UNIVERSIDAD DE PANAMÁ CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE LOS SANTOS FACULTAD DE ECONOMÍA Escuela DE FINANZAS Y BANCA TRABAJO DE BANCA IV TEMA: «SERPIENTE MONETARIA EUROPEA» PREPARADO POR: VARGAS, LIBRADA 2014.
Serpiente Monetaria Europea En 1972, los países pertenecientes a la Comunidad Económica Europea (CEE), conscientes de los problemas que generaban a un mercado común los tipos de cambio totalmente flexibles, crearon la llamada Serpiente Monetaria Europea, para mantener la estabilidad en las cotizaciones cruzadas de sus monedas. Sus resultados no fueron alentadores: los desequilibrios en las economías europeas causaron numerosas devaluaciones y revaluaciones, así como diversas salidas y entradas del mecanismo de estabilidad cambiaria.
Aumentan las dificultades de la Serpiente Monetaria Europea La presencia de Gran Bretaña e Italia en la serpiente fue notablemente breve, ya que las dificultades económicas de ambos países (déficit creciente de la balanza comercial, inflación, paro, descenso de la actividad inversora...) impidieron mantener la paridad de sus respectivas monedas dentro de los márgenes indicados. La evolución de la libra irlandesa fue igual a la de la esterlina, ya que Inglaterra e Irlanda poseen la misma moneda. La divisa británica salió de la serpiente el 22 de julio de 1972 y la lira italiana, el 9 de febrero de 1973. Las presiones sobre el franco francés y su tendencia a la baja tampoco permitieron que Francia permaneciese dentro de la serpiente .
Defensa de la Serpiente Por su parte, las autoridades monetarias belgas argumentan a favor de la serpiente tres razones fundamentales:1. El acuerdo monetario europeo ofrece un cuadro de disciplina económica que favorece la estabilidad. En efecto, cada miembro sabe que para permanecer en la serpiente sus condiciones económicas, y sobre todo, sus elevaciones de precios no pueden -durante un gran período- ser muy divergentes de las de los otros miembros. 2. La segunda ventaja es que la estabilidad en los tipos de cambio favorece los intercambios comerciales internacionales, disminuyendo las incertidumbres sobre las futuras importaciones y exportaciones. 3. La tercera razón defendida por Bruselas es la europea. Para construir la Europa unida los Gobiernos de los nueve deben esforzarse a toda costa por el progreso en el plano de la integración económica y monetaria. Ahora bien, tales progresos no son posibles más que con una gran convergencia de las políticas económicas.
El Sistema Monetario Europeo Para contrarrestar la inestabilidad y volatilidad de los tipos de cambio, los miembros de la CEE crearon en marzo de 1979 el Sistema Monetario Europeo (SME), con la participación de las monedas de todos los Estados miembros, salvo la libra esterlina. El SME nace con tres elementos específicos: Una moneda de referencia, el ecu, que se constituyó como divisa cuyo valor se calculaba efectuando la media ponderada de las monedas del SME. Unos tipos de cambio estables, aunque ajustables, definidos en relación con el ecu. Las monedas se controlaban por medio de un mecanismo de tipos de cambio y podían fluctuar dentro de una banda del +/- 2,25% respecto de los tipos de cambio centrales. Un mecanismo de crédito creado gracias a la transferencia del 20% de las reservas de divisas y de oro de cada país a un fondo conjunto.
El Informe Delors En 1988, el Consejo Europeo invitó a un comité de expertos en política monetaria, formado por los gobernadores de los bancos centrales de los países de la Comunidad Europea, a que propusiera las medidas necesarias para establecer la UEM. Algunas incertidumbres políticas sobre el proyecto provocaron en el SME una gran crisis durante 1992 y 1993. Hubo varios reajustes de las cotizaciones centrales de las monedas integradas y en septiembre de 1992 se produjo la salida temporal del sistema de Italia y del Reino Unido. En agosto de 1993, se amplió la banda de fluctuación desde el ± 2,25% anterior hasta el ± 15%, ante los fuertes movimientos especulativos contra las monedas europeas.