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gráfico. En efecto (y resumiendo un poco todo), si podemos no existir,
¿por qué existimos? Y hemos visto que podemos decir: porque existe, el
existir (el ser) en sí mismo (Dios). La imagen podría ser, por lo tanto,
esta: estamos colgados sobre la nada (la no existencia) por medio de
una soga que nos sostiene: Dios. Y ese “sostenimiento” es permanente
(mientras las cosas existen). ¿No es esto impresionante? ¿No te sientes
ahora más “aferrado” a Dios que de costumbre?
No pensemos, además, que Dios, al crear, se saca un poco de El
mismo (de su existir) y lo coloca en nosotros y las demás cosas. Porque
en ese caso, no habría ninguna diferencia esencial entre las cosas y
Dios, pues nuestro existir sería el mismo que el de Dios. Pero ya hemos
visto que hay una diferencia esencial entre las cosas y Dios, porque en
las cosas (que no son Dios) el modo de ser es distinto al ser, y en Dios
son lo mismo. O sea que Dios crea las cosas, pero és tas no se
confunden con El, ni El con las cosas. ¿De dónde ha sacado entonces
Dios las cosas? Ya vimos que no de él mismo. Entonces, ¿las sacó de
otra cosa, como un carpintero saca sus muebles de la madera? Pero si
es así, esa otra cosa también tiene que haber sido creada por Dios
(porque esa otra cosa, como vimos, no puede ser Dios, y entonces tiene
que ser distinta de Dios, y si es distinta tiene ser y modo de ser distintos,
y entonces tiene el ser prestado y es creada), y entonces el problema se
repite: de dónde sacó Dios esa otra supuesta cosa. Entonces, si Dios no
saca las cosas de sí mismo, ni de otra cosa, las crea... ¡de la nada! Sí, ya
sé que esto es asombroso, pero, ¿qué otra alternativa queda? Todos
nosotros, al hacer cosas, siempre las hacemos de algo y con algo (como
el carpintero, que utiliza la madera, o el escultor, que utiliza el mármol,
etc.). Pero eso es transformar cosas que ya existen. Pero, como vemos,
“dar el existir” (crear) es distinto a transformar. Dios, al crear, no utiliza
ninguna materia preexistente. (Y ya vimos por qué: si fuera así, a esa
materia también la tendría que haber creado, y así sucesivamente). Por