Strauss, de 1895; Don Quijote,
de Anton Rubinstein, de 1875; Una Aventura de Don Quijote, de Jesús Guridi, de 1916; Don Quijote y Dulcinea, de
Maurice Ravel, de 1932; o Don Quijote velando las armas, de Óscar Esplá, de 1962. En 1968 Jacques Brel compuso
y grabó un disco llamado L'Homme de la Mancha.
También dentro de la música rock se puede encontrar música inspirada por esta obra de Cervantes. El grupo español
Mägo de Oz publicó en el año 1998 un álbum completamente relacionado con Don Quijote y sus andanzas, titulado
La leyenda de La Mancha, el cual contiene temas como «Molinos de viento», «Maritornes», «El bálsamo de
Fierabrás» o «La ínsula de Barataria».[12]

Don Quijote de la Mancha 52
Don Quijote en el cine
Ricardo Puga y Leocadia Alba, como Alonso Quijano y Maritormes, en una escena
de Figuras del Quijote (1910), de Carlos Fernández Shaw, adaptación teatral de la
zarzuela La venta de Don Quijote, con música de Ruperto Chapí
•En 1957 la United Productions of
America contrata al escritor Aldous
Huxley como guionista de una historia
basada en el Quijote protagonizada por el
célebre personaje de animación «Mr.
Magoo».
•En 1990 la productora Hanna-Barbera
realizó una serie de dibujos animados
para televisión, dividida en 26 episodios
de 30 minutos de duración, basada en el
Quijote que se tituló Don Coyote and
Sancho Panda.
•La primera experiencia cinematográfica
sobre Don Quijote de la Mancha vino de
la productora francesa Gaumont en 1898;
se trataba de una breve escena de título
Don Quijote. Lamentablemente no se
conservan imágenes.
•La productora francesa Pathé realiza en
1903 Les Aventures de Don Quichotte de
la Manche dirigida por Lucien Nonguet y
Ferdinand Zecca; se realiza una versión
coloreada manualmente en la que se reproducen varios episodios de Don Quijote de la Mancha. En España se
proyecta en 1905 en los fastos de conmemoración del tercer centenario de la publicación de la edición príncipe.
•La más antigua película española basada en los textos de Cervantes es El curioso impertinente (1908), realizada
por Narciso Cuyás, también director de la versión para el cine mudo de Don Quijote (1908). De ellas escasamente
se conserva alguna noticia.
•La tardía aparición de un organismo encargado de velar y restaurar el legado cinematográfico español (hasta la
creación en 1953 de la Filmoteca Española) permitió que muchas películas del cine mudo, incluidas las primeras
versiones cinematográficas de las obras cervantinas, hayan desaparecido. Sólo se conocen las críticas aparecidas
en la prensa con motivo de su estreno y apenas quedan breves referencias escritas.
•Una de las primeras apariciones del personaje en una obra cinematográfica fue en Don Quixote (1923), de la
mano del director británico Maurice Elvey, y que cuenta con dos grandes actores del cine mudo como fueron
Jerrold Robertshaw y George Robey, éste último conocido por sus musicales en Broadway.
•Una de las adaptaciones cinematográficas más logradas es el Don Quijote de 1933, una producción
franco-británica dirigida por Georg Wilhelm Pabst considerada como un clásico del cine e interpretada en sus
principales papeles por Feodor Chaliapin Jr., como Don Quijote, George Robey que ya interpretara a Sancho
Panza en la versión de Maurice Elvey diez años antes y Renee Valliers como Dulcinea.
•La adaptación realizada en la Unión Soviética en 1957, Don Quijote, dirigida por Grigori Kózintsev es, junto con
la de G. W. Pabst, la versión más conseguida de la obra maestra de Cervantes. Su título original es Don Kijot, y
sus principales protagonistas son Nikolai Tcherkassov —conocido por ser el Aleksandr Nevski y el Iván de las
películas de Eisenstein— y Yuri Tolubúyev. Sin embargo la introducción de un mensaje subliminal sobre la lucha
de clases, característica de todas las películas rusas de la época, y debido al endurecimiento de la Guerra Fría por

Don Quijote de la Mancha 53
el incidente de Bahía de Cochinos evitó que fuese estrenada en Estados Unidos hasta 1961. En esta producción
colaboró con bocetos y escenografías el escultor, pintor y escenógrafo toledano exiliado en la URSS tras la
Guerra Civil Alberto Sánchez.
•Vicente Escrivá se basa en la obra de Gaston Baty y dirige Dulcinea (1962), una coproducción entre España,
Italia y Alemania en la que Millie Perkins, la Anna Frank de El diario de Ana Frank (1959), interpretaba a
Dulcinea.
•La versión del director alemán Carlo Rim, que originalmente fue concebida como una serie para la televisión,
dividida en trece capítulos de treinta minutos cada uno —aunque en España se presentó para su clasificación y
explotación comercial dividida en dos partes, Don Quijote (1965) y Dulcinea del Toboso (1965)—, no llegaría a
estrenarse en las salas de cine.
•La versión cinematográfica del musical Man of La Mancha (El hombre de la Mancha, 1972), dirigida por Arthur
Hiller, contó con Peter O'Toole en el papel de don Quijote/Cervantes y de Sofía Loren como Dulcinea. La versión
teatral se ha representado en más de 50 idiomas, uno de los montajes en español fue el protagonizado en 1997 por
el actor José Sacristán y la cantante Paloma San Basilio.
•Una adaptación libre del Quijote fue la coproducción hispano-mexicana de la comedia Don Quijote cabalga de
nuevo (1973), dirigida por Roberto Gavaldón, sobre «la verdad de lo ocurrido en aquel lugar de la Mancha según
Sancho», protagonizada por Fernando Fernán Gómez en el papel de don Quijote y Mario Moreno «Cantinflas»
como Sancho.
•Los bailarines Sir Robert Helpmann y Rudolf Nuréyev co-dirigen y protagonizan la película Don Quijote (1973),
una adaptación cinematográfica del ballet creado en 1869 por el coreógrafo Marius Petipa y el compositor
Ludwig Minkus que se rodó en un hangar del aeropuerto Essendon de Melbourne y duró 20 días. En julio de ese
año se estrenó en el Teatro de la ópera de Sidney.
•En 1979 el estudio de animación español formado por el director Cruz Delgado y el productor José Romagosa
realizó el sueño de dar vida a la primera serie española de larga duración, en dibujos animados, para la televisión
mundial, Don Quijote de la Mancha, compuesta de 39 episodios de media hora cada uno. Se realizó la adaptación
con la supervisión literaria de Guillermo Díaz-Plaja y contando en el equipo con el cervantista Manuel Criado de
Val. Las voces principales: Fernando Fernán Gómez (Don Quijote) y Antonio Ferrandis (Sancho Panza). La serie
ha recorrido el mundo entero en más de 30 doblajes íntegros.
•En 1980 el estudio de animación japonés Ashi Productions realizó una serie de dibujos animados para la
televisión basada en Don Quijote de la Mancha; su título original era Zukkoke Knight: Don De La Mancha y en
español se tituló Don Quijote y los cuentos de La Mancha. Estaba compuesta de 23 episodios, siendo su director
de animación Noa Kawaii y el director de la serie Kunihiko Yuyama.
•El prestigioso director de teatro europeo Maurizio Scaparro, a partir de un guion en colaboración con Rafael
Azcona, realiza una original versión para televisión de la novela de Miguel de Cervantes en su Don Quijote de
1983, en la que cabe destacar la participación del grupo de teatro Els Comediants.
•En 1955 Orson Welles comienza a trabajar en una adaptación de El Quijote, proyecto que tuvo que abandonar en
varias ocasiones por falta de presupuesto. Una vez abandonado definitivamente el proyecto y fallecido su director,
Jesús Franco realiza un montaje con parte de las imágenes originales y presenta la película Don Quijote de Orson
Welles (1992) en el Festival de Cannes. Sus protagonistas son Akim Tamiroff en el papel de Sancho —también
intervino en Mister Arkadin (1955), Sed de mal (1958) y Campanadas a medianoche (1965), del mismo
director—, y Francisco Regueira como Don Quijote.
•A comienzos de 1992 Televisión Española estrena una adaptación de cinco capítulos que incluye las aventuras del
primer libro: El Quijote de Miguel de Cervantes, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón y producida por Emiliano
Piedra. Con Fernando Rey y Alfredo Landa como Don Quijote y Sancho Panza, respectivamente.

