desarrollo, manteniendo, desde 2007, una tendencia a la baja, ocasionada, entre otras cosas, por el
fortísimo impacto de la crisis económica que está sufriendo.
En cuanto a Producto Interior Bruto, en 2007, España fue el décimo tercer país más rico del mundo.
Ahora bien, si analizamos el PIB per cápita,
la posición es diferente, ocupando el puesto trigésimo
cuarto, con 30.542 dólares USA, presentando, desde 2008, cifras decrecientes. También es cierto que
entre los treinta y tres países que nos preceden se encuentran diez países muy pequeños, por lo que su
cociente de PIB por habitante es alto.
España presenta
un déficit relativo en sectores económicos intensivos en tecnología. El esfuerzo español
en este campo es manifiestamente insuficiente (en comparación con el que realizan nuestros principales
competidores) y lastra sus intentos de ganar competitividad, como forma de seguir modernizándose
económicamente y mejorando su calidad de vida.
En la actualidad, España
tiene planteados tres grandes retos ante este mundo globalizado y la actual
situación de crisis económica:
1/Aumentar su grado de competitividad, para lo que va a ser necesario:
‐Reducir sus tendencias inflacionarias provenientes de un stock de demanda
relacionado con nuestro relativo bajo nivel de renta con respecto a
la media de los
países comunitarios más desarrollados, y de ciertas tendencias especulativas.
‐Aumentar la productividad, incorporando nuevas tecnología y mejorando el
rendimiento productivo del trabajo.
‐Eliminar ciertas rigideces del mercado laboral (movilidad funcional y geográfica de la
mano de obra, etc.)
2/Buscar una mayor especialización en la llamada
nueva economía (servicios basados en el
conocimiento y la innovación), para no alejarse de los núcleos centrales. Para ello, será
imprescindible mejorar el nivel formativo y aumentar las inversiones en I+D.
3/Asegurar la sostenibilidad del estado del bienestar en un momento en el que la realidad
demográfica va a aumentar
las demandas de servicios, y en el que la situación económica de
crisis ha obligado a un fuerte endeudamiento. De lo contrario, no podrán evitarse lamentables
situaciones sociales
2. La posición de España en la UE
España forma parte de la UE desde 1986, es miembro de la “eurozona” desde
su creación (1999) y su
economía presenta un alto grado de integración en la comunitaria. Es la quinta economía de la UE, con
un Producto Interior Bruto de 1.051 miles de millones de euros (2010), que supone el 9,2% del PIB de la
UE 27. Por encima de España se
sitúan Alemania (un 19,2%), Reino Unido (un 13,9%), Francia (un 13,9%)
e Italia (un 12,1%), y por debajo los Países Bajos (4,4%). El resto de los países se encuentran aun a más
distancia. El problema es que las cuatro principales economías comunitarias suman el 59% del PIB
comunitario, lo que nos
habla de la brecha existente entre países. En este marco la posición española es
relativamente buena y bastante próxima a la de los cuatro países de cabeza.
Otra cosa es el PIB per cápita, que es más significativo para conocer el nivel de desarrollo de un país. En
este caso,
España ocupa (2008) el decimotercer lugar, con 22.800 euros por persona,
Sin duda, uno de los principales retos de las economías en un mundo globalizado es el de la
competitividad. Avanzar en la capacidad de competir tienen que ver con el desarrollo tecnológico y con
la productividad.
España ha
hecho un gran esfuerzo por aumentar su VAB en los últimos años, teniendo un crecimiento
mayor que el de nuestros vecinos europeos más desarrollados. No obstante, aun se plantean serios
problemas en cuanto a la investigación en I+D+i. En 2007, el gasto interno español alcanzó el 1,27% del