Y cuando terminé de escuchar estas palabras, me tiré a tierra y adoré al Señor y Dios y le
dije:
“Tu eres el supremo y eterno Dios, todas las criaturas te den el honor y la alabanza”. “Tú
eres
la verdadera luz, la brillante luz que está por encima de todo, Creador de la vida, Tu eres de
infinito y poderoso Poder”. “A ti, todos los poderes espirituales te dan honor y alabanza. Tú
hiciste a la raza de los hombres y la llenaste de la abundancia de tu misericordia." Después
que estuve adorando al Señor, Miguel, el arcángel de Dios, se apoderó de mi mano y me
sacó
fuera de la visión del paraíso de Dios, y tomó una vara en su mano, y tocó las aguas, que
estaban alrededor del paraíso, y las congeló.
XXIX
Y el arcángel Miguel me llevó de vuelta al lugar de donde me había tomado. Escucha, mi
hijo
Set, el resto de las cosas que serán, me fueron reveladas, después que comí del árbol del
conocimiento, y lo que va a pasar a esta edad, lo conozco; todo lo que Dios pretende hacer
a
su creación de la raza de los hombres. El Señor se mostrará en una llama de fuego y a
través
de la boca del orador dará sus mandamientos, y los estatutos procederán de su boca como
un
arma de doble filo, la cual santificará la casa de la habitación de Su Majestad. Y Él les
mostrará el maravilloso lugar de Su Majestad. Y luego van a construir una casa al Señor su
Dios, en la tierra que Él preparará para ellos, pero transgredirán sus estatutos, y su santuario
será quemado y sus tierras serán abandonadas y ellos mismos serán dispersados por la
tierra,
porque han encendido la ira de Dios. Y una vez más él los hará regresar de su dispersión, y
de
nuevo construirán la casa de Dios, y en el último tiempo la casa de Dios será exaltada en
forma
superior a cualquier edad. Y una vez más la iniquidad será superior a la justicia. Luego
Dios
morará con los hombres en la tierra y lo verán, y la justicia comenzará a brillar. Y la casa
de
Dios será honrada por las edades y por sus enemigos, y no serán capaces de herir a los
hombres, creyentes en Dios y Dios avivará a su pueblo fiel, a quien guardará para la
eternidad,
y la impíos serán castigados con pena de Dios su rey, a todos los hombres que se negaron a
amar su ley. El cielo, la tierra, las noches y los días, y todas las criaturas le obedecen, y no
sobrepasan Su mandamiento, mas los hombres no cambiarán sus obras, sino que
abandonarán la ley del Señor, Por eso el Señor mismo desechará a los impíos, y el brillo de
su