El espíritu de Senaquerib
Pastor Gilberto Hernandez Ch.
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Es preferible justificarnos como Ezequías diciendo que no
somos hombres de guerra, que si no proveemos para nuestro
hogar somos iguales que los impíos, nos encogemos de hombros
y seguimos bajo la Esclavitud de Senaquerib, es mejor ser esclavo
de el que esclavo de Cristo, al fin y al cabo, llevo tantos años en
el Evangelio y no he conseguido nada.
Hoy día los talentos que el Padre ha entregado en nuestras
manos ahora están en manos de Senaquerib, de que le servía ser
Rey a Ezequías, si verdaderamente era esclavo de otro.
En lugar de estar poniendo nuestro talento en las manos de
Dios, allí estamos sirviéndole con nuestras manos al Rey
Senaquerib, los abogados, los economistas, los obreros, los
electricistas, los cantantes, los músicos, cuanto talento hay hoy
día, lindos talentos, pero en las manos de Senaquerib.
Muchas veces venimos cansados a la congregación, en otras
ocasiones, por cansancio y por haber perdidos nuestras energías,
ya no podemos venir a las reuniones, en ocasiones vemos los
rostros de la gente, creemos que están enojados, pero no es así,
están cansados, han tenido que trabajar muchísimo, no es que
los hermanos están muertos, cada mañana al despertar, se
levantan con las pilas recargadas, es decir que la energía si esta
en ellos, solo que ahora esa energía esta siendo dirigida hacia el
Rey Senaquerib, y cuando vienen a Cristo, ya las baterías están
en Low Battery, están bajas, les quedan pocas fuerzas, el día ha
sido muy duro y el clima ahora que apoya al cansancio, nos dejan
sin energía para adorar y servir al verdadero, al único Rey.
El Señor enseño que le diéramos al Cesar lo que es del Cesar,
pero también dijo que dejáramos la otra mitad de la energía para
darle a Dios lo que le pertenece, pero nosotros le damos todo al
Cesar, hasta lo que le corresponde al Padre, llegamos chiros a la
Congregación, y cuando digo chiros, también estoy hablando de
lo que no le gusta a muchos, de dinero también, las ofrendas del
Padre ahora ya no las podemos dar, se las comió Senaquerib.