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Aug 07, 2018
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“La Iglesia siempre procura mantenernos por el camino del bien donde principalmente esta presente el trabajo.”
FUNDAMENTOS
El hombre, desde siempre, en cualquier cultura y ambiente, ha tenido que trabajar para poder lograr su propia supervivencia en el transcurso de la vida.
Con el trabajo, el...
“La Iglesia siempre procura mantenernos por el camino del bien donde principalmente esta presente el trabajo.”
FUNDAMENTOS
El hombre, desde siempre, en cualquier cultura y ambiente, ha tenido que trabajar para poder lograr su propia supervivencia en el transcurso de la vida.
Con el trabajo, el hombre ejerce la función transformadora de las cosas, al mismo tiempo que las innova.
El trabajo es una realidad muy propia del hombre; aparte de todo eso, el hombre se convierte, mediante el trabajo, en el dominador de la naturaleza por excelencia; he ahí la eminente labor que ejerce el hombre en su actividad diaria.
Hay que trabajar dignamente para ganarse el sustento diario realizando con la naturaleza lo que el creador nos encomendó. Esa debe ser una satisfacción para toda persona ya que al trabajar servimos al prójimo y cumplimos un mandato divino y al cumplir ese mandato divino nos santificamos.
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Language: es
Added: Aug 07, 2018
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EL TRABAJO DIGNIFICA AL HOMBRE
ORÍGENES El libro del Génesis (2,15), que narra el comienzo de todas las cosas, nos dice que Dios creó al hombre para que trabajase. En esta breve frase está el fundamento de la dignidad de la persona. No es el trabajo un castigo por el pecado original, como algunos todavía creen, sino que es el medio por el cual el hombre adquiere dignidad y se realiza como ser humano .
El trabajo dignifica a la persona porque la hace sentir capaz, útil, necesaria, autosuficiente y perteneciente a una sociedad activamente económica. Ganar algo por tu propio esfuerzo, sin que nadie te regale nada, es parte del proceso de realización personal.
El Papa Juan Pablo II nos decía que el trabajo es "para la persona y no para el producto", haciéndonos ver que no estamos tratando con "máquinas", olvidándonos de la dimensión humana. El trabajo es una fuente de dignificación de la persona. Dios nos puso en este lugar para llevar su reino a la evolución .
FUNDAMENTOS El hombre, desde siempre, en cualquier cultura y ambiente, ha tenido que trabajar para poder lograr su propia supervivencia en el transcurso de la vida. Con el trabajo, el hombre ejerce la función transformadora de las cosas, al mismo tiempo que las innova.
E l trabajo es una realidad muy propia del hombre; a parte de todo eso, el hombre se convierte, mediante el trabajo, en el dominador de la naturaleza por excelencia; he ahí la eminente labor que ejerce el hombre en su actividad diaria.
Hay que trabajar dignamente para ganarse el sustento diario realizando con la naturaleza lo que el creador nos encomendó. Esa debe ser una satisfacción para toda persona ya que al trabajar servimos al prójimo y cumplimos un mandato divino y al cumplir ese mandato divino nos santificamos.
EXPLICACIÓN Trabajador y trabajo nos remontan al Dios del paraíso y al taller de Nazaret, y en esos dos lugares, tan santificados por la presencia de Dios, es donde se descubre tanto la dignidad de la persona que trabaja como el poder santificador del trabajo .
Nos dice la Biblia que el hombre ha nacido para el trabajo como el pájaro para volar. ¿ Qué diríamos de un pájaro que estuviese tendido en tierra sin poder alzar el vuelo? Pues diríamos esto: que es un pájaro que está enfermo y que nunca se va a desarrollar como los demás compañeros suyos, que gozan surcando el cielo .
Así también, el hombre que no trabaja no desarrolla sus facultades, indica que algo anormal hay en sus adentros, y que nunca llegará a la perfección exigida por su naturaleza. El trabajo hace vivir con dignidad, porque lo que se come no es fruto del trabajo ajeno ni del, sino de un esfuerzo noble y generoso .
APORTES DE LA LABOREM EXCERCENS Es deber de la Iglesia: recordar siempre la dignidad y los derechos de los hombres del trabajo; denunciar las violaciones de esos derechos y orientar las nuevas situaciones. El trabajo, en cuanto problema humano, es el punto central y la clave esencial de la cuestión social. El trabajo está en función del hombre, no el hombre en función del trabajo”.
Mediante el trabajo el hombre “no sólo transforma la naturaleza humana, adaptándola a sus necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre ”. La encíclica se refiere a que el trabajo es la vía concreta para acceder a los bienes que están destinados a un uso común. La Iglesia considera un deber suyo la formación de una espiritualidad del trabajo para que, a través de él, los hombres se acerquen a Dios, Creador y Redentor.
“La Iglesia siempre procura mantenernos por el camino del bien donde principalmente esta presente el trabajo.”