Vivimos una época en que la palabra adoración se ha vaciado de su peso sagrado y se ha llenado de ruido, luces y emociones pasajeras. Muchos confunden lágrimas con arrepentimiento, euforia con presencia divina, y ritmo con reverencia. Pero el Señor Jesucristo, con voz firme y penetrante, declar�...
Vivimos una época en que la palabra adoración se ha vaciado de su peso sagrado y se ha llenado de ruido, luces y emociones pasajeras. Muchos confunden lágrimas con arrepentimiento, euforia con presencia divina, y ritmo con reverencia. Pero el Señor Jesucristo, con voz firme y penetrante, declaró: “En vano me honran” (Marcos 7:7). Esas palabras no fueron dirigidas a incrédulos, sino a religiosos que pensaban adorar sinceramente. Hoy, esa advertencia resuena con urgencia entre nosotros: ¿estamos honrando a Dios conforme a Su Palabra, o sólo seguimos tradiciones y cultura modernas disfrazadas de fervor espiritual? La verdadera adoración no se mide por el volumen del canto, sino por la pureza del corazón; no por la emoción que sentimos, sino por la verdad que obedecemos. Este mensaje no busca apagar el fuego del alma, sino purificarlo —para que en nosotros no haya una alabanza vacía, sino una devoción encendida por la Verdad.
Size: 177.79 KB
Language: es
Added: Oct 26, 2025
Slides: 6 pages
Slide Content
EN VANO ME HONRAN
Por Jonathan Bravo
Escritura: Mateo 15:8–9
“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.”
INTRODUCCIÓN:
Hermanos, hay pocas frases en La Escritura tan terribles y reveladoras
como esta: “En vano me honran.” Estas palabras no fueron pronunciadas a los
paganos, ni a los ateos, ni a los enemigos declarados de Dios, sino a los más
religiosos del tiempo de Jesús: Los Fariseos y Escribas. Hombres que oraban,
ayunaban, diezmaban, enseñaban la ley, y creían servir a Dios. ¡Pero El Señor los
miró y les dijo: “En vano me honran”! Esto debería estremecernos, porque nos
muestra que no toda “adoración” agrada a Dios, y que incluso dentro de la Iglesia
puede haber honra sin comunión, palabras sin corazón, rituales sin redención.
Dios no recibe toda adoración; no todo canto llega al cielo, ni toda liturgia
asciende con olor grato. Hay adoración que Dios rechaza. Y el texto nos revela la
razón:
“Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí.”
¡Qué tragedia! Adorar al Dios verdadero… de la manera equivocada.
Como dijo John MacArthur:
“La adoración falsa es el mayor insulto que un ser humano puede hacer al
Dios verdadero, porque pretende honrarle mientras en realidad lo niega.”
Por eso, hoy El Espíritu Santo nos llama a examinar nuestro culto, nuestras
prácticas, nuestros himnos y, sobre todo, nuestro corazón. Porque es posible que
muchos “honren” a Dios con la boca… y lo ofendan con la vida.
I. EL CONTEXTO: EL CONFLICTO ENTRE TRADICIÓN Y VERDAD.
Mateo 15 comienza con una discusión: Los fariseos acusaron a los
discípulos de Jesús de no lavarse las manos según la tradición de los
ancianos. Eran normas religiosas, no mandamientos de Dios. Y Jesús responde
con la autoridad de un profeta:
“¿Por qué ustedes invalidan el mandamiento de Dios por su tradición?”
(v.3)
En otras palabras:
“Ustedes se preocupan por las manos sucias, pero no por el corazón
sucio.” Jesús cita Isaías 29:13, mostrando que el mismo problema del antiguo
Israel seguía vivo: Una religión de labios, pero no de vida. La adoración vana es
aquella donde el hombre reemplaza La Palabra de Dios por sus propias ideas. Y
desde entonces hasta hoy, ese es el gran peligro del pueblo de Dios: La tradición
sustituye la verdad, la costumbre reemplaza la convicción, y la emoción desplaza la
devoción.
