DISCIPULADO Y CONSEJERIA. Estudio Biblico

Discipulado

1. DISCIPULADO Y CONSEJERÍA

2. «El proceso de discipular a otros es el claro y gozoso llamado de todo creyente »

3. 1. ¿Qué es la consejería bíblica?

4. A. La consejería bíblica es un proceso 1. Debe ser llevada a cabo bajo la dirección del Espíritu de Dios. 2. Tanto el consejero como el aconsejado deben ser creyentes y estar bajo la autoridad de la Palabra. 3. Este proceso debe llevarse a cabo en el contexto de la iglesia.

5. B. La mejor consejería utiliza la Escritura. C. El verdadero consejero es el Espíritu de Dios (Juan 14:26). [gr. παρακλητος ,  paraklétos ] D. La consejería no está centrada en el problema sino en Cristo

6. Cuando Dios nos salva, llegamos al evangelio emocionalmente afectados por nuestro pecado, arrastrando una cosmovisión mundanal y percepciones erradas de la vida. Necesitamos consejería. Jesús enseñó que en este mundo tendríamos aflicción, necesitamos consejo.

7. 2. El origen de nuestros problemas

8. A. Separación de Dios. B. La orientación de la vida. C. Una perspectiva errada de la vida.

9. 3. ¿Qué debemos hacer?

10. A. Conocer a Dios. B. Amar a Dios. C. Glorificar a Dios. D. Reflejar la imagen de Dios en nosotros.

11. Si adquirimos esta perspectiva de la vida y vivimos conforme a ella, sin duda tendremos una perspectiva vertical de la vida.

12. 4. ¿De qué manera se relacionan la consejería y el discipulado?

13. «La vida que discipula es una vida orientada hacia los demás»

14. A. Las reuniones de la iglesia y las conversaciones de los miembros. B. Debe haber hombres y mujeres sabios y piadosos en la fe que toman tiempo para involucrarse en la vida de cristianos más jóvenes. C. Dos implicaciones 1. Cada cristiano es llamado al ministerio del discipulado. 2. Es importante que los pastores equipen a la iglesia para hacer la labor de discipulado por medio de la predicacion y enseñanza bíblica.

15. CONCLUSION La razón número uno de por qué no podemos cumplir los dos grandes mandamientos de Jesús, es porque estamos tan atados a nuestros sueños que todo lo demás importa poco. Debemos quitar esa perspectiva de nuestra vida y tener buena teología. Por último, no solo debemos discipular a través de la consejería, sino que en la medida en que la iglesia crece, también debemos capacitar consejeros bíblicos que nos ayuden a aconsejar al cuerpo de Cristo (Ef. 4:12).