La escuela produce en el niño un impacto en la visión cosmogónica, agenciado por: Relación con adultos diferentes a sus padres. Relación con pares. La necesidad de desarrollar comportamiento, actitudes, principios y valores para la relación los demás. En general, la escuela debe fortalecer los aprendizajes que se iniciaron en la familia a lo cual se suman aprendizaje como aprender a decidir en grupo, aprender a solucionar de manera pacífica los conflictos, aprender que ceder en nuestras posiciones no significa perder, que hay intereses individuales y grupales que juegan un papel fundamental en la convivencia, desarrollar el sentido de legitimidad para con nuestra madre tierra, promoviendo el conocimiento y cuidando del entorno, defendiendo y respetando el espacio público. De igual manera, la escuela debe favorecer el conocimiento de la cultura en sus diferentes expresiones, conjugándolo con el saber académico, la ciencia y la tecnología. De igual manera y con la posibilidad que docentes y personal adulto se conviertan en modelos secundarios de identificación, los niños y niñas desarrollan la amistad en el vivir, es decir, la aceptación del otro, en la legitimidad del otro, en la convivencia. La escuela es responsable del desarrollo de actitudes como la puntualidad, la cooperación, el respeto, solidaridad (también llamados valores para la convivencia). De la misma manera como el ser humano sale de su familia con toda una cultura que incluye actitudes, hábitos y comportamientos, el joven empieza a interactuar en la comunidad con unos principios, valores y actitudes y llega con ellos a la comunidad. COMUNIDAD significa objetivos mancomunados, compartir criterios y en el buen sentido es la última fase preparatoria para jugar los diferentes roles que exige la SOCIEDAD .