El Proceso de Implementación en los Contextos Institucionales Micro y Macro

luaortiz 8 views 31 slides Oct 23, 2025
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El Proceso de Implementación en los Contextos Institucionales Micro y Macro


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11. EL PROCESO DE IMPLEMENTACIÓN EN LOS CONTEXTOS INSTITUCIONALES MICRO Y MACRO 11.1 Proceso de implementación a nivel micro. 11.2 Proceso de implementación a nivel macro.

Procesos de nivel micro y macro Los procesos a nivel micro y macro son conceptos clave en sociología que describen diferentes ámbitos de los fenómenos sociales. Los procesos a nivel micro se centran en las interacciones individuales y las relaciones interpersonales, examinando cómo las personas se comunican, intercambian y crean realidades sociales a través de sus interacciones cotidianas. Esta perspectiva enfatiza la importancia de los símbolos, las obligaciones y los intercambios sociales, ofreciendo así perspectivas sobre el comportamiento humano en contextos específicos. En contraste, los procesos a nivel macro analizan la vida social dentro de sistemas sociales y estructuras institucionales más amplios. Esta perspectiva se centra en cómo estas estructuras globales, como los sistemas económicos, las instituciones gubernamentales y las normas sociales, influyen en el comportamiento y las relaciones individuales. Históricamente, las teorías macro, como el funcionalismo estructural y la teoría del conflicto, dominaron el pensamiento sociológico hasta finales del siglo XX, mientras que las teorías micro cobraron fuerza mediante enfoques como el interaccionismo simbólico y la teoría del intercambio. La integración de ambas perspectivas se reconoce cada vez más como esencial para una comprensión integral del comportamiento social, destacando la interacción entre las acciones individuales y los contextos sociales más amplios. Publicado en: 2021

Procesos de nivel micro y macro En general, la distinción entre los niveles micro y macro se refiere al alcance de los fenómenos en estudio. Los procesos a nivel macro abordan la investigación de la vida social tal como existe en los sistemas sociales, las estructuras institucionales dentro de la sociedad y las relaciones entre las diversas estructuras dentro de la sociedad. Estas preocupaciones representan las del período clásico de la sociología y sus padres fundadores, como Durkheim, Marx y Weber. Los procesos a nivel micro abordan la investigación de la vida social tal como existe en los procesos interpersonales e interaccionales. Por lo tanto, es el individuo en el contexto social lo que reviste una importancia central. Este artículo comienza con un breve resumen de la historia reciente de la distinción micro/macro, seguido de una descripción de varias perspectivas teóricas de cada división, incluyendo aquellas con una orientación a nivel macro, como la teoría de la estratificación de Marx, el funcionalismo estructural de Parsons y la teoría del conflicto de Dahrendorf, y aquellas con una orientación a nivel micro, como la teoría del intercambio de Homans, el interaccionismo simbólico de Mead y Blumer, y la sociología/etnometodología fenomenológica.

Procesos de nivel micro y macro Descripción general Existen dos grandes divisiones teóricas dentro de la sociología: la microsociología y la macrosociología. Estas dos perspectivas teóricas contrastantes, a menudo denominadas microsociología y macrosociología, utilizan conceptos diferentes, basados en procesos a nivel micro o macro, para explicar la vida social. En general, la distinción micro/macro se refiere al alcance de los fenómenos estudiados. Según Wippler y Lindenberg (1987), no existen límites claros para esta distinción. Sin embargo, un ejemplo que constituye un proceso a nivel micro sería si el alcance se centrara en la interacción entre individuos; si se centrara en el sistema de valores de una sociedad, esto constituiría un proceso a nivel macro. La microsociología analiza los procesos sociales subyacentes responsables de las relaciones entre las personas. Los procesos a nivel micro se centran, por lo tanto, en la interacción social y la comunicación; conceptos importantes son los símbolos, las obligaciones, el intercambio y la reciprocidad. La macrosociología, por otro lado, analiza la estructura de las diferentes posiciones en una población y sus limitaciones en las relaciones sociales. Los procesos a nivel macro se centran, por lo tanto, en la influencia del entorno social en las relaciones entre las personas, y conceptos importantes son la diferenciación, las instituciones y la desigualdad (Blau, 1987).

