VARIACIONES DE CUBISMO
Cubismo analítico.
Consiste en abordar la representación de objetos a base de una multitud de planos
pictóricos, definidos a partir de una maraña de líneas geométricas entrecruzadas , que
aluden a la multiplicidad de percepciones físicas y mentales que se pueden tener de un
objeto, cuando es más bien, medianos o pequeños, y están ejecutados con una gama
cromática reducida y apagada donde abundan ocres y verdes.
El cubismo sintético.
Desde 1911, Picasso y Braque empezaron a pintar en sus cuadros partituras musicales,
letras de imprenta, que nombraban el periódico (Journal), o, en el caso de Picasso, a su
amante de aquellos años, Eve (Ma Jolie), como otra manera fragmentaria de aludir las
cosas. Otra posibilidad era sugerir la textura del papel impreso, la rejilla de las sillas o
la madera de la guitarra, que también eran dimensiones de la realidad.
En cierto momento empezaron a pegar en el lienzo estos elementos, como una suma
de percepciones, de manera que el cuadro resultaba, más bien, una construcción. Así
se originó el cubismo sintético, desarrollado hasta 1914, y muy distinto del analítico; el
sentido de cada uno de los planos aparece mejor delimitado, pero la autonomía de las
percepciones visuales, táctiles y mentales es absoluta. Se da la paradoja de que la
dimensión material es más evidente, con expresas referencias de lo real y, sin
embargo, el objeto artístico resultante exige una comprensión intelectual.
CONSECUENCIAS DEL CUBISMO.
La persecución del cubismo fue inmediata. Por una parte, la moda de “cubificar” la
visión de las cosas se extendió como un gusto asociado a la idea de parecer moderno y
vanguardista, aunque esa sea la vertiente menos interesante, en tanto que se limitaba
a una imitación muy superficial. La verdadera importancia del cubismo fue el hecho de
plantear la pintura no como algo ajeno a una simple motivación visible, sino como una
reflexión intelectual.
Aparte del aprovechamiento que del cubismo hicieron otras vanguardias (futurismo,
expresionismo, abstracción, dadaísmo), cabe destacar a Fernand Léger (1881 – 1955),
que redujo las figuras a tubos, pintados con colores simples, que parecen obedecer a
esquemas mecánicos, o las vertientes “puristas”, que pretendieron convertir el
cubismo en una fórmula matemática, que generaba organizaciones geométricas, de
gran influencia en el diseño arquitectónico moderno.