DEFECTOS DE CARA¦üCTER.pptx

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RELACION DE DEFECTOS DE CARACTER


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DEFECTOS DE CARÁCTER

Mucho se habla de los defectos de carácter, en la religión se les conoce como demonios; en la psicología son Egos del alma; otros los llaman virus o larvas. “Cada defecto de carácter que tenemos hoy nos ha sido útil en algún momento de nuestras vidas y necesitamos reconocer ese hecho.”

Cuando nos disponemos a escribir el cuarto paso surge la necesidad de saber más acerca de los defectos de carácter, algo que nos amplíe el panorama que estamos afrontando, quisiéramos saber en qué consiste cada uno de los defectos. De cada defecto de carácter se desprenden gérmenes o conductas nocivas.

7. La Envidia Es “desagrado, pesar, tristeza del bien ajeno”. Cuando nos incomoda y angustia los bienes materiales del otro, cuando deseamos que los pierda aunque los haya conseguido legítimamente. Cuando tratamos de quitarle esos bienes o de hacer ver, con el uso del chismorreo, que aquel no debería poseer lo que posee.

Los gérmenes o de la envidia son: la mentira la traición la intriga el oportunismo el miedo al que dirán

6. La Ira Deseo de venganza por alguna ofensa real o imaginaria. Hay una ira “buena y laudable” si no excede los límites de una prudente moderación y tiene como fin suprimir el mal y re-establecer un bien.

Es el uso de una fuerza directa o verbal. La violencia, entendida como el uso de la fuerza . La ira se convierte en pecado gravísimo cuando nuestro instinto de destrucción sobrepasa toda moderación racional.

Gérmenes de la Ira : Levantar falsos Despecho Agresividad Antipatía Blasfemia Riña

5. La Gula Exceso de comida y bebida (definición del diccionario) Poner la comida por encima de personas. “El placer de los alimentos, nada tiene de malo”. Cuando por el solo placer de comer se llega al hurto o se lesiona la economía familiar . Cuando el deleite en el comer se reduce a un fin único y preponderante en la vida.

Cuando se provoca voluntariamente el vómito para continuar el deleite de la comida . Cuando se auto infiere grave daño a la salud o sufrimiento a sí mismo y a los que lo rodean. La gula es la manifestación física de un apetito más profundo y significativo. El glotón no sólo quiere consumir comida, quiere , de alguna manera, ingerir todo el universo.

En este sentido la gula se mimetiza estrechamente con la lujuria, se trata de ponerse por sobre lo otro, reducirlo, objetivarlo y hacerlo suyo. De esta manera el “glotón” se transforma en el único centro de referencia. El asimilar, reducir, el universo en general y al prójimo en particular a sí mismo es la más radical negación del otro.

Gérmenes de la gula: Devorador Deseo Ambición Obsesivo por comer Justificador

4. La Avaricia Es el “ amor desordenado de las riquezas”. Es el apego inmoderado a ellas; “esa pasión ardiente de adquirir o conservar lo que se posee, que no se detiene ante los medios injustos;

Es guardar los tesoros sin hacer uso de ellos aun para las causas más legítimas; ese afecto desordenado que se tiene a los bienes de la tierra, de donde resulta que todo se refiere al dinero, y parece que se vive solo para adquirirlo.” La avaricia es contraria a la caridad, es privar a otros de sus bienes para tener más que retener.

Algunas formas de avaricia son: el fraude, el dolo, el perjurio, el robo y el hurto, la tacañería, la usura, etc. Gérmenes de la AVARICIA Tacañería Mezquindad Explotación Abuso Ratería

3. La Lujuria Tradicionalmente se ha entendido la lujuria como “un apetito desordenado de los placeres eróticos”. Este defecto de carácter mantiene al alcohólico en una frustración permanente, al no usar el alcohol como fuga, el sexo lo sustituye y mediante la relación sexual trata de encontrar una salida a la ansiedad y a la angustia que produce la soledad.