Breve historia de la distinción micro/macro en la teoría sociológica Hasta la década de 1960, las teorías orientadas a los procesos a nivel macro (o macroteorías) dominaron el panorama sociológico estadounidense, en concreto, el funcionalismo estructural y la teoría del conflicto, igualmente orientada a este nivel (Ritzer, 1985). A Talcott Parsons se le atribuye un papel fundamental en la consolidación del funcionalismo estructural en la teoría sociológica estadounidense. Con respecto a las teorías orientadas a los procesos a nivel micro (o microteorías) anteriores a la década de 1960, cabe mencionar el interaccionismo simbólico durante la época en que las macroteorías dominaban con fuerza la teoría sociológica. Según Ritzer (1985), a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, las microteorías ganaron popularidad en la teoría sociológica estadounidense, sobre todo con el desarrollo de la teoría del intercambio y el trabajo de George Homans y Peter Blau. Homans trabajaba en una alternativa teórica al funcionalismo estructural de Parsons, abordando sus limitaciones y su macroorientación. Su trabajo aplicaba principios de la psicología (específicamente del conductismo) a cuestiones de importancia sociológica. Según Blau (1964), Homans intentaba desarrollar una alternativa microteórica conductista y científica a las orientaciones macroteóricas. Durante este periodo, Blau también desarrollaba su propia teoría, un tipo de teoría del intercambio que extendía sus principios originales de microorientación a los procesos macroeconómicos (Ritzer, 1985), y, por lo tanto, constituía un esfuerzo integrador para atraer también a los partidarios de las macroteorías.

También se produjeron avances notables en la fenomenología y la etnometodología durante el auge de las microteorías, incluyendo el trabajo de teóricos individuales como Albert Schutz. Sin embargo, estos avances se toparon con la hostilidad de los teóricos convencionales de orientación macro. Según Ritzer (1985), esta hostilidad se centró en el énfasis de la fenomenología y la etnometodología en «cuestiones microsociológicas triviales y en perder de vista la importancia de las estructuras e instituciones sociales. Su aparente enfoque en la conciencia creativa llevó a la opinión de que los teóricos con dicha orientación no eran, ni podían ser, científicos» (p. 90).

Aplicaciones Procesos a nivel macro Los procesos a nivel macro en la teoría sociológica abordan la investigación de la vida social tal como existe en los sistemas sociales, las estructuras institucionales dentro de la sociedad y las relaciones entre las diversas estructuras dentro de ella. Desde esta perspectiva macroteórica, son las estructuras dentro de la sociedad las que sientan las bases o sirven de contexto para el comportamiento individual. Las preocupaciones teóricas sobre los procesos a nivel macro representan las del período clásico de la sociología. Los fundadores de la sociología —Marx, Durkheim y Weber— se centraron en estos análisis macroeconómicos. La siguiente sección revisará brevemente tres perspectivas teóricas principales que se centran en los procesos a nivel macroeconómico: la teoría de la estratificación de Marx, el funcionalismo estructural de Parsons y la teoría del conflicto de Dahrendorf.

