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Mis papás participan
Continué la situación didáctica y realicé una reunión con
padres de familia, con la intención de dialogar sobre algu-
nos casos de niños que, en particular, consideré requerían
de atención especial, principalmente en los que existía vio-
lencia intrafamiliar o situaciones que afectaban su estado
emocional. Expliqué la importancia de ayudar a los niños
a expresar sus sentimientos, a tener control sobre éstos, y a
desarrollar su autonomía. Para la charla tomé experiencias
y conceptos de textos que para mí han sido de apoyo en la
práctica docente.
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A partir de esta sesión, realizamos una actividad en la
que cada mamá o papá, en grupos de binas y tríos, acudían
al salón diariamente (por turnos), y platicaban a los niños la
historia del nacimiento de su hijo(a); les di algunos puntos
para tener una base común: cómo era cuando estaba den-
tro de su vientre, cuándo nació, dónde, por qué le pusie-
ron ese nombre, qué cosas hacía de bebé, cuándo caminó,
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Balaban, Nancy (2000), Empezar a ir a la escuela ¿qué se siente?, en Niños
apegados, niños independientes. Orientaciones para la escuela y la familia, Madrid,
Narcea, pp. 11-15.
Mújina, Valeria (1999), Condiciones para el desarrollo de la personalidad
del preescolar, en Psicología de la edad preescolar, Madrid, Visor (Aprendiza-
je), pp. 139-145.
SEP (2004), El desarrollo de la regulación personal, en Curso de formación y
actualización profesional para el personal docente de educación preescolar, Volumen I,
México, pp. 73-91.
quién lo enseñó, alguna situación cómica que le aconteció,
o algún accidente.
Cada uno de los relatos fue emotivo, sensibilizó a los
niños, tanto a quien se refería la narración en turno, como
a quienes la escuchábamos. Algunas madres llevaron foto-
grafías, objetos y prendas especiales que aún conservaban
de sus hijos. Varias mamás lloraron al narrar y algunos niños
también (este hecho lo registramos en la Lámina de los Sen-
timientos).
El maestro Hugo (de Educación Física) me propuso que
después de la rotación de los “libros autobiográficos”, se rea-
lizara, en los hogares de otros compañeros del grupo, una
convivencia recreativa con los niños y sus padres.
El resultado fue positivo, todos participaron y no repre-
sentó costo alguno, empleamos los materiales de Educación
Física: pelotas, aros, pañuelos, veleros y costales. Los padres,
por su parte, trajeron un pequeño refrigerio para compartir.
Después de las actividades de juegos y competencias,
el maestro coordinó un espacio de reflexión donde los ni-
ños eran abrazados por sus padres y juntos seguían la letra
y cantaban la melodía que escuchábamos. Al terminar, los
padres opinaron sentirse satisfechos y contentos de que la
escuela promoviera estas actividades que les permiten de-
tenerse a pensar en cómo están educando a sus hijos, en lo
difícil que resulta ser padres, y lo poco habituados que están
en expresar corporalmente el afecto hacia los hijos.
En las siguientes imágenes se aprecian a las madres de
familia durante la tarde de trabajo.