El Santo Rosarios-Los Misterios Gozosos.pptx

JuanBenavides67 435 views 19 slides Apr 04, 2024
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About This Presentation

Santo Rosario; misterios gozosos.
El primer "rosario" comprende los misterios gozosos (lunes y sábado)


Slide Content

Grupo Veritas Portadores de la Fe

ACTO DE CONTRICIÓN Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta para el perdón de mis pecados. AMÉN

INTENCIONES

MISTERIOS GOZOSOS

A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró donde ella estaba, y le dijo: "Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo". Ante estas palabras, María se turbó y se preguntaba qué significaría tal saludo. El ángel le dijo: "No tengas miedo, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Será grande y se le llamará Hijo del altísimo; el Señor le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al ángel: "¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño que nazca será santo y se le llamará Hijo de Dios. Mira, tu parienta Isabel ha concebido también un hijo en su ancianidad, y la que se llamaba estéril está ya de seis meses, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". Y el ángel la dejó. (Lc 1,26-38)

REFLEXIÓN "Este primer misterio se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación. Esto es evidente desde la anunciación, cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitación a la alegría mesiánica: 'Alégrate, María'. A este anuncio apunta toda la historia de la salvación, es más, en cierto modo, la historia misma del mundo. En efecto, si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas, el don divino con el que el Padre se acerca a María para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo. A su vez, toda la humanidad está como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios." Padre Nuestro, Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Avemarías, Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María Madre de Gracia , Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, ¡Oh Gran Señora! Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.

«En aquellos días María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"»

REFLEXIÓN “ Este misterio, se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel, dónde la voz misma de María y la presencia de Cristo en su seno hacen 'saltar de alegría' a Juan. Repleta de gozo es la escena de Belén, donde el nacimiento del divino Niño, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores como una gran alegría' " Padre Nuestro, Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Avemarías, Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María Madre de Gracia , Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, ¡Oh Gran Señora! Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.

«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento».

REFLEXIÓN "Este misterio, se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación. Repleta de gozo es la escena de Belén, donde el nacimiento del divino Niño, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores como 'una gran alegría'” Padre Nuestro, Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Avemarías, Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María Madre de Gracia , Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, ¡Oh Gran Señora! Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.

«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor».

REFLEXIÓN "Este misterio, se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... Pero ya los dos últimos misterios, aun conservando el sabor de la alegría, anticipan indicios del drama. En efecto, la presentación en el templo, a la vez que expresa la dicha de la consagración y extasía al viejo Simeón, contiene también la profecía de que el Niño será 'señal de contradicción' para Israel y de que una espada traspasará el alma de la Madre" Padre Nuestro, Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Avemarías, Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María Madre de Gracia , Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, ¡Oh Gran Señora! Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.

« Sus padres iban todos los años a Jerusalén por la fiesta de la pascua. Cuando tuvo doce años, fueron a la fiesta, como era costumbre. Terminada la fiesta, emprendieron el regreso; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres se dieran cuenta. Creyendo que iba en la caravana, anduvieron una jornada, al cabo de la cual se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en busca suya. A los tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles. Todos los que le oían estaban admirados de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando muy angustiados". Les contestó: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?" Ellos no comprendieron lo que les decía.

REFLEXIÓN "Este misterio, se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... Es también y al mismo tiempo, gozoso y dramático el episodio de Jesús de 12 años en el templo. Aparece con su sabiduría divina mientras escucha y pregunta, y ejerciendo sustancialmente el papel de quien 'enseña'. La revelación de su misterio de Hijo, dedicado enteramente a las cosas del Padre, anuncia aquella radicalidad evangélica que, ante las exigencias absolutas del Reino, cuestiona hasta los más profundos lazos de afecto humano. José y María mismos, sobresaltados y angustiados,'no comprendieron' sus palabras" Padre Nuestro, Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Avemarías, Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María Madre de Gracia , Madre de Misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos, ¡Oh Gran Señora! Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. (03) Aves Marías … ., el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. POR LAS INTENCIONES DE LA IGLESIA Y DEL SANTO PADRE

Señor, ten piedad R: Señor, ten piedad Cristo, ten piedad R: Cristo, ten piedad Señor, ten piedad. R: Señor, ten piedad Cristo, óyenos R: Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. R: Cristo, escúchanos. Dios, Padre celestial, R: Ten piedad de nosotros. Dios, Hijo, Redentor del mundo R: Ten piedad de nosotros. Dios, Espíritu Santo, R: Ten piedad de nosotros. Santísima Trinidad, un solo Dios, R: Ten piedad de nosotros. Torre de David, R. Torre de Marfil, R Casa de Oro, R. Arca de la Alianza, R. Puerta del Cielo, R. Estrella de la Mañana, R. Salud de los Enfermos, R. Refugio de los Pecadores, R. Consuelo de los Migrantes, R. Consoladora de los Afligidos, R. Auxilio de los Cristianos, R. Reina de los Ángeles, R. Reina de los Patriarcas, R. Reina de los Profetas, R. Reina de los Apóstoles, R. Reina de los Mártires, R. Reina de los Confesores, R. Reina de las Vírgenes, R. Reina de Todos los Santos, R. Reina Concebida Sin Pecado Original, R. Reina Asunta a los Cielos, R. Reina del Santísimo Rosario, R. Reina de la Familia, R. Reina de la Paz, R. Reina del Grupo Pastoral Veritas, R. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo R. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo R. Escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo R. Ten misericordia de nosotros. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. AMÉN. OREMOS: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas de la vida presente y disfrutemos de la eterna alegrías. Por Cristo nuestro Señor. AMÉN. Madre de la Divina Gracia, R Madre de Esperanza, R . Madre Purísima, R. Madre Castísima, R. Madre Siempre Virgen, R. Madre Inmaculada, R. Madre Amable, R. Madre Admirable, R. Madre del Buen Consejo, R. Madre del Creador, R. Madre del Salvador, R. Virgen Prudentísima, R. Virgen Digna de Veneración, R. Virgen Digna de Alabanza, R. Virgen Poderosa, R. Virgen Clemente, R. Virgen Fiel, R. Espejo de Justicia, R. Trono de la Sabiduría, R. Causa de Nuestra Alegría, R. Vaso Espiritual, R. Vaso Digno de Honor, R. Vaso de Insigne Devoción, R. Rosa Mística, R.. Santa María, Ruega por nosotros. Santa Madre de Dios, R. Santa Virgen de las Vírgenes, R Madre de Cristo, R. Madre de la Iglesia, R . Madre de la Misericordia, R . Letanías a la Virgen

Ave María purísima . Sin pecado concebida. Sagrado Corazón de Jesús . En Vos confío. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.