2.-INTERLUDIO
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EL NOMBRE DEL VIENTO
plumines, una botella de pintura, una mochilita con hojas, un trozo de pan duro que nadie
hubiera comido por perder sus dientes en el intento y su macuto así como su collar una
cuerda con un anillo amarrado. Sacando pocas monedas que tenía escondidas en la suela
de uno de sus zapatos, debajo de su macuto y de su cinturón coloco algunas en su cartera
las suficientes para que los ladrones se sintieran satisfechos pues si metía pocas ellos
perderían la paciencia y lo golpearían y si ponía más se emocionarían y buscarían más, tenía
más dinero escondido, algunos talentos dentro de la botella de tinta y otros dentro del pan
duro que tenía así como otros que guardaba en la otra suela de sus zapatos. Con un poco
más de confianza decidió emprender su camino hacia el poblado más cercano, comprar un
nuevo caballo y llegar a su destino.
Ya era de noche cuando vio el fuego de una pequeña hoguera para la comida, pensó que
podría acercarse para comer algo y acurrucarse cerca del fuego del extraño pero cuando se
acercó un olor nauseabundo llego hasta su nariz, un olor como de flores podridas o lana
quemada, el hombre que estaba ahí estaba sentado hasta que él había entrado a la luz que
despedía por la hoguera el hombre estaba encapuchado con una gruesa capa, tenía puesto
unos guantes para manipular metal y a su lado un gran garrote de hierro. Antes de que
pudiera hablar el forastero un ruido se escuchó en las lejanías, el hombre del garrote solo le
dijo: que mal momento para estar en el lugar equivocado.
El desdichado despertó en una cama, adolorido por la experiencia de la noche pasada,
comenzó a recordar unas enormes arañas los habían atacado, solo eso pues al darse la
vuelta vio a un hombre que estaba a lado de su cama, él se presento era Kote y le explico
mas o menos lo que había ocurrido y que era un tipo con suerte pues su plan era morir ahí
luchando contra las arañas. Antes de poder decir algo alguien irrumpió en el cuarto, era Bast
molesto por la actitud de su maestro. Después de una calurosa discusión se dispuso a curar
el cuerpo de su maestro y de su invitado. Al poco tiempo el forastero bajo a la estancia para
poder comer y mientras lo hacía les explico el motivo por el que estaba ahí. Buscaba una
leyenda, una que se escuchaba por todos los pueblos uno sobre un sujeto que estaba a la
par de Tamborlin en grande y que estaba ahí para saber si podía saber algo y así revelar la
verdad de esta leyenda. Un silencio se apodero de la sala y esto dio a entender que lo que
había buscado está ahí sentado frente a él, Kote viéndolo le dijo que se marchara que no
tenía nada que decir ni contar a un hombre que no sabía en que se estaba metiendo, pero él
era insistente y no lo iba a dejar le propuso un trato, escribiría sobre el tal y como él le
pareciera así su legado nunca moriría y así podría continuar su vida, a él no le gusto pues
era algo muy confidencial solo le dijo que escribiera lo que quisiera y que se largara pero él
fue muy insistente y le dijo que le diera esa oportunidad, después de una charla tirada a la
pelea acepto con la condición de que en tres días el contaría toda su historia, para el
forastero no le pareció pues debía estar en otro lugar, pero no tuvo más que aceptar,
después de una charla pequeña de acerca de cómo el escribía y una pequeña explicación de
su novedoso método comenzó su historia.