Alcoholismo
El alcoholismo, causado por diversos factores en la sociedad, se está fomentando
en medios como un modo de vida más libre y feliz, pero no se están teniendo en
cuenta los efectos físicos, psicológicos y sociales que está causando. El alcoholismo
parece ser producido por la combinación de diversos factores. Entre las casusas
genéticas se dice que existe una predisposición, aunque no en todos los casos,
bebedores cuyos antecesores han sido abstemios, o viceversa. En el caso de la
educación se debe a la falta de unos patrones adecuados en el hogar, que pueden
conducir al mal uso del alcohol. Es más fácil que la afición se desarrolle cuando
joven que en personas mayores. También se ha encontrado que su uso se está
fomentando en la sociedad continuamente por medios publicitarios, como en
televisión, relacionado como un modo de vida libre y feliz. Es habitual tomar en
momentos importantes, como en celebraciones. Por esto el individuo se siente
atraído por el alcohol y puede llegar a volverse dependiente. Otra de las causas de
la dependencia del alcohol, es que el individuo cree que al tomar se superan la
tristeza, la falta de felicidad o una depresión personal. Esto puede ser por la baja
autoestima, facilidad para conseguir el alcohol y aceptación de la sociedad por este
consumo; como si el alcohol construyera una puerta de escape a la infelicidad. Los
alcohólicos beben pensando en un modo de vida feliz y libre, sin tener en cuenta los
efectos que la dependencia puede afectar su persona, tanto física como
sicológicamente. Entre las manifestaciones del alcoholismo se encuentran: Tomar
solo o a escondidas, dejar pendientes compromisos o actividades por la bebida,
necesidad de tomar para estar tranquilo, daño en su sistema urinario, problemas
familiares, sociales o laborales, alteraciones en el tracto gastrointestinal, anemia y
desnutrición. Cada persona tiene una susceptibilidad a los efectos del alcohol, de
manera que una misma dosis puede producir efectos de diferente intensidad en
cada persona. Las cantidades pequeñas de alcohol pueden aliviar la tensión o la
fatiga, aumentar el apetito o producir un efecto anestésico al dolor. El consumo de
grandes cantidades inhibe o deprime los procesos del pensamiento, aumento la
autoconfianza y reduce la ansiedad y los sentimientos de culpabilidad. Si el
consumo de alcohol continua, se produce pérdida total del control físico, un estado
de estupor y en algunos casos la muerte. Para que el afectado suprima estas
alteraciones, síntomas y daños, debe recibir un tratamiento de especialistas. Lo más
importante para que se pueda brindar una ayuda médica a un alcohólico, es su
aceptación inicial acerca de los efectos del alcohol en su persona y que es necesaria
la ayuda profesional. La manera más eficaz es la asistencia a grupos de autoayuda,
como Alcohólicos Anónimos y otras agrupaciones similares. Aquí se inicia la
rehabilitación.
Existen otro método de prevención, que son los programas educativos sobre el
alcohol, dirigido a los niños, adolescentes y sus familias, lo cual puede ser de gran