marxismo Los escritos del filósofo alemán Karl Marx del siglo XIX, incluyendo el Manifiesto Comunista y El Capital, constituyen quizás los intentos más influyentes por comprender los orígenes y el desarrollo de la estratificación en las sociedades capitalistas. Estos escritos, junto con otros publicados por Marx y su amigo y colaborador Friedrich Engels, constituyen la base del pensamiento y la creencia conocidos como marxismo. La teoría de la estratificación de Marx se basa en el supuesto de que los cimientos de la sociedad humana se basan en la forma en que esta ha desarrollado su relación con los medios de producción. Según Marx, los medios de producción se refieren a los recursos productivos de la sociedad; por ejemplo, los elementos necesarios para satisfacer las necesidades económicas de la sociedad, como los tipos de tecnología utilizados para producir bienes básicos. La característica central de la estratificación, según Marx, es la subordinación entre clases que, en última instancia, se deriva de los medios de producción (Smelser, 1988). En otras palabras, la relación de un individuo con el sistema económico de la sociedad depende de cómo se relaciona con las fuentes de poder de dicho sistema. Así, para Marx, quienes ocupan la misma posición en el proceso productivo pertenecen a una clase. La distribución desigual de los recursos productivos de la sociedad crea un sistema de estratificación. Las personas situadas en estos diversos niveles del orden vertical reciben participaciones desiguales en la riqueza de la sociedad y poseen distintos grados de poder sobre los demás. En esencia, las sociedades se componen de dos clases: los propietarios de los medios de producción, o burguesía, y los trabajadores, o proletariado. Según Marx, la división entre estas dos clases crecería inevitablemente hasta que una dinámica lucha de clases forzara un cambio social revolucionario. Marx considera el capitalismo como una herramienta política para esta clasificación de grupos humanos con el fin de distribuir la riqueza y el poder dentro del sistema económico, más que como un sistema de producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas. Son las instituciones sociales de las sociedades, como la economía, el gobierno y la educación, las que operan para asegurar la posición de los diversos grupos humanos (Freedman, 2005).

Funcionalismo estructural Talcott Parsons es considerado el teórico que llevó el enfoque estructural-funcionalista a su forma más desarrollada. Su publicación de La estructura de la acción social en 1937 fue crucial para la teoría sociológica estadounidense, ya que consolidó la fuerza de la teoría estructural-funcional en las décadas posteriores. Esta obra de Parsons, junto con otras, se centró en las estructuras de la sociedad y sus relaciones entre sí, con énfasis en cómo se mantiene el orden entre los diversos elementos de la sociedad. Los escritos teóricos de Parsons describieron un modelo integral de análisis sistémico de la sociedad, centrado en la identificación de las funciones para la existencia de una sociedad y los sistemas necesarios para llevarlas a cabo. El modelo de Parsons identificó cuatro funciones básicas que denominó «prerrequisitos funcionales» (por el acrónimo AGIL), que consideraba necesarias para todos los sistemas: • (A) Adaptación: un sistema debe hacer frente a las necesidades situacionales a las que se enfrenta; • (G) Objetivo: un sistema debe alcanzar su objetivo principal; • (I) Integración: un sistema debe controlar la interrelación de los otros tres requisitos funcionales; y • (L) Latencia: un sistema debe proporcionar, mantener y renovar patrones tanto motivacionales como culturales.

Cada una de estas funciones es desempeñada por un sistema dentro de la sociedad, incluyendo el sistema conductual, que desempeña la función de adaptación; el sistema de personalidad, que desempeña la función de logro de metas; el sistema social, que desempeña la función de integración a través de normas; y el sistema cultural, que muestra cómo los valores culturales establecen patrones en los sistemas social y de personalidad ("La sociedad como sistema", 2001). El funcionalismo estructural sufrió sus mayores críticas en las décadas de 1960 y 1970; paradójicamente, casi al mismo tiempo, ganaba terreno en la teoría sociológica estadounidense. Según Ritzer (1983), fue criticado por ser políticamente conservador, incapaz de explicar el cambio social y de analizar el conflicto social. Como resultado, se intentó abordar estas críticas integrando su enfoque estructural con el del conflicto social. Este esfuerzo condujo al desarrollo de la teoría del conflicto.