Don Quijote de la Mancha 54
•En 1997 Romagosa International Merchandising, S.L., productora de la serie de dibujos animados ya mencionada
con anterioridad, realizó, de la mano del director Cruz Delgado Jr. y del productor Santiago Romagosa, la edición
[13] del Quijote de 1979 en dos magníficos largometrajes de dibujos animados, adaptando cada largometraje una
de las partes del Quijote. Don Quijote I (92 min.) y Don Quijote II (94 min.) fueron los primeros largometrajes de
animación realizados en adaptación del Quijote.
•Los actores Bob Hoskins e Isabella Rossellini protagonizan una controvertida adaptación televisiva de la obra de
Miguel de Cervantes en Quijote (2000), dirigida por Peter Yates.
•En el año 2000 el director Terry Gilliam inició el rodaje de El hombre que mató a Don Quijote, con Johnny Depp
interpretando a Sancho y Vanessa Paradis a Dulcinea. Una serie de calamidades, como la de Jean Rochefort, que
encarnaba al ingenioso hidalgo de La Mancha y que sufrió de una hernia discal doble que le impidió montar a
caballo, y adversidades meteorológicas, abortaron la película. Sin embargo, nos queda el documental Perdido en
la Mancha (2003), de Keith Fulton y Louis Pepe, que retrata todas esas fatalidades y que se convirtió en el primer
documental de cómo no se hizo una película.
•El caballero Don Quijote (2002), dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón consiguió el premio Ciudad de Roma a la
mejor película latina en el festival de Venecia de ese año. Con Juan Luis Galiardo y Carlos Iglesias. Esta película
se puede considerar como la segunda parte de El Quijote de Miguel de Cervantes, rodada en 1991 para televisión.
China preparó en 2010 la primera producción asiática rodada en 3D sobre la figura de Don Quijote y Sancho Panza.
La película muestra la aventura clásica de la novela pero ambientada en la China del siglo XVII.
Películas
•Aventures de Don Quichotte de la Manche (1903), de Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet; duraba 16 minutos.
•Don Quijote (¿1908?), de Georges Méliès.
•Don Quichotte (1909), de Emile Cohl, Francia; cortometraje.
•Monsieur Don Quichotte (1909), de Paul Gavault, Francia.
•Don Chisciotte (1910), producida por Cinés, Italia.
•Don Quichotte (1913 ó 1912), de Camille de Morlhon, Francia.
•Il sogno di Don Chisciotte (1915), de Amleto Palermi, Italia.
•Don Quixote (1916), de Edward Dillon. Protagonizada por Wolf Hopper (Don Quijote), Max Davidson (Sancho
Panza) y supervisada por D.W. Griffith.
•Don Quixote (1926), de Lau Lauritze.
•Dulcinea (1946), de Luis Amaya.
•Don Quijote de la Mancha (1948), de Rafael Gil.
•El curioso impertinente (1953), de Flavio Calzavara.
•Aventuras de D. Quixote (1954), serie de televisión brasileña.
•Dan Quihote V'Sa'adia Pansa (1956), de Nathan Axelrod, Israel, 80 min. Con Shimson Bar-Noy.
•Aventuras de Don Quijote (1960) de Eduardo García Maroto, España, 33 min. Con Guillermo Amengual, Manuel
Arbó. Cortometraje. El primero de seis que no se llegaron a realizar.
•Don Quijote (1961), de Yugoslavia.
•Théâtre de la jeunesse: Don Quichotte (1961), dirigido por Marcel Cravenne y Louis Grospierre para televisión.
•Rutas del Quijote (1962), de Julián de la Flor. Documental en catalán.
•Don Quixote (1962), película finlandesa.
•Rocío de La Mancha (1963), Luis Lucía Mingarro.
•Don Quichotte (1965), de Jean-Paul Le Chanois (Francia).
•Don Quijote (1965), serie de televisión de 13 episodios dirigida por Jacques Bourdon, Louis Grospierre y Carlo
Rim.
•Sancho Panza dans son île (1965), de Maurice Chateau, para televisión.

Don Quijote de la Mancha 55
•Quijote ayer y hoy (1965), de César Fernández Ardavín, documental.
•La Mancha de Cervantes (1968), de Ramón Masats, cortometraje documental.
•Don Quijote de la Mancha (1968), de Rafael Ballarín.
•Don Chisciotte e Sancho Panza (1969), de Giovanni Grimaldi.
•Don Quijote es armado caballero (1970), de Amaro Carretero y Vicente Rodríguez, corto de animación.
•Don Kihot i Sanco Pansa (1971), de Zdravko Sotra, versión yugoslava para televisión.
•The Adventures of Don Quixote (1973), de Alvin Rakoff para televisión.
•Don Quijote cabalga de nuevo (1973), de Roberto Gavaldón, comedia de producción española y mexicana.
•As trapalhadas de Dom Quixote e Sancho Pança (1977), de Ary Fernandes, producción brasileña.
•Rutas del Quijote (1975), de Julián de la Flor, corto documental.
•Don Quijote, Sancho y Clavileño (1978), de Rafael Gordon, cortometraje.
•La Mancha alucinante (1978), de Alberto Lapeña, cortometraje documental.
•Don Quijote de la Mancha (1979), serie televisiva de dibujos animados obra de Cruz Delgado y producida por
José Romagosa. 39 episodios de 26 minutos cada uno. Doblada a más de 30 lenguas, se considera por muchos
como la más extensa y fiel adaptación de la obra magna de Cervantes.
•Tskhovreba Don Kikhotisa da Sancho Panchosi (1988), de Rezo Chkheidze, serie de televisión hispano-rusa.
•El Quijote de Miguel de Cervantes (1990), de Manuel Gutiérrez Aragón, para televisión.
•Don Quijote de Orson Welles (1992), versión de Jesús Franco.
•Don Quijote (1997), dirigida por Csaba Bollók.
•Don Quijote I & II [13] (1997), largometrajes de dibujos animados obra de Cruz Delgado y producidos por
Santiago Romagosa.
•El caballero Don Quijote (2002), dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón.
•El secreto de Don Quixote (2005), documental de producción, el secreto oculto [14] que esconde la novela
cervantina y los misterios de la Kabalah, dirigido por Raúl Fernández Rincón.
•Donkey Xote (2007) de José Pozo, película de animación 3D cuyo personaje principal es Rocinante, en la que se
adapta la segunda parte.
•Las aventuras de Don Quijote (2010) de Antonio Zurera
•Don Quixote 3D (2010). Producción china.
Don Quijote en la historieta
La obra de Cervantes ha sido objeto de varias adaptaciones a este medio. Entre las más recientes, cabe destacar el
Quijote (2000) de Will Eisner y en 2005, año de su IV centenario, el álbum colectivo Lanza en astillero, editado por
la Junta de Castilla-La Mancha, o Mortadelo de la Mancha de Francisco Ibáñez.
Don Quijote en Internet
En septiembre de 2010, el portal de videos YouTube, en colaboración con la Real Academia de la Lengua Española,
lanzaron un proyecto de lectura colectiva de la obra. A través de este portal, los usuarios podían subir videos en los
que leían un fragmento de ocho líneas ofrecido por el sistema. En total, 2.149 personas realizaron una lectura
continuada de 4.298 minutos o casi tres días. El video fue finalmente publicado el 22 de marzo de 2011, pudiendo
elegir el capítulo o fragmento de la obra designado para cada usuario. El primer fragmento está leído por el actual
director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.[15][16]

