105
ONCE / INNOVACIÓN Customer Experience
#CEMbook
no explica más que una parte de lo que supone innovar. Cuando vemos la relación
con el cliente en todos sus puntos de contacto con la empresa, pensando en todo
el valor que podemos generar para el mismo, aparece un nuevo tipo de innovación,
la innovación “sin bata blanca”, la que se genera en cualquier momento o situación
en la que el cliente está en contacto con la empresa. Poniendo el ejemplo de un
restaurante, que es muy oportuno para explicar la experiencia del cliente, la innova-
ción “de bata blanca” sería la que ocurre en la cocina, cuando los chefs crean nuevos
platos con nuevas combinaciones de sabores, colores o aromas. Y la innovación “sin
bata blanca” sería la que podemos desarrollar en el resto de los ámbitos en los que
un cliente entra en contacto con el restaurante: desde cómo nos comunicamos con
los clientes, pasando por el trato con el maître y los camareros, la toma de pedidos
y la entrega de los mismos, y llegando hasta el cobro de la consumición, y la gestión
de la satisfacción de los comensales. Este ejemplo sirve también para visualizar las
enormes oportunidades de la innovación “sin bata blanca”, mucho mayores, y menos
costosas, en tiempo y en dinero, que las innovaciones en la cocina o “de bata blanca”.
Algunos autores (últimamente Ryan y Lowry, en su libro “%e Method Method”)
han llamado a la innovación de bata blanca “hard innovation” y a la sin bata blanca
“soft innovation”. Estos autores han apuntado además que la primera, más centra-
da en características técnicas, apelaría al hemisferio izquierdo de los clientes, a lo
racional y analítico, mientras que la segunda, centrada en las condiciones de acceso
a la experiencia, apelaría al hemisferio derecho, a las sensaciones y las emociones.
Siguiendo este razonamiento (que no ha sido comprobado empíricamente) la “soft
innovation” no sólo sería menos costosa, si no que tendría más capacidad para ge-
nerar preferencia y #delización en los clientes.
Una vez de#nido lo que entendemos por innovación en el ámbito de la expe-
riencia del cliente, que es la suma de la “hard” y la “soft”, podemos intentar respon-
der a la pregunta que nos hacíamos inicialmente sobre si ésta es realmente obliga-
toria. Para contestarla, y en el mejor estilo socrático, nada mejor que otra pregunta
¿Por qué escogen los clientes nuestra experiencia, frente al resto de la oferta en el
mercado? La respuesta es que, salvo imperfecciones en el mercado, y asumiendo
un mínimo grado de competencia, los clientes escogen nuestra experiencia porque
es diferente y superior a lo que encuentran. Diferencia, superioridad y relevancia
(para la vida o el negocio de nuestro cliente) son las claves para la construcción de
modelos de valor sostenibles, según dos autores clásicos como Anderson y Narus.
El siguiente paso socrático consiste en preguntarnos como hacemos para construir
experiencias distintas, superiores y relevantes para nuestros clientes, y la respuesta