los crustáceos, que se caracterizan además de por su
cáscara externa dura, por su suculenta carne interna,
incluyen tanto las excelentes gambas, los
langostinos, las cigalas y el delicado cangrejo de río.
Se pueden observar dos grandes grupos, que se
distinguen por su forma general: los que tienen muy
desarrollada su parte delantera o cefalotórax y su
abdomen muy atrofiado, plegado bajo el cefalotórax,
como son los centollos y bueyes de mar, o las
numerosas variedades de cangrejos de mar, con sus
diferentes nombres locales, que tan útiles son para
bisques, cremas y salsas, por su fuerte sabor,
aunque de escasa carne. El otro grupo tiene el
abdomen muy desarrollado, lleno de sabrosa carne.
Las gambas, los langostinos, las cigalas y los
cangrejos de río son todos miembros de este grupo y
se suelen comprar según su tamaño y de lo requerido
en la receta. Todos son productos de mar, excepto
los cangrejos de río, que son de agua dulce.
Las quisquillas son los más pequeños, los langostinos
son mayores que las gambas y las cigalas, que
parecen pequeñas langostas, son los siguientes en
tamaño y, por último, los bogavantes, que son los
mayores del grupo.