Don Quijote de la Mancha 56
Referencias
[1]En la editio princeps («primera edición») de la novela, publicada a principios de 1605, el título que aparece en la portada es: EL INGENIOSO
HIDALGO DON QVIXOTE DE LA MANCHA (http:/ / es. wikipedia. org/ wiki/ Archivo:Cervantes_Don_Quixote_1605. gif). En cuanto a los
aspectos ortográficos, la grafía V era la habitual en la época para representar en letra mayúscula al fonema vocálico /u/; en cuanto a la X,
representaría en este caso, muy probablemente, el fonema fricativo alveolar /x/ (pronunciado como la j actual), algo que seguiría haciendo (al
lado de las grafía «j» e «i») tanto en letra mayúscula como en minúscula, hasta el siglo xviii. En cuanto al contenido del título, y como parecen
demostrar las referencias al mismo fuera de la portada (cf., por ejemplo, aquí (http:/ / www. cervantesvirtual. com/ obra-visor/
el-ingenioso-hidalgo-don-quixote-de-la-mancha--9/ html/ )), es probable que el original de la novela llevase como título El ingenioso hidalgo
de la Mancha
[2]http:/ / en. wikipedia. org/ wiki/ The_100_Best_Books_of_All_Time
[3]Título original: Segunda parte del ingenioso cavallero Don Qvixote de la Mancha (http:/ / www. cervantesvirtual. com/ servlet/ SirveObras/
05814067588047095332268/ ima0000. htm).
[4]Véase, por ejemplo, el capítulo dos del libro de Graf, Cervantes and Modernity (2007)
[5]«Don Quichotte, la Réaffirmation messianique du Coran.» (http:/ / www. dominique-aubier. com/ dqlareafirmaton/ index. html) en el sitio
web de la autora, Dominique Aubier.
[6]« Don Quijote en croata (http:/ / www. cervantes. es/ quijote/ croata/ croata. htm)». Cervantes.es. Consultado el 25-04-2010.
[7]Las obras maestras como el Quijote son capaces de emocionar antes de ser comprendidas (http:/ / www. casaasia. es/
GestorPeticiones?aplicacion=info& origen=reportajes& destino=reportaje_ficha& codigo=3904)
[8]Difusión de Don Quijote en Rusia (http:/ / www. spain. mid. ru/ rus-spa_e_07. html)Uso incorrecto de la plantilla enlace roto (enlace roto
disponible en Internet Archive; véase el historial (http:/ / web. archive. org/ web/ */ {{{1}}}) y la última versión (http:/ / web. archive. org/
web/ 2/ {{{1}}})).
[9]Noticia de la traducción a T9 del Quijote en Granada Hoy. (http:/ / www. granadahoy. com/ article/ provincia/ 684989/ quijote/ traducido/
mensaje/ movil. html)
[10]Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Círculo de Lectores, Barcelona 1987, 31,7x20,5 cm, 2 vols. de 392 págs. cada uno.
Ilustraciones y nota final de Antonio Saura, prefacio de Martín de Riquer. Selección de trece imágenes de la edición ilustrada en
www.antoniosaura.org (página oficial de la fundación Sucession Saura) (http:/ / www. antoniosaura. org/ home. php?lng=ca& rub=2&
ssrub=5& illustration=33)
[11]http:/ / cvc. cervantes. es/ actcult/ quijote_musica/ nommick. htm
[12]Libreto del álbum La Leyenda de la Mancha, Mägo de Oz, Locomotive Music, 1998.
[13]http:/ / www. quijote. tv
[14]http:/ / www. lucafilms. es/ Documentales. htm
[15]« Preparan en YouTube la lectura del Quijote más grande de la historia (http:/ / www. clarin. com/ sociedad/
Preparan-YouTube-lectura-Quijote-historia_0_345565564. html)». Clarín (01-10-2010). Consultado el 03-10-2010.
[16]YouTube (ed.): « Canal del Quijote (http:/ / www. youtube. com/ elquijote)». Consultado el 03-10-2010.
Bibliografía
•Aguirre Bellver, Joaquín (2005), El borrador de Cervantes: cómo se escribió el Quijote, Ediciones Rialp
(Colección literaria), Madrid, España. ISBN 84-321-2919-4
•Anso, Carlos. (2001), Don Quijote o el sueño de Cervantes, Editorial Pamiela, Pamplona, España. ISBN
84-7681-273-6
•Ascunce Arrieta, José Ángel, Los quijotes del Quijote: Historia de una aventura creativa. Kassel, Edition
Reichenberger 1997. ISBN 3-931887-14-6
•Ascunce Arrieta, José Ángel, El Quijote como tragedia y la tragedia de don Quijote, Kassel, Edition
Reichenberger 2005. ISBN 3-937734-00-4
•Aubier Dominique, Don Quijote profeta y cabalista (http:/ / www. dominique-aubier. com/ accueil/ index. html),
Ediciones Obelisco, 1981. ISBN 84-300-4527-9
•Aubier Dominique, Don Quichotte, le prodigieux secours du messie…, Ed. M.L.L.; 1997. ISBN 2-9508391-2-6
•Aubier Dominique, Don Quichotte, la; révélation messianique du Code de la Bible et de la Vie…, Ed. M.L.L.
1999. ISBN 2-9508391-4-2
•Aubier Dominique, Don Quichotte, la réaffirmation messianique du Coran, Ed. M.L.L. 2001. ISBN
2-9508391-8-5
•Avalle-Arce, Juan Bautista, Don Quijote como forma de vida, Madrid, Fundación Juan March—Castalia, 1976.
ISBN 84-7039-244-1

