Jorge Drexler que dice: «Cada uno da lo que recibe, y luego recibe lo
que da». Creo que sería un buen eslogan para definir a José en
pocas palabras. Y además de por la calidad y sinceridad de sus
textos, en esa honestidad y simpleza mágica tenéis el significado del
éxito, el número uno en ventas de todas las librerías del país desde
hace más de un año.
Algunos dirán que lo que escribe José es una mierda, que eso no es
poesía (por supuesto que no, José es el primero en dejarlo claro
siempre), que no tiene la suficiente calidad literaria como para ser
número uno, que bla, bla, bla... Pero os diré algo, queridos lectores: lo
primero es aclarar que en España la envidia es el deporte nacional
por excelencia; lo segundo, y más importante, es que he visto a
cientos de corazones temblar con los textos de José, volar con su
dulzura, imaginarse en sus escenarios, acudir emocionados a una
librería a comprar su libro. Entre las palabras de José he visto a mi
mejor amigo pasar noches en vela, he visto a dos chicas llorando
abrazadas en el metro, he visto a una señora de cincuenta y tantos
sonreír en una cafetería del centro de Barna mientras tomaba un café
a solas, he visto las colas interminables en todas las librerías de todas
las ciudades de España, he visto la magia tantas veces...
Y también he visto cómo ha crecido Frida (nuestra editorial), he visto
(y veo) cómo cada día son más las personas que comen del trabajo
de José, porque José es generoso y humilde, e incluso he visto cómo,
gracias a las ventas de Casi sin querer, hemos podido publicar
muchos libros de otros escritores con el mismo talento que José pero
con mucha menos difusión o reconocimiento público. Y he visto cómo,
a pesar de recibir ofertas importantes de todas las grandes editoriales
del país, José ha decidido seguir jugando en casa. En familia.
Después de todas estas verdades (por citar algunas), entenderéis lo
que significa este segundo libro para nosotros, para mí, para mi
familia, para Frida.
Por cierto, aún estáis temblando, ¿no? (Hablo del libro, no de mi