18
obstante, no enseñamos a los alumnos cómo leer, cómo interpretar y cómo apreciar
estéticamente una obra literaria. Así, se entiende que el resultado de la enseñanza
tradicional de la literatura no es tan formativa como debiera. ¿Qué es necesario
desarrollar para ser un buen lector? Para llegar a ser un buen lector es necesario
desarrollar lo que conocemos como competencia literaria. El desarrollo de ésta
implica el tratamiento de cada uno de sus componentes, entre los que destacan, siempre
en interrelación, la competencia lectora y el intertexto del lector.
En este sentido, los hipertextos literarios permiten introducir una nueva forma de
enseñar literatura, más provechosa e interesante para el alumnado, ya que conlleva la
explotación del producto texto desde cualquier perspectiva y la posibilidad, por parte
del alumnado, de aplicar esta forma de trabajar la literatura a otras disciplinas.
En este sentido, una aplicación didáctica muy interesante sería la de crear un
proyecto en el que participaran todos los alumnos de un grupo-clase, siguiendo el
modelo adoptado por Landow. Esta podría ser una nueva manera, por ejemplo, de
trabajar (y evaluar) las lecturas obligatorias.Los alumnos se implicarían en la creación
de un hipertexto literario, adaptando una obra conocida en papel a este nuevo soporte,
lo que le permitiría al profesor un seguimiento mucho más personalizado del
aprendizaje, porque podría averiguar no solamente si, efectivamente, se ha leído la obra,
sino también ver hasta qué punto el alumnado ha comprendido el texto.
De esta manera, no solamente la lectura de la obra resultaría más provechosa,
porque abarcaría las infinitas posibilidades ofrecidas por la hipertextualidad (modificar
la secuencia narrativa, insertar material adicional, detenerse en los personajes, insertar
comentarios personales, etc.) sino que el aprendizaje del alumnado resultaría
efectivamente constructivo. En este sentido, se trata de que el alumno pueda percibir el
texto desde una perspectiva propia, independientemente de que coincida con la del
profesor, puesto que no es la única manera posible de interpretarla. Sin duda, el
aprendizaje sería mayor, porque los alumnos participan activamente en su propia
creación, siguiendo el lema learning by doing.
Vamos a hacer un ejemplo práctico, de cómo podría ser el resultado de una
propuesta didáctica de este tipo, analizando una de las principales obras de la literatura
universal: Los novios, de Alessandro Manzoni. Se trata de una novela de la época del
Romanticismo italiano, con ambientación siglo XVII, en la que los dos protagonistas,
Renzo y Lucía, prometidos, se ven separados por un capricho del señor del lugar, Don
Rodrigo; los dos tendrán que superar varios obstáculos para volver a reunirse y casarse.