CUANDO LEER ES HACER: LA
ENUNCIACIÓN EN EL DISCURSO
DE LA PRENSA GRÁFICA
Eliseo Verón
LA ENUNCIACIÓN EN EL DISCURSO
DE LA PRENSA GRAFICA
1° SEMIOLOGÍA (’60): Inmanentista. Definir
un corpus y atenerse a él para describir el
funcionamiento connotativo del sentido.
2° SEMIOLOGÍA (’70): Gramática generativa.
Parte de los textos para reconstituir el proceso
de producción de sentido.
3°SEMIOLOGÍA (’80): Verón postula que debe
ser capaz de integrar en su teoría los efectos
de sentido. Estudiar el funcionamiento de la
enunciación.
Enunciación y enunciado
Enunciación: poner a funcionar la lengua
por un acto individual de utilización. Es el
acto mismo de producir un enunciado y no
el texto de ese enunciado. Corresponde al
decir y sus modalidades, a las maneras de
decir.
Enunciado: Lo que se dice, es del orden
del contenido.
Enunciación y enunciado
Ejemplo:
«Pedro está enfermo». (aserción)
«Yo creo que Pedro está enfermo».
(suspensión de la aserción)
El contenido, «Pedro está enfermo», no
cambia. Lo que cambia es la modalidad, la
actitud que el locutor toma frente a su
propio enunciado.
Dispositivo de la enunciación
La distinción entre lo que se dice y las
modalidades del decir puede aplicarse al
discurso de la prensa gráfica y sirve para
comprender su funcionamiento. Las
modalidades del decir dan forma al
DISPOSITIVO DE LA ENUNCIACIÓN
¿Qué incluye el dispositivo de la
enunciación?
La imagen del que habla: «el enunciador», el
o los lugares que se atribuye a sí mismo.
Contiene la relación del que habla con lo que
dice.
La imagen de aquel a quien se dirige el
discurso: «el destinatario». Al construir su
lugar, el enunciador define a aquel a quien se
dirige.
La relación entre el enunciador y el
destinatario que se propone en y a través del
discurso
Contrato de lectura
Todo soporte de prensa contiene su
dispositivo de enunciación, coherente o
incoherente, estable o inestable, adaptado
más o menos al público.
En la prensa gráfica se llama
CONTRATO DE LECTURA
Contrato de lectura
En la prensa gráfica, un mismo contenido
puede estar a cargo de dispositivos de
enunciación muy diferentes. El caso de las
revistas femeninas de alta gama es un
buen ejemplo, porque suelen cubrir más o
menos los mismos temas, pero pueden
resultar muy diferentes en el plano del
contrato de lectura.
Contrato de lectura
Lo que crea el vínculo entre el soporte
y su lector es el contrato de lectura.
Muchas veces el estancamiento o la baja
de lectores de un medio gráfico tiene que
ver con alteraciones en el contrato de
lectura, o modificaciones en la redacción
que generan incoherencias con el
contrato.
¿Para qué sirve analizar el
contrato de lectura?
La semiología de la enunciación, aplicada la
análisis del contrato de lectura, suministra
información para clasificar soportes de prensa
que no se puede obtener con otro método.
La manipulación de datos demográficos no
sirve de mucho si hablamos de medios que se
dirigen a un mismo público.
El análisis del contenido clásico sólo puede
analizar variaciones temáticas, que no suele
ser la dimensión más importante.
Variaciones enunciativas
En la portada de un soporte de prensa el
enunciador puede hacer muchas cosas…
Variaciones enunciativas
Variaciones enunciativas
O muy pocas…
Variaciones enunciativas
Variaciones enunciativas
Puede interpelar al destinatario a través
de la mirada del o la modelo…
Variaciones enunciativas
Variaciones enunciativas
O puede mantener al destinatario «a
distancia», proponerle un lugar de
espectador que mira a un personaje que
no le devuelve la mirada
Variaciones enunciativas
Variaciones enunciativas
Para un soporte de prensa, las
modalidades de enunciación de la portada
son un factor esencial en la construcción
del contrato del lectura.
En las portadas de las revistas, podemos
encontrar distintos tipos de enunciadores
Enunciador pedagógico
Enunciador pedagógico
Clasifica
Jeraquiza
Cuantifica
Formula preguntas en forma impersonal
El texto y la imagen están articulados
entre sí
Mantiene una distancia objetiva
Enunciador pedagógico
Un ejemplo similar:
Distancia sin pedagogía
Distancia sin pedagogía
Los títulos se presentan en lista
compacta. Se deja al lector la libertad de
decir la importancia relativa de los
temas.
La imagen se identifica con un artículo,
pero se habla de muchas otras cosas.
No se interpela al lector; hay distancia
como en el caso anterior, pero es sin
pedagogía.
Distancia sin pedagogía
Enunciador cómplice
Enunciador cómplice
Impresión de mayor desorden. Tampoco
hay pedagogía de la clasificación.
El enunciador dialoga con la
destinataria.
El juego del lenguaje expresa
complicidad.
La imagen funciona como un logotipo
abstracto, que tiene la función de
materializar un modo de vida.
Enunciador cómplice
Variaciones enunciativas
Como pudimos apreciar, la presencia o
ausencia de una posición de enunciación
pedagógica no es solo una cuestión de
leguaje, sino que tiene que ver también
con el tratamiento de la imagen. Veamos
el caso de las revistas de decoración:
Estrategia pedagógica
Estrategia pedagógica
Todos los elementos del tratamiento
fotográfico nos muestran que el enunciador
tiene voluntad de informar.
El destinatario es definido como alguien que
tiene una intención apropiativa o práctica.
Puede copiar para usar.
Define al enunciador y al destinatario como
desiguales: uno muestra, explica, aconseja; el
otro mira, comprende, saca provecho.
Estrategia pedagógica
Distancia no pedagógica
Distancia no pedagógica
Ocultan tanto como muestra la decoración. La
manera de mostrar es tanto o más importante
que lo que se muestra.
La imagen invita a tomar distancia de
espectador, a adoptar un punto de vista
estético.
Propone un juego al destinatario, con cierta
simetría y complicidad con el enunciador por
el hecho de compartir valores culturales.
Distancia no pedagógica
De la producción al reconocimiento
Posición didáctica o no, transparencia u
opacidad, objetividad o complicidad: a
través de las decisiones tomadas al
respecto de estas dimensiones y otras, se
construye el contrato de lectura.
Hay un enunciador que le propone a un
destinatario ocupar un lugar.
De la producción al reconocimiento
Se proponen al lector recorridos, en un
paisaje más o menos señalizado. El lector
los acepta o rechaza, los recorre a su
manera.
Por eso leer es hacer, y la cuestión es
saber qué hace o qué no hace un lector
con lo que lee, y las razones por las
cuales cada uno lee lo que lee.