Don Quijote de la Mancha 57
•Avalle-Arce, Juan Bautista, Deslindes cervantinos, Madrid, Edhigar, 1961. ISBN 84-344-8321-1
•Avalle-Arce, Juan Bautista, Nuevos deslindes cervantinos, Barcelona, Ariel, 1975. ISBN 84-344-8321-1
•Bagno, Vsevolod, El Quijote vivido por los rusos, Madrid, CSIC — Ciudad Real Diputación de Ciudad Real,
1995.
•Bonilla y San Martín, Adolfo, Cervantes y su obra, Madrid, Francisco Beltrán, 1926.
•Castro Quesada, Américo, El pensamiento de Cervantes [1925], Madrid, Trotta, 2002. ISBN 84-8164-509-5
•Cervantes y su mundo I, VV.AA., Kassel, Edition Reichenberger 2004. ISBN 3-935004-89-3
•Cervantes y su mundo II, VV.AA., Kassel, Edition Reichenberger 2005. ISBN 3-935004-91-0
•Cervantes y su mundo III, VV.AA., Kassel, Edition Reichenberger 2005. ISBN 3-937734-10-4
•Cervantes. Estudios sobre Cervantes en la víspera de su centenario. VV.AA., Kassel, Edición Reichenberger
1994. ISBN 3-928064-64-9
•Díaz, Lorenzo, La cocina del Quijote, Madrid, Alianza Editorial, 1997. ISBN 84-206-0829-7
•Díaz-Pintado Hilario, Ángel-Enrique, Salidas y aventuras de Don Quijote y Sancho por tierras de Europa y
América, Ciudad Real, Asociación Cultural «Ciudad Real Quijote 2000», 2004.
•Duran, Manuel y Rogg, Fay R., Fighting Windmills: Encounters with Don Quixote, Yale University Press, 2006.
ISBN 0-300-11022-7
•Eisenberg, Daniel, Cervantes y Don Quijote, Barcelona, Montesinos, 1993. ISBN 84-7639-157-9
•Eisenberg, Daniel, Estudios cervantinos Barcelona, Sirmio, 1991. ISBN 84-7769-037-5
•Eisenberg, Daniel, La interpretación cervantina del Quijote, Madrid, Compañía literaria, 1995. ISBN
84-8213-023-4
•García-Rayo, Antonio, Don Quijote y Sancho Panza cabalgan por el cine, artículo publicado en la revista AGR
coleccionistas de cine, número 22.
•Graf, E. C., Cervantes and Modernity: Four Essays on Don Quijote, Lewisburg, PA, Bucknell University Press,
2007. ISBN 0-8387-5655-7
•Hatzfeld, Helmut, El Quijote como obra de arte del lenguaje, Madrid, Instituto Miguel de Cervantes, 1972. ISBN
84-00-03800-2
•Ledesma, Ramiro, El Quijote y nuestro tiempo, Madrid-Barcelona, Obras Completas. Volumen I, Ediciones
Nueva República, 2004. ISBN 84-93-39432-7
•Marasso, Arturo, Cervantes, Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, 1947.
•Márquez Villanueva, Francisco, Personajes y temas del «Quijote», Madrid, Taurus, 1975. ISBN 84-306-2080-X
•Ortega y Gasset, José, Meditaciones del «Quijote» [1914], Madrid, Alianza Editorial, 2005. ISBN 84-206-4117-0
•Parr, James A.: Cervantes and the Quixote: A Touchstone for Literary Criticism. Kassel, Edition Reichenberger
2005. ISBN 3-937734-21-X
•Percas de Ponseti, Helena (2004), Cervantes y su concepto del arte: estudio crítico de algunos aspectos y
episodios del «Quijote», Editorial Gredos (Colección: Biblioteca románica hispánica. II, Estudios y ensayos, 217),
Madrid, España. ISBN 84-249-1205-5
•Reichenberger, Kurt: Cervantes and the Hermeneutics of Satire. Kassel, Edition Reichenberger 2005. ISBN
3-937734-11-2
•Reichenberger, Kurt: ¿Cervantes, un gran satírico? Los enigmas del Quijote descifrados para el carísimo lector.
Kassel, Edición Reichenberger 2005. ISBN 3-937734-12-0
•Reichenberger, Kurt & Theo: Cervantes: El Quijote y sus mensajes destinados al lector. Kassel, Edition
Reichenberger 2004. ISBN 3-937734-05-8
•Riley, Edward C., Introducción al «Quijote» [1990], Barcelona, Crítica, 2004. ISBN 84-8432-027-8
•Riquer Morera, Martín de, Aproximación al «Quijote» [1967], Barcelona, Teide, 1993. ISBN 84-307-7055-0
•Riquer Morera, Martín de, Para leer a Cervantes. Madrid, Acantilado, 2003. ISBN 84-96136-20-5
•Rosales, Luis, Cervantes y la libertad [1960], Madrid, Trotta, 1996. ISBN 84-8164-131-6
•Salazar Rincón, Javier, El mundo social del Quijote. Madrid, Gredos, 1986. ISBN 84-249-1060-5

Don Quijote de la Mancha 58
•Salazar Rincón, Javier, El escritor y su entorno. Cervantes y la corte de Valladolid en 1605. Valladolid, Junta de
Castilla y León, 2006. ISBN 84-9718-375-4
•Selig, Karl-Ludwig: Studies on Cervantes. Kassel, Edition Reichenberger 1995. ISBN 3-928264-64-9
•Sliwa, Krzysztof, Vida de Miguel Cervantes Saavedra. Kassel, Edition Reichenberger 2005. ISBN 3-937734-13-9
•Sliwa, Krzysztof, Documentos cervantinos. Nueva recopilación; lista e índices. New York, Peter Lang, 2000.
•Torrente Ballester, Gonzalo, El Quijote como juego [1975] y otros trabajos críticos, Barcelona, Destino, 2004.
ISBN 84-233-3598-4
•Unamuno, Miguel de, Vida de don Quijote y Sancho, según Miguel de Cervantes Saavedra, explicada y
comentada [1905], Madrid, Alianza Editorial, 2005. ISBN 84-206-3614-2
•Miguel de Unamuno Vida de Don Quijote y Sancho (http:/ / books. google. es/ books?id=3ug-AAAAIAAJ&
dq=Miguel+ Unamuno& lr=)
Enlaces externos
• CommonsMultimedia en Commons.
• WikcionarioDefiniciones en Wikcionario.
• WikiquoteCitas en Wikiquote.
• WikisourceTextos originales en Wikisource.
• WikinoticiasNoticias en Wikinoticias.
•Edición en línea de Francisco Rico para el Centro Virtual Cervantes (http:/ / cvc. cervantes. es/ obref/ quijote/ )
•Quijote interactivo de la Biblioteca Nacional de España (http:/ / www. bne. es/ es/ Colecciones/ Cervantes/
Quijoteinteractivo/ index. html)
•Primera edición del Quijote en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España (http:/ / bdh.
bne. es/ bnesearch/ Search. do?text=& field1val=1804836& numfields=1& field1Op=AND& exact=true&
advanced=true& field1=PID& language=esEn)
•Portal consagrado a Cervantes en la Biblioteca Virtual que lleva su nombre (http:/ / www. cervantesvirtual. com/
bib_autor/ Cervantes/ )
•Don Quijote en el cine (http:/ / www. uhu. es/ cine. educacion/ cineyeducacion/ donquijote. htm)
•Los cómics de El Quijote (http:/ / www. tebeosfera. com/ 1/ Documento/ Recorte/ CLIJ/ LosComics/ deElQuijote.
htm), por Antonio Martín para Tebeosfera
•«El otro lado del Quijote» (http:/ / hemeroteca. abc. es/ nav/ Navigate. exe/ hemeroteca/ madrid/ cultural/ 2005/
02/ 12/ 004. html), Blanco y Negro Cultural, 12-2-2005.
•El Quijote para escuchar por capítulos. Audio en formato mp3 (http:/ / www. educaragon. org/ arboles/ arbol.
asp?guiaeducativa=41& strseccion=a1a68)
•Don Quijote (http:/ / librivox. org/ don-quijote-vol-1-by-miguel-de-cervantes-saavedra/ ) para descargar o
escuchar el Audiolibro de la biblioteca digital LibriVox, en formato MP3
•Serie de tve dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón sobre la primera parte del Quijote y otros archivos
audiovisuales de interés (http:/ / www. rtve. es/ television/ el-quijote/ ).
•El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de la Enciclopedia Libre Universal (http:/ /
enciclopedia. us. es/ index. php/ Enciclopedia:Filmoteca_cervantina), publicada en español bajo la licencia
Creative Commons Compartir-Igual 3.0 (http:/ / creativecommons. org/ licenses/ by-sa/ 3. 0/ deed. es).

Personajes del Quijote 59
Personajes del Quijote
Don Quijote y Sancho Panza en la plaza de
España, Madrid.
Este artículo pretende ser un primer acercamiento a los personajes
ficticios de la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
de Miguel de Cervantes, presentándolos, describiéndolos brevemente e
indicando el capítulo en el que son introducidos por primera vez.
Principales
•Alonso Quijano (Don Quijote de la Mancha,mejor conocido como
El Caballero de la Triste Figura, El Caballero de los Leones),
representa la lucha por los ideales sobrepasando todos los
obstáculos, creyendo fuertemente que el mundo podía mejorar. Era
sumamente optimista, y todo lo cuestionaba o lo justificaba.
Además es muy imaginativo porque todas sus aventuras las asocia
con las de los libros de caballerías.
•Sancho Panza, su fiel escudero y su fiel amigo, que le apoyó en sus
locuras. Es la parte realista de don Quijote y trata de hacer que éste
entre en razón de lo que está haciendo.
•Dulcinea del Toboso , dama siempre presente en el pensamiento de
Don Quijote.
•Rocinante, caballo de Don Quijote, flaco, pando, de aspecto burlesco para ser el caballo de un caballero.
Primera parte
•El cura del pueblo de Don Quijote, licenciado Pedro Pérez. Hombre docto, graduado en Sigüenza (Cap. I).
••El ama de llaves, que pasaba de los cuarenta. El mozo de campo. Vivían en la casa de Don Quijote (Cap. I).
••La sobrina, Antonia Quijana, que no llegaba a los veinte.
••Un ventero (Sr. Castellano) y dos "doncellas" (Doña Tolosa y Doña Molinera) que les dijeron a Don Quijote les
servirían de por vida (Cap. II).
••Un labrador, Juan Haldudo, y su criado Andrés (Cap. IV).
••Unos mercaderes (Cap. IV).
••Pedro Alonso, labrador vecino, que lo rescata de su primera aventura y accidente. (Cap. V).
••Maese Nicolás, el barbero del pueblo (Cap. V).
•El Sabio Frestón, que le robó los libros y el aposento a Don Quijote. También, para su desgracia, tornó los
"gigantes" en molinos (Cap. VII).
•Sancho sale sin despedirse de su mujer, Juana Panza (también llamada Teresa), e hijos (Sanchica, una hija
nombrada en la obra) (Cap. VII).
•Una señora vizcaína en un carruaje dirigiéndose a Sevilla. La acompañaban dos frailes de San Benito y varios
escuderos (Cap. IX).
•Seis cabreros. Antonio, "un mozo de hasta veinte y dos años, de muy buena gracia" que sabía de música y les
cantó un romance (Cap. XI).
•Dos mozos dan cuenta a Don Quijote de la muerte de aquella "mañana del famoso pastor estudiante llamado
Crisóstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella endiablada moza de Marcela, la hija de
Guillermo el rico, aquélla que se anda en hábito de pastora por esos andurriales". Los pastores, Pedro, Sarra y
Ambrosio explican la desdicha de Grisóstomo (Cap. XII).