La angustia le produce ansiedad, la ansiedad le produce impaciencia, la impaciencia se manifiesta en prisa, y puede que coma compulsivamente, camine, trabaje compulsivamente. La prisa se refleja en la relación sexual, lo que puede dar lugar a la eyaculación precoz y a la no consecución del orgasmo.

Como consecuencia de estas frustraciones aparece una tercera: la celotipia persistente por creer que no satisface a su pareja. La lujuria es contraria al amor. No considera al otro como una “persona” valiosa en sí misma. El otro pasa a ser un objeto que satisface la parte corporal, un objeto sexual.

Gérmenes de la lujuria : Adulterio Bisexualidad Exhibicionismo Pornografía Fetichismo Masturbación compulsiva Morbosidad

2. La Acidia (Pereza ) Implica no asumir los costos de la existencia, de escapar constantemente de hacer lo que se debe, por no saber lo que se debe . La simple “pereza ”, no parece constituir una falta. Hemos preferido, por esto, el concepto de “acidia” o “acedía”. Es una “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales.

La ociosidad, la fuga de todo trabajo, el amor a las comodidades y a los placeres . La curiosidad o desordenado prurito de saber, ver, oír, que constituye la actividad casi exclusiva del perezoso. En el fondo, la acidia se identifica con el “aburrimiento”. Pero no con ese aburrimiento objetivo que nos hace escapar de una cosa, de una situación o de una persona en particular.

Más bien se refiere al “aburrimiento” que sentimos frente al hecho de existir y de todo lo que esto implica. La vida nos exige trabajo, esfuerzo para actuar según lo que se debe, esfuerzo que no es ni gratuito ni fácil. Cuando no somos capaces de asumir este costo y desconocemos aquello que debemos “hacer” en la existencia, la vida se transforma en un vacío que me causa “horror”; que angustia y del cual escapamos constantemente casi sin darnos cuenta.

Son efectos de la pereza : La repugnancia y la aversión al bien que hace que éste se omita o se practique con notable defecto . La pusilanimidad y cobardía que no se atreve a poner manos a la obra y se abandona a la inacción . La continua inquietud e irresolución del carácter, que tan pronto decide una cosa como desiste de ella, sin ejecutar nada .

Gérmenes de la pereza : Desperdiciar el tiempo Dormir demasiado Desaliento Desinterés Impuntualidad Indecisión Incapacidad Mendicidad

1. La Soberbia (orgullo) Es el principal de los pecados capitales. Es la cabeza de “todos” los restantes pecados. Por esta falta, según la teología cristiana, el hombre fue expulsado del jardín del paraíso. Exceso de estimación de sí mismo y de sus propios méritos, por lo que se siente superior a los demás (definición del diccionario ).

T rata de dar una imagen falsa de sí mismo. La timidez y la vergüenza lo invaden, le importa sobremanera lo que digan y piensen de él. Es intransigente consigo y tiene que ser perfecto, siempre quiere impresionar favorablemente, por eso se siento inseguro y falto de confianza y le teme mucho al ridículo .

Es demasiado tolerante, no saber decir que no por miedo al rechazo. S e siento inferior. Se e nfada porque el otro tiene un punto de vista diferente (o hace algo) diferente a él.

De la soberbia se desprenden las siguientes faltas menores o gérmenes La vanagloria La jactancia La altanería La ambición La hipocresía La presunción La desobediencia

El despotismo La paranoia El egotismo El egocentrismo La indiferencia La vanidad La volubilidad La autoconmiseración La intolerancia

La vanagloria : es la complacencia que siente de sí mismo a causa de las ventajas que tiene y se jacta de poseer sobre los demás. Es la ostentación de todo lo que pueda conquistar el aprecio y la consideración de los demás. La Jactancia: alabarse a sí mismo para hacer valer vistosamente su superioridad y sus buenas obras.

El Fausto : querer elevarse sobre los demás en dignidad exagerando, para ello, el lujo en los vestidos y en los bienes personales; llegando más allá de lo que permiten sus posibilidades económicas. La altanería: modo imperioso con el que se trata al prójimo, hablándole con orgullo, con terquedad, con tono despreciativo y mirándolo con aire desdeñoso.

