Hiperrealismo
Son llamados hiperrealistas, a los que también se les conoció como superrealistas, foto-
realistas, nuevo-realistas o precisionistas. A pesar de que los mismos pintores anunciaban
públicamente que no hacían uso de la cámara fotográfica, la fotografía constituyo una parte
esencial en sus obras y muchos se sirvieron de los recursos técnicos fotográficos como
medio.
El hiperrealismo aparece como sucesor del Pop y en cierta forma, vinculado a él. De ahí su
interés por los aspectos triviales de la sociedad de consumo y por las imágenes populares de
la cultura Underground. Su exagerado realismo debió ser una reacción ante la ausencia de
objeto promovido por el arte Conceptual que apareció en esos mismos años.
El hiperrealismo plasma la realidad con la mayor veracidad posible, en ocasiones
exagerándola y agrandándola al máximo, al tomar y agigantar la parte de un todo,
reaccionando así contra corrientes anteriores que jugaban con la forma, como el Cubismo;
la transformaban como el Surrealismo y el Expresionismo, o la destruían, como el arte
abstracto. El movimiento hiperrealista adolece de falta de hondura humana, d
trascendencia, de misterio, quedándose generalmente en la mera superficie de lo plasmado,
en la excesiva y perfecta similitud fotográfica de lo representado con la realidad.
El movimiento parte de los Estados Unidos, donde adquiere el nombre de “Photorrealism”
o “Superrealism” siendo sus máximos representantes norteamericanos: Chuke Close,
Richard Estes, John C. Kacere, Don Eddy, Ralph Goings, Thomas Blackwell, Malcom
Morley, John Kacere, Robert Cottigam, etc.
La exposición que tuvo lugar en el Museo Guggenheim, Nueva York, en 1996, con el título
<< La imagen Fotográfica>>, supuso la manifestación conjunta pública del estilo.
Aunque se trataba de un movimiento artístico desarticulado, se han establecido dos
tendencias dentro del mismo, manteniendo una cierta flexibilidad: la primera, vinculado
con el realismo fotográfico de origen Pop, donde se representan, hasta el menor detalle,
paisajes urbanos, automóviles, bicicletas, etc. La segunda tendencia, mas conectada con la
traición pictórica Occidental, resucita los temas académicos del retrato y del paisaje, del
desnudo, el bodegón y el interior, inspirados en los grandes maestros de la pintura como
Ingres, Vermeer, Velazquez, etc. Entre los aspectos comunes de las dos tendencias, cabe
señalar la exactitud y sobriedad de la representación, su carácter distanciado y frio, el uso
de recursos ilusionistas como la perspectiva y el uso de la cámara fotográfica.
El Hiperrealismo llamado acertadamente también “Cool Art” con su excesivo realce de lo
material, mostrando verosimilitud; con el culto al cuerpo y la figura humana, sin dejar
ningún resquicio al misterio, al interior del hombre, a la realidad velada que subyace en la