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b) El calendario ritual (de 260 días) que estaba organizado en 20 grupos de 13 días cada uno; este
calendario se aplicó para usos adivinatorios, rituales y astrológicos.
Ambos calendarios eran independientes unos de otros, pero se combinaban para proporcionar
nombre a los años y una vez cada 52 años, coincidían para iniciar un nuevo ciclo en forma
conjunta. Dicho ciclo de 52 años, resultaba así de la combinación de estos dos calendarios, que
resultaron ser más precisos que los existentes en la Europa de aquella época.
Conocimientos agrícolas, botánicos y zoológicos
Los pueblos mesoaméricanos no solo observaron y clasificaron a los animales y vegetales de su
entorno; también trataron de explicar su origen a partir de mitos cosmogónicos y de creación.
También domesticaron y cultivaron plantas tales como maíz, chile, calabaza, maguey, cacahuate,
cacao, jitomate, tomate, yuca, camaote, jícama, piña, papaya, guanábana, chirimoya, guayaba,
mamey, zapote, chicozapote, ciruela, capulín, tejocote, chayote, tuna, nopal, aguacate, chilacayote,
nanche, amaranto, vainilla y muchas otros vegetales, que aprovecharon en forma intensiva y
completa.
Junto con el conocimiento y aprovechamiento botánico se desarrollaron complejas técnicas de
cultivo intensivo como la agricultura de chinampas (que permite obtener tres o más cosechas
anuales), el cultivo de camellones o chinampas secas, el cultivo en terrazas escalonadas en cerros y
montañas, etc. También se construyeron jardines botánicos para fines rituales, recreativos y como
fuente de materias primas medicinales.
Al igual que los vegetales, los animales fueron observados, clasificados y aprovechados
intensivamente, aunque pocos animales en Mesoamérica se domesticaron. De estas especies
domesticadas destacan los guajolotes, perros, patos y abejas. La carne, huesos, tendones, piel y
viseras de estas especies, fueron aprovechados para alimento, ropa, utensilios y remedios
medicinales
Otras ramas del conocimiento y técnica
En cuanto a medicina y farmacopea, los mesoamericanos desarrollaron eficientes tratamientos
médicos basándose en observaciones sobre el cuerpo humano, plantas y enfermedades así como en
distintas ideas religiosas y mágicas, relacionadas con las probables causas de las enfermedades
humanas. Dichos remedios (pociones, polvos, ungüentos, inhalaciones y emplastos) se combinaban
con técnicas quirúrgicas que iban desde la sutura de heridas hasta trepanaciones y extirpación de
tumores cerebrales.
Aunque la mayoría de los implementos y herramientas eran de piedra, hueso y madera, la
metalurgia se desarrollo en los tiempos postclásicos, para elaborar joyas, ornamentos y figuras
rituales de cobre, plata y oro.
También en algunas zonas de Mesoamerica, se fabricaron de manera artesanal, utensilios e
instrumentos para la vida cotidiana como hachas, azadas, cinceles, punzones, agujas, anzuelos,
pinzas, alfileres, puntas de lanza y flechas, vasijas, espejos, pipas, etc. Para esto, se comenzó a
localizar mineral para extraerlo en minas y socavones, luego refinarlo, molerlo y fundirlo,
empleando luego las técnicas del martillado, la fundición y la soldadura en filigrana.
Los mesoamericanos destacaron también en otras ramas técnicas como la arquitectura planificada,
la lapidaria, el arte textil, la alfarería y otras artesanías menores.