No es eutanasia la aplicación de fármacos para aliviar el dolor u otros síntomas en un
paciente terminal aunque ello produzca, indirecta e inevitablemente, un cierto
acortamiento de la vida. Si se aplican convenientemente los principios éticos es no
sólo aceptable sino aconsejable y necesario en ocasiones. Tampoco es eutanasia la
omisión o retirada de medios extraordinarios o desproporcionados para prolongar
artificialmente la vida de un enfermo terminal, pues está ausente la acción positiva de
matar y la posibilidad de una vida natural.
2.ORTOTANASIA: se refiere a permitir que la muerte ocurra “en su tiempo
cierto”, “cuando deba de ocurrir”, por lo tanto los profesionales de la salud
están capacitados para otorgar al paciente todos los cuidados y tratamientos
para disminuir el sufrimiento, pero sin alterar el curso de la enfermedad y por lo
tanto el curso de la muerte.
DEFINICIÓN
Se define obstinación, ensañamiento, furor, encarnizamiento terapéutico o
distanasia, a la realización de prácticas diagnósticas y/o terapéuticas, que no
benefician al enfermo que se encuentra en la última etapa de su vida, y hasta
secundariamente le provocan sufrimiento agravado, si no se le provee a él o su familia,
de información sobre su estado.
El llamado “encarnizamiento terapéutico” es una expresión coloquial
popularizada por los medios de comunicación social que traduce de manera parcial
aunque expresiva, el término más académico de “distanasia”, palabra que significa
“muerte difícil o angustiosa”.
Detrás de la obstinación médica, puede encontrarse una postura desviada del
fin de la medicina hacia otros intereses (científica: “aprendo con los viejos a tratar a los
más jóvenes”, política, económica, social, etc.), o el miedo a que se le acuse de
negligencia y se lo condene por omisión (la mala interpretación del derecho, muchas
veces contribuye a la distanasia); pero también, puede el médico encontrarse
presionado por sus buenas intenciones, que le dictan hacer todo lo posible.
Encarnizamiento terapéutico Página 4