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nada comparado con el dolor que causaban sus pensamientos, la impotencia,
la culpa, el rencor, el miedo y la imposibilidad de expresar emociones. Después
de tantos días el joven podía escuchar y ver todo lo que pasaba a su alrededor
pero nadie lo sabía, para todos estaba muerto en vida. Fue transcurriendo el
tiempo y en esa triste soledad en la que estaba, empezó a escuchar una voz
que lo a hacía reflexionar y ver su pasado, empezó a dialogar con ella y
culpaba a varias personas por lo que le sucedió. En esa ocasión vio llegar a la
enfermera Esperanza de buenos sentimientos y que lo iba a cuidar, ella le
hablaba, le acomodaba los cojines y se despedía tiernamente de él.
En la parte tres (pág. 49-65): En esa misma noche tuvo un sueño, donde él era
él un títere, donde todas las personas esperaban su turno para moverlo, donde
el pudo observar a sus padres, sus maestros, a su novia. En su sueño él sabía
que era fácil romper los hilos, pero dejo que lo manipularan. Un día Esperanza
llego para bañarlo, a él le daba vergüenza, y supo que su sueño era real al ver
que él era el títere, y dejaba que las demás personas fueran responsables de
él. Cuando la enfermera salió de la habitación, el ángel dijo que la culpa es un
sentimiento inútil. Y ahí es cuando se comienza a ser un títere. La mejor forma
de terminar el círculo vicioso, es dejar de buscar culpables, la culpa es el miedo
a ser rechazado por los demás. Los padres ocupan la culpa para que el niño
hiciera lo que ellos creían correcto. De repente llego Esperanza y le dio la
noticia de que alguien lo iba a visitar, que por fin lo habían encontrado.
El padre explica que actuamos como si tuviéramos la vida comprada, que debió
ser mas amoroso, como si las cosas materiales pudieran remplazar el amor,
siempre le presionaba a su hijo al ver la situación en la que se encontraba, por
eso él siente que es su culpa. Después de tan triste situación, recordó los
cuidados de su madre y de todas las enseñanzas de su padre, se apareció su
guía, dijo algo muy importante, cuando se acepta que eres libre y el único
responsable, nos damos cuenta de que todos hacemos lo mismo, y hay que
tener compasión por los demás, como ponerse en los zapatos de otros, y tratar
de entender sus motivos.
Cuando dejas de culpar a los demás de lo que te pasa, recuperas todo tu
poder; Piensa en esto: si tú eres el responsable de tu vida, en ti están todas las
respuestas que necesitas