Dedales españoles
Artesanía hispanoárabe
En España existe muy poca información sobre los dedales fabricados en nuestro país.
Una excepción lo constituye lo referente a los dedales Hispano Árabes o islámicos,
sobre cuya procedencia, descripción y tipología veremos en lo sucesivo.
Como sabemos, en la primavera del año 711, un ejército compuesto en su mayoría por
bereberes, al mando de Tarik, atravesó el estrecho y, tras la batalla de Guadalete,
penetró hacia el interior. Fue una victoria rápida y fácil, explicable por el grado de
descomposición de la España visigoda , por lo que llegó a invadir casi la totalidad del
territorio, excepto la zona montañosa del norte, afincándose en la zona Mediterránea,
Andalucía y centro de la península, y floreciendo en ciudades como Sevilla, Toledo y
Córdoba..
Por lo que sabemos que ocurría al este del Mediterráneo, es bastante improbable que los
bereberes de Tarik tuvieran dedales, ya que la aparición de este utensilio es
consecuencia de la producción de las agujas de acero en Antioquia y Damasco y
posteriormente en la propia España, que sustituyeron a las anteriores, fabricadas en
hierro. La aparición del dedal se puede situar con las debidas reservas alrededor del
siglo X. Esta hipótesis se apoya en el hecho de que las minas de cobre del sur de España
(tan importantes en época de fenicios y romanos) seguían en explotación. Al producirse
la sustitución de las agujas de hierro por las de acero, se producen esos largos y pesados
dedales. Posteriormente con la Reconquista, parece que se cerraron las citadas minas
,teniéndose que importar grandes cantidades de cobre y bronce, llegando dedales en
gran número desde Alemania y posteriormente desde Holanda. (En el año 1428 un
comerciante alemán registró una exportación a España de 300 dedales de señora y 4.300
de sastre, según F.M. Feldhaus, en su obra Die Tichnik der Antike und des
Miottelalters, Postdam 1931)
En el siglo X cuando los árabes están ya instalados en España, el auge económico y el
espíritu de libertad intelectual, determinaron que Al-Andalus se convirtiera en el mayor
foco cultural de la época, extendiéndose el amor a las letras y las artes. La industria y el
comercio del mundo andalusí crecieron enormemente, lo que aportó riqueza y lujo.
Prosperaron gran cantidad de industrias como la fabricación de sedas, tejidos de
algodón y paños, alfombras, tapices y muebles. El cuero cordobés era la industria
principal. Este amor por las artes y por el lujo se reflejado en obras maestras como la
Mezquita de Córdoba, la Alambra de Granada o el Palacio de Medina Azahara. El arte
está permanentemente en sus vidas reflejándose en todos los útiles diarios, incluyendo
objetos tan pequeños como los dedales.
Como dato curioso y documento importante a la hora de fechar estos dedales, el poeta
sevillano Abulábas AFMED b.sid escribió en el S XII el siguiente poema:
Dedal brillante como los rayos del sol
Si le da el reflejo de una estrella del cielo se ilumina
El orfebre se esmeró en su labor hasta verter oro en
Sus extremos.
Parece un pequeño casco, agujereado por las lanzas
y al que un tajo de espada arrancó la cimera.