La ambición: Deseo desordenado de elevarse en honores y dignidades como cargos o título, sólo considerando los beneficios que les son anexos, como la fama y el reconocimiento. La hipocresía: simular la virtud y la honradez con el fin de ocultar los vicios propios o aparentar virtudes que no se tienen.

La presunción: Confiar demasiado en sí mismo, en sus propias luces, en persuadirse a sí mismo que es capaz de efectuar mejor que cualquier otro ciertas funciones, ciertos empleos que sobrepasan sus fuerzas o sus capacidades.

La auto conmiseración : Sentirse víctima, compadecerse de sí mismo. Regocijarse en el fracaso. Machacarse . Tener actitud de queja: “pobre de mi” “tengo mala suerte” “tengo que aguantarles”…

La intolerancia: Exigencia de que todo sea perfecto o como tú lo impones. No aceptarse, no perdonar un despiste, no perdonarse no ser perfecto. No aceptar las imperfecciones humanas . No respetar las creencias, formas de vida, de pensar, sentir… diferentes a las propias. Intransigencia, falta de flexibilidad.

Egoísmo: Inmoderado y excesivo amor de sí mismo. Quiero eso para mí en perjuicio de otros. Quiero la atención de la gente. No pensar en el bien del otro, individualismo, indiferencia, aislamiento, comodidad.

Egocentrismo: Sentirse el centro de la familia, de una reunión, creer que solo él sabe lo que hay que hacer, que lo que hace o piensa es lo mejor. ¿ Cómo no contó conmigo para tomar esa decisión ? Basar la vida en torno a sí mismo (ser el ombligo del mundo), considerarse el centro de atención en general. Querer que adivinen sus pensamientos. No medir sus palabras.

Dar excesiva importancia a su s reacciones. No entender el punto de vista del otro. Querer dirigir la vida de las personas. Hacer el papel de Dios. El egocentrismo se manifiesta en diferentes formas: El Vedette El Nerón El Menino El Quelonio

El Vedette: Busca la admiración. La fama y popularidad son sinónimo de superioridad. Alardea, exagera, miente, hace comedias con tal de ser visto y tomado en cuenta. Cuando no tiene público se siente deprimido y apagado .

Vive sujeto a las opiniones de los otros; se deprime cuando le han criticado y ridiculizado y se exalta cuando se siente elogiado. Usa máscara de fanfarrón, elocuente, engreído. Cuando nadie lo alaba, él mismo lo hace. En el fondo es un fracasado, pero no lo acepta. Los amigos se compadecerán de él y entonces se volverá agresivo o se hundirá en el aislamiento.

El Nerón: No le importa brillar, sino gobernar e imponer. Su máxima emoción es “manejar” los acontecimientos y las personas, saber que se hace lo que él ordena. La imagen de su Yo es el conquistador: Napoleón , Hitler…

Su máxima pesadilla es descubrir su debilidad, saber que alguien es más fuerte que él. Los demás deben aceptar su superioridad y sentirse menos que él. Siempre se hizo su voluntad, sus padres fueron los primeros súbditos. Jamás se le privó de un capricho.

El Menino (bebé): Vive de la compasión de sus amigos. Exagera sus sufrimientos o los inventa. Cuando más compasión busca, más se alejan los amigos. La imagen de su Yo es generalmente del “bebé” abandonado y desprotegido. Su pesadilla es quedarse sin protectores.

El Quelonio (tortuga): Busca la soledad y rehúye molestias, metiéndose dentro de su propio caparazón. Se preocupa de él y se encierra cada vez más y se aísla. El remedio radical contra la soberbia es la humildad. Según el cristianismo, “Dios abate a los soberbios y eleva a los humildes ( Luc . 14)

Mientras el alcohólico se siga sintiendo culpable, es que no ha aceptado ser un enfermo, aceptarlo implica hacer un análisis exhaustivo de la personalidad para encontrar las raíces que originaron la deformación de la personalidad, es decir, haber localizado al egoísmo como núcleo de la enfermedad. fin
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