Teoría del conflicto La teoría del conflicto, al igual que la teoría estructural-funcional, se orienta al estudio de la estructura social y las instituciones. A diferencia de esta última, los teóricos del conflicto consideran que toda sociedad está sujeta a procesos de cambio. Mientras que los teóricos funcionales enfatizan el orden social, los teóricos del conflicto lo ven presente en cada punto del sistema social, con numerosos elementos sociales que contribuyen al cambio. Cualquier orden existente, según los teóricos del conflicto, es el resultado de la coerción ejercida sobre algunos miembros por quienes ocupan puestos de responsabilidad. Por lo tanto, los teóricos del conflicto enfatizan el papel del poder en el mantenimiento del orden social. El trabajo de Ralf Dahrendorf a finales de la década de 1950 se reconoce con el desarrollo de la teoría del conflicto. El trabajo de Dahrendorf se centró en estructuras sociales más amplias. Una premisa central de sus escritos es la idea de que las distintas posiciones dentro de la sociedad tienen diferentes niveles de autoridad. Esta autoridad reside en las posiciones, no en los individuos. Dahrendorf se interesaba por la estructura de estas posiciones y el conflicto entre ellas. Los grupos conflictivos, o aquellos que participan en conflictos grupales, surgen y emprenden acciones que conducen a cambios en la estructura social. Dahrendorf se opuso a aquellos teóricos que se centraban en procesos de nivel micro.

Procesos a nivel micro Los procesos a nivel micro en la teoría sociológica abordan la investigación de la vida social tal como se manifiesta en los procesos interpersonales e interaccionales. Desde esta perspectiva microteórica, el individuo en su contexto social es de vital importancia. Por lo tanto, la microsociología se ocupa de las interacciones, los intercambios y las decisiones de las personas, tal como se ven afectados por el contexto social en el que ocurren. Teoría del intercambio En la década de 1950, el sociólogo George Homans introdujo la teoría del intercambio. Homans estaba insatisfecho con el enfoque estructural de la teoría de Parsons y la tradición colectiva de la sociología clásica. Quería centrarse en las personas y su comportamiento. Su desarrollo de una forma sociológica del conductismo en términos skinnerianos se considera un importante avance teórico en la microsociología (Alexander y Giesen, 1987). Su artículo de 1958, titulado "Comportamiento social del intercambio", y su posterior publicación, " Comportamiento social: sus formas elementales", presentaron su perspectiva de que el estudio del comportamiento y la interacción individual es fundamental en la sociología. En sus escritos, Homans argumentó que las personas continuarán haciendo lo que les ha resultado gratificante en el pasado y dejarán de hacer lo que les ha resultado costoso. Para Homans, el enfoque de la sociología debería ser estos patrones de refuerzo, no las estructuras e instituciones sociales (Ritzer, 1983). La teoría del intercambio también se ocupa de la interacción entre personas que implica un intercambio de recompensas y costos. La idea básica es que las interacciones tienen mayor probabilidad de continuar cuando existe un intercambio de recompensas y menor probabilidad de continuar cuando resultan costosas.

Interaccionismo simbólico El desarrollo de la teoría de la interacción simbólica se vincula principalmente con Herbert Blumer en el contexto posterior a la Primera Guerra Mundial en el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago (Stryker, 2002). Entre las primeras influencias de finales del siglo XIX y principios del XX se encuentran las obras clásicas de William James, John Dewey y, sobre todo, George Herbert Mead (Stryker y Vryan, 2003). De hecho, la teoría de la interacción simbólica se inspira profundamente en las ideas de Mead, que se basan en la premisa de que las personas configuran la realidad de forma creativa a través de la interacción social. Este enfoque de los procesos a nivel micro enfatiza la importancia de los símbolos y la interacción interpersonal. Stryker y Vryan (2003) resumen este énfasis: Las personas actúan utilizando símbolos desarrollados en su interacción y actúan mediante la comunicación de estos símbolos. El término «sociedad» resume dicha interacción; las subpartes de la sociedad designan los entornos en los que se desarrolla la interacción. La sociedad y sus subpartes se crean y recrean continuamente a medida que las personas interactúan entre sí (p. 4).

