EL MODELO DE Consulta Integrantes Oriana lizeth Mendoza Zavala Deyvittt joaquin falconi ruiz María Antonia ruiz Camacho Alijasib Gustaf zarate ruiz
El modelo de consulta es un modelo de intervención indirecta, preferentemente de proyección grupal, centrado en la relación entre dos profesionales, un consultor o asesor (normalmente un orientador o un psicopedagogo) y un consultante o asesorado (normalmente un profesor-tutor).
Dos pueden ser los objetivos de las funciones de consulta ( Bisquerra y Álvarez, 1996: 331 ): La función de consulta como actividad profesional de ayuda a los diferentes agentes y a la propia institución u organización. La función de consulta como una estrategia de intervención y formación.
La relación en la consulta es triádica: consultor–consultante–cliente. El consultante decide acudir al consultor para realizar una consulta que afecta a la relación que este último mantiene con el cliente. De ahí que digamos que el modelo de consulta supone para el orientador una intervención indirecta. Gráficamente la representación sería: Psicopedagogo Profesor A lumno
Dentro del modelo de consulta podemos destacar tres campos: El campo de la salud mental S e trata de ayudar al consultante a que afronte cada una de las situaciones problemáticas que se le presentan a través de una información y formación adecuadas. CAPLAN 1970
b) El campo de las organizaciones D onde se prima la función del consultor como agente de cambio o consultor de procesos que ayuden a proporcionar las competencias para resolver los problemas y asumir las responsabilidades. DRAPELA 1983
c ) El campo educativo Se trata de ayudar a un tercero que es el alumno. En este caso, el consultor habitualmente es el orientador; el consultante es el profesor, que actúa de mediador y el cliente es el alumno
Entre las funciones más habituales que puede asumir el orientador como consultor en un centro educativo, destacamos las siguientes RESPECTO DEL CENTRO CON LOS PROFESORES CON LOS PADRES O REPRESENTANTES LEGALES CON EL ALUMNADO
Fases del modelo de consulta 1ª fase: Establecer una relación entre un consultor (orientador) y un consultante (por ejemplo el tutor, un profesor, la familia o la institución). 2ª fase: Analizar el conjunto de la situación y clarificar el problema. 3ª fase: Explorar alternativas. 4ª fase: Establecer planes de acción, conjuntamente entre consultor y consultante. 5ª fase: Poner en práctica, el consultante, los planes con los destinatarios últimos de la intervención. 6ª fase: Evaluación de la puesta en práctica del plan de acción
La consulta colaborativa En ella, son varios los profesionales que intervienen y, una diferencia fundamental con respecto a la consulta anteriormente expuesta, es que, en ésta, el orientador se implica de forma directa en la intervención, como un miembro más del equipo educativo. E l orientador se convierte en el dinamizador de la acción orientadora de todo el profesorado, facilitando las competencias adecuadas, la implicación y formación necesaria a los distintos agentes educativos.
Autores como Lowe (1995: 119) encuentran gran paralelismo entre la consulta colaborativa y el modelo de resolución de problemas de Dewey, tal como se recoge en la siguiente tabla:
Algunos criterios útiles para analizar la función asesora, desde el punto de vista de la consulta colaborativa son los que ofrecen Carretero, Pujolàs y Serra (2002), para los cuales, las actividades de asesoramiento: Han de partir de la voluntad intencional de los participantes y favorecer la motivación intrínseca. Han de favorecer la reflexión en la acción docente y sobre la acción docente a partir de la interacción de los que participan con su realidad profesional. Han de permitir a los participantes revisar sus prácticas, sus instrumentos, sus ideas, sus actuaciones... Han de posibilitar, a los que participan [en la consulta colaborativa] reconocer y poder identificar sus intereses y las necesidades personales y colectivas. Han de ser relevantes para los propósitos y los intereses explícitos de los participantes. Han de permitir reconocer las ideas personales subyacentes en la actividad docente personal , su explicitación y el intercambio intelectual entre los participantes. Han de ser planificadas conjuntamente y favorecer la participación, el intercambio intelectual y la evaluación de los procesos de aprendizaje compartido a partir de la evaluación de los resultados obtenidos. Han de posibilitar la toma de decisiones razonable de los que participan respecto a cómo desarrollarse y ver las consecuencias de su elección. Las actividades de asesoramiento han de atribuir a los participantes un papel activo en su realización. Han de permitir a los participantes reflexionar conjuntamente en un contexto nuevo . Además de favorecer la implicación del profesorado y del asesor, las actividades de asesoramiento han de favorecer la implicación de otros agentes sociales de la comunidad (servicios sociales, sanitarios, educadores sociales ...)
modelo mixto: el psicopedagógico, en el que se da una intervención prioritariamente indirecta, grupal, interna, proactiva y que suele utilizar tanto la consulta como los programas, dejando el modelo clínico para los casos en que es indispensable. La actuación del psicopedagogo es principalmente indirecta , en cuanto que presta más atención a la consulta de la institución, del profesorado y de las familias que a la intervención directa en el aula. Sin embargo , en ocasiones su actuación es también directa , cuando interviene directamente con los alumnos , cuando lleva a cabo evaluaciones psicopedagógicas o entrevistas individuales. Su labor es fundamental en el centro educativo para dar unidad al proceso orientador y soporte técnico a los agentes que intervienen directamente con el alumnado