La Comida Santandereana es una de las más apetecidas en Colombia. ¿Nuestros platos? Una seductora y prohibida mezcla de sabores indígenas y europeos que, como los deportes extremos, hacen de este departamento otro planeta. En pocas palabras, UNA DELICIA. ¡ LA COMIDA SANTANDEREANA ES PARA CHUPARSE LOS DEDOS !
MUTE SANTANDEREANO Uno de los protagonistas gastronómicos de Santander. Es una sopa que tiene “de todo un poco”. Costilla de res, cerdo y callo, mezclados con una variedad de granos y especias. No puede faltar ni los sábados, ni los domingos. Si te fuiste de rumba el día anterior, el mute hace que “el guayabo parezca una fiesta”. AREPA SANTANDEREANA La arepa santandereana, o de maíz pela‘o , está hecha a base de maíz finamente molido, yuca y chicharrón. Su sabor y textura la han convertido en uno de los acompañantes preferidos para cualquier plato en Santander. No dejes de acompañar tus platos con esta “señora de la mesa”.
CHANGUA SANTANDEREANA Es el típico desayuno santandereano. Se prepara con papa, cebolla, cilantro, leche y sal. Si te fuiste de fiesta el día anterior, te damos la fórmula mágica: Desayunas changua y almuerzas mute. CABRITO Este plato típico es uno de los más comunes en la región. La carne de cabrito (o cabro) se puede comer asada, a la plancha, sudada o frita, usualmente se acompaña con yuca, papa y arepa santandereana. Este plato se puede conseguir en los restaurante típico de la ciudad como lo son la cocina de la abuela y restaurante José dolores.
COMBINAR LA COMIDA TÍPICA DE SANTANDER CON LOS DEPORTES EXTREMOS ES LA MEJOR OPCIÓN! La comida típica y el deporte extremo son el plato fuerte del turismo en Santander. Mucho apetito y un poco de atrevimiento son suficientes para gozar de punta a punta esta tierra de aventura. A Santander se va a comer pepitoria, cabrito, carne desmechada, mute, arepa y dulce de toronja, y a la vez, se va dispuesto a botar mucha adrenalina haciendo parapente, rafting, espeleología, rapel, caminatas, ciclo montañismo y ascenso. La geografía del departamento permite que los turistas sobrevuelen, sin montar en avión, la mesa de Ruitoque o el cañón del Chicamocha; desafíen en los botes inflables y a punta de remos los rápidos de los ríos Fonce o Chicamocha o desciendan con cuerdas por las paredes naturales en las quebradas de Pichotana, Curití, Juan Curi y Pescadero.