Mead creía que la capacidad de los humanos para usar símbolos implica que tienen mentes y la capacidad de pensar. Los símbolos se refieren a signos arbitrarios de objetos que se colocan en el lugar de esos objetos. Los gestos de las manos, así como las palabras escritas o habladas, son ejemplos de símbolos. El significado asignado a los símbolos, según Mead, está determinado por el contexto social en el que ocurre. Los seres humanos pueden pensar en sí mismos, observar su propio comportamiento y tomar la perspectiva de otros (es decir, la adopción de roles) y, al hacerlo, llegan a tener un yo que, por lo tanto, se desarrolla a través de un proceso social y emerge de la interacción. A través de dicha interacción simbólica, los seres humanos desempeñan un papel activo en la creación y recreación de su realidad social. Para Mead, es esencial comprender el papel del yo para comprender el comportamiento humano (Stryker, 2002). Desde Mead, Blumer ha sido quien ha tenido la mayor influencia en el interaccionismo simbólico. Blumer adoptó una postura más firme al contrastar el interaccionismo simbólico con la sociología convencional. Mientras que esta última considera el comportamiento social como producto de valores, normas, expectativas, etc., el interaccionismo simbólico de Blumer considera la sociedad no como una organización o estructura, sino como la suma de las acciones de los seres humanos que ocurren a través del proceso social de interacción (Stryker, 2002).

Sociología fenomenológica y etnometodología Mediados de la década de 1960 se consideró un momento crítico en el desarrollo y el interés por la sociología fenomenológica, y fue durante este periodo que dejó su huella en la teoría sociológica estadounidense. Este período comenzó con la traducción al inglés y la publicación de La fenomenología del mundo social de Alfred Schutz . En su obra, Schutz analiza la conciencia de los actores, es decir, la forma en que las personas construyen la realidad social y su relación con el pensamiento y la acción individuales. La etnometodología se considera indistinguible de la fenomenología (a menudo denominada su versión estadounidense). Desarrollada por Harold Garfinkel (alumno de Schutz y Parsons), la etnometodología explora los pensamientos y las acciones resultantes del "actor". Obtuvo reconocimiento nacional con la publicación de Garfinkel en 1967, Estudios sobre Etnometodología . Los sociólogos de esta tradición se centran en el nivel individual en su descubrimiento y análisis de la vida cotidiana. Según Linstead (2006), «desde entonces, la etnometodología ha influido en todas las áreas de la sociología donde el estudio de la interacción de la gente común se ha reconocido como importante» (p. 400).

La etnometodología se considera generalmente como microsociología dentro del debate micro-macro (Alexander y Giesen, 1987). Sin embargo, Linstead (2006) propone que los principios clave de Garfinkel ilustran que el estudio de la interacción a nivel micro puede contribuir a la explicación de cuestiones macrosociológicas fundamentales a gran escala. No obstante, también se ha argumentado que la etnometodología no puede participar plenamente en el debate micro-macro, ya que lo "trasciende" al trascender sus términos. Según Hilbert (1990), "La etnometodología es indiferente a la estructura en cualquier nivel... en cambio, se ocupa de las prácticas sociales empíricas concretas en las que se producen, reproducen, utilizan y gestionan tanto la macroestructura como la microestructura y sus interrelaciones" (p. 805). Conclusión Desde un enfoque sociológico, los procesos a nivel macro analizan la vida social tal como existe en los sistemas sociales, las estructuras institucionales dentro de la sociedad y las relaciones entre las diversas estructuras dentro de la sociedad. Ejemplos de perspectivas teóricas que se centran en los procesos a nivel macro incluyen la teoría de la estratificación de Marx, el funcionalismo estructural de Parsons y la teoría del conflicto de Dahrendorf. Los procesos a nivel micro analizan la vida social tal como existe en los procesos interpersonales e interaccionales. Desde esta perspectiva microteórica, es el individuo en el contexto social lo que es de importancia central. Ejemplos de perspectivas teóricas que se centran en los procesos a nivel micro incluyen la teoría del intercambio de Homans, el interaccionismo simbólico de Mead y Blumer, y la sociología/etnometodología fenomenológica.

