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El Salvador: Historia mínima
también hubo iniciativas sumamente interesantes como la
reforma educativa primaria y universitaria, la formación de
nuevas redes de opinión y discusión (Sociedad de Amigos del
País), el fomento agrícola, entre otras medidas. Pero volvamos
a los inicios del siglo XIX.
Previo a 1800 en la Alcaldía mayor de Sonsonate ha-
bitaban 16,495 indígenas y 8,189 mulatos y españoles (es
decir, tanto criollos como peninsulares), distribuidos en una
villa (Sonsonate) y 21 pueblos de indígenas y mulatos. En la
Intendencia de San Salvador habitaban, hacia 1807, aproxima-
damente 89,374 mulatos, 71,175 indígenas y 4,729 españoles,
distribuidos en tres poblaciones de españoles (San Salvador,
San Vicente y San Miguel) y en más de 120 pueblos indígenas
y mulatos. A pesar de que el principal producto de exportación,
cultivado y procesado tanto en las haciendas de españoles como
en algunas parcelas familiares, fue el añil, también se cultivó
y comercializó tabaco, caña de azúcar, cacao, maíz, etc. Hubo,
asimismo, actividad ganadera y minera. Ahora bien, el poder
político-económico se ubicaba en las poblaciones de espa-
ñoles, encabezado por los funcionarios regios (intendentes y
alcaldes mayores) y por los ayuntamientos. A estos últimos los
integraban los miembros de las prominentes familias criollo-
peninsulares. Tanto unos como otros se encargaron, además
de administrar justicia, los mercados o las contribuciones, de
controlar el “repartimiento”, es decir, el trabajo obligatorio
de los indígenas en las haciendas de españoles; asimismo,
recolectaban, a través de las autoridades indias en los pueblos
(los cabildos), los tributos que pagaban aquellos a la Corona.
Hacia 1808 hubo una crisis inusitada en la Monarquía
hispánica, que por supuesto afectó al Reino de Guatemala y a
territorios como San Salvador y Sonsonate. Esta crisis fue parte
de una geografía de guerra entre las potencias europeas, la cual
estaba modificando al Mundo Atlántico. Napoleón Bonaparte
había invadido la Península Ibérica, apresando a la casa real
española e imponiendo a su hermano, José, como rey de Espa-
ña e Indias. Previamente, la casa real portuguesa había huido
hacia el Brasil, escapando del avance francés. Este vacío de