IMPORTANCIA DEL LIBRO Como ya se ha dicho, el de Josué es un libro histórico que narra todo lo que tuvo que suceder para que el pueblo de Israel se apropiara de lo que Dios le había prometido. Según 1 Corintios 10:11 y 2 Timoteo 3:16. Es obvio que los hijos de Israel tenían derecho a la tierra, pero el libro de Josué dice que aun después de haber recibido el título de propiedad, tuvieron que librar una gran lucha para poder disfrutar de esa bendición. El libro de Josué ejemplifica lo que dijo el apóstol Pablo en su carta a los efesios relativo a la recomendación de vestirse con toda la armadura de Dios antes de iniciar el combate espiritual (Efesios 6:11). EL LIBRO DE JOSU É
El libro de Josué ocupa un lugar estratégico. La primera división del Antiguo Testamento se compone de Génesis a Deuteronomio, y es conocida como la ley. El libro de Josué es el primer libro de la segunda división, conocida como los libros históricos (Josué a Ester). Este libro es nombrado así debido al hombre que llegó a ser el líder de Israel después de la muerte de Moisés. La tradición antigua y la evidencia interna del libro mismo indican también que Josué lo escribió. El nombre en hebreo para “Josué” (equivalente al nombre en griego “Jesús”) significa “El S eñor salva” o “Salvación del S eñor .”
En el libro de Josué, Dios demostró su fidelidad al cumplir la promesa de darle una tierra a Abraham y a sus descendientes ( Gn 12:7; 15:18–21; 17:8). Lo único que ellos tendrían que hacer era entrar a poseerla, lo cual Israel hizo bajo el liderato de Josué. En forma similar, el cristiano ha sido bendecido con toda bendición espiritual en Cristo ( Ef 1:3), pero esas bendiciones deben ser apropiadas personalmente ( Ef 6:11, 13, 17).
Josué contiene elementos de gran importancia para los cristianos. Los principales son la demostración inequívoca de la fidelidad de Dios con su pueblo al darle la tierra prometida, los detalles en cuanto al propósito de Dios con Israel, la obediencia y las bendiciones de Dios para aquellos que le escuchan y obedecen con fidelidad. Pero lo más importante e interesante es ver el propósito de Dios al preparar el camino para la venida de Cristo por medio de Israel. Las varias referencias hechas a Josué en el Nuevo Testamento demuestran su importancia para los creyentes de la iglesia naciente y desde luego para los creyentes de hoy día ( Hch 7.45 ; Heb 4.8 ; 11.30 ; Stg 2.25 ).
La obra no es de una sola persona, ni de un grupo pequeño, ni del pastor, ni de los ancianos, ni de una misión u otra organización. La obra es del Señor. Sólo cuando lo reconocemos, tenemos la posibilidad de servir a Dios.
LA DERROTA, CONSECUENCIA DEL PECADO Josué 7:1–16 La ciudad de Hai no podía compararse con Jericó, porque era más pequeña y de menor importancia. No obstante, estaba situada en el camino que los hijos de Israel tenían que seguir. Los espías que la reconocieron (parece que esa práctica ya se había hecho costumbre) dieron un informe verídico: “…son pocos” (Josué 7:3). No obstante, nadie, ni Josué ni los espías, ni el pueblo, se habían dado cuenta de dos importantes factores. Uno fue consecuencia del otro. El primero era que alguien había cometido “una prevaricación en cuanto al anatema” (Josué 7:1a), y el segundo, que “la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel” (Josué 7:1c). Los israelitas no se dieron cuenta de esto sino hasta que fueron derrotados en la primera batalla contra Hai. Era inevitable que sintieran gran pena y hasta vergüenza: “Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas” (Josué 7:6). En ese ambiente, Jehová comunicó a Josué que la nación había pecado (véase Josué 7:11–12). A continuación, le instruyó acerca de como debía investigar el asunto (Josué 7:13–14) y le especificó el castigo que debía sufrir el culpable. El resto del capítulo se dedica a narrar la forma en que se cumplió con lo que Jehová había dicho. Descubrieron el pecado de Acán (Josué 7:16–18), éste lo confesó (Josué 7:19–21), lo sentenciaron, y después llevaron a cabo el castigo (Josué 7:24–26).
Preparación de Josué Antes de entrar de lleno a considerar el texto del libro de Josué, tenemos que detenernos para considerar la forma en que Dios lo preparó para que respondiera a las exigencias del liderato. Desde hacía mucho tiempo, Dios había empezado a formar el carácter y creencias de Josué. Lo hizo a través de una serie de escuelas, pero esas “aulas” no fueron como las de una escuela común, y sus lecciones no provenían de los libros. Jehová preparó una serie de sucesos y circunstancias (escuelas) que a lo largo de su vida fueron formando el carácter del siervo que Dios quería que guiara a su pueblo. LECCIONES PARA LA JUVENTUD DIOS SÓLO USA PERSONAS PREPARADAS Y ÉL SE DEDICA A PREPARARLAS.