En este caso podemos evidenciar claramente la satisfacción de necesidades,
presente en todo este proceso, ya que el consumidor, al adquirir un bien o
contratar un servicio está supliendo directamente una necesidad; y a su vez el
empresario, al recibir las utilidades aportadas por el consumidor, también suple
innumerables necesidades que, como ser humano tiene.
Es importante resaltar que como forma de medir la rentabilidad de la empresa,
manejamos el concepto de: “las utilidades son iguales a los ingresos totales
menos los costos totales”, afirmación que define de manera muy precisa el
concepto de rentabilidad, ya que toda actividad productiva trae consigo unos
costos de producción o “costos totales”, los cuales restado a los ingresos totales,
nos dan como resultado la rentabilidad o utilidades de la empresa.
Antes de continuar, es importante mencionar que la economía maneja dos
grandes ramas: la micro economía, y la macro economía. En términos generales,
la micro economía se encarga del estudio de agentes económicos individuales
tales como consumidores, trabajadores, empresas, entre otros. Mientras que la
macro economía, se concentra en el estudio de las grandes magnitudes
económicas tales como la renta nacional, ahorro, inversiones, entre otras. Esta
rama en especial se caracteriza por agrupar o estar conformada por muchas
pequeñas economías que a la vez son individuales.
Retomando el tema, el mundo empresarial se rige por innumerables variables que
permiten la plena identificación de situaciones riesgosas o, de lo contrario,
benéficas para el establecimiento del punto máximo de utilidad. Inicialmente en el
proceso de establecimiento de una empresa, se hace necesario conocer el
producto que se va a ofertar y el alto o bajo impacto que este puede llegar