La oración que Cristo nos enseñó EL PADRENUESTRO Preparado por Humberto E. Corrales Noviembre 2013
Estando Jesús en cierto lugar, cuando terminó de predicar, le dijo uno de sus discípulos: “Maestro enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos”. En respuesta a esta petición, el Señor confía a sus discípulos y a su Iglesia la oración cristiana fundamental: el PADRE NUESTRO
El Padrenuestro Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Padre nuestro, que estás en el cielo Al orar, Dios quiso que le llamáramos ¨ PADRE ¨... Un Padre que nos ama sin condiciones y sin límites . Sin embargo, no basta con llamar Padre a Dios, hay que demostrarle nuestro amor de hijos. ¿ Y cómo hacemos esto? Pues, obedeciendo sus mandamientos y amándole más que a cualquier otra cosa o persona.
Las siete peticiones Nos dirigimos a Él como hijos para adorarle, amarle y bendecirle, el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete peticiones:
Las siete peticiones
1.- Santificado sea tu Nombre Cuando amamos a alguien queremos que todos lo conozcan y lo amen como nosotros. Al decirle a Dios “ santificado sea tu Nombre ”, estamos diciendo que lo amamos y lo respetamos , y que por tanto nunca permitiremos que otros le ofendan o le falten al respeto . También le decimos a Dios que queremos agradarle en todo, o sea, hacer lo que Él quiera y no lo que a nosotros se nos antoja .
2.- venga a nosotros tu Reino Al decir “ venga a nosotros tu Reino ” , le pedimos que siempre se viva en las familias y las comunidades el amor, la paz, la ayuda, la compasión, y no el egoísmo, la envidia, la violencia, la maldad . “ Vivir según su Reino ” es vivir de la forma en que Dios quiere y que es la que Cristo nos enseñó en el Evangelio.
3.- hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo ¿ Quién mejor que el padre para saber qué es lo mejor para el hijo ? Dios nos ama infinitamente y lo único que quiere es que logremos salvarnos y llegar al cielo. Al decir hágase tu voluntad , le decimos que aceptaremos con conformidad y alegría lo que Él permita que suceda en nuestra vida , (aunque algunas veces no lo entendamos, no nos guste o nos duela), en la seguridad que lo hace porque sabe que es conveniente para nuestra salvación .
4.- Danos hoy nuestro pan de cada día Aquí le pedimos a Dios dos cosas : Que nos ayude a poder tener el alimento del cuerpo: la comida. Fijémonos que no decimos mi pan, sino NUESTRO pan, y con eso pedimos que todos nuestros hermanos del mundo lo tengan . Le pedimos también que no nos falte el PAN DE LA EUCARISTÍA , pues así como necesitamos alimentar nuestro cuerpo , así la Eucaristía es el alimento del alma.
5.-perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden Como nos dio la vida, es Él quien nos puede perdonar nuestras faltas y pecados. Cristo nos dejó “LA CONFESIÓN” , como un medio para conseguir el perdón de Dios. Al mismo tiempo que le pedimos perdón , prometemos a Dios que nosotros vamos a perdonar al que nos hizo algún daño. De la manera en que perdonemos a los demás, de esa manera nos perdonará Dios a nosotros.
6.- no nos dejes caer en la tentación Con estas palabras le pedimos a Dios “ LA FUERZA ” necesaria para decirle NO al demonio que nos invita , de una manera muy sutil, a hacernos daño o a hacer daño a los demás... Si caemos en la tentación…pecamos
7.- …y líbranos del mal Decir “ Líbranos del mal ” sería más bien decir: “Señor , líbrame de ofenderte con el pecado, líbrame de morir en él , haz que siempre te ame, te sirva y pueda un día gozarte por siempre en el cielo”
C onclusión Fijémonos : el PADRE NUESTRO lo rezamos no en singular (Padre mío que estás en el cielo.... perdona mis ofensas....) sino en plural ( Padre Nuestro... líbranos del mal...). Jesús nos lo enseñó así porque quiere que, a la vez que pensamos en nosotros mismos al rezarlo, pensemos también en los demás.