II. EL DIAGNÓSTICO DE JESÚS: ADORACIÓN VANA.
1. Honran con los labios, pero el corazón está lejos.
La hipocresía es una mascarada religiosa. Jesús no critica la forma, sino la
falsedad: Sus labios dicen “Señor”, pero su vida dice “yo”. Pues ese YO No se
sujeta al orden de Dios, Como dijera el Pastor Sugel Michelen: “Quien no se somete
a la disciplina y al orden Bíblico, está en El Reino equivocado.” Sus cantos suenan
santos, pero sus pensamientos son carnales. La adoración se vuelve vana cuando
las palabras se desconectan del corazón. Martyn Lloyd-Jones dijo: “La adoración
genuina no consiste en las emociones que experimentamos, sino en la rendición
total a la verdad que conocemos.”
Aún las experiencias religiosas son un engaño y un peligro muy grande. No
se debe confiar en lo que la gente “siente” en las reuniones emocionales. Alguien
dice que “SIENTE” La Presencia de Dios, ¡Eso NO es Bíblico! No se trata de lo que
se siente o se deja de sentir… Se trata de ser regenerado y convertido! Ya se que la
mayor parte de cristianos evangélicos en este tiempo quieren asegurarse de
“Sentir alguna experiencia” Pero recuerde que Conocemos a Dios a través de La
Revelación de Su Palabra (Sola Escritura) y vivimos confiando en Él por el
regalo de La Fe que Él mismo nos da, para creerle y depender de Él y confiar en
Su Providencia.. (Sola Fide!)
2. Su corazón está lejos de mí.
Aquí está la raíz del problema: la distancia. Pueden estar físicamente en el
templo, pero espiritualmente lejos del trono. Dios no se complace con la cercanía
física, Él no gana nada de honra con que la gente se congregue! (Ni usted) sino con
corazones quebrantados (Salmo 51:17). Jesús no busca adoradores que hagan
ruido, sino que se rindan a su Señorío. Porque la adoración verdadera no
comienza con la boca, sino en la cruz.
III. LAS CAUSAS DE LA ADORACIÓN VANA
A. Cuando se reemplaza La Palabra de Dios por tradiciones humanas.
“Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.”
Cada vez que lo que hacemos en la iglesia no proviene de La Escritura, la
adoración se contamina. Colosenses 2:8:
“Mirad que nadie os engañe por filosofías y tradiciones de hombres.”
El principio reformado de Sola Scriptura no es teórico: Es la línea
divisoria entre una adoración aceptable y una adoración vana.
B. Cuando hay apariencia de piedad pero sin poder espiritual
2 Timoteo 3:5: “Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la
eficacia de ella.” Muchos se emocionan en el culto, pero no se transforman fuera
del culto. Tienen religión, pero no regeneración. Tienen emoción, pero no
conversión. …Y quiero asegurarme de que por favor entiendan que es posible que
muchos de ustedes no son salvos.
C. Cuando se busca la emoción en lugar de la verdad
Dios no busca adoradores “emocionales”, sino espirituales. Ojala que
pudiéramos estudiar un poquito acerca de las prácticas paganas de adoración de
ídolos y dioses falsos, porque todas ellas son totalmente diferente a lo que El Dios
Verdadero espera de la gente que le conoce. NO debemos, de ninguna manera,
reducir a nuestro Dios a una idea cultural de ídolo, sino antes que otra cosa,
conocer QUIÉN es ÉL y qué debemos hacer en consecuencia. Nos afectará rotunda
y radicalmente, pues el adorador es semejante al Dios que adora.
Juan 4:23–24 dice que deben adorar en espíritu y en verdad. Jonathan
Edwards escribió:
“Las emociones son hermosas cuando responden a la verdad;
pero horribles cuando la reemplazan.”
D. Cuando hay pecado oculto o desobediencia
Isaías 1:15 — “Aunque multipliquéis la oración, no oiré.” Dios no puede
recibir adoración de manos manchadas. El pecado sin confesar apaga el incienso
del altar. Pecar NO es algo tan simple, cuando pecamos deliberadamente, estamos
negando El Señorío de Cristo en nuestras vidas. Es como si le dijéramos en su
cara: ¡Tú NO me mandas! It's horrible!
E. Cuando Cristo no es el centro
La adoración sin Cristo es teatro religioso. (Solus Christus) Colosenses
1:18: “Para que en todo tenga Él la preeminencia.” A.W. Tozer: “La adoración
moderna se ha vuelto entretenimiento para el hombre en vez de sacrificio para
Dios.” Todas las expresiones de alabanza y adoración deben ser para Él, como a Él
le agrada… Como Él nos enseña en su Palabra. Nunca para que le guste al músico
y al cantante, ni al pastor, ni a ti mismo y ni al que tienes a un lado!
