¿Cómo?
Debe ofrecer ambientes
Se parte de la observación directa de los objetos, los hechos, los seres y los elementos o aspectos de la vida cotidiana relevantes y
potencialmente interesantes para las niñas y los niños, respecto de los que puedan tener experiencias que les permitan explorar,
descubrir las características y cualidades de lo que observan, así como reflexionar sobre su presencia en la vida cotidiana.
• El acercamiento inicial puede darse por medio de la interacción sensorial para observar, comparar, experimentar, jugar e
intercambiar experiencias con sus pares. A partir de este tipo de acciones se pondrá de relieve no sólo lo que las niñas y los niños
perciben, sino también los conocimientos previos de lo que exploran. Harán conjeturas acerca de la forma como se inserta el objeto,
el hecho, el elemento o aspecto de la realidad en la vida social y comunitaria. Por ejemplo, llevar un animal domesticado al aula
será sin duda un motivo interesante; podrán observarlo, percibir sus sonidos, sus movimientos e incluso, si es seguro, podrán tocarlo y
compartirán ideas e información que formen parte de sus saberes, como quiénes tienen alguno en casa, sus cuidados o si han visto
en la calle a algún animal similar, entre otras vivencias.
• Para ampliar su conocimiento, pueden realizarse actividades de indagación que los lleven a profundizar sobre las relaciones
existentes entre lo observado con otras ideas y realidades no presentes. Esto puede promoverse al seleccionar aquellos objetos o
artefactos, hechos o sucesos, seres, elementos o aspectos de la realidad específicos que se abordarán, para después plantear
preguntas que brinden la posibilidad de establecer asociaciones de distinta índole e identificar aspectos, como la utilidad que tienen
en diferentes espacios, los cambios en el tiempo, las relaciones causa-efecto, semejanza-diferencia-oposición o complementariedad.
• Indagar para responder las preguntas que permitan construir estas asociaciones requerirá acciones formativas que, de manera
directa, permitan observar y establecer contacto con los objetos, los seres, los hechos o elementos del medio, como las visitas, las
experimentaciones o las entrevistas. También pueden recurrir a fuentes de información indirectas, como los recursos impresos o
multimedia, entre otros.
• Los hallazgos o descubrimientos realizados por las niñas y los niños han de ser registrados como respuestas a las preguntas que se
plantearon, para que puedan recuperarse en las actividades posteriores. Lo anterior sólo será posible en tanto reflexionen sobre las
experiencias vividas, reconociendo lo que aprenden de sí mismos, de las experiencias de otras personas y del entono que los rodea.
• Al final, aquello sobre lo que han trabajado las niñas y los niños, lo que han descubierto y aprendido se divulga mediante formas de
expresión variadas, tangibles o intangibles, como una forma de compartir lo vivido. Por ejemplo, ¿qué tal un canto que exprese lo
que ahora saben acerca de los perros?, ¿dibujos en carteles para concientizar sobre su cuidado?
• Al final es importante que reflexionen sobre la experiencia personal y colectiva como una oportunidad de expresar qué disfrutaron
y lo que descubrieron, entre otra información que considere relevante. Es conveniente que destinen un momento a elaborar una
producción personal que recuperen como un motivo para hablar sobre lo vivido en otros escenarios y con otras personas.
14