Opitom, C., Jehin, E., Hutsem´ ekers, D., et al. 2021, A&A, 650; 3) Hutsem´ekers, D., Manfroid, J., Jehin,
E., Opitom, C., & Moulane, Y. 2021, A&A, 652, L1; 4) Manfroid, J., Hutsem´ ekers, D., & Jehin, E. 2021,
Nature, 593, 372. (Crédito de la imagen: Rahatgaonkar et. al.)
Pistas químicas de otro mundo
Lo que hace que estas observaciones sean particularmente intrigantes y
desconcertantes es la detección de níquel sin la detección simultánea de hierro por
encima de nuestros límites instrumentales. Esta inusual firma química sugiere que el
níquel podría liberarse mediante procesos que operan a temperaturas mucho más
bajas, en lugar de mediante la transformación directa del metal sólido en gas (un
proceso llamado sublimación), que normalmente requeriría temperaturas mucho más
altas.
La evidencia apunta a la posibilidad de que los átomos de níquel estén unidos a tipos
especiales de moléculas que se descomponen fácilmente al exponerse a la luz solar.
Estas podrían incluir moléculas donde el níquel se une al monóxido de carbono u otros
compuestos orgánicos, que pueden liberar átomos de níquel a temperaturas mucho
más bajas que las necesarias para que el metal se vaporice directamente.
Estos hallazgos, junto con las observaciones del Telescopio Espacial James
Webb (JWST), proporcionan evidencia complementaria para comprender la inusual
composición química de este cometa. Las observaciones del JWST revelaron que la
nube de gas que rodea al cometa, llamada coma, contiene mucho más dióxido de
carbono (el mismo gas que produce las gaseosas) que agua, una proporción inusual
en comparación con la mayoría de los cometas del sistema solar. El JWST también
detectó partículas de hielo de agua y monóxido de carbono en la coma del cometa, lo
que sugiere una compleja mezcla de materiales congelados que se están calentando
y generando la actividad que observamos.
Estas observaciones sugieren que el níquel podría estar ligado a moléculas que se
descomponen bajo la radiación solar, liberando metales y gases en reacciones
químicas. Sin embargo, el equilibrio detallado de los portadores, sus mecanismos de
liberación y la integración del hierro y otros metales en este panorama siguen siendo
áreas de análisis activas.
Implicación cósmica
Mientras 3I/ATLAS continúa su viaje hacia el perihelio (su aproximación más cercana al
Sol) el 29 de octubre, recopilamos datos valiosos sobre la composición química del
material de otro sistema estelar. Las firmas químicas que observamos podrían reflejar
tanto los orígenes antiguos del cometa como su largo viaje a través del espacio
interestelar.
Estas observaciones nos ayudan a comprender si los componentes básicos de los
sistemas planetarios son similares en toda la galaxia o si varían significativamente
entre diferentes entornos estelares. Al comparar 3I/ATLAS con los cometas del sistema
solar y el anterior visitante interestelar 2I/Borisov, estamos construyendo una imagen
más completa de los materiales que forman los planetas alrededor de
diferentes estrellas.
La belleza de la ciencia reside en seguir la evidencia adonde nos lleva, incluso cuando
los hallazgos desafían nuestras expectativas. Nuestras observaciones de 3I/ATLAS