F. Cuando hay división, orgullo o falta de perdón.
Mateo 5:23–24 — “Ve, reconcíliate primero con tu hermano.” Dios no
acepta ofrendas de corazones resentidos. Spurgeon: “La adoración de un corazón
dividido es una blasfemia.”
G. Cuando se ama al mundo.
1 Juan 2:15 “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”
Dios no comparte Su altar con los ídolos del corazón.
H. Cuando se honra a Dios pero se niega Su soberanía
Tito 1:16 — “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan.”
Cantan “Rey de reyes” pero viven como reyes de sí mismos.
IV. EJEMPLOS DE ADORACIÓN VANA EN LA BIBLIA
Ejemplo Qué hizo Resultado
Caín (Génesis 4:3–5) Ofrenda sin fe Rechazada
Nadab y Abiú
(Levítico 10:1–3)
Fuego extraño Consumidos
Israel (Éxodo 32) Mezcló adoración e
idolatría
Ira de Dios
Saúl (1 Samuel 15) Obediencia parcial Rechazado
Fariseos (Mateo 23) Hipocresía Condenados
Laodicea (Apocalipsis
3:15–17)
Tibieza espiritual Vomitados
Cada uno pensó que honraba a Dios… pero lo hacía en vano.
V. LA ADORACIÓN VERDADERA QUE DIOS BUSCA.
“El Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad.”
(Juan 4:23)
1.En espíritu:
— No en la carne, sino en dependencia del Espíritu Santo.
— Con humildad, reverencia, y gratitud. (Está de moda lo sensual)
2.En verdad:
— Conforme a =La Palabra.
— Centrada en Cristo, no en el yo.
— Gobernada por El Evangelio, no por emociones pasajeras.
Romanos 12:1 lo resume:
“Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
La adoración no termina cuando termina la música: comienza cuando vivimos lo
que cantamos.
CONCLUSIÓN:
Queridos hermanos, Jesús no está impresionado por los labios, pero Él
conoce los corazones. Dios no mira el volumen de nuestras voces, sino la
obediencia de nuestras vidas. El cielo no se conmueve por luces, gritos, aplausos
o lágrimas… sino por corazones quebrantados ante la cruz. El Señor dice: “En vano me honran.”
Y hoy su voz nos alcanza: ¿Estamos adorando en vano? ¿Estamos tan
ocupados en el culto que hemos olvidado al Dios del culto? La adoración
verdadera no comienza con una canción, sino con un Salvador. No empieza con
un instrumento, sino con un arrepentimiento. No se mide por el ambiente, sino
por la presencia real de Cristo en nosotros. Spurgeon escribió: “Donde Cristo no es
el centro, la adoración es idolatría disfrazada.”
Malaquias 1:6-14
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo
Padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está mi
temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que
menospreciáis mi Nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado
tu Nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la
mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego
para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o
el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se
agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice
Jehová de los ejércitos. ¿Quién también hay de vosotros que cierre
las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo
complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de
vuestra mano aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace
hasta donde se pone, es grande mi Nombre entre las naciones; y
en todo lugar se ofrece a mi Nombre incienso y ofrenda limpia,
porque grande es mi Nombre entre las naciones, dice Jehová de los
ejércitos. Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda
es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es
despreciable. Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me
despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o
cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de
vuestra mano? dice Jehová. Maldito el que engaña, el que teniendo
machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado.
Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi Nombre
es temible entre las naciones.
Isaias 1:10-20
Príncipes de Sodoma, oíd La Palabra de Jehová; escuchad la ley de
nuestro Dios, pueblo de Gomorra. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la
multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros
y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros
delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda;
el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar
asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi
alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis
vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando
multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis
ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio,
restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada;
porque la boca de Jehová lo ha dicho.
Así que hoy, vuelve tu corazón al altar. Arrepientete del pecado y de todos
tus pecados. Desnuda tu alma delante del Señor. El Señor te dará un nuevo
corazón. Pide al Espíritu Santo que purifique tu adoración. Que de nosotros no se
diga jamás “en vano me honran”, sino “Este pueblo me honra en espíritu y en
verdad.”
“Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder.”
(Apocalipsis 4:11)