Desde una perspectiva histórica, las teorías orientadas a los procesos a nivel macro dominaron la sociología estadounidense hasta la década de 1960, específicamente el funcionalismo estructural asociado con la obra de Parsons y la teoría del conflicto, igualmente orientada a nivel macro (Ritzer, 1985). El interaccionismo simbólico, asociado con la obra de Mead y Blumer, fue una teoría a nivel micro prominente durante esta época, pero no fue hasta finales de la década de 1960 y en la de 1970 que las teorías a nivel micro ganaron popularidad en la teoría sociológica estadounidense. Los avances más recientes se asocian con los trabajos de Homans y Blau, y los de Schutz y Garfinkel en las áreas de fenomenología y etnometodología, respectivamente. Un número creciente de sociólogos ha comprendido la importancia de integrar los procesos a nivel micro y macro en un paradigma convergente, incluyendo el Modelo de Integración de Ritzer, que intenta combinar teorías a nivel micro y macro para proporcionar una comprensión integral del comportamiento social humano. El trabajo de Parsons ilustra una formulación temprana hacia un vínculo micro-macro. Si bien sus trabajos de las décadas de 1950 y 1960 se orientaron hacia la teoría estructural- funcional, con el paso de los años experimentó un cambio, no sin críticas por ser confusos y confusos respecto a su orientación teórica (Ritzer, 1981). Por ejemplo, Parsons sociologizó la teoría psicoanalítica de la personalidad de Freud y utilizó estas ideas para psicologizar los procesos a nivel macro. De este modo, demostró cómo el desarrollo afectivo, cognitivo y moral de la personalidad depende de la existencia de una estructura grupal (Alexander y Giesen, 1987).

Términos y conceptos Teoría del Conflicto: Enfoque teórico que asume que el comportamiento social se comprende mejor en términos de conflicto o tensión entre grupos. Se centra en la idea de que existe una distribución desigual de las ventajas en la sociedad, caracterizada por el conflicto. Etnometodología: Un enfoque asociado con el trabajo de Harold Garfinkel que se utiliza para estudiar los métodos que las personas utilizan para dar sentido a su vida cotidiana y a sus interacciones sociales. Teoría del Intercambio: Enfoque teórico asociado al trabajo de George Homans que se centra en analizar patrones de refuerzo como explicaciones del comportamiento individual y la interacción entre personas que implican un intercambio de recompensas y costos. Marxismo: El conjunto de conocimientos y teorías asociadas con los escritos de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engles. Nivel macro: Un nivel de análisis sociológico que se centra en grupos, instituciones o sistemas sociales y estructuras sociales a gran escala. Nivel micro: Un nivel de análisis sociológico que se centra en el pensamiento y la acción individual, las interacciones cara a cara y la interacción a pequeña escala entre grupos.

Sociología fenomenológica: una perspectiva sociológica asociada con Albert Schutz que se centra en la conciencia y el significado, no en los fenómenos sociales estructurales. Funcionalismo estructural: Perspectiva teórica, asociada con Emile Durkheim y Talcott Parsons, que considera la sociedad como un sistema estable y ordenado. Afirma que las instituciones sociales deben entenderse en función de la función que cada una desempeña en la sociedad. Interaccionismo Simbólico: Enfoque teórico inspirado en las ideas de George Herbert Mead y desarrollado por Herbert Blumer, que se centra en el papel de los símbolos y el lenguaje en la interacción humana.

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