conferencias sobre arte, pero son un fracaso. La sífilis que padecía le causó un primer
conato de parálisis (1865), y los síntomas de afasia y hemiplejía que arrastraría hasta
su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la
iglesia de Saint Loup de Namur. Su madre le traslada urgentemente a una clínica de
París, donde permaneció sin habla y paralítico hasta su muerte, ocurrida el 31 de
agosto de 1867.863).
•obra
Con Baudelaire, la lírica francesa pasa a interesar a toda Europa. Así lo demuestran
los influjos que ejerció a partir de entonces en Alemania, Inglaterra, Italia y España.
Varias son las manifestaciones en que se le califica como “poeta de la modernidad”. Y
ello está perfectamente justificado, porque Baudelaire es el inventor de esta palabra.
La usa en 1859, excusándose de su novedad, pero la necesita para expresar lo que
caracteriza al artista moderno, es decir, la facultad de ver en la gran ciudad no sólo la
decadencia del hombre, sino también una belleza misteriosa y hasta entonces no
descubierta. Éste es el problema del propio Baudelaire: ¿cómo es posible la poesía en
una civilización comercializada y dominada por la técnica?
Baudelaire, en la colección de poesías que tituló Flores del mal, introdujo el gusto por
lo extraño. lo malsano, lo neurótico, la mezcla de la religiosidad y el pecado.
De Baudelaire partió en gran parte la renovación de la poesía. Fue precursor del
simbolismo y de las vanguardias del siglo XX, y es para muchos el fundador de la
tradición poética contemporánea y uno de sus máximos teóricos. La poesía de
Baudelaire se caracteriza por la perfección de su estilo y por la precisión, casi
matemática, de sus metáforas. Su idea de la conciencia o razón creadora estaba en
contra de la idea romántica del arrebato de la inspiración. Su obra presenta un
conflicto constante entre el bien y el mal y entre estética y belleza, y en ella “lo
artificial” (el arte, la ciudad, etc.), valorado positivamente y sustituye a “lo natural”.
Los versos que aparecen recogidos en su libro más representativo Fleures du mal
(1857) y vuelto a editar con ciertas modificaciones en 1862, se centran en la
descripción del mal, en la apología de lo satánico y en el tratamiento del hombre como
ser miserable y perverso y poseedor del cuerpo como instrumento para todo tipo de
vicios. De su restante producción merecen citarse mencionarse, además de La
Fanfarlo (1847), Los paraísos artificiales (1861), donde aparece el célebre poema
“Sobre el vino y el hachís”, Los pequeños poemas en prosa (1869), editados
póstumamente y algunos de los cuales habían aparecido publicados en 1864 bajo el
título de El spleen de París, y Salón de 1846, que giró en torno a la pintura de su amigo
Delacroix, y Salón de 1859.