5:9-12) Cuando vio a Mardoqueo a la puerta del palacio del rey, que no se levantaba ni se movía
de su lugar, se llenó de ira contra Mardoqueo. 10 Pero se refrenó Amán y vino a su casa, y
mandó llamar a sus amigos y a Zeres su mujer.
11 y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con
que el rey le había engrandecido, y con que le había honrado sobre los príncipes y siervos del
rey.
12 Y añadió Amán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el rey al banquete que ella
dispuso, sino a mí; y también para mañana estoy convidado por ella con el rey.
Amán sale de palacio y regresa a su casa con el corazón contento. Amán comienza hacer alarde
de todo lo que tenía… de su dinero… su posición… sus hijos. Todo era yo, yo, yo.
Proverbios 16:18 dice, “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería el fracaso.” Y Proverbios
29:23 dice, “El Altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.”
¿Haces tú alardes de tu posición… de tu dinero…de tu familia o de cualquier otra cosa? 1 de
Corintios 4:7 dice, ¿Qué tienes que no hayas recibido? ¿Y si lo recibiste por qué presumes como
si no te lo hubieran dado? ¿De qué se puede vanagloriar un pecador?
El orgullo es la esencia misma del pecado. Tal vez esa es la razón por la cual el orgullo es No. 1
en la lista de las cosas que Dios detesta. Es el orgullo que hace que Lucifer (su nombre
significaba La Estrella de la Mañana) se convirtiera en Satanás. Porque dice: “Seré como el
Altísimo.
(13-14) Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la
puerta del rey. 14 Y le dijo Zeres su mujer y todos sus amigos: Hagan una horca de cincuenta
codos de altura, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey
al banquete. Y agradó esto a los ojos de Amán, e hizo preparar la horca.
Amán no solo era orgulloso, sino que también lo consumía la malicia. Cuando Amán deja el
apartamento de la reina, se sentía como en las nubes de felicidad, pero cuando ve a Mardoqueo
sentado en la puerta real, eso lo hace volver a la realidad. La rabia que le da verlo..
En el pasado, Mardoqueo no había querido rendirle homenaje; pero ahora, ni siquiera se pone
de pie ante su presencia. Es importante recordar, que cuando el presidente de una nación entra
al salón, todos se deben de poner de pie.
Cuando un juez entra a la corte, todos tienen que ponerse de pie y permanecer “de pie” hasta
que el juez se sienta. No importa si no nos gusta el presidente o el juez. Ese no es el punto.
Todos debemos respetar el cargo que ocupan. Amán estaba furioso con Mardoqueo. Su odio
contra los judíos, en general, y contra Mardoqueo en particular, habían envenenado su alma.
La malicia es un odio tan profundamente arraigado que nos hace sentir placer cuando nuestro
enemigo sufre, y nos hace sentir dolor, cuando éste tiene éxito. La malicia no puede perdonar,
siempre quiere vengarse.
Un hombre con la autoridad de Amán podía inventar cualquier cargo, ya que el rey no se iba a
tomar la molestia de investigarlo. Claro, que esto era antes de que el rey se enterara de que
Mardoqueo le había salvado la vida. Ahora podemos entender mejor, el por qué, de la demora
de Ester en hacerle su petición al rey.