Personajes del Quijote 60
••Seis pastores vestidos de negros y con coronas de guirnaldas en las cabezas. Dos gentiles hombres a caballo y
otros tres mozos de a pie que se dirigían al entierro de Grisóstomo. Vivaldo y otros pastores practicaban con Don
Quijote, entre otras cosas, sobre las poesías del difunto Grisóstomo que ellos habían salvado de las llamas (Cap.
XIII).
••"Más de 20" arrieros yangüeses (Cap. XV).
•Un ventero, su mujer e hija. La asturiana Maritornes. Un arriero y un cuadrillero de la Santa Hermandad (Cap.
XVI).
••Hombres "fantasmas", entre ellos Pedro Martínez y Tenorio Hernández que mantearon a Sancho en la venta (Cap.
XVII).
••Pastores que cuidaban "dos ejércitos" de ovejas y carneros (Cap. XVIII).
•20 encamisados y 6 enlutados hasta los pies que trasportaban un féretro. Se dirigían de Baeza a Segovia. Uno de
ellos se le presenta a Don Quijote como el cura Alonso López (Cap. XIX).
••Un barbero que llevaba una bacía dorada por "yelmo" (Cap. XXI).
••Unos galeotes y sus guardias. Ginés de Pasamonte, atrevido ladrón y bellaco (Cap. XXII).
•Cardenio, un desdichado que por mal de amores vagaba errante por Sierra Morena (Cap. XXIV).
••Luscinda, enamorada de Cardenio.
•Dorotea, una hermosa joven que se hace pasar por la princesa Micomicona (Cap. XXIX).
••Don Fernando, joven que trata de casarse con Luscinda, finalmente se queda con Dorotea.
•Anselmo (personaje de la novela leida por el cura el curioso impertinente) un hombre que al dudar que se mujer le
es fiel le pide a su amigo que intente cortejarla (Cap. XXXIII).
••Lotario amigo de Anselmo, se enamora de la esposa de su amigo llamada Camila (Cap. XXXIII).
••Ruy Pérez, el cautivo que llega a la venta. (Cap. XXXVII).
••Zoraida o María, la novia del Cautivo. (Cap. XXXVII).
••Juan Pérez de Viedma, Hermano del cautivo.(Cap. XLII).
••Clara de Viedma, hija de Juan Pérez de Viedma.(Cap. XLII).
••Don Luis, enamorado de Clara de Viedma.(Cap. XLIII).
••Rucio, la mula de Sancho Panza.
••Rocinante, el rocín de don Quijote.
Segunda parte

Personajes del Quijote 61
Los "gigantes" que se tornaron en molinos
•Tres aldeanas dirigiéndose en burro hacia El Toboso. Don Quijote
sólo ve la transformación de su Dulcinea en labradora, a pesar de la
treta burlesca de Sancho (Cap. X).
•Carreta de comediantes disfrazados para representar una función
titulada Las cortes de la muerte (Cap. XI). Se consideraban perros
malditos.
••Tomé Cecial, vecino y compadre de Sancho, es el escudero de quien
se hace llamar el caballero de los Espejos o El Caballero del Bosque
(en realidad, Sansón Carrasco) y dice estar enamorado de una tal
Casildea de Vandalia (Cap. XII).
•El hidalgo Diego de Miranda cabalgando a lomos de "una muy
hermosa yegua tordilla, vestido un gabán de paño fino verde [...];
el aderezo de la yegua era [...] asimismo de morado y verde; [...]
las espuelas no eran doradas, sino dadas con un barniz verde"
(Cap. XVI).
••Don Lorenzo: hijo de Don Diego de Miranda.
••Carretero y leonero llevando dos leones a la corte (Cap. XVII).••Labradores, estudiantes, cura, parientes, danzantes, músicos y zagales todos vestidos de fiesta para asistir a la
mejor y más rica boda jamás celebrada en la Mancha. La novia, Quiteria la hermosa. El novio, Camacho el rico.
(Cap.XX).
••El desdichado Basilio, cuyo ingenio logró lo que más bien parecía milagro (Cap. XX).
•El primo de un estudiante, de los que habían conducido a Don Quijote a la boda se Basilio, conducirá a nuestros
protagonistas a la cueva de Montesinos (Cap. XXII).
••Durandarte: primo de Montesinos que estaba encantado. Mujer de Durandarte: Belerma. Y escudero de este:
Guadiana (convertido en río).
••Sansón Carrasco: el bachiller que acaba con la locura Quijotesca haciéndose pasar primero por el Caballero de los
Espejos y luego por el Caballero de la Blanca Luna. Habia visto impresa la obra del Ingenioso Hidalgo Don
Quijote de la Mancha.
•El ventero, Maese Pedro (Ginés de Pasamonte), su mono y su criado (cap. XXVI).
••Habitantes de los rebuznos (cap. XXVIII).
••Molineros y pescadores (cap. XXIX).
••Duques y sus criados, dueñas, doncellas, (cap. XXX).
••Sirvientes de Sancho en la ínsula.
••Altisidora y su amiga.
••Alejandro De La Mancha.
••Don Guante de Toboso.
••Doña Cynthia, la jefa del vizcaíno.
••Encantador Simon de Wisconsin, Controla el tiempo que efecta la aventuras de Quijote mucho (cap. III).
••Paje.
••Doña Rodríguez.
••Roque Guinart.
••Bandoleros.
••Doña Nieves, la suegra de Alejandro de Toboso quien fue con Ana a Sierra Morena.
•Ricote Amigo morisco de Sancho Panza que es expulsado de España por su religión y emigra a Alemania.
••Ana Félix.
••Tosilos.
••Don Antonio Moreno.

