Dinámicas y material de recursos para la catequesis familiar
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Language: es
Added: Feb 14, 2009
Slides: 2 pages
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DINÁMICA DE GRUPO: “EL ESPEJO” Aceptarnos y valorarnos como somos, con
nuestras potencialidades y limitaciones.
DINÁMICA DE GRUPO: EL ESPEJO
OBJETIVO:
_ Aceptarnos y valorarnos como somos, con nuestras potencialidades Y limitaciones.
_ Sentirnos seguros y con confianza en nosotros mismos y nuestras capacidades.
MATERIALES:
_ Una caja pequeña
_ Un espejo dentro de la caja ACTIVIDADES:
_ Imaginar el contenido de la caja.
_ Escuchar: En esta caja que tengo en mis manos, tengo algo muy hermoso, es algo
único en el mundo, lleno de cualidades, como bueno, simpático y muchas otras cosas
que serían interminables si las quisiera enumerar.
_Volver a imaginar el contenido de la caja.
_ Cada persona mira el contenido de la caja en forma silenciosa.
_Reflexionar sobre las siguientes preguntas:
¿Alguno adivinó o imaginó que podía encontrarse con su rostro?
¿Qué sintieron cuando vieron su cara en el interior de la caja?
REFLEXIÓN FINAL: El demostrarle al niño lo valioso que es, contribuye en el
mejoramiento de su auto concepto. Esta técnica se constituye en un medio
significativo de demostrarle su condición de ser único e irremplazable, para que pueda
valorarse tal como es, en su integridad de persona.
OTRAS VARIANTES:
En un retiro, puede ser de gran utilidad al finalizar una búsqueda del tesoro por ej. en
la que habrían de encontrar el mayor tesoro que Dios nos ha regalado, se puede
utilizar este gesto.
Cada equipo, después de atravesar diferentes pruebas de trabajo en equipo, llegará
ayudado por las pistas a la capilla, donde los esperan los animadores/as con sendas
cajas de zapatos forradas. Estas cajas simularán ser cofres del tesoro. Los chicos,
sentados por grupos en ronda, y motivados por uno de los animadores/as que los
llamará a ver en silencio el tesoro, sin hacer comentarios que advirtieran a sus
compañeros de qué se trataba, irán mirando dentro de la caja que se le acercará uno a
uno.
Es emocionante ver cómo sus caritas se transforman al ver que allí no había golosinas
o un papiro, ni siquiera un tesoro simbólico con monedas de papel metalizado, sino
sus propias imágenes reflejadas.