Si cría una mascota, recuerde que es un ser vivo y que necesita cuidados, atención y
alimentos adecuados.
La venta de maderas tropicales que no provengan de bosques con una adecuada gestión
forestal está prohibida a partir del año 2002. Exija la etiqueta que lo identifique.
Cuando haga la lista para las compras semanales anote la importancia de no comprar
productos prohibidos, que depreden la biodiversidad o contaminen los recursos naturales.
Prefiriendo los productos orgánicos. Si bien son más caros, a medida de que más gente los
compre bajarán sus precios.
Si viaja a otro país, no ingrese a su regreso plantas o productos de animales, pueden
transportar enfermedades muy graves que pueden causar grandes pérdidas económicas al
país.
Evitando el uso de fertilizantes químicos o biocida clorados, son muy dañinos para el
ambiente. Existen otras opciones como el compost, humus de lombriz y fosfatos naturales.
Los muchos valores que posee la diversidad biológica y su importancia para nuestro desarrollo,
hacen que la conservación de la biodiversidad -como se concibe en la actualidad- difiera del
concepto tradicional de conservación de la naturaleza. Para conservar la biodiversidad
debemos cambiar nuestra actitud, desde una postura defensiva (la protección de la naturaleza
frente al impacto del desarrollo humano) hacia una labor activa, que procure satisfacer las
necesidades de recursos biológicos de la población mundial, al mismo tiempo que asegure su
sustento a largo plazo.
Pero, primero hagamos un poco de historia. Desde la segunda mitad del siglo XIX se han
creado reservas naturales par asegurar la supervivencia de las comunidades biológicas.
Hombres de todo el mundo, con conciencia conservacionista, se pusieron en campaña para
evitar la degradación ambiental y el continuo retroceso del ambiente natural, la extinción de
animales y plantas y la transformación del paisaje. Asi es que en 1861 se funda la primera
reserva natural, en 624 hectáreas (Ha) del bosque de Fontainebleau, en Francia. Estados
Unidos crea, en 1872, el primer parque nacional de gran extensión, Yellowstone. Así también,
este país es el pionero en instaurar, en 1916, el primer servicio de parques nacionales, cuyo fin
es administrar y asegurar la protección de las áreas de interés.
México fue el segundo país americano en fundar su primer parque nacional. En 1876, durante
el gobierno de Miguel Lerdo de Tejada, y con el fin de preservar los manantiales que proveían
de agua a la ciudad de México, se creó el Parque Nacional Desierto de los Leones, aunque la
concreción legal de los parques se realizó hasta 1917, bajo el gobierno de Venustiano Carranza.