El cuarto prohibido, Itziar Ezquieta

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El cuarto prohibido

OQO 6070

El cuarto prohibido

“Erase una vez un leñador muy pobre,
que tena res ia.

“Cada mañana iba a corta ia al bosque,
para venderla y así mantener ala fami.

uen di,
clear encontró un árbol grande,
y viejo como ningún tro.

Sin pensinelo mucho,
empe26 darle hachazos hasta que,
“un vez el golpe sonG hueco,

Después, se abrió el agujero
y asomó un gigante, gritando furioso:

= ¿Quién es cl osado
que rompe misa,
mme despierta de mis sueños
y me corta con un hacha?

= He sido yo, señor! No me haga daño,
‘qe soy pobre y tengo ts his que mantener
Supliö el hombre.

= Pues si quieres recuperar el hacha,
tendrás que decirle a u hia mayor
ela venga abuser.

Ile cont en eas lo que habia sucedido;
y la hi mayor, interesada,
Te pidió que la era junto al gigante

Enseguida Negaron al pi del viejo árbol
Nada más ols,

el gate salió pore agujero.
sla muchacha entrar

Si haces lo que te mande,
serás dueña de todo cuanto tengo.
A vu podre, en pago por su hacha
le daré una moneda de oro.

= ¡No se hable más! «dispuso lla

Y muy contents,
nj por el agujero oscuro del árbol
y empezó a revolver pora cass,
ners de curiosidad

Al din siguiente,
ellenador se acercó a bo
‘con aia mediana,

far aber cómo iban bs cos

= Pues la muchacha no leva mal
io el ge
pero es un poco aburrida
Si dns a su hermana
para hacerle compañía,
te dan ora moneda de oro.

Alor dia,

se presentó el leñador con la trcea hi
que estaba aprendiendo a coser

y leva una aguja de pm

prendida en ol vestido.

_ La muchachas echan en falta la pequeño,
y aquí bay mucho que coser.

Site quedas, le dar a tu Padre

otra moneda de oro,

y no tendrá que wabajar más

“ins el gigante.

Las súplicas de su hija
acabaron por convencer al leñador,
que regresó sol a ea,

4
Nada más entrar,
la pequeña miró por todas partes,
straf de no ver à sus hermanas;
pero disimalé ara que el gigante no den

Si aces lo que te mande,
serfs dueña de todo cuanto tengo.
“Tienes a comida sevida;
mel antes de que se enfríe.

Yo tengo que marcharme, pero volveré pronto.

Cuando a muchacha estuvo segura de eaf sl,
se acercó ala mes con recelo, 6

y e quedó espantada:

= ¡Una orca!
¿Cómo me voy a comer una oreja
enojado lena de pajas
cruda y pela

¿Y guión ca eater
“Sime a he mide, pensó.

Entonces cogió la oreja
y la escondió debajo de vestido
Al momento, entré el gigante y preguntó:

¿las comido bien
= supendaments, señor!
contest lana, decidido.

= Oreja, ¿dónde ets?

Aquí, mi amo,
ie calentita en eta 재기!

gigante exclamó, muy contentos

“8 E
Br a muje

0000
as Haves deca peach

le cb un lienzo hoc
+ unas sanas muevas el

— Tengo qué mata
Acaba de coser Je spas,

que quiro estrenaras eta och
pués puedes hace lo qué quis
pero né tr

deumo del fond dl pas

La muchacha,
preocupada por as hermanas,
fue directamente al varto prohibido.

Al abri a puerta,
elevó al susto que se le cayeron las aves
y oa se manch6 de sangre.

Enseguida oyó los pasos del gigante,
ue regresaba

Cerró la puerta y corrió ar a ave
pero por més que fouba
la mancha no desaparecía.

Entonces cogió la aguja
y sea lavó en un edo.

Una vez fuera,
se escondicron detris del tronco.

Cuando el gane entr,
la hermana pequeña sacó la oreja de a barriga
y a dejó caer por el agujero del bol.

Después

untaron el tronco

ono que quedaba de ungúento
y observaron marwilladas

como se cerraba a cortez.

Eltronco del árbol
anes más volvió a brise.

se fueron felices,
y allése quedó el gigante
para siempre.