miramos, por ejemplo, a la naturaleza, no necesitamos catalogarla, ponerle
nombres, diferenciarla o compararla, ni con otra naturaleza ni con nosotros
mismos. La percepción, el sujeto y la cosa percibida forman una sola unidad, un
campo único. Deja, pues, de existir esta distinción de sujeto-objeto presente en
el mundo ordinario y todo se convierte en un inmenso campo de consciencia
expresión constante de esta Realidad eterna.
Hacia el silencio. Requisitos.
Existen unos requisitos que son esenciales cumplir para poder ir hacia el
silencio.
Mientras estemos teniendo interiormente problemas de deseos, de
emociones, de conflictos, nos será muy difícil vivir en silencio, porque estos
deseos, estos miedos, estas complicaciones que están reprimidas en nuestro
interior, buscan constantemente una solución y huida. De esta forma, nuestra
mente está siendo constantemente empujada a pensar, soñar imaginar. La gran
dificultad que tenemos para poder estar en paz es la propia guerra que está en
marcha en nuestro interior.
Por ello, para alcanzar el silencio, es necesario primero que solucionemos
ese estado de guerra. Y esto sólo lo lograremos cuando aprendamos a vivir la
actividad, la acción, la lucha y el esfuerzo. Tan sólo el vivir la vida de cada día
mucho más consciente, intensa e inteligentemente, es lo que va permitiendo que
vayamos liquidando todas estas cuentas pendientes que mantenemos con la vida
en nuestro interior. Sólo después de esto viene la paz. De otro modo, la paz no la
podemos buscar, porque toda paz que busquemos será un artificio, no es la
verdadera paz. La paz no hay que buscarla, viene ella sola. La paz está siempre
ahí, lo único que nos impide vivirla es precisamente todas las cargas que tenemos
dentro de fuerzas, de problemas, de emociones.
Por lo tanto, el primer requisito para llegar a descubrir el silencio es que
el silencio sea consecuencia de una acción total, de una acción consciente, en
donde no huyamos de las cosas, en donde no estemos jugando al escondite con
nosotros mismos ni con ningún aspecto de la vida, donde afrontemos las
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