U n i v e r s i d a d P e r u a n a U n i ó n
Unidad IV
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EViDenciaS geolÓgicaS De un DiluVio munDial
En cierta ocasión el geólogo Henry Zuidema ofreció cinco mil dólares por “una evidencia de cam-
po en favor de un diluvio universal”.
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Esta simpática oferta, revela la opinión de muchos cientí-
ficos evolucionistas, quienes sostienen la idea de que no existe evidencia alguna para avalar la
posición bíblica de un diluvio mundial.
Consideremos a continuación, cuatro evidencias en el campo geológico que apoyan el concepto
de un diluvio de características mundiales.
1. Sedimentos marinos sobre los continentes.
El espesor de los sedimentos en los continentes que tiene un promedio de 1,5 km., el mismo
que representa 5 veces el espesor de los sedimentos en el piso del fondo marino.
Lo sorprendente es que de los sedimentos en los continentes, por lo menos el 50% son de
origen oceánico conteniendo fósiles marinos.
Shelton señala que “las rocas sedimentarias marinas son más comunes y extendidas sobre
la tierra seca hoy que cualquier otra clase de rocas sedimentarias combinadas. Éste es uno
de los hechos sencillos que prácticamente piden a gritos una explicación”.
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2. Extensos depósitos sedimentarios.
Hay una gran extensión de depósitos terrestres singulares con fósiles de origen continental que
indican una actividad catastrófica en los continentes que no tienen analogías en los procesos
actuales. Por ejemplo, los bosques petrificados en Suroeste de los Estados Unidos. Aunque su
espesor no sobrepasa los 30 metros, se extiende en una superficie de 250,000 km2.
Derek Ager, un geólogo que apoya con entusiasmo el catastrofismo, habla de unidades de rocas
con espesores de hasta 30 metros en el oeste de Canadá que cubren un área de 470,000 km2.
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Refiriéndose a depósitos de caliza, Norman Newell, del Museo Nacional en Nueva York men-
ciona: “Mares extendidos sobre inmensas áreas increíblemente planas en el mundo”.
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La multicolor formación Morrison, que pertenece al Jurásico y que contiene fósiles de dino-
saurios en el oeste de los Estados Unidos, se extiende sobre más de 1'000,000 Km2 desde
Canadá hasta Texas en el sur de los Estados Unidos.
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Las capas sedimentarias de la tierra casi nunca son del tipo depósitos; más bien revelan una
rápida sedimentación por un agente catastrófico. Esto elimina los millones de años que se
requiere para la evolución de los organismos dentro de esas capas. Todo sugiere que, fuer-
zas mucho mayores que las que ahora se encuentran actuando en la tierra, fueron necesa-
rias para extender estos depósitos sobre áreas tan extensas.
93 Ariel Roth, “5000 dólares por una evidencia”, Ciencia de los orígenes 4(1983), 1-5.
94 J.S. Shelton, Geología ilustrada (San Francisco: W.H. Freeman and Co., 1997), 28.
95 Derek Ager, La naturaleza de la cuenta estratigráfica, 3ª. ed., (New York: Jhon Wiley and Sons, 1993), 23.
96 N.D. Newell, “Paraconformities”, en: C. Teichert, E. L. Yochelson, eds. Ensayos en Paleontología y Estratigrafía, R.C. Moore Commemorative Volume, Departamento de Geología, de la Universidad de Kansas. Publicación Especial 2 (1967):349-367.
97 L.F. Hintze, “Historia geológica de Uthah”, Brigham Young University Geology Studies Epecial Publication 7(1988):51.