Personajes del Quijote 62
••Claudia Jerónima.
••Ricote, el morisco.
••Avellaneda, autor del Falso Quijote.
••Álvaro de Tarfe, personaje del Falso Quijote quien reconoce a Sancho y a Don Quijote como verdaderos
protagonistas de la obra y decide ayudarlos a desenmascarar a Avellaneda.
••...
Los "ejércitos" de Don Quijote
Bibliografía
•Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote de La Mancha [1].
Centro Virtual Cervantes. Instituto Cervantes. Edición digital.
•Miguel de Cervantes Saavedra. Obra completa [2] Universidad de
Alcalá. Edición digital.
•Wikipedia. Se ha recurrido a información procedente del artículo en
inglés List of characters in Don Quixote, versión 20 de noviembre
de 2006. Inicialmente empezó siendo su traducción.
Enlaces externos
Personajes de El Quijote [3] (1ª parte) en presentación power point.
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Don QuijoteCommons.
•Armendáriz Marín, L.M. Personajes que son nombrados en la obra de Don Quijote [4]. Página web personal.
(Relación alfabética completa).
Referencias
[1]http:/ / cvc. cervantes. es/ obref/ quijote/
[2]http:/ / cervantes. uah. es/ obras. htm
[3]http:/ / ciervalengua. files. wordpress. com/ 2007/ 06/ los-personajes-secundarios-de-el-quijote. ppt
[4]http:/ / www. larmendariz. com/ Quijote/ quijotepjestotales. htm

Fuentes y contribuyentes del artículo 63
Fuentes y contribuyentes del artículo
Miguel de Cervantes  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=57286561  Contribuyentes: -Erick-, .Sergio, 2deseptiembre, 619 pepe, 62-36-158-176.dialup.uni2.es, A ver, Aaronkahn,
Aciz, Adam Cuerden, Agguizar, Aiax, Airunp, Aitorzubiaurre, AlbertoDV, Alecoquito, Alexan, Alhen, Aloneibar, Amadalvarez, Amadís, AnTeMi, Anaglez10, Andreasmperu, AniiHeFi,
Anrfernandez, Antur, Antón Francho, Aparejador, Aromera, Arqet, AstroNomo, Axxgreazz, Açipni-Lovrij, Baciyelmo, Baiji, Bananenschnecke, Banfield, Barfly2001, Belb, Beto29, Blessimart,
Bydiox, C'est moi, Calaínos, Cangrejo Nicolás, Carlos mir, CarlosGG, Carutsu, Catón, Cheveri, Ciari el copion, Cipión, Comae, Cookie, Cordwainer, Correogsk, Córdoba2016, DJ Nietzsche,
Dark, Dark Bane, Darwinjvega, Deisenbe, Diegusjaimes, Dilema, Djrolando, Dodo, Domingo Portales, Dorieo, Draxtreme, Drecik, Eamezaga, Ecedillo85, Ecemaml, Edslov, Eduardosalg, El
Pantera, Elisardojm, Emiduronte, Emiglex, Emijrp, Endriago, Escarlati, Eurocristo, Eustakio, FAR, FCPB, Felipe.bachomo, Ferbr1, Filius Rosadis, Foster, Foundling, Franciscoantonioca,
FrancoGG, Freddy eduardo, Frooh, Fuckoff, Gabri-gr-es, Gaeddal, Gaius iulius caesar, Galandil, Games Fan, Ginés90, Glendininng, Gomelendez, Gregorwiki, Gustronico, HUB, Halfdrag,
Hawking, Haycomoelagua, Henry Knight, HermanHn, HighwaytoHell, Hispa, Humberto, Ignacio Icke, Indu, Ingolll, Irenicus, Isha, JMCC1, Javier Salazar, Javierito92, Javiermes, Jcaraballo,
Jjvaca, Jkbw, Jmcangas, Johaneston, Johnbojaen, Jordiko13, JorgeGG, Joseaperez, Josecarlosdiez, Joselarrucea, Jsanchezes, KES47, Kadellar, Ketamino, Khiari, Kikaduedue, LTB, LadyInGrey,
Landmarke, Lauritagh98, Leandrod, Leonpolanco, Licurici, Lingrey, Lito Jimenez, Lobo, Lourdes Cardenal, Lucien leGrey, LuisArmandoRasteletti, Lvegfid, Macalla, Macarrones, Macucal,
Magister Mathematicae, Maldoror, Manrique1430, ManuelGR, Manuelt15, Manuribadeo, Manwë, Martorell45, Matdrodes, Mel 23, Miguel Chong, Miguel303xm, Miguelmoralo, Mikelnatacion,
Misacris, Moriel, Mpeinadopa, Mroperov, Muro de Aguas, Máximo de Montemar, Neekon, Noventamilcientoveinticinco, Obelix83, Oblongo, Odvn, Ornisintaccia, Oscarjosejim, Outisnn,
PAOCOMPU, Pan con queso, PauLYNNITTA, Peejayem, Petronas, Petruss, Pichu VI, Pieter, Poco a poco, Pólux, Queninosta, Qwertymith, Qwertyytrewqqwerty, Rafaelji, Raimundo Pastor,
Ralphloren171, Rastrojo, Reescribidor, Reifo, Richy, Ricky77, Rimac, Rlinx, Rowley, RoyFocker, Ruedasox, Ruiz, Rumpelstiltskin, Rupert de hentzau, Ruy Pugliesi, Rαge, Sabbut, SaeedVilla,
Sanbec, Sanctiacobvs, Sandromontero1992, Santiperez, Sasquatch21, Satesclop, Savh, Sessho-akat, Smeira, Strujebn, Suso de la Vega, Taichi, Tano4595, Taragui, Tatvs, Taty2007, Technopat,
Tegu, The Obento Musubi, Thorongil, Tico, Tirithel, Tomasdeleon, Tomatejc, Tony Rotondas, Txo, Ty25, Unic, Urdangaray, Uridiego, Vatekor, Velual, Venator, Venex, Victor elias, Vivero,
Wadim, Wikiléptico, Willyvice, Xabier, Xaverius, Xavigivax, Zaqarbal, Zufs, Zuirdj, Zupez zeta, Zzamerzz, conversion script, 793 ,טראהנייר ירעל ediciones anónimas
Ruta de Don Quijote  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=57186366  Contribuyentes: Aiax, Aloneibar, Andreasmperu, Baciyelmo, Chico512, Cimeg1984, Digigalos, Eduardoasb,
Geronimobo, HUB, Harpagornis, JMLS, Ketamino, Luis1970, Matdrodes, McMalamute, Oxilium, Peejayem, Piradaperdida, Quantumleap, Racso, Retama, Tolomeo, Valdoria, Wikeando, 34
ediciones anónimas
Don Quijote de la Mancha  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=57407475  Contribuyentes: - M -, .José, .Sergio, 2deseptiembre, 333, 4lex, 62-36-158-176.dialup.uni2.es, A ver,
Abece, Adam Cuerden, Aegidus, Agguizar, Aiax, Airunp, Al59, Alberto Salguero, Aleposta, Alhen, Aloneibar, Amorde2, Andreasmperu, André Martín Espinal Lavado, Angelito7, Antonio
LImón López, Antonorsi, Antur, Antón Francho, Ariadne Primavera, Armin76, Aromera, Arqet, Arrabalero, Arrt-932, Atlante77, Açipni-Lovrij, BL, Baciyelmo, Bafomet, Baiji, Banfield, Barcex,
Bassoret, Beat 768, Betomg88, Bibliofilotranstornado, Bonnot, Boricuaeddie, Bsea, Bucephala, Ca in, Camilo, Camima, Cantus, Carabás, Carlos yo, Carnendil, Catón, Cesarsdlm, Cheveri, Chien,
Cipión, Cobalttempest, CommonsDelinker, Cookie, Cordwainer, Correogsk, Cotijo, Cratón, Cruccone, Ctrl Z, Cvbr, DEDB, DJ Nietzsche, Dagane, Dalobuca, Danoples, Davidnr, Dcarrero, Dem,
Demondeep, Dianai, Dictablanda, Die Sengerin, Diegusjaimes, Dionisio, Doctor seisdedos, Dodo, Dorieo, Duraznita, EOZyo, Ecemaml, Edescas, Edmenb, Edub, Efemese, Ejrrjs, El señor de las
letras, Elchangito, Emiduronte, Emijrp, Endriago, Ensada, Er Komandante, Ernestogon, Erri4a, Escarlati, Espatarraoforever, FAR, Fadesga, Felipealvarez, Ferk, Fernando, Fernando Estel, Fito
hg, Fixertool, Fmariluis, FordPrefect42, Fpastor, Fran-ESC, FrancoGG, Fridacamacho, Frutoseco, Furti, GRHugo, Galio, George McFinnigan, Gio Bruno, Glendininng, Globalphilosophy, Gonis,
Gtr. Errol, Gusgus, Góngora, HUB, Halfdrag, Hampcky, Hlnodovic, Hortelano, Huhsunqu, Humberto, Ialad, Igna, InaSam, Inglethorp, Inmonaranja, Irus, Isha, Isidromv, Iulius1973, J. A. Gélvez,
J.M.Domingo, JDPhD, JEDIKNIGHT1970, JMCC1, JMPerez, Jarisleif, Jarke, Javierito92, Jesus orlando guerrero e., Jetaa, Jimlerchelo, Jjvaca, Jkbw, Jlgf, Jlopezwagner, Joane, John Smith, Joita
Bandana, Jorge.a.alfaro, JorgeGG, Joseaperez, Joselarrucea, José Luis Bueren, Juan A. Malo de Molina, Julianortega, Junior0516, Jyon, K1975, Kadellar, Kanon6996, Ketamino, Khiari, Kojie,
Kokin, LCaballero, Lagm-rus, Lalulilo, Leugim1972, Lian3W, Libertad y Saber, Licenciado Peralta, Lidoro, Liljozee, Lisuarte de Grecia, Lobillo, Lopezpablo 87, Luc77, Luis1970, Luxford,
M1ss1ontomars2k4, Macalla, Macarrones, MadriCR, Madrid1901, Mafores, Magister Mathematicae, Maldoror, MambaVerde, Mandramas, Manu Lop, Manuel González Olaechea y Franco,
ManuelGR, Manuelnahuel, Manuribadeo, Manwë, MaryRhapsody, Matdrodes, Mel 23, Melamed katz, Mfsf, Michelangelo-36, Morancio, Moriel, Mudmedia, Muro de Aguas, Murphy era un
optimista, Máximo de Montemar, Méudit Montenegro, NeVic, Nerêo, Nicomedes1954, Nixón, Obelix83, Oxilium, Pablo, Pablo Escobar, Pacostein, Paliano, Pan con queso, Paradoja,
Patricio.lorente, Penquista, Pepelopex, Petronas, Petruss, Peñap, Pincho76, Platonides, Poco a poco, Prasku, Pravdaverita, Prometeus, Pruxo, Pólux, Quixoret, REMP81, Rafaortuno, Rastrojo,
Raystorm, Remux, Rhion, Ronaldo16, Rosarino, RoyFocker, Rubpe19, Ruedasox, Rumpelstiltskin, Rupert de hentzau, SDJuanma, SRG1962, Sa, Sabbut, SaeedVilla, Sanbec, Santiperez,
Sarampión, Sasquatch21, Sauron, Savh, Sergio Andres Segovia, Shooke, Sonett72, Supersouissi, Suso de la Vega, Tarantino, Technopat, Thor8, Tico, Tirithel, Tomas lloret, Tomatejc, TonyL,
Torquemado, Tostadora, Troll6969, Una, Urko1982, Usuarioderota, VP, VanKleinen, Venados, Vitamine, Vivero, Vsaezh, Warko, Wikielwikingo, Wikiléptico, Wikiperuvian, Wikisilki,
Wilfredor, Wkboonec, Xavigivax, Yeza, Yrithinnd, Yurik, Zaqarbal, Zorak, Zupez zeta, Zyder, conversion script, Ángel Luis Alfaro, 826 ediciones anónimas
Personajes del Quijote  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=57064294  Contribuyentes: Aiax, Airunp, Aloneibar, Banfield, BlackBeast, Camilo, Carabás, Carmenrojasgordillo,
Choto103, Ctrl Z, Dannycas, Death Master, Dermot, Diegusjaimes, Digigalos, Edmenb, Elultimolicantropo, Emiduronte, Emijrp, Enciclomaster, Escarlati, Hprmedina, Igna, Jarfil, Jkbw, Joita
Bandana, Julie, Khiari, Kved, Leoxnv, MarcoAurelio, Matdrodes, Mechusriva, Miss Manzana, Neodop, Netito777, Obelix83, Peejayem, Petronas, Petruss, Platonides, Pólux, Roberpl, RoyFocker,
SMP, Savh, Snakeyes, Suzusan, Tirithel, Urumi, VP, Wkboonec, Xavigivax, Zaqarbal, Zufs, 237 ediciones anónimas

Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 64
Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes
Archivo:Cervates jauregui.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Cervates_jauregui.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Balbo, Bukk, Enrique Cordero,
Joseluis bn, 12 ediciones anónimas
Archivo:Miguel de Cervantes signature.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Miguel_de_Cervantes_signature.svg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Badzil,
Lobo, McSush
Archivo:Battle of Lepanto 1571.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Battle_of_Lepanto_1571.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: anonymous
Archivo:Cervantes (J. Vancell) Madrid 01.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Cervantes_(J._Vancell)_Madrid_01.jpg  Licencia: Creative Commons
Attribution-Sharealike 2.0  Contribuyentes: FlickreviewR, Zaqarbal, 1 ediciones anónimas
Archivo:Cervantes Valladolid lou.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Cervantes_Valladolid_lou.jpg  Licencia: GNU Free Documentation License  Contribuyentes:
Balbo, Foundert, Inigo, Lourdes Cardenal, Queninosta, Rondador, Wst, Zaqarbal, 1 ediciones anónimas
Archivo:Cervantes Don Quixote 1605.gif  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Cervantes_Don_Quixote_1605.gif  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Achird,
Akinom, Balbo, Boricuaeddie, Igiveup, Javierme, Man vyi, Shakko, Wst, 3 ediciones anónimas
Archivo:Casa de Medrano (Argamasilla de Alba).JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Casa_de_Medrano_(Argamasilla_de_Alba).JPG  Licencia: Creative
Commons Attribution 3.0  Contribuyentes: Dilema
Archivo:Casacervantes valladolid lou.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Casacervantes_valladolid_lou.JPG  Licencia: GNU Free Documentation License
 Contribuyentes: User:Nicolás Pérez
Archivo:Monasterio de San Ildefonso y San Juan de la Mata - Cervantes.jpg  Fuente:
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Monasterio_de_San_Ildefonso_y_San_Juan_de_la_Mata_-_Cervantes.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: J.L. de Diego
Archivo:Honoré_Daumier_017_(Don_Quixote).jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Honoré_Daumier_017_(Don_Quixote).jpg  Licencia: Public Domain
 Contribuyentes: AndreasPraefcke, Balbo, Electron, Homonihilis, Joseolgon, Martin H., Pitke, Scewing, Tsaag Valren, Wst, 3 ediciones anónimas
Archivo:Gustave Doré - Miguel de Cervantes - Don Quixote - Part 1 - Chapter 1 - Plate 1 "A world of disorderly notions, picked out of his books, crowded into his imagination".jpg
 Fuente:
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Gustave_Doré_-_Miguel_de_Cervantes_-_Don_Quixote_-_Part_1_-_Chapter_1_-_Plate_1_"A_world_of_disorderly_notions,_picked_out_of_his_books,_crowded_into_his_imagination".jpg
 Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Gustave Doré (1832–1883) Héliodore-Joseph Pisan (assistant, 1822-1890)
Archivo:Monumento a Miguel de Cervantes - La Gitanilla.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Monumento_a_Miguel_de_Cervantes_-_La_Gitanilla.jpg  Licencia:
Creative Commons Attribution-Share Alike  Contribuyentes: Kadellar
Archivo:Monumento a Cervantes (Madrid) 07.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Monumento_a_Cervantes_(Madrid)_07.jpg  Licencia: Creative Commons
Attribution-ShareAlike 3.0 Unported  Contribuyentes: Luis García (Zaqarbal)
Archivo:El cerco de Numancia (manuscrito).jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:El_cerco_de_Numancia_(manuscrito).jpg  Licencia: Public Domain
 Contribuyentes: la copia es anónima. El texto es de Miguel de Cervantes
Archivo:Cervantes - Museo Cera (Madrid).jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Cervantes_-_Museo_Cera_(Madrid).jpg  Licencia: Creative Commons Attribution
3.0  Contribuyentes: Tamorlan
Archivo:Estatua Cervantes Alcalá.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Estatua_Cervantes_Alcalá.JPG  Licencia: desconocido  Contribuyentes: Outisnn
Archivo:Commons-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Commons-logo.svg  Licencia: logo  Contribuyentes: SVG version was created by User:Grunt and
cleaned up by 3247, based on the earlier PNG version, created by Reidab.
Archivo:Wikisource-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Wikisource-logo.svg  Licencia: logo  Contribuyentes: Nicholas Moreau
Archivo:Spanish Wikiquote.SVG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Spanish_Wikiquote.SVG  Licencia: logo  Contribuyentes: James.mcd.nz
Archivo:Mapa ruta Quijote.png  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Mapa_ruta_Quijote.png  Licencia: GNU Free Documentation License  Contribuyentes: Balbo,
Ecemaml, 3 ediciones anónimas
Archivo:Ruta don quijote.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Ruta_don_quijote.jpg  Licencia: Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 Unported
 Contribuyentes: Quantumleap
Archivo:Quijote y Sancho - Toledo 839.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Quijote_y_Sancho_-_Toledo_839.JPG  Licencia: Creative Commons
Attribution-Sharealike 3.0  Contribuyentes: Manuel Lampre
Archivo:Mancha Madoz.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Mancha_Madoz.svg  Licencia: Creative Commons Attribution-Sharealike 3.0,2.5,2.0,1.0
 Contribuyentes: Común_de_La_Mancha.svg: Espanish AlB derivative work: Espanish AlB (talk)
Archivo:Flag of Spain.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Flag_of_Spain.svg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Pedro A. Gracia Fajardo, escudo de Manual
de Imagen Institucional de la Administración General del Estado
Archivo:Loudspeaker.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Loudspeaker.svg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Bayo, Gmaxwell, Husky, Iamunknown,
Mirithing, Myself488, Nethac DIU, Omegatron, Rocket000, The Evil IP address, Wouterhagens, 19 ediciones anónimas
Archivo:Placa edición príncipe Quijote 1604.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Placa_edición_príncipe_Quijote_1604.jpg  Licencia: Public Domain
 Contribuyentes: Edescas2, Phirosiberia
Archivo:QuijoteFinal.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:QuijoteFinal.JPG  Licencia: Creative Commons Attribution-Sharealike 3.0  Contribuyentes: Ramsés V.
Martínez
Archivo:Placa edición príncipe Quijote segunda parte 1615.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Placa_edición_príncipe_Quijote_segunda_parte_1615.jpg
 Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Balbo, Edescas2, Zaqarbal
Archivo:Heinrich Heine.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Heinrich_Heine.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: User:Gabor
Archivo:Quijote.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Quijote.jpg  Licencia: Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 Unported  Contribuyentes: ÁWá
Archivo:QuijoteIVCentenario.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:QuijoteIVCentenario.JPG  Licencia: Creative Commons Attribution 3.0  Contribuyentes: Balbo,
Manuel González Olaechea, Raimundo Pastor, Zaqarbal, 1 ediciones anónimas
Archivo:Quijote-2.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Quijote-2.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Balbo, Igiveup, Martin H., Mayer Bruno
Archivo:Campo de Criptana Molinos de Viento 1.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Campo_de_Criptana_Molinos_de_Viento_1.jpg  Licencia: GNU Free
Documentation License  Contribuyentes: Lourdes Cardenal
Archivo:Sancho Panza listening .jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Sancho_Panza_listening_.jpg  Licencia: Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0
Unported  Contribuyentes: Merce Divad
Archivo:Monumento a Cervantes (Madrid) 10b.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Monumento_a_Cervantes_(Madrid)_10b.jpg  Licencia: Creative Commons
Attribution-Sharealike 2.0  Contribuyentes: Balbo, Dodo, El Filóloco, Hohum, Wikiseldon, Zaqarbal, 2 ediciones anónimas
Archivo:MarkTwain.LOC.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:MarkTwain.LOC.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Grendelkhan, Infrogmation, Romary,
Scewing, Semnoz, Shizhao, Tom, 3 ediciones anónimas
Archivo:Thomas Mann 1937.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Thomas_Mann_1937.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Ary29, Calliopejen, Darldarl,
Dcoetzee, DieBuche, Divna Jaksic, Djordjes, Erkabo, Infrogmation, Wst
Archivo:Dostoevsky 1872.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Dostoevsky_1872.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Butko, Diego Grez, Dmitry Rozhkov,
J.M.Domingo, Kjetil r, Kneiphof, LeonardoG, Man vyi, Roberta F., Shakko, Spiritia, Yann, Александр Сигачёв, 2 ediciones anónimas
Archivo:Bułhakow.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Bułhakow.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Electron, Innotata, Lockal, Niki K, Pianist, Vearthy,
1 ediciones anónimas
Archivo:Adam Mickiewicz.PNG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Adam_Mickiewicz.PNG  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Arek1979, Bohème,
BurgererSF, Butko, Freta, Kilom691, Krzysiu Jarzyna, Mathiasrex, Mattes, Rocket000, Shakko, Thuresson, TwoWings, 2 ediciones anónimas

Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 65
Archivo:Flaubert-Giraud.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Flaubert-Giraud.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Bohème, Bukk, Jimmy44, Kilom691,
Mu, PRA, Patche99z, Phrood, Sebb
Archivo:Monumento a Cervantes (Madrid) 10.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Monumento_a_Cervantes_(Madrid)_10.jpg  Licencia: Public Domain
 Contribuyentes: Luis García (Zaqarbal)
Archivo:Don Quichotte.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Don_Quichotte.jpg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Balbo, Kenmayer, Lumijaguaari, Mu, 1
ediciones anónimas
Archivo:Dalí DonQuijotesentado.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Dalí_DonQuijotesentado.JPG  Licencia: Creative Commons Attribution 3.0  Contribuyentes:
Balbo, Chauchinero, Docu, Manuel González Olaechea, Sparkit, Tyk, 1 ediciones anónimas
Archivo:Lucien Fugère in Massenet's Don Quichotte.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Lucien_Fugère_in_Massenet's_Don_Quichotte.jpg  Licencia: Public
Domain  Contribuyentes: Unattributed
Archivo:Figuras del Quijote.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Figuras_del_Quijote.JPG  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Unknown
Image:Commons-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Commons-logo.svg  Licencia: logo  Contribuyentes: SVG version was created by User:Grunt and cleaned
up by 3247, based on the earlier PNG version, created by Reidab.
Image:Wiktionary-logo-en.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Wiktionary-logo-en.svg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: Vectorized by , based on original
logo tossed together by Brion Vibber
Image:Wikiquote-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Wikiquote-logo.svg  Licencia: Public Domain  Contribuyentes: -xfi-, Dbc334, Doodledoo, Elian, Guillom,
Jeffq, Krinkle, Maderibeyza, Majorly, Nishkid64, RedCoat, Rei-artur, Rocket000, 11 ediciones anónimas
Image:Wikisource-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Wikisource-logo.svg  Licencia: logo  Contribuyentes: Nicholas Moreau
Image:Wikinews-logo.svg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Wikinews-logo.svg  Licencia: logo  Contribuyentes: Vectorized by Simon 01:05, 2 August 2006 (UTC)
Updated by Time3000 17 April 2007 to use official Wikinews colours and appear correctly on dark backgrounds. Originally uploaded by Simon.
Archivo:QuixotePlazaEspanaMadrid.JPG  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:QuixotePlazaEspanaMadrid.JPG  Licencia: Creative Commons Attribution-Sharealike
2.0  Contribuyentes: Cookie, Javierme, OsvaldoGago, 1 ediciones anónimas
Archivo:Campo de Criptana Molinos de Viento 2.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Campo_de_Criptana_Molinos_de_Viento_2.jpg  Licencia: GNU Free
Documentation License  Contribuyentes: Lourdes Cardenal
Archivo:Sheep in group.jpg  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Sheep_in_group.jpg  Licencia: desconocido  Contribuyentes: Fir0002

Licencia 66
Licencia
Